El reflejo de la corrupción. Corazón de hielo (Kiss Tomorrow Goodbye, 1950) de Gordon Douglas
James Cagney fue el rey indiscutible del cine de gánsteres en los años 30. Sus violentos antihéroes se sofisticaron poco a poco en escenarios de cine negro. Así dejó joyas como Los violentos años 20, Ciudad de conquista o Al rojo vivo. Su aventura como productor, para independizarse de la Warner, no fue fácil y Corazón de hielo se convirtió en un último intento para no atarse de nuevo a los estudios. Así recuperó rasgos de sus personajes de los treinta, tipo El enemigo público, y tomó algún que otro detalle del personaje reciente y con éxito de Al rojo vivo, para crear a Ralph Cotter. Y surgió una película interesantísima como Corazón de hielo. En ella, Cotter, un tipo inestable mentalmente y violento, logra ascender y ascender gracias a la corrupción reinante y a que sabe también corromper a los que le rodean. También es una película que recupera un rostro: el de Barbara Peyton. Una actriz con un triste periplo en uno de sus primeros papeles que auguraban una carrera brillante. Aquí Barbara Peyton es una especie de mujer fatal sin quererlo, una buena chica que las circunstancias hacen que caiga en una espiral de violencia en los brazos de Cotter, pero también será la única que frenará su ascenso al más alto escalafón social.
Lo que hace especial esta película es que ningún personaje se salva de la sombra de la corrupción o de un ambiente enrarecido. De este modo a Cotter no le cuesta ir creando una red de relaciones que le va permitiendo desde huir de una prisión, a realizar ambiciosos robos, a sentirse protegido por abogados, contar con el apoyo de la policía, realizar chantajes y lograr llegar a las puertas de un millonario y poderoso hombre influyente. Y en ese ambicioso camino a la “gloria” cuenta con dos damas con las que surgirá un triángulo de fatales consecuencias: la hermana del preso con el que Cotter huye (este no tiene tanta suerte…) del centro penitenciario y la hija del hombre poderoso.
El director Gordon Douglas crea secuencias inolvidables de una violencia explícita como la muerte del dueño del garaje de coches o la paliza con la toalla a Barbara Peyton, antes de que esta se entregue totalmente. Además mantiene el suspense de qué ocurrirá por la forma de contarla: empieza en un juicio donde todos los protagonistas están presentes esperando ser juzgados, excepto el personaje de Cotter que no explican su ausencia. Y se va contando la película a través de distintos flashbacks según van declarando los culpables en la sala. Por supuesto no falta la cola de secundarios magníficos como Ward Bond o Luther Adler. Lo escalofriante es ver cómo un tipo como Cotter tiene fácil abrirse camino en una sociedad ambigua y corrupta… donde nadie es inocente y todos tienen mucho que esconder, y cómo un hombre cruel puede alcanzar los puestos más altos.
Romanticismo extremo. Despacio, forastero (Walk Softly, Stranger, 1950) de Robert Stevenson
Joseph Cotten y Alida Valli no solo fueron pareja cinematográfica en El tercer hombre, sino también en esta interesante y desconocida película de cine negro, Despacio, forastero. Las dos se rodaron casi a la par. Y esta vez forman una pareja de un romanticismo extremo, llena de tristeza y desesperanza, pero con un amor al que se aferran los dos protagonistas para seguir vivos. Despacio, forastero cuenta la historia de un hombre que miente y manipula…, pero que termina creyéndose el pasado que se ha construido y que ve una salida en el futuro que le espera (y el espectador también quiere creerlo). Pero desgraciadamente el presente que arrastra le persigue, al igual que su verdadero pasado de fechorías, robos y juego.
De nuevo un antihéroe que no puede escapar a su destino, aunque lo intenta, y que es protagonista de un melancólico espejismo donde se convierte en un ciudadano que trata de curarse de una infancia dura, de las heridas psicológicas de la guerra y que intenta encontrar un camino. Un ciudadano amable con la viuda que lo acoge, esa mujer que ha perdido un hijo en la guerra. Que se lleva bien con los compañeros de su nuevo trabajo y que también devuelve una luz en la mirada y la esperanza de una joven millonaria que se quedó paralítica en un accidente de esquí. Pero pronto se verá de nuevo envuelto en su espiral de violencia y oscuridad y será consciente de que su fachada se va resquebrajando poco a poco. Aunque tratará que nadie de esta nueva vida ficticia que se ha creado salga mal parado.
