Hunted (Hunted, 1952) de Charles Crichton

Hunted, una película que muestra una relación especial, con química, entre un niño y un delincuente.

Hunted, cazado, cazar una buena película. De pronto en la filmografía de algunos directores se encuentran perlas perdidas. Al realizador británico Crichton se le recuerda, sobre todo, por sus grandes comedias con el sello de los estudios Ealing. La divertidísima Oro en barras o Los apuros de un pequeño tren. De hecho, se despidió del cine a finales de los ochenta con una gran comedia, Un pez llamado Wanda. Sin embargo, al echar un vistazo a su obra se descubre otro hilo conductor interesante. En varias de sus películas los niños y los adolescentes tienen un protagonismo especial.

Y entre esas películas se encuentra Hunted. Es un filme breve e intenso, donde no falta ni sobra nada, y su secreto es la química y la relación íntima que se establece entre Robbie (Jon Whiteley), un asustadizo niño de seis años, y Chris (Dirk Bogarde), un marinero que ha asesinado a un hombre.

En ochenta y cuatro minutos y con una economía narrativa envidiable, Crichton, de manera maestra, cuenta la historia de Chris y Robbie. Dos seres humanos maltratados por la vida, solitarios e inadaptados que se encuentran por las calles de un Londres de posguerra y emprenden una huida hasta Escocia. Los dos solitarios aprenden no solo a acompañarse, sino también a quererse de una manera auténtica. Chris trata de huir para eludir responsabilidades por el asesinato cometido y detrás va Robbie, que también huía del hogar de sus padres adoptivos.

Esa economía narrativa de Hunted es evidente desde el principio. Justo cuando se produce el encuentro entre los protagonistas. Un niño huye corriendo por las calles de Londres, entra en un edificio en ruinas y le atrapa por los hombros un hombre asustado, que le coge y le arrastra fuera con brusquedad para así emprender una huída. Casi inmediatamente, un movimiento de cámara muestra el cadáver de un hombre. ¿Se necesita más para arrancar una historia?

Hay varios momentos de oro entre ambos, que precisamente no se prodigan en palabras; sin embargo, cuando lo hacen, crean instantes que hacen crecer su complicidad. Uno es cuando el niño le dice a Chris que si conoce la historia de El búho y el gatito, y como un niño obediente en la escuela, le recita el cuento. El otro es cuando Robbie le pide al marinero una noche, antes de dormir, que le cuente un cuento. Chris le dice que no se sabe ninguno, pero se tumba en la cama y cumple con la petición del niño. Es una secuencia maravillosa, el marinero empieza contando la historia de un gigante que termina en el mar y acaba narrando su propia vida.

En Hunted los protagonistas emprenden un largo viaje y de las calles londinenses terminan recorriendo los páramos, con las inclemencias del tiempo, hasta que su epopeya íntima termina en el mar. Y nunca mejor dicho, los dos terminan haciéndose mutua compañía. Chris cuida realmente a Robbie y el niño encuentra cariño y protección en un hombre que ha cometido un asesinato. Es una historia también de redención y perdón. El atormentado Chris encuentra una oportunidad en su relación con Robbie para mostrar otra faceta.

La película de Charles Crichton forma parte de esa extensa filmografía de largometrajes con un argumento común de niños que se cruzan en la vida de delincuentes y construyen una relación en la que ambos salen ganando, pero al margen de la sociedad. Son películas que además desarrollan conflictos morales, que suponen un aprendizaje para ambos protagonistas.

Además también plantean preguntas sobre aquellas relaciones que en un principio no se cuestionan socialmente (padres e hijos, familias adoptivas, matrimonios…) y se ven correctas moralmente, pero que pueden llegar a ser mucho más perjudiciales y oscuras que las que establecen los protagonistas de dichas cintas. En un principio nadie se cuestiona los motivos por los que un niño decida huir de sus padres adoptivos, pero todo el mundo juzga perjudicial el periplo del crío con un hombre que ha cometido un asesinato. Sin embargo, los espectadores que somos testigos del viaje y de los lazos que se establecen, pronto entendemos las circunstancias que unen a Robbie y a Chris y comprendemos que esa relación funcione. Nunca se justifica el acto delictivo de Chris; de hecho, huye porque es perseguido por asesinato y él sabe que puede ser detenido en cualquier momento, pues ha matado a un hombre.

