El amante doble (L’amant double, 2017) de François Ozon

El amante doble

… la mirada de Chloé

Si en El perro andaluz, Buñuel rasgaba un ojo para indicar con ímpetu y violencia otra mirada sobre la pantalla; Ozon en El amante doble comienza con un primer plano explícito de una observación vaginal que se funde con el ojo de la protagonista, Chloé (Marine Vacth), una joven con una inestabilidad emocional evidente. Y así queda dicho que iremos unidos a su mirada y a sus entrañas, a lo más profundo de su ser. Además Ozon vuelve a trabajar con Marine Vacth, que si en Joven y bonita revelaba el difícil autodescubrimiento sexual de su protagonista, convertida en una belle de jour adolescente; en El amante doble enmarca su rostro bello en un museo de arte contemporáneo para ponerla en el centro de la trama de un thriller psicológico. Y en las dos, Marine Vacth es la representación del deseo y la seducción, siempre con un punto de inestabilidad o distanciamiento emocional.

Otro elemento importante es cómo Ozon se sirve esta vez como fuente de inspiración de una novela de la escritora Joyce Carol Oates, Vidas gemelas. Si bien no he leído la novela, sí conozco el universo de esta autora… y El amante doble cuenta con una protagonista con un pasado familiar complejo y que arrastra en su mochila de vida. Además refleja también una relación difícil con su progenitora y otra más todavía con el hombre del cual se enamora, su propio psicoterapeuta (Jérémie Renier). Esas turbias familias es una de las características de Oates. Como también la presencia explícita de la violencia física y emocional, así como un ambiente inquietante, de incertidumbre, de no saber muy bien qué pasa, de desconcierto (todo este ambiente se muestra de manera excelente en una recopilación de cuentos de la escritora recientemente publicada por Alba, El señor de las muñecas y otros cuentos de terror).

Así Ozon vuelve a la luminosidad oscura (valga la paradoja) de Joven y bonita para dejarse llevar por la mirada de Chloé, que a veces se cruza con la de su gato Milo (otro gato cinematográfico de testigo de una historia). Y esa mirada deja la historia sumida en una continua ambigüedad y duda constante. El cineasta francés se sumerge así, cinematográficamente hablando, en referentes cinéfilos de inquietantes thrillers pasicológicos. Y son evidentes, por la naturaleza de la historia, las huellas de David Cronenberg e Inseparables o de Brian de Palma y Hermanas o Vestida para matar.

Lo que sí es cierto es que El amante doble vuelve a mostrar cómo François Ozon es un director que según la historia que tiene entre manos, busca una forma de contarla, dando así coherencia a toda su filmografía. Por eso Ozon es el autor de 8 mujeres, El tiempo que queda, Frantz o El amante doble… cada historia le pide una forma diferente y cada una llega de una manera distinta al público. Y se nota también la fascinación de Ozon por ciertos rostros femeninos de la historia de cine y los recupera para sus películas, además de buscar otros nuevos. Así por sus películas se han paseado Catherine Deneuve, Danielle Darrieux, Charlotte Rampling, la recientemente fallecida Jeanne Moreau… y en El amante doble, Jacqueline Bisset. Lo que logra François Ozon es que nunca deja indiferente.

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8 comentarios en “El amante doble (L’amant double, 2017) de François Ozon

  1. ¡Sabía que harías mención al gato jeje! De esta película, me quedo con el trabajo de dirección, que me parece bastante potente y afortunado. No tanto los tópicos psicologistas, las referencias (a mí es que siempre me sobran en una película…) y las trampitas del guion. Pero vamos, como te dije, me lo pasé bien viéndola.

  2. Mi querido crítico abúlico, ¡no podía faltar Milo… y ya sabemos que hay otro gato importante en la trama! Yo también me lo pasé bien y me pareció muy coherente con la trayectoria de Ozon. A veces no son tanto las referencias, como ver que las películas hablan unas con otras y que están más conectadas de lo que pensamos. A mí es que el tema escaleras, espejos y demás son apuntes psicológico que me fascinan bien empleados y aquí lo están.

    Beso
    Hildy

  3. Ay, este Ozon… Va camino de hacerse un bluf… Lo que me pasa con este hombre es que sus ideas, al menos las de inicio, me interesan mucho, pero no dónde ni cómo las lleva. Al final, curiosamente, me provoca justamente eso, indiferencia, a veces hastío. Para mí esto es un paso atrás respecto a Frantz, que sin ser tampoco la panacea, me gustó bastante más.

    Besos

  4. Pues, mi querido Alfredo, yo a Ozon le tengo muy en cuenta. Me gusta cómo según la historia que quiere contar, busca la forma que le inspira para contarla. Por supuesto, hay películas del director que me gustan unas más que otras, pero siento una coherencia en su carrera y logro conectar con su sensibilidad. Frantz ya sabes que me encantó. Pero también soy mega fan de una película como 8 mujeres que no cuenta con el beneplácito de muchos.

    Beso
    Hildy

  5. Hildy querida, estoy escuchando en televisión acerca de los terremotos en Méjico. ¿Cómo está tu familia? Te mando un beso enorme, Bet.-

  6. Gracias, mi querida Bet. Todos están bien, pero desolados e impresionados por los estragos del terremoto. Enseguida mi hermana se puso en contacto con nosotros por wasap. Y es tremendo pero este segundo seísmo ha sido el 19 de septiembre, el mismo día que el horrible terremoto del 1985. Y ahora están llegando noticias de que el Popo ha entrado en erupción.
    Beso
    Hildy

  7. Es verdad que Ozon cambia de una película a otra. No me había dado cuenta de cuánto hasta que me lo has hecho ver. Un abrazo.
    Alberto Mrteh (El zoco del escriba)

  8. Querido Alberto, sí, creo, que eso es precisamente lo que define a Ozon como director… Cada historia que quiere contar le pide una manera diferente de hacerlo.

    Beso
    Hildy

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