Robert Stevenson, el director de famosos títulos de Disney, antes de especializarse en cine familiar, se puso al frente de esta triste película de cine negro. La ilusión del amor queda reflejada en una secuencia donde la protagonista, por una apuesta, mira cómo el amado baila con otra mujer mientras ella está condenada a la silla de ruedas. Su mirada es triste, nostálgica. La película juega continuamente con la ambigüedad del antihéroe, un maravilloso (como siempre) Cotten que se convierte en un ciudadano encantador y educado (todo el mundo quiere que le vaya bien), pero va mostrando su cara menos amable, las mentiras (¿o no?) que hay alrededor de su fachada y su lucha contra un destino que ya no quiere…
Sobre tipos duros. Ola de crímenes (Crime Wave, 1954) de André de Toth
En el cine negro hay un montón de tipos duros condenados a la caída y rodeados de otros tipos duros que precipitan ese final. Pocos tienen la suerte de escapar a su destino…, a no ser que se encuentren a otro tipo duro que, aunque parezca lo contrario, termine siendo su única esperanza. Y esa es la peculiaridad de Ola de crímenes de André de Toth (otro de los ilustres directores con parche en el ojo), además de esa famosa ambigüedad moral del género. Su protagonista parece que lo tiene todo perdido, pero recibe una salida precisamente del poli duro y violento que nadie piensa que tenga un ápice de sensibilidad. Y ahí es donde Sterling Hayden se convierte en sorpresa de la función.
André de Toth crea película breve, intensa y emocionante… Con un montón de tipos malos y duros. Precisamente, tres tipos dan un golpe en una gasolinera y este golpe sale muy mal. Las consecuencias no se dejan esperar. Uno de ellos es herido e intenta esconderse en el hogar de un exreo que trata de llevar una vida normal junto a su esposa. El herido finalmente fallecerá, pero una serie de movimientos dejarán pista de su paradero a sus otros dos compinches, que no dudarán en hacer la vida imposible al matrimonio. Todo lo tienen en contra…, porque también la policía está encima de ellos, y en especial el teniente Sims, que no cree en reinserciones y hará todo lo posible por detener a todos los malhechores (sin hacer diferencias).
André de Toth deja secuencias de un suspense y emoción sin igual, preludiando una violencia brutal. Como es la muerte del veterinario (también un expreso) en su clínica, y como testigos: un perro al que ha cuidado (siempre dejando ver atisbo de humanidad en los ambiguos personajes)…, y un vendedor ambulante en la calle. Este veterinario es al que siempre los delincuentes acuden para buscar sus servicios como doctor. Una película con ritmo, que no deja respiro. Y donde se vive la angustia del joven matrimonio que ve cómo su vida tranquila se desmorona y cómo el destino les lanza a una caída en picado. Ola de crímenes cuenta además con unos secundarios de oro entre los que destacan un jovencísimo Charles Bronson, Ted de Corsia, Timothy Carey o un fantástico Jay Novello. Todos ellos antagonistas del protagonista, que quiere llevar una vida normal, y su esposa… y el quebradero de cabeza de un policía duro y cansado (con métodos poco ortodoxos y violento… otro antihéroe ambiguo), que trata de aplacar sus ganas de fumar con un palillo en la boca.
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¡Solo he visto la última! ¡Y apenas la recuerdo! ¡Las tres a la buchaca!
¡Qué labor de arqueología nos has regalado! Ya he visto las que me faltaban del post anterior, y coincido contigo. Qué gran pequeño cine…
Besos
Pues no he visto ninguna, aunque la de Cagney está hace tiempo en mi lista de pendientes. De esa lista sólo he conseguido hacerme de dos de sus pelis pre-code: Lady Killer (imperdible) y Picture Snatcher (que todavía no he visto).