Es imposible mostrarse de piedra, cuando un niño, ante un gesto de un adulto que malinterpreta, se acurruca en la cama, asustado, y cómo ese mismo adulto le tranquiliza con palabras y cariño hasta meterle de nuevo entre las sábanas. Deseas con toda el alma que Chris y Robbie surquen los mares y encuentren una orilla que les proporcione algo de paz.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

6 comentarios en “Hunted (Hunted, 1952) de Charles Crichton

  1. Confieso, querida Hildy, que no conozco la obra de este director ni tampoco esta película. Pero me llama mucho la atención el tema de la huida en el cine (tanto Hitchcock no podía dejarme indemne, jaja) y también – segunda confesión – las películas de 90 minutos o menos. Que un director pueda concentrar una historia completa en poco tiempo sin necesidad de construir un mamut de cine que termine aplastando a la trama y al espectador, es una maravilla que cada vez aprecio más (no me hagas caso, es que ayer perdí dos horas de mi vida con un bodrio tremendo y sigo enojada evidentemente, jaja).-
    Te mando un abrazo enorme y espero que tu madre vaya recuperándose, Bet.-

  2. Hola Hildy
    Las pelis con niño y «proscrito» van de lo ñoño a lo tierno, pasando por lo divertido y lo cruel pero si el adulto tiene los gestos de Mr. Bogarde -siempre perfecto, a menudo inquietante- la cosa se pone seria. Practicando una elipsis -en negroyblanco- el marinero tarda veinte años en llegar a la playa y el joven le dice «¿Robbie? Perdón, mi nombre es Tadzio».
    Un saludo, Manuel.

  3. Queridísima Bet de mi alma, mi madre poquito a poco, pero cada vez mejor. Creo que «Hunted» te encantaría. Sí, su economía narrativa es increíble y cuenta una historia intensa, no le falta ni le sobra nada. Exacto es una huida de ambos, del niño y del adulto. Y, sí, se dan cuenta de que se tienen los dos.
    Las comedias de Crichton te mueres de la risa. «Oro en barras» (The Lavender Hill Mob) es una joya que tiene momentos que lloras de la risa, como Un pez llamado Wanda (A Fish Called Wanda).
    Pero en «Hunted» muestra sensibilidad y delicadeza y la relación que establecen ambos es preciosa.
    Qué buen tema y qué cinematográfica es la huida.
    Beso
    Hildy

  4. Manuelllll, Bogarde está increíble en esta película. Su personaje tiene tantos matices y lo hace tan bien, te llega tanto. Le compadeces tanto por lo que ha hecho, viendo cómo es, el fondo que tiene.
    Es cierto que Bogarde es magnífico para lo inquietante, pero aquí es un tipo introspectivo, que de pronto saca toda la sensibilidad que tiene dentro con ese niño que huye a su lado.
    Por cierto, caballero, qué bonita y evocadora su elipsis.
    Beso
    Hildy

  5. ¡Qué buena!
    Una gran película, sí señora en la que cada minuto cuenta, son los justos y necesarios, la cosa no decae y además el magma dramático es de la viscosidad justa.
    Coincidiendo con el tocayo y con cualquiera, qué bien lo hace todo Bogarde. solo un tipo como él puede pasar de la brutalidad -ojo los meneos que le da al niño al principio- a la dulzura con tanta naturalidad y humanidad.
    Me ha gustado también que el final no sea el otro previsible que podría haber sido en el que el delincuente paga la culpa con la pena más alta.

    Y del niño qué me dices… ¡Es un máquina!

    Muchas gracias con besazo por estos regalos, Hildy. Y mimos a la familia.

  6. Sí, queridísimo Manuel, qué sorpresa tan bonita me he llevado con Hunted. Efectivamente, ni sobre ni falta nada. Y el final también me gustó.
    Yo también soy admiradora de Bogarde, que es cierto que se le daban bien los personajes siniestros, pero que bien está aquí simplemente haciendo de un tipo sin suerte.
    Y el niño es precioso, temerario y valiente, pero también todo sensibilidad, un tipo ya solitario. ¡¡¡Es el niño también de Los contrabandistas de Moonfleet de Lang!!!
    Beso
    Hildy

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