Julieta (Julieta, 2016) de Pedro Almodóvar

julieta

No es de extrañar que en un principio Julieta fuera a llamarse Silencio. Los tres relatos de Alice Munro que Almodóvar convierte en su película Julieta son Destino, Pronto y Silencio. Y precisamente este tercer cuento es el que le sirve para arrancar su película (el encuentro de Julieta con una amiga de su hija, Antía) y el que se convierte en el motor del conflicto desarrollado. Así también el silencio es lo que destroza a madre e hija durante años. Pero lo realmente sobresaliente de Almodóvar es que logra ser fiel a los relatos de Munro, pero lo que hace es ofrecer su mirada personal del subtexto que siempre sobrevuela sobre los relatos de la escritora. Lo que quiere Almodóvar es entender a la Juliet y a la Penélope canadienses de Munro, con sus Julieta y Antía españolas. Lo que la magistral Munro deja entre líneas, Almodóvar quiere plasmarlo, entenderlo, hacer su propia interpretación personal de los tres relatos protagonizados por Juliet, toda una vida. Así Julieta se empapa a la vez del universo cinematográfico almodovariano, no pierde su identidad, y ofrece además uno de sus melodramas más redondos y contenidos (… y silenciosos), pues parte de muy buen material literario que además ha sabido emplear con matices y cuidado.

La esencia y acontecimientos narrados de los tres relatos se vierten en Julieta: el viaje en tren (Destino), la visita a casa de los padres de Juliet (Pronto) y la separación entre madre e hija (Silencio). Tres acontecimientos que pueden parecer en un principio banales pero que sin embargo cuentan una vida y su tragedia: conocer al hombre de su vida (el pescador todo sexualidad y masculinidad, Xoan) tras un suceso traumático, conocer verdades que duelen, sufrir la ausencia y el abandono así como cargar con un sentido de culpa. Y el director en su afán de entender, comprender y querer a sus personajes, esa madre y esa hija, se permite regalarles otro final posible…

Pero Almodóvar crea una estructura perfecta y redonda para unir los tres relatos: cuando se produce el encuentro entre madre y amiga, este se convierte en catártico para Julieta, que vuelve a sufrir una ruptura en su vida pero esta vez para romper su silencio. Se pone a escribir una especie de carta-diario a su hija para explicar y poner en orden todo su pasado. En ese encuentro se derrama todo el conflicto: la amiga de Antía cuenta a una alucinada Julieta que se ha visto hace nada a su hija en el lago Como y que era madre de tres hijos. Y de pronto se nos va desvelando que Julieta lleva doce años sin saber absolutamente nada del paradero de Antía… Y de la relación madre-hija construye todo un melodrama familiar, que va en crescendo y con momentos trágicos y catárticos.

Su Julieta se desdobla en dos actrices (Adriana Ugarte y Emma Suárez), el rostro bello y frío pero también sin los surcos de la vida se funde con el rostro bello, frágil y sufridor con mucha vida a sus espaldas, sufrimiento y matices. Y la secuencia que visualiza esa transición es todo un alarde: en un cuarto de baño nos cruzamos con la Julieta joven golpeada por la tragedia (Adriana Ugarte) a la que cubren el rostro con una toalla para descubrirlo y encontrarnos con el rostro de una Julieta dolorida, muerta en vida (Emma Suárez). Y Almodóvar sabe crear imágenes visuales que golpean al espectador: ese tatuaje de un corazón con un barco y las iniciales de J y A (que es el centro del cártel que anuncia la película)… se convierte en un recurso crucial para visualizar la tragedia. Es el tatuaje que lleva en el brazo, Xoan, el pescador.

