Diccionario cinematográfico (227). Piscinas

Carmen y Lola

… bailando en la piscina vacía…

El otro día me metí en el cine para ver Carmen y Lola de Arantxa Echevarria. Y es una película muy interesante para debatir sobre la mirada hacia al otro en el cine y cómo la mirada hace que uno se posicione, tanto el que mira por el objetivo como el que mira la pantalla. Por eso provoca controversia y distintas reacciones. De la película, me quedo con las escenas intimistas entre las protagonistas y con que narra con delicadeza lo que supone un primer amor. Una de esas secuencias transcurre cuando Carmen y Lola van a una piscina vacía y juegan a que nadan, a que flotan, a que pueden estar juntas sin problemas, apoyándose… Y bailan, bailan sin parar.

Y esa secuencia me llevó a otra, mi favorita de Rebelde sin causa de Nicholas Ray. La piscina vacía del chalet abandonado donde van a parar tres jóvenes que se sienten excluidos y solos: Jim, Judy y Platón. Y tampoco paran de jugar y de reír. De olvidar que fuera hay un mundo hostil. Ahí además ocurre la declaración de amor, íntima, entre Jim y Judy.

En los años sesenta, hay una película extraña de Burt Lancaster. Se titula El nadador y su director es Frank Perry. Es una adaptación de un cuento de John Cheever. Lo que empieza como aventura original, un hombre que decide recorrer la zona residencial donde vive de piscina en piscina hasta llegar a su hogar se convierte en un camino existencial demoledor. De nado a nado pasa por distintas posiciones económicas hasta llegar a la piscina pública… y cuando llega a su piscina, a su hogar, descubriremos la tremenda verdad del personaje.

También es inolvidable un momento de terror sugerido en la magnífica La mujer pantera… y, no puede ser de otra manera, transcurre en una piscina. No falta un gato negro, unas escaleras, sombras, ruidos extraños… y una mujer atemorizada en la piscina. Al final una bata de baño desgarrada.

Otra piscina inolvidable es la de Historias de Filadelfia de George Cukor. Varias secuencias de la película transcurren allí, puesto que es uno de los sitios favoritos de la protagonista, Tracy Lord (Katherine Hepburn), experta nadadora. Y allí transcurre uno de los muchos momentos memorables: la borrachera de la protagonista con el periodista (James Stewart) que cae rendido a sus pies… y a la piscina también.

Y si seguimos con los clásicos… Es imposible dejarse una de las secuencias iniciales más inolvidables. Un cadáver flotando en una piscina nos cuenta su historia, cómo ha llegado hasta ahí. Así empieza El crepúsculo de los dioses de Billy Wilder.

Paolo Sorrentino también nos habla de la belleza, de la juventud, de la decadencia de los cuerpos, del deseo, de la supervivencia del ser humano en la piscina de un balneario en su película La juventud. Muchas secuencias transcurren allí, pero una de la más recordadas es la de los dos amigos, ancianos ya, que quedan subyugados por la belleza de una joven miss que entra en la piscina.

Y otro momento escalofriante en una piscina ocurre en la película Juegos secretos de Todd Field. Cuando en una piscina pública hasta arriba de gente, se percatan de que hay un hombre que estuvo en la cárcel por exhibicionismo delante de un menor. Sucumbe el terror, el enfado y la histeria, todos van a buscar a sus niños, todo el mundo sale de la piscina. El pedófilo se queda solo en el agua y la gente mirándolo. Silencio. Él se sumerge bajo el agua. Y todos miran. Llega una pareja de policías y se lo llevan. Él antes protesta: “Únicamente quería darme un baño”. Después, vuelve todo el mundo a zambullirse como si nada hubiese ocurrido.

¿Cuál es tu piscina de cine?

