El 30 de enero recibí un wasap de una amiga que me decía que le habían tocado unas invitaciones para ver el nuevo documental de Carlos Saura al día siguiente. Así que me apunté alegremente y fui sin tener ni idea de lo que iba a ver. Las paredes hablan me produjo una enorme alegría y un buen rollo increíble según iban pasando los minutos. Estábamos en la sala de cine, dejándonos llevar. Nos dejamos arrastrar por la curiosidad de un hombre de noventa años con muchas ganas de aprender. Ahí estaba en la pantalla gigante transmitiendo una energía muy bonita.
Y es que además Las paredes hablan es un documental muy bello. Parece sencillo, pero no lo es. Ese es uno de sus valores, que acerca un mundo complejo con sencillez y pasión. Con humildad. ¿Qué se encierran en los 75 minutos de imágenes gozosas? Una reflexión sobre el hombre y el poder de creación. ¿Cuándo el ser humano se convirtió en artista? Carlos Saura, junto a José Morillas, reflexionaron en un esbozo de guion inicial sobre las pinturas rupestres en las paredes de las cuevas.
Con una cita de un cuento de Borges arranca la magia de este documental: «Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo». Saura, como hombre sabio y curioso, dio una vuelta de tuerca al planteamiento del documental. El proceso creativo siempre vivo, generando pensamiento, ideas y arte. Si es cierto que los hombres prehistóricos utilizaban la pared como lienzo, la semilla que plantaron ha continuado hasta hoy. Ese afán de dibujar el mundo sigue en las paredes de las ciudades. Los grafitis son expresiones artísticas que nos dicen que las paredes hablan mucho más de lo que pensamos.
Quien nos guía por esta interesante reflexión es Carlos Saura sin soltar su cámara de fotos. Y le seguimos con gusto. Paseamos por distintos puntos del mapa de nuestro país y pausadamente nos hace filosofar y pensar con interesantes compañeros de viaje: primero escuchamos ensimismados al paleontólogo Juan Luis Arsuaga y a todo un sabio en arte rupestre como Pedro Saura que desvelan un montón de claves para entender la importancia de lo dibujado en las paredes de las cuevas.
Pero ¿quién es el nexo intermedio entre los artistas anónimos de las cuevas y los grafiteros de las ciudades? Carlos Saura tiene una conversación rica en matices con Miquel Barceló. Entre los dos fluye un diálogo sobre el arte en las paredes y se nota que disfrutan. Que se respetan y admiran. Y es que Barceló también pinta paredes… y muestra toda su pasión por las pinturas de la cueva de Chauvet.
Finalmente llegamos a su encuentro con Suso33 un creador de arte urbano. Y Carlos Saura se lo pasa de miedo en su taller viéndolo crear. Y es que Suso33 baila, mientras pinta. Todo se va complementando con los testimonios y las paredes pintadas de los grafiteros Zeta o Musa o con las reflexiones de la comisaria Anna Dimitrova. Aunque lo más bonito de todo es ver a Carlos Saura como un niño curioso, preguntando sin vergüenza, gozando de lo que oye y ve. Riéndose. Asombrándose. Con su cámara. Un niño de 90 años que tiene ganas de seguir descubriendo… y creando. A Carlos Saura le encanta fotografiar paredes y, sobre todo, recoger esas declaraciones de amor que dejan seres anónimos.
Las paredes hablan es un documental vital. En esas paredes rupestres de lo que se trataba quizá era de atrapar el movimiento, atrapar la vida, el ritmo. Todo fluye. Y ese movimiento continua en las paredes de las ciudades. Hay una conexión bonita entre Suso33 y Saura, y a este último le encanta que el artista baile mientras crea. Y en este documental todo se riega con una bachata que a Saura le llamó la atención mientras filmaban una de las secuencias en el Parque Tierno Galván. Y es que Carlos Saura daba mucha importancia a la música en su cine, tanto en sus películas de ficción como en los documentales. Movimiento y vida. Deprisa, deprisa.