Tengo mucho trabajo atrasado con mis visionados
Un beso grande, Bet.-
Querida Hildy
leer sobre Andre de Toth me ha producido una tremenda nostalgia.El fue el director de 2 películas de aventuras muy entretenidas que ví en mi lejana adolescencia,la de piratas MORGAN con el musculoso Steve Reeves,y la peplum ORO PARA EL CÉSAR con la preciosa Mylene Demongeot,y claro que las gocé como el chiquillo que era.
Me gustaría reencontrarme con este director en una faceta más dramática.
TRIVIA:en una entrevista Vincent Price contaba que cuando actuó en la primera película en 3-D de los ’50s,EL MUSEO DE CERA el director era precisamente De Toth que por ser tuerto carecía de visión binocular para apreciar el efecto,y le preguntaba muy extrañado a su estrella que qué diablos le veía la gente de especial a la película
Besos,IVÁN
Querido Alfredo, ¿cuáles pudiste ver la de Mann y la de Peter Lorre? Sí, he disfrutado mucho. Habrá, probablemente, una segunda parte.
Beso
Hildy
Querida Bet, no he visto ninguna de las dos pre-code de Cagney y pintan curiosísimas. ¡Apetecen un montón! Corazón de hielo merece la pena por muchas cosas. Tiene secuencias y momentos que no se olvidan. Ayyyy, alguno de los gestos de Cagney..
Beso
Hildy
Querido Iván, qué interesante todo lo que cuentas de De Toth. Yo últimamente estoy accediendo a varios títulos de su filmografía… Y qué brillante es. Ola de crímenes tiene de esas secuencias buenas de su cine.
Besos
Hildy
Hola Hildy ¡Menudo festín de cine negro que te estás regalando! La que me resulta más conocida de las 3 películas que comentas es “Ola de crímenes” de André De Toth, ese director todoterreno, cada vez más reivindicado por la crítica especializada que, a su vez, lleva años redescubriendo y reivindicando una serie B a la que pertenecen, principalmente, los films del director tuerto. Ya te cité que, de lo que he visto de sus películas “negras”, “Pitfall” me parece una gran obra. Y eso que consta con dos actores que me gustan más bien poco como Dick Powell y Raymond Burr pero que están bien aquí. Aunque la estrella sin duda es ella, Lizabeth Scott. Un film negro donde los personajes clásicos del género, el detective y el delincuente, son secundarios y poco arquetípicos. El protagonista es un hombre corriente con la crisis de la mediana edad y la mujer fatal no pretende serlo, siendo una chica honesta, enamorada y valiente. No te la pierdas. Respecto a Sterling Hayden es uno de esos actores que vinculas al género negro de inmediato (“La jungla de asfalto”, “Atraco perfecto”, “El largo adiós”) y que hace subir el interés de la película donde aparece.
Ganas de ver también una película donde cristalice el romance entre Joseph Cotten y Alida Valli. A Robert Stevenson le agradezco sobre todo (también, pero menos “Mary Poppins” y “La bruja novata”) “Alma rebelde” la versión de “Jane Eyre” donde Orson Welles compuso el Sr. Rochester más acorde, a mi juicio, tanto físicamente como de carácter, con el personaje del libro. Y abro un tema ¿Por qué diablos se cambiaban en España los títulos de las películas basadas en clásicos de la literatura? Lo de los cambios de títulos es algo eterno y tan absurdo que creo que pasa de generación en generación a miembros de una misma familia. Pero los cambio de títulos de películas basadas en clásicos literarios, aparte de un atrevimiento muy soberbio, demuestran una ignorancia supina. O la convicción que el que es ignorante es el público, desconocedor de tales obras.
“Corazón de hielo” (otro título en el que cualquier parecido con el original es pura coincidencia…) pinta muy bien, con 3 personalidades interesantes en él. Barbara Payton una rubia explosiva a lo Marilyn (bueno, Marilyn siempre fue más, mucho más, que una rubia explosiva) pero más salvaje…Como salvaje y turbulenta fue su vida y su romance con Tom Neal. Dos de “los malditos de Hollywood” cuyas vidas dan para una película que creo que Hollywood nunca hará por ser demasiado políticamente incorrecta…Estrella prometedora, lo que en Hollywood llamaban “starlette”, que nunca llegó a consagrarse, en gran parte por su escandalosa vida amorosa.