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28 comentarios en “Diccionario cinematográfico (227). Piscinas

  1. Querida Hildy,
    Un muy refrescante inventario de piscinas cinematográficas, incluso podríamos considerar un extenso subgénero dentro de la materia relativo a las fiestas alrededor de esas piscinas californianas que tanto fascinan a David Hockney: “El guateque”, “Boogie Nights”,…
    Entre mis secuencias “piscineras” favoritas, y además del baño que mencionas de Jane Randolph en “La mujer pantera” que es una cumbre de la puesta en escena tourneuriana, mencionaría dos que transcurren en atiborradas piscinas públicas: la divertidísima de “The Cameraman”, con Buster Keaton perdiendo el bañador cuando está dentro del agua; y aquella en la que se conocen Shelley Winters y un fugitivo y en alerta John Garfield de la obra maestra de John Berry “He Ran All the Way”.
    También me vienen a la memoria aquella que se abre de improviso mientras James Stewart y Donna Reed bailan en “¡Qué bello es vivir!”, y las de las coreografías acuáticas de Esther Williams…
    Besos,
    Javier

  2. Y, mira, mi querido crítico abúlico, que todavía no me he atrevido con ella… Pero ahora que siento que hay una piscina…

    Y es adoro los comentarios porque hacéis que bucee más en mi memoria… y acabo de recordar otra piscina memorable con remake: La piscina de Jacques Deray y Cegados por el solo de Luca Guadagnino… Me ha venido por lo de aguas podridas…

    Beso
    Hildy

  3. Pero ¡qué alegría leerte Javier!, ¡qué gozada de piscinas! Una de mis favoritas es la de Qué bello es vivir. Aunque también es cierto que no paro de reírme en la de El guateque.
    Qué gozada de paseo.

    Beso
    Hildy

  4. ¡Pero! creía que había puesto un comentario pero debo haber apretado mal los botones. Recordaba yo también, querida Hildy, la piscina de ¡Qué bello es vivir! y las de Esther Williams y además una escena con piscina en Only You de Norman Jewison. ¿La has visto?
    Un beso enorme, Bet.-

  5. Betttttt, esa piscina de Capra y de la sirena Esther Williams (y me viene a la cabeza ese homenaje que hicieron los Coen a Hollywood con una Scarlett Johansson a lo Williams en una piscina de estudio en ¡Ave, César!).
    Con Only you vivo una historia de persecución: me encanta su pareja protagonista y el género de comedia romántica también. Cuando la estrenaron en el cine me la perdí, y cuando la pusieron en la tele estaba agotada y la vi absolutamente adormecida… pero ¡tiene piscina! Tengo que aprovechar otro pase.

    Beso desde la piscina
    Hildy

  6. Las piscinas de El crepúsculo de los dioses y de Rebelde sin causa… ¡¡¡son la misma!!!

    ¿Mi piscina de cine? Pues todas esas que habéis dicho, por supuesto. Pero, sobre todo, como su nombre indica, La piscina (Jacques Deray, 1969).

    Besos

  7. Es curioso, yo tan desmemoriada para recordar títulos y escenas, recuerdo cada una de las que mencionas. Además con gozo e interés y pienso que si lo de las piscinas cinéfilas no será una filia aún no contemplada por mí.

    Pero si tuviera que elegir .que para qué, digo yo- me quedaría con el Crepúsculo de los dioses y un cuerpo flotando en sus aguas calmas que ya ya…

  8. Dios mío, Marga, qué alegría más grande leerte. Espero que estés muy pero que muy bien.
    ¿Has visto qué bien sientas estos chapuzones cinéfilos? ¡Es que todavía la piscina tira mucho…! Este otoño viene cálido.

    Beso
    Hildy

  9. ¡Qué buenas películas has escogido Hildy! La escena de “Rebelde sin causa” es una de las más más hermosas y sensibles que he visto. En la escena de “Historias de Philadelphia” que mencionas la química entre Katherine Hepburn y James Stewart es tan intensa que siempre he deseado que sus dos personajes quedasen juntos, aunque sea una opinión minoritaria. Lo que sí que es una verdadera pena es que no hiciesen más películas juntos. “La mujer pantera” es una de las pelis de mi infancia y en ella el uso de la sugerencia es un prodigio que se muestra en secuencias como la de la piscina que mencionas. El arranque de “El crepúsculo de los dioses” es tan original y sorprendente que cuando llega el final no acabo de creerme que ese sea el destino del personaje… Especialmente porque nos ha estado contando su historia. Y el final de “El nadador” es desolador. Conocí esa película por el anuncio de Levi’s inspirado por ella, eso si, con final feliz y la aterciopelada voz de Dinah Washington cantando “Mad about the boy”. Pensando en otras piscinas de cine, la primera que me ha venido a la cabeza es, como a otros, “¡Qué bello es vivir!” y esa piscina que se abre a los pies de los protagonistas en la pista de baile. O esa piscina en la que cae una y otra vez la dueña de la modernísima casa de “El guateque”. Para añadir alguna nueva recuerdo el beso subacuático entre Joan Crawford y Franchot Tone en “Alma de bailarina”. No se si se habían rodado muchos besos bajo el agua hasta entonces (1933) pero aparte de eso lo que me impresionó fueron las lianas y plantas acuáticas que aparecen en esa piscina. Puro y maravilloso exceso MGM. O esa piscina en la que el atormentado personaje de Juliette Binoche quiere ahogar su dolor en “Azul”.
    No te pierdas “Solo tu” una encantadora comedia romántica. Para disfrutar de Italia, de un buen guión, de una atinada dirección de Norman Jewison y sobre todo de unos fantásticos Marisa Tomei y Robert Downey Jr. Se hicieron buenas comedias románticas en los 90, ese subgénero casi desaparecido en Hollywood.

