Un libro y una película. El beso de la mujer araña (Kiss of the Spider Woman)

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Primer beso: literatura y cine

El escritor argentino Manuel Puig publica en 1976 El beso de la mujer araña que cuenta cómo dos presos que comparten una celda… terminan traspasando, de alguna manera, las cuatro paredes. Uno es un preso político, cree en el cambio hacia una sociedad más justa, cree que una revolución es posible a través de la lucha, es estudiante, desconfiado e introvertido. El otro es un homosexual maduro y afeminado condenado por corrupción a un menor que huye de su desencanto a través de historias que recuerda haber visto en las pantallas de cine. Los dos transgreden las reglas sociales y establecen una relación sin prejuicios de ningún tipo que les libra de otras cadenas, los dos desnudan sus contradicciones y se unen en un espacio especial donde solo habitan ellos dos… aunque fuera de esas cuatro paredes no puedan tener finales felices. Esta novela la terminó el autor en el exilio…, 1976 es el año del golpe de Estado en Argentina.

… el autor argentino tiene una manera muy especial de contar la historia e involucrar al lector en ese mundo creado por Valentín y Molina. Solo hay diálogos… pero la maestría es que construye una historia tremendamente compleja y hermosa. Normalmente solo son entre Valentín y Molina en la celda. Pero otras veces, y en formato más teatral, son entre el director de la prisión donde se encuentran encerrados y Molina. Para averiguar el final de los dos personajes fuera de las paredes, se nos facilita un informe policial… y a un Valentín torturado que logra viajar en un sueño.

En estos diálogos Molina es un contador de historias que envuelve a Valentín y al lector con sus ensoñaciones y particulares versiones de películas que ha visto en la pantalla. Molina es emoción, pasión, sentimiento… soñador… Valentín es racional, volcado en la causa y trata de huir de las emociones y los sueños… Pero ambos dialogando, encontrándose, contándose historias (se mezcla la ficción de las películas con sus historias reales, sus secretos, sus pasados fuera de las rejas) sufren una transformación. Uno da rienda suelta a las emociones, el otro muestra su parte más racional y desnuda su consciencia sobre su situación, su dolor, su futuro. Ambos se funden en uno.

Molina se deja llevar por las apasionantes historias de amor de heroínas sufridoras, mujeres que aman y se sacrifican, deja aparte el contexto de la película. Él se identifica con esas mujeres que sufren y aman al hombre sobre todas las cosas… por eso son amores desgraciados, historias tristes. Y, de manera inesperada, se convierte en esa mujer entregada con la que sueña… Valentín se deja llevar por esas historias cinematográficas, primero las analiza, las racionaliza y contextualiza… hasta que termina emocionándose con ellas, sueña, encuentra un camino a la libertad… para no morir vencido en una prisión.

Así Manuel Puig crea un maravilloso juego de realidad y ficción donde culmina y se entiende la importancia de ese beso de la mujer araña… Entre las historias que le cuenta Molina a Valentín hay dos relatos minuciosos de dos películas de Tourneur, La mujer pantera y Yo anduve con un zombie. Y después tres relatos cinematográficos de amores complejos y desgraciados: uno corresponde a una película de propaganda nazi y el trágico amor entre una artista francesa y un nazi, el otro un drama de amores cruzados (el de una mujer soltera que recuerda su amor de juventud cuando una joven pareja alquila una habitación de su vivienda. Pero el joven tiene que ir a la guerra y regresa desfigurado y rechazado por su novia. Entonces surge una especial relación de amor entre el joven desfigurado y una joven sirviente no muy agraciada. Un personaje ciego es el que les hace “mirar” de otra manera para que apuesten por su relación) y por último un melodrama mexicano sobre una artista atrapada en una relación con un mafioso y un joven periodista enamorado… una pasión que transcurre entre carnavales, playas, boleros, enfermedades y tugurios…

Estas historias forman un círculo (y de alguna manera reflejan muchos cabos que tienen que ver con los secretos más interiores, con las almas de Molina y Valentín)… si empieza con una mujer pantera que teme besar al hombre amado por si le desgarra y le lleva a la muerte…, termina con la petición de un beso… porque Molina no quiere ser mujer pantera, y como dice Valentín es mujer araña que atrapa con sus hilos-historias, y puede besar… Uno pide un beso y el otro expresa que no se deje nunca más humillar por otro, que eso no es justo, que eso no es bello.

Manuel Puig se sirve de la fascinación del relato cinematográfico para crear una hermosa novela que experimenta con la forma de ser contada y atrapa con su tela de araña y emociones.