Gordon Douglas, fue otro director todoterreno que transitó por todos los géneros (musicales, comedias, bélicas, aventuras) pero al que se le recuerda especialmente por el género negro y el western. No he visto “Corazón de hielo” pero me pareció muy interesante “El detective” con Frank Sinatra (con el que rodaría dos películas sobre el detective Tony Rome) y Lee Remick, por cómo combinaba la conflictiva realidad social de finales de los 60 con elementos del “noir”.
Y qué decir de James Cagney. Me parece uno de los más grandes del Hollywood dorado y temo que no lo suficientemente reconocido. Quizá porque se retiró relativamente pronto. Fue, indirectamente, uno de los responsables que se impusiera el infame código Hays, mediante el cual el delincuente debía ser siempre castigado, debido a la fascinación que despertaban sus gánsteres entre el público. Me parece un actor enorme, de una intensidad eléctrica pero que nunca llega los manierismos de “los intensos del Método”. Te recomiendo de esa etapa suya ya independizado de la Warner “Quiéreme o déjame”, ya que en otro post hablamos de Doris Day y protagonizó junto a ella esta biografía de la cantante Ruth Etting dirigida por Charles Vidor, donde ambos están soberbios. Él compone un personaje al que detestas, compadeces y temes a un mismo tiempo.
Gracias por descubrirnos películas, querida Hildy.
¡Querida Lilapop, un placer leer otro de tus jugosos e intensos comentarios! Apunto tus recomendaciones. ¡Precisamente me acabo de terminar de leer «El cine negro americano. Los secretos de los cineastas del periodo clásico»! Cómo he disfrutado de cada una de las entrevistas. Gracias por la recomendación.
¡Toda versión de Jane Eyre pasa bajo mis ojos, jajaja! Me chifla esa novela. Así que Alma Rebelde (¡lo de los títulos pide un ensayo, Lilapop!) me fascina también. Yo siempre que la llevan a la pantalla ¡la disfruto! Como con Cumbres borrascosas.
Beso
Hildy
Me alegra que disfrutaras con el libro. Es excelente. También te puede interesar el volumen sobre cine negro editado por Taschen. Excelentes fotografías y textos de Silver y Ursini.
Yo también amo la literatura de las hermanas Brontë. Con todas las versiones que se han hecho y las que me siguen convenciendo más son «Cumbres borrascosas» de Wyler y la Jane Eyre («Alma rebelde») de Stevenson, quizá porque el blanco y negro y sus sombras se adecúa muy bien al género gótico y sobre todo por las ajustadas composiciones de Orson Welles y Laurence Olivier.
¡Sí, tengo el libro de Taschen desde hace tiempo y me encanta!
Beso
Hildy
PARA LILAPOP Y HILDY: BARBARA PAYTON FUÉ EL VÉRTICE DE UN TRIÁNGULO ENTRE TOM NEAL Y FRANCHON TONE, JANE EYRE EN MÉXICO SE LLAMÓ «TUYO ES MI DESTINO», EN «OLA DE CRÍMENES» FUE UNA SORPRESA ENCONTRAR A UN GENE NELSON COMO ACTOR DRAMÁTICO, CUANDO QUE ÉL ERA UN ACTOR Y BAILARÍN DE MUSICALES DE LA WARNER, COMPAÑERO DE DORIS DAY EN VARIOS DE ELLOS. POR AHÍ ANDA OTRO NOIR CON GORDON M´ACRAE OTRO ÍCONO DE LA WARNER
Querido Jorge, la vida de Barbara Payton da para una novela, ¡madre mía!, pero una novela, creo que bastante triste. Me gusta el título de Tuyo es mi destino para Jane Eyre, es curioso que nadie quisiera titular como la novela. Y mil gracias por la valiosa información sobre Gene Nelson.
Beso
Hildy