  10. Querida Lilapop, ¡Dios mío, qué buena la secuencia en la piscina de Juliette Binoche en Azul! Y me has despertado ganas de recordar Alma de bailarina y recuperar ese momento en piscina excesiva.
    ¡Sí, tienes razón qué buenas comedias románticas se rodaron entre los 80 y los 90! ¡Tengo que rescatar Solo tú! Algunas de ellas no solo me encantan sino que no me canso de verlas, por ejemplo, Hechizo de luna o Cuatro bodas y un funeral.

    Beso
    Hildy

  11. Ay, con todas las piscinas que describes en tu texto más los de los comentarios me habéis dejado seco. ¡Es como si me hubiera tirado de un trampolín con toda la seguridad del mundo y cuando ya estás cayendo te das cuenta que está vacía! Las piscinas quedan muy bien en el cine, ya sea como objeto de guasa, es decir, los que se tiran al agua vestidos en una noche loca, como si es de terror, o simplemente como un elemento más de la trama o decorativa. Qué bien está aquella piscina cuando Paul Newman entra en contacto con la familia adinerada en Harper, investigador privado. Las lujosas piscinas de algunas de las películas de James Bond. Qué maravilla de piscina en La joven del agua, de M. Night Shyamalan, sobre todo cuando Paul Giamatti se tira al agua para rescatar a esa belleza de ojos sobrenaturales que es Bryce Dallas Howard. Qué angustia cuando Mel Gibson y Danny Glover se tiran a una piscina para salvar a un tipo que ha quedado atrapado con un plástico en Arma letal. Y la segunda cuando Gibson se lanza contra un tipo que está camuflado de camarero y ambos, con carrito incluido, caen por una ventana muy alta derechitos a la piscina. La piscina vacía y agrietada que ve el niño Christian Bale cuando va en bicicleta por las peligrosas calles de Shangai en El imperio del sol. J. G. Ballard el novelista de la obra tenía obsesión con las piscinas vacías que luego introduciría en muchas de sus obras. ¿Y qué me dices de la piscina donde se introduce (otra vez) Mel Gibson en El año que vivimos peligrosamente? Él todo sudado tiene una pesadilla donde una mano le atrapa su cabeza para que no salga a respirar. En fin, paro ya porque me estoy haciendo muy pesado.

    Al fin y al cabo, ¡me he tirado a la piscina y tenía agua!

    Besos con cloro, mi querida Hildy.

  12. Fraaaannnnccissscooooooo, pero ¡cuánto tiempo sin saber de ti! ¡Y cuántas piscinas me traes! ¡Qué gozada leerte! Y qué bueno que hayas recordado la de «La joven del agua». Buena piscina. Mágica. Y compartir el dato de que J.G. Ballard tenía cierta obsesión con las piscinas vacías… y que aparecían en varias de su obras… ¡Y todas las demás que repasas!
    Me ha venido a la cabeza otra piscina de hace relativamente poco… Donde un joven trata de encontrar sentido a la vida, que no se escape, en «Oslo, 31 de agosto».

    Beso desde el trampolín…
    Hildy

  13. Por cierto, aquí se han olvidado (yo también) ¡la piscina más famosa de la historia del cine! ¡Dustin Hoffman con gafas de sol tumbado en una colchoneta sobre la piscina sin saber qué hacer con su vida en El graduado!

    Besos desde una colchoneta sin saber qué hacer.