Segundo beso: cine y literatura

Hector Babenco lleva esta compleja novela, pero emocionante, de Manuel Puig a la pantalla de cine en 1985. Y no era fácil. El encargado de adaptar esta novela a guion fue el hermano de Paul Schrader, Leonard. Lo que cobra importancia en la adaptación cinematográfica es el propio espacio que crean Molina y Valentín…, la propia celda. Y la recreación de esas películas “proyectadas” a través de las palabras de Molina… Así como la “visualización” de sus historias reales del pasado. La celda, ese espacio especial, y lo primero que ve el espectador con la voz de fondo de Molina… tiene a dos inquilinos de carne y hueso: Molina (William Hurt) afeminado y encantador de historias y Valentín (Raul Julia), el preso político que trata de no emocionarse y seguir con su lucha y con no volverse loco o no sucumbir al miedo a la muerte y la debilidad entre cuatro paredes. Y son esos dos actores, que hacen un trabajo actoral matizado, cuidado y genial, los que logran crear una química especial que culmina con una unión sincera, venciendo prejuicios, contradicciones, muros, paredes y cárceles interiores.

En la novela, Puig es más subversivo y va más allá que en la adaptación cinematográfica. Por un matiz importante y el cambio de un pronombre. Cuando Valentín, tras la inyección de morfina, tiene su sueño… y se va con la mujer ensueño (a la que pone el rostro de la única mujer que de verdad ha amado, Marta, y que su historia se acabó porque él quería continuar con la lucha política), le dice: “¡Marta, ay cuánto le quiero!, eso era lo único que no te podía decir, yo tenía miedo de que me lo preguntaras y de ese modo sí te iba a perder para siempre, ‘no mi Valentín querido, eso no sucederá, porque este sueño es corto pero es feliz?’”. Ese “le” cobra importancia porque Valentín se lleva esa relación especial que construyeron en la celda Molina y él. En la película sin embargo, no existe un “le” sino un “te”… que cambia el sentido final de la historia (pero por otra parte acentúa el papel de “heroína sacrificada” de Molina).

La película, no obstante, capta bastante bien el “espíritu” y el significado de la novela, además de lograr trasladar con lenguaje cinematográfico y buenas decisiones en la puesta de escena esta difícil novela. De todas las historias ficticias que le cuenta Molina a Valentín, sí que la película de Babenco apuesta por la más provocativa de la novela (pero no la más hermosa…, me quedo con la que transcurre en Veracruz): la película de propaganda nazi que a Molina le entusiasma por la historia de pasión y amor. El espectador ve “su proyección” a través del relato oral de Molina, imitando a una mala película de propaganda. Y el juego cinematográfico funciona sobre todo al poner el rostro de la heroína con la cara de Sonia Braga, que luego descubriremos que es el rostro también de Marta, ese amor oculto de Valentín… y la mujer de ensueño con la que huye para ese sueño corto pero feliz. Porque podemos pensar que esa proyección visual es la que se hace el propio Valentín transformando también las historias que le cuenta Molina.

Y, por último, la película acierta con el traslado de esa “investigación policial” que cuenta el final de Molina…, convirtiendole realmente en una “heroína sacrificada” de película de acción y thriller político con un halo de romanticismo trágico. Así como el final de un Valentín, tras una tortura que le ha dejado al borde de la muerte, que le deja vivir en un sueño feliz. Ahí he podido encontrar la misma magia que con una antigua película de Hathaway Sueño de amor eterno (1935), donde un preso con cara de Gary Cooper lograba también su libertad y la unión con su amada a través de los sueños…

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

12 comentarios en “Un libro y una película. El beso de la mujer araña (Kiss of the Spider Woman)

  1. Me gusta mucho esta película, sin duda la mejor de Babenco, que prometía mucho, y… Hablo como espectador ya mayor de edad, porque la primera vez que intenté verla… Me dormí… Pero claro, era un chaval…

    Por encima de todo, un deslumbrante William Hurt, inmenso actor hoy en día un poco perdido como secundario en películas de acción, tremendamente desaprovechado, pero cuya presencia en pantalla siempre resulta muy estimulante. Como siempre, mejor verla en VOSE, porque si no uno ve menos de la mitad de la interpretación. En este caso es más que necesario.

    Besos

  2. Sí, a mí Babenco me resulta un realizador interesante y esta película desde que la vi hace mucho tiempo en un pase por televisión me dejó bastante marcada. William Hurt está maravilloso pero la replica de Raul Julia es buenísima. Y llevaba tiempo detrás de la novela y me ha entusiasmado además de resultarme enriquecedor comparar las dos obras.