Si Werner Herzog se recreaba en reflexiones sobre el pre cine y mucho más en La cueva de los sueños olvidados, Carlos Saura sigue el hilo de estos artistas anónimos de las cuevas y se aventura a que el legado continúa, porque las paredes siguen siendo pintadas. De las Cuevas de Altamira en Cantabria al Yacimiento de Atapuerca en Burgos hasta los barrios de Barcelona y Madrid visitando las paredes y muros donde el grafiti muestra otra lectura de la ciudad.
Las paredes hablan es una despedida hermosa. Y, sí, ahí está Carlos Saura, apasionado, con su cámara de fotos o su cámara de cine… Porque él también ha sido un hombre que ha tenido la tarea del plasmar el mundo en una pantalla blanca. Con ritmo y movimiento. Deprisa, deprisa. Para siempre. Ahí queda una ristra de fotogramas, imágenes en movimiento. Luces y sombras. Puro Saura.
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Bonita experiencia la de haber visto este documental de Saura. Yo pensé en ir a verlo pero al final me lo perdí. Ahora me da pena. Lo veré más adelante, espero. Saura ha sido un artista importante desde hace mucho tiempo, y seguiremos viendo sus películas aunque el ya no esté por aquí. Recordando Babylon, las imágenes que creó seguirán vivas en esos fotogramas o en esas fotografías que realizó a lo largo de su bonita trayectoria, y su espíritu perdurará. Películas como La caza, Pippermint frappé, Cría cuervos, Elisa vida mía, Bodas de sangre, Carmen, Los golfos, Tango, Las paredes hablan o Ana y los lobos, sirven como ejemplo de su talento y de esa curiosidad y ese amor por el arte y la música que siempre le caracterizó.
Un beso.
Hola Hildy
Nos tenemos que quedar con la suerte que ha sido compartir tiempo con un director tan especial como Saura. Además un director capaz de tener una trayectoria con etapas tan diferentes. Si tengo que elegir creo que me decido por las pelis que compartió con Storaro. Y -por poner el factor «misterio»- las que hizo con la destinada a ser gran estrella del cine español… que se fue para Francia y «nunca más se supo»: Laura del Sol.
Un saludo, Manuel.
Hola Hildy,
vi por ahí una promoción del documental y cuando vi que salían Barceló y Arsuaga, que me parecen un poco brasas, se me quitaron las ganas de verlo, porque me dio la sensación de que iba a ser todo un poco vano y superficial.
Pero tu comentario y la penilla que apareja siempre la muerte ahora sí me apetece verlo. Si me entusiasma solo la cuarta parte que La cueva de los sueños olvidados habrá valido la pena.
Como curiosidad, me hizo gracia que aquí en la prensa local extremeña, como seguimos siendo un poco catetos, el titular del obituario era «Adiós a Carlos Saura, el director que llevó al cine la matanza de Puerto Hurraco» La verdad es que amor amor no se le tenía por aquí, al menos claro a nivel institucional-gilipollesco. Pero era un grande y vivió bien y mucho. Le irá bonito.
Un beso fuerte
¡Efectivamente, queridísimo Luis, seguiremos viendo sus películas y documentales!
Bailaremos bajo sus fotogramas o nos estremeceremos con sus historias.
Sus primeras películas, su faceta musical y varias de sus películas me dejaron huella.
Su paseo por el cine quinqui en Deprisa, deprisa me gusta mucho. Recuerdo perfectamente cuando vi Ay, Carmela. Carmen Maura está inmensa. Y hay otra película que a mí en su momento me inquietó una barbaridad, Taxi.
Recuerdo una exposición de sus fotografías en el Círculo de Bellas Artes, que era otra faceta que le entusiasmaba.
También escribía libros.
Y más…
No hay duda de que le gustaba crear, crear y crear. Y que los procesos de creación le parecían interesantes.
Besos
Hildy
Manueeelllll, otro grande Vittorio Storaro. Ocho películas juntos. Sí, hay ciertos binomios que de pronto se encuentran y crean en armonía. Crean y se apasionan juntos. ¡¡¡Es verdad, Laura del Sol surgió como una estrella fulgurante!!! No sé muy bien qué ocurrió. Quizá no quería fama de estrella, sino ser tan solo actriz.