  14. Querida Hildy,
    he visto practicamente todas las piscinas que han nombrado, y mi favorita es la serie de piscinas que recorre Burt Lancaster en su descenso a losinfiernos del fracaso y la desilusión en esa pequeña joya EL NADADOR
    Quiero agregar 2 piscinas del terror
    -aquella en que se hace la fiesta en la que Freddy Kruger siembra el espanto en pleno día en PESADILLA EN ELM STREET 2
    -y aquella en que la pequeña vampira ejecuta la sangrienta venganza contra los acosadores de su amiguito en DEJAME ENTRAR (solo he visto la original sueca y ni falta que me hace ver la copia de Hollywood)
    Besos,IVÁN

  15. Y a propósito de Frank Perry,este director tiene otra 2 pequeñas joyas de los ’60s,y de las cuales me encantaría tu opinión.
    -DAVID Y LISA con Keir Dullea y Janet Margolin
    -EL ULTIMO VERANO con Barbara Hershey y el chico de los WALTON
    Con EL NADADOR forman un trío de películas hechas con bajo presupuesto pero con una tremenda hondura psicológica
    Las 3 cintas las hizo Perry con guiones de su esposa Eleanor.
    Luego del divorcio no recuerdo nada más de este realizador
    Besos,IVÁN
    p.s.Me salí del tema de las piscinas,ero EL NADADOR me dió la oportunidad de recordar la interesante obra del matrimonio Perry

  16. Qué alegría leerte, Iván, y me encantan tus piscinas. Me encantó la escena de la piscina de Déjame entrar. Yo también vi la original, la sueca.
    Gracias por ponerme en la pista de más filmografía de Frank Perry. No he visto las dos pelis que compartes, pero he visto que puedo conseguir David y Lisa. Así que ya te contaré. Y gracias también por descubrirme a su esposa, Eleanor, guionista. A mí me fascina El nadador (y me hizo descubrir al escritor John Cheever).

    Besos
    Hildy

  17. Me gustó el tema de las piscinas…
    Recuerdo 2 piscinas de películas policiales en blanco y negro que me impresionaron vivamente en mi adolescencia en los años ’60s.
    Estas piscinas aparecen al final de las cintas,pero éstas tienen más de 50 años y dificulto que le estropee el suspense a nadie.
    -BAJOS FONDOS del subvalorado pero siempre efectivo Samuel Fuller.
    Cliff Robertson cumple su venganza asesinando al capo dela mafia,que cae a su piscina y su grueso corpachón sale a flote con aspecto de un siniestro monstruo marino
    -CUALQUIERA PUEDE GANAR de Henri Verneuil…JeanGabin y Alain Delon observan desconcertados cómo el gran botín trabajosamente robado en un casino de la Costa Azul y ocultado en un rincón de la piscina, sale a flote inesperadamente y miles de billetes cubren el agua a vista de todo el mundo.
    Dos cintas practicamente olvidadas,pero esos momentos de piscina se me quedaron grabados en la retina
    Besos,IVÁN

  18. Querido Iván, ¡bienvenidas sean tus nuevas secuencias sobre piscinas! Es una maravilla. Me ha apetecido inmediatamente acercarme a la película de Jean Gabin y Alain Delon. Y recuperar la de Fuller. Gracias mil.

    Beso
    Hildy

  19. Me quedo con la secuencia inicial de Sunset Bouvelard.
    Me ha parecido un artículo delicioso y me asombra tu capacidad de enlazar películas a partir de un único elemento.
    Alberto Mrteh (El zoco del escriba)

  20. … Es que querido Alberto, ese momento piscina es alucinante… ¡Una historia que nos la va a narrar un cadáver en una piscina!¡Qué inicio más brutal!

    Beso
    Hildy

  21. ¡¡¡Ferrrnnnannndooo, qué alegría que te hayas pasado por aquí!!!
    Sí, tus piscinas no se pueden olvidar… Ay, Romy y Alain.
    Con El guateque ¡me río tantoooo!

    Beso
    Hildy

  22. ¡Josep, tengo una duda! ¿La película a la que te refieres es de Jerzy Skolimowski, de 1970, y transcurre en Londres? ¡No la he visto! ¡Me apunto esta nueva piscina!

    … Y, sí, a mí me fascina El Nadador.

    Beso
    Hildy

  23. hola hildy, si és la de skolimowski… película que no deja indeferente y con una piscina como eje…

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