    Besos
    Hildy

  3. Y William Hurt ganò el oscar contra pronostico…..o al menos eso se decia….no he leido la novela….pero la pelicula tenia mucha fuerza….al menos es lo que recuerdo x que no la he vuelto a ver…..y Sonia Braga estaba tremenda….tienes toda la razòn….es de esas que te engancha y….no te suelta…..las relaciones literatura y cine…..y viceversa….fantastico Hildy

  4. Ufff, qué recuerdos. No de la novela, que no la he leído, sino de la película de Babenco, que me pareció rotunda y arriesgada cuando la vi. Y William Hurt una locaza con Óscar. Gran actor, que en la década de los ochenta estaba en la cumbre indiscutible.
    Saludos.

  5. Y es que, querido Victor, William Hurt construye perfectamente su personaje tanto corporalmente como en la forma de expresarse, se convierte en Molina, y para mí tiene una réplica perfecta con su compañero, el actor Raul Julia. Sí, es una película que atrapa, con fuerza. Y Sonia Braga en todo momento es un sueño. Ella es carnal pero a la vez inalcanzable. Siempre me han parecido apasionantes las relaciones entre cine y literatura y viceversa… Son riquísimas e interesantes.

    Beso
    Hildy

  6. Sí, querido Licantropunk, a mí fue una película que me marcó como espectadora. Hace dos o tres años la conseguí en dvd y fue todo un regalo volver a recuperarla. William Hurt tiene varias interpretaciones para recordar, yo tengo también mucho cariño a su personaje en El turista accidental. La novela de Manuel Puig me ha entusiasmado.

    Besos
    Hildy

  7. Ummm bueno, sorry, opìno que el texto de Puig tiene una fuerza y una belleza que no llega a percibirse en la película, no del todo. Y no digo que no me gustara, no es así, pero… siempre ese «pero» en la relación literatura-cine, más fructífera cuanto peor o simple es el texto, o eso me parece. Y no es el caso de esta novela, claro.

    O que yo era una jovenzuela talibán literaria en el momento que vi la adaptación, eso también, jeje. Debería revisar las dos, la novela y la película…

    Besos!

  8. Hola Hildy,
    ¡Qué gran novela “El beso de la mujer araña”!. Su lectura fue para mí subyugante, un libro rabiosamente cinéfilo, y una metáfora sobre lo que supuso el cine como vehículo para huir de una realidad sórdida para tantas generaciones del pasado, y en tantos lugares.
    Aparte las dos joyas de Tourneur/Lewton que mencionas, la historia del exsoldado y la doncella evoca un olvidado melodrama de John Cromwell con Dorothy McGuire y Robert Young: “The Enchanted Cottage” (no recuerdo el título en español).
    La película de Babenco aún no la he visto, pero el siempre espléndido William Hurt se me antoja un Molina de lo más atractivo.
    Besos,
    Javier

  9. Querida Marga, la novela es complejísima y muy bella, con mucha fuerza. Para mí ha sido un descubrimiento valioso. Y he disfrutado tremendamente de su lectura. Su adaptación cinematográfica creo sin embargo que capta el alma del libro aunque claro está simplifica y como digo creo que la novela va mucho más allá en la transgresión de los personajes. Pero la película atrapa el alma y creo que adapta muy bien ciertas partes del libro. Era una adaptación al cine compleja (a pesar de ser una novela tan relacionada con el cine) y creo que Babenco y equipo lo consiguen. He leído que en un principio el propio Puig no se sentía satisfecho con la película pero que después según iba viéndola una y otra vez con los distintos pases de público, fue transformando su opinión al respecto. Qué relaciones más complejas las del cine con la literatura y viceversa… pero ¡qué apasionantes!

    Besos de mujer araña
    Hildy

  10. ¡Querido Javier! Me encanta esa información que me aportas porque no reconocí las demás películas que recuerda Molina. ¡Ya tengo otra más! Y además de Cromwell. Me encantaría saber si la que transcurre en Veracruz corresponde también a un película mexicana o si existe la de propaganda nazi. ¡Qué apasionante el dato que has aportado y lo que comentas sobre tu lectura de El beso de la mujer araña! A mí la película me marcó como espectadora y creo que capta el alma del libro (aunque era labor compleja). Tanto Hurt como Julia están magníficos.

    Besos
    Hildy

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