Yo estoy recordando durante estas horas varias imágenes de las películas de Carlos Saura, pero todavía no he visto su filmografía completa, me faltan todavía títulos por ver.
Beso
Hildy
¡¡¡¡Queridísimo Manuel, jajajaja, madre mía, madre mía, que voy a ser vana y superficial!!! A mí todos los participantes del documental me parece que dicen algo que me llama la atención o me resulta interesante. Una frase, una reflexión, un momento determinado… No sé, este documental, Las paredes hablan, me pareció que desprendía una energía bonita y vital. Ya digo, me causó muy buen rollo.Todo es como sencillo y cercano, pero creo que se pueden sacar reflexiones complejas y bonitas.
¡Sí, me acuerdo de esa película, El séptimo día! Sobria e impactante. Ahí estaban Victoria Abril, Juan Diego y José Luis Gómez…
Beso bonito y con buena energía
Hildy
Hola Hildy!
No lo he visto pero ya esta anotada. Que agradable resulta plantarse ante una pantalla y contemplar algo como lo que nos cuentas. De un tiempo a esta parte estoy descubriendo y disfrutando con algún que otro documental, un genero que hay que seguir reivindicando
Estaba revisando en Film Encyclopedia (Ephraim Katz) y a Saura le dedican una entrada bastante amplia, ha sido una pena que no pudiese llegar a recoger en persona ese premio tan merecido.
Besos;)
Querido, querido Fran, me chiflan los documentales. Aprendo tanto y hay algunos que en su manera de contar son puro cine. Este de Carlos Saura desprende además una energía bonita.
Fue precioso ayer lo que dijeron sus hijos y su compañera, Eulalia Ramón, así como la nota que leyó esta última. Esas palabras de despedida.
Beso
Hildy
Bonita despedida de Saura, que aún no he visto, pero tarde o temprano veré. También tengo pendiente ese documental dirigido por el propio Banksy, «Exit Through the Gift Shop, que me apetece mucho, pero hay tantas películas por ver que todavía aguarda su turno.
Abrazos.
Sí, el documental da muy buen rollo (por lo menos a mí me produjo eso), querido Ethan. Es un gustazo ver a un Carlos Saura tan curioso, con tantas ganas de seguir aprendiendo y descubriendo.
¡Sí, recuerdo Exit Through the Gift Shop! Es una película que hace reflexionar muchísimo. Y uno se pregunta si es un documental o están jugando con nosotros, pero es tremendamente divertida y ofrece reflexiones muy interesantes.
¡¡¡Las películas esperan y aguardan su turno con gusto para que nosotros las veamos o las disfrutemos más tarde o temprano!!! Y qué alegría contar con un momento de propuestas que esperan que las descubramos.
Beso enorme
Hildy
Maravilloso texto. Va a la lista de preferentes. Por lo que cuentas, y porque tengo especial querencia por las últimas películas de los maestros, por indagar en ellas lo que tienen de clave de despedida personal.
Saura ha sido un grande del cine mundial. Aquí no nos hacemos a la idea del reconocimiento que ha tenido fuera de España y lo que ha influido en otros cineastas, y por eso en su adiós (como casi siempre) los medios no recurren más que a los tópicos y los lugares comunes. Los mismos que lo llamaban «Carlosaurio» hace cuatro días y que le negaban financiación para sus películas escritas (cuatro o cinco guiones completos, ya terminados y listos para rodar) ahora se deshacen en elogios y tristezas. Lo de siempre, vamos.
Besos
Sí, mi querido Alfredo, a mí también me gusta analizar las últimas películas de los grandes directores. Y, aquí, en Las paredes hablan creo que hay mucho encerrado del Saura artista y de su amor por el proceso de creación.
Ahora me está apeteciendo mucho acercarme de nuevo a la filmografía de Saura, darle un repaso y aprovechar para ver las que todavía me quedaban por mirar. Como siempre queda el arte en las pareces, sus historias e intereses están atrapados en la pantalla…
Beso
Hildy