… es un melodrama tan contenido que apenas si la banda sonora de Alberto Iglesias, delicada, altera al espectador, no olvidemos que el silencio es la clave de la película… y esta tan solo estalla al final del relato cinematográfico con la voz desgarrada de una de las cantantes fetiches del director, Chavela Vargas (Si no te vas). Por otra parte las señas de identidad de Almodóvar están presentes: casas-localizaciones con un cuidado diseño (ay, pon una casa almodovariana en tu vida), un empleo del color para la narración cinematográfica (el rojo, el rubio del pelo de la protagonista…, el color tierra de las esculturas), cameos representativos del universo del director, personajes secundarios estrella (como una Rossy de Palma de ama de llaves puñetera, una triste y delicada Susi Sánchez, una luminosa Michelle Jenner o una fría y dura Nathalie Poza…, todas en personajes del universo Munro, bajo la óptica de Almodóvar), puntos suaves de humor en lo trágico (como respiros)…

Julieta consigue el equilibrio entre el mundo secreto, íntimo e inmensamente rico de Alice Munro con el desbocado, pero esta vez mucho más contenido, mundo melodramático de Almodóvar… Es una buena y placentera recomendación perderse entre las páginas de la autora y los fotogramas del director.

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12 comentarios en “Julieta (Julieta, 2016) de Pedro Almodóvar

  1. Ay, mi querida Hildy, aquí no vamos a coincidir. Me ha parecido un bodrio insoportable, como casi siempre en Almodóvar, lleno de situaciones falsas de puro artificiosas, de diálogos y situaciones involuntariamente risibles, de banalidades pretenciosamente trascendentes, de estilizado vacío. Y además absurda, incoherente, incongruente, tremendamente caprichosa, con una «lógica» narrativa inexistente, un guión del que, a pocas preguntas que te hagas con algo de sentido y profundidad, se derrite como la gelatina bajo el sol.

    Besos

  2. Si tuviera un escritor fetiche ese sería la Munro, su mundo me desbarata y completa sin entender de qué manera lo hace. No soy mitómana así que no lo diré pero por ahí le ronda…

    Así que miedito me da y aún así la veré.

    Ya te cuento…

    Besote de lunes!

  3. Jajajaja, mi querido Alfredo, ¡no coincidimos nada de nada! Pero si no los has leído ¡disfruta de los tres cuentos de Munro, merecen la pena! Creo que Almodóvar ha leído a Munro desde su mirada y esa mirada es la que ha trasladado a la pantalla. Yo he visto el equilibrio en su Julieta…

    Beso
    Hildy

  4. Mi querida Marga, ya me contarás. Para mí Almodóvar ha leído los cuentos de Munro y ha plasmado su mirada personal, su propia comprensión de la lectura y ha aportado además su universo. Me fascinaron los tres cuentos de Munro y he disfrutado con la prolongación y la mirada que hace el director.

    Beso
    Hildy

  5. Me da un poco pereza Almodóvar, pero a lo mejor tendré que animarme a verla… Aunque creo que dependerá de lo que haya en otras salas. Ya te contaré. Besos.

  6. Mi querido crítico abúlico, creo que realiza un buen melodrama contenido con los cuentos de Alice Munro (que también merecen la pena). Me gusta la fusión de dos mentes que a priori parecía que no podían unirse.
    Si te animas a verla ya me contarás la sensación.

    Beso
    Hildy

  7. Pues a mi me encanta Alice Munro, pero es para leerla despacio, paso a paso, e intentar adivinar (casi nunca lo consigues) lo que sigue, lo que va a ocurrir en el párrafo siguiente, casi siempre algo rompedor…pero lo dice suavemente, como si no pasara nada, como si lo tremendo fuera natural. Eso me pasó cuando leí, hace tiempo, los tres relatos. Lo que más me impactó de ellos fue ese increíble desgarro de que te separen asi de tu hija sin un mal modo…despedirla para unos días y no volver a verla…¡hay que ser madre para imaginar lo que eso significa! Y hay más casos así de los que nos imaginamos.
    Me parece que es una película de mujeres y que las mujeres la entendemos mejor.
    Yo hacía tiempo que no veía ya nada de Almodovar, pues las tres últimas no me apetecieron nada. Pero esta me ha gustado mucho. Para mi es un acierto total. Y le agradezco en el alma el final.

