Diccionario cinematográfico (229). Amores adolescentes que no pudieron ser…

Esplendor en la hierba

… un amor adolescente que no pudo ser…

Hace poco he vuelto de nuevo a Esplendor en la hierba. Y me sigue entusiasmando como la primera vez que la vi. “Porque la belleza siempre subsiste en el recuerdo”. Quizá sea por eso. El director contó la historia desde la nostalgia, desde la memoria triste de un amor que no pudo ser. Elia Kazan reflejó el primer amor de dos adolescentes de distintas clases sociales en Kansas. La película está ambientada un poco antes de la Depresión y cuando esta estalla… Deanie y Bud no pueden culminar su historia por una cascada de circunstancias sociales que enredan todo. Después de sufrir ambos una crisis existencial, cada uno continua su vida. ¿Hubiesen sido felices? Como no se sabe, la duda siempre persiste en ambos… El guion fue obra del dramaturgo William Inge.

Como Deanie y Bud, tampoco sabemos si hubiesen sido felices Florence y Edward, ambos protagonistas de En la playa de Chesil (2017). Si Elia Kazan contó su historia de dos jóvenes durante la Depresión en una película del año 1961, Dominic Cooke narra la de sus jóvenes protagonistas en una Inglaterra ambientada en 1962. Son dos jóvenes enamorados, un primer amor. Y también pertenecen a clases sociales diferentes. Y como a Deanie y Bud, a ellos también les rodean una cascada de circunstancias sociales que enredan todo. Y queda la duda de si hubiesen sido felices… El guion es de Ian McEwan, que adapta su propia novela.

Ayer emitieron West Side Story, cine musical puro, donde se traslada la historia de Romeo y Julieta a los barrios de Nueva York. No son dos familias las que se enfrentan, sino dos bandas callejeras. Jóvenes en situación de exclusión social… Y el amor imposible de dos adolescentes, Tony y María. ¿Hubiesen sido felices? Todo queda en incógnita, el destino y la muerte no deja que sepamos cómo hubiese sido su historia.

La muerte y la enfermedad tampoco deja que averigüemos si la historia de amor entre Annie y Enoch hubiese tenido futuro. Gus Van Sant vuelve en Restless a su Portland para dejar un cuento de amor y de muerte . Annie sabe del valor de la eternidad en un instante. Y a Enoch finalmente tres meses le parecen escasos para todo lo que podría haber hecho con Annie. Aunque su amigo, un fantasma japonés, siempre le recuerda el poco tiempo que tenemos para estar con los que amamos… Ahhh, Annie y Enoch también son demasiado jóvenes.

Quizá es el día para hablar de amor (¡menudo topicazo…! Otro día negocio que, sin embargo, hace que una piense en ciertas secuencias que no olvida). Quizá es el día para recordar esos amores adolescentes que no pudieron ser… ¿Qué película os viene a la mente?

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6 comentarios en “Diccionario cinematográfico (229). Amores adolescentes que no pudieron ser…

  1. La que vino a mi mente inmediatamente ya la mencionaste, la queridísima West Side Story. ¿Cuál otra? A ver… no sé si estaré teniendo un día Richard Beymer pero también me vino a la mente El diario de Anna Frank (la versión de Stevens), con ese amor tierno creado y destruido por el horror. Bueno, y también está Romeo y Julieta de Zeffirelli, justamente hoy la estaba recordando… Y el amor de Mary Corleone por su primo Vincent es también un amor adolescente que queda trunco.-
    Ya extrañaba tus diccionarios, querida Hildy. Te mando un beso grande, Bet.-

  2. Qué buenos todos, mi querida Bet. No me acordaba que el de Ana Frank, el actor era Richard Beymer. ¡También vi hace poco la de Zeffirelli! Buenísimo el de Mary Corleone.

    ¡Ya más de doscientas entradas del diccionario…!

    Beso
    Hildy

  3. Bueno, no suelen agradarme este tipo de historias, en general demasiado almibaradas. Prefiero el desequilibrio, es decir, un/a adolescente y una persona mayor. Y en esas, me quedo con Natalie Portman y Timothy Hutton en Beautiful Girls, y con Ruth Gordon y Bud Cort en Harold y Maude.

    Besos

  4. “West side story” y “ Esplendor en la hierba” ¡qué maravillas ! Aunque a mi la primera me la lastra un poco el blandísimo Richard Beymer.
    Es curioso como en una época donde el romanticismo está en horas bajísimas, (aunque este año ha triunfado una película tan romántica como “Cold War” Cuando se dejara de identificar lo romántico con lo “ñoño”)en el cine actual parece que solo se permiten historias románticas si los protagonistas son adolescentes. Como si en la edad adulta el amor solo pudiese contarse desde la amargura y el desencanto. Por edad las actuales historias adolescentes me quedan ya lejanas.
    Aparte de las que mencionas, me viene otra película a la cabeza. Rodada poco después: “Los paraguas de Cherburgo”. Tiene en común con “West side story” la importancia de la música” la estilización y el color de su factura visual. Y con “Esplendor en la hierba” su melancolía.
    Pese a ser profundamente romántica no es tan trágica como “West side story” pero más amarga, a mi juicio que “Esplendor en la hierba”. Al final de la película de Kazan, los dos protagonistas se reencuentran, quizá por última vez. Han superado sus dramas personales (la amenaza de la locura para ella, el suicidio del padre y la ruina económica él) Tiene nuevos compañeros de vida que les quieren y a los que quieren. Podrán seguir adelante y ser razonablemente felices. Pero tanto ellos como los espectadores sabemos que el momento “del esplendor en la hierba y la gloria en las flores” ha pasado y para siempre estará asociado a su juventud y a ese amor truncado que pervivirá en el recuerdo. Un bello recuerdo.
    El final de “Los paraguas de Cherburgo” es mucho más desolador. Guy (Nino Castelnuovo) y Geneviève (Catherine Denueve) se reencuentran y no tienen nada que decirse. Son dos extraños. Ambos se sienten incómodos y se percibe cierto resentimiento por parte de él y cierta vergüenza por parte de ella. Suena la música de Michel Legrand (¡Cuántos grandes momentos de cine le debemos!). La nieve que cae en la pantalla empieza a congelar el corazón del espectador mientras Geneviève arranca el coche para volver a su vida de señora burguesa, y Guy sonríe radiante de felicidad a su esposa (Madeleine, la chica que siempre le quiso y siempre le esperó) y a su hijo.
    Del gran amor que se tuvieron Guy y Geneviève no queda nada. Fin.

  5. Querida Lilapop, sí qué maravillas esas dos películas. Tanto West side story como Esplendor en la hierba. Y me encanta tu aportación ¡Los paraguas de Cherburgo!, qué hermosa es también. Y qué bonito todo lo que compartes sobre ella. Dan ganas de verla otra vez.
    Además me gusta cuando reivindicas el amor en la edad adulta en el cine, sin que tenga que arrastrar dosis de amargura y desencanto, o el reflejo del amor sin que el sinónimo que acompañe a la película sea «ñoño».

    Beso
    Hildy

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