  8. Sí, yo los pocos relatos de Alice Munro que he leído me han fascinado todos. Describes muy bien la sensación que provoca en cada relato. Y me gusta otro punto que tocas y es cómo Almodóvar se mete en un universo femenino y sabe reflejarlo. Sería un punto de análisis muy pero que muy interesante. Él es un director que a mí me ocurre un poco como, por ejemplo, Woody Allen, incluso de las películas que menos me gustan o me atraen siempre encuentro una imagen, un personaje o algo que me llama y me atrae.
    Sí, el final es una de las licencias que se toma (es como si reflejara lo que le gustaría que ocurriera entre estos dos personajes después de que Munro los deje…), y efectivamente estoy de acuerdo contigo es de agradecer, respecto el universo de Munro y sus tres relatos.

    Beso
    Hildy

  9. Hola Hildy,

    Muy interesante tu aportación relacionada con los cuentos de Munro, ya que yo no los he leído y tampoco he encontrado a muchos críticos que hagan esa referencia de manera tan profunda como tú.

    La película me gustó, creo que es un intento de melodrama clásico bastante correcto, silencioso… Sin embargo, hubo algo que me sacó de mis casillas: los diálogos. Los encontré tan vacíos, tan ridículos en ocasiones, que me fastidiaban la historia y los personajes cada dos por tres.

    Para mí la última gran peli de Almodóvar sigue siendo ‘Volver’.

    Besos!

  10. Querido Victor, merecen mucho la pena los tres cuentos de Munro. Y sí Almodóvar apuesta por un melodrama contenido y con momentos visuales que se quedan en la retina, como esa elipsis de tiempo en el baño…, además de hacer una adaptación de los relatos muy interesante, pues es como si «Julieta» fuera su mirada y comprensión sobre ellos. Incluso no escatima otro final, pues una vez que adora a sus personajes, les desea su propio final.
    Los diálogos no me molestaron tanto como a ti. Luego he pensado que al igual que en los relatos de Munro hay que indagar en las corrientes ocultas entre líneas; en la película esas corrientes ocultas que cuentan una historia, están fuera de los diálogos.

    Beso
    Hildy

  11. Como no he leído a Alice Munro sólo puedo calibrar las bondades o vicios de «Julieta» desde una perspectiva cinéfila. En ese sentido me parece una película de Almodóvar de cabo a rabo, dotada de todos los ingredientes del cine del manchego, ingredientes con el que ha sabido construir grandes películas. Creo que «Julieta» lo es. Pero hay varios «peros». No me han gustado muchos de los secundarios; la música de Alberto Iglesias me ha parecido invasiva, a la película le ha faltado, precisamente, silencio; y la famosa escena del cambio, que defines como alarde, no me gustó nada. Me parece una ruptura del lenguaje cinematográfico que no aporta nada a la película: todos los espectadores ya sabíamos que Adriana era Emma de joven. El punto de reconexión del flashback temporal debería haber sido menos mágico, me pareció un truco poco trabajado. Aún más, en mi opinión Emma Suarez debería haber interpretado todo el ciclo vital de Julieta, de modo que al espectador le hubiera sido más natural empatizar con su tragedia. Con la ruptura planteada entre las dos actrices las vivencias de Julieta joven parecían ajenas, como si le hubieran sucedido a otra persona y el desplome de la madre (ay, Almodóvar y las madres) hubiera que justificarlo a través de la memoria de otro.
    Con todo, y con este rollo que te he soltado, no me queda otra que leer a Munro.
    Saludos.

  12. Jajajaja, no me has soltado ningún rollo, querido Licantropunk. Me encanta cómo hay miradas diferentes y muy interesantes sobre una misma película. Así que me encanta leer tu análisis sobre Julieta. Me llama la atención que lo que a mí me ha parecido todo un acierto (la escena del baño) a ti no te haya gustado nada y sientas que no aporta nada. A mí visualmente me pareció muy potente.

    Sí, los tres relatos de Munro y su lectura dejan ver además que Almodóvar ha realizado una interesante adaptación cinematográfica de los relatos. Ha vertido en la pantalla su propia interpretación de los cuentos, y aporta una lectura interesante. Estaría bien saber qué opina Munro…

    Beso
    Hildy

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