Irrational man de Woody Allen sigue dentro de su trayectoria cinematográfica la senda de Delitos y faltas, Misterioso asesinato en Manhattan, Match Point, El sueño de Casandra, Conocerás al hombre de tus sueños… con la silueta de Alfred Hitchcock planeando sobre ella y el reciclaje de las obsesiones del director: las dificultades en las relaciones personales, el enamoramiento y desenamoramiento, la fuerza del sino o el destino, el vacío creativo…, así como la importancia de las decisiones y la capacidad de los hombres para protagonizar el acto más moral o el más inmoral y también la importancia de la suerte o la capacidad del hombre para ilusionarse… Todo mezclado con el papel de la filosofía y la literatura en la vida cotidiana (tema apasionante en la filmografía de Allen).
Al igual que en Blue Jasmine se llevaba a su terreno la “lectura” de Un tranvía llamado deseo y lo empapaba de su universo propio, esta vez Woody Allen toma como referencia La sombra de una duda de Alfred Hitchcock (y el tema de unas cuantas obras cinematográficas del maestro del suspense: la elaboración del crimen perfecto) para dibujar su universo obsesivo. Además en Irrational man, pese a la seriedad y al complejo dilema moral que pone sobre la mesa, Woody Allen no toma el tono serio de Match Point… sino que lo reviste de un complejo tono frívolo, vital y de ganas de vivir la vida (cuya máxima representación es la transformación del profesor de filosofía con cara de Joaquin Phoenix y el personaje de la profesora con el rostro de Parker Posey).
La forma de dibujar la relación, desarrollo y conclusión entre el profesor de filosofía, Abe Lucas, y su brillante alumna Jill Pollard (Emma Stone) bebe absolutamente de tío Charlie y su sobrina Charlie en La sombra de una duda (con homenaje incluido en la escena final). Así en un campus universitario tranquilo y en la vida normal y ordenada de una chica inteligente de clase media alta, entra como un torbellino un hombre atormentado, Abe Lucas. En un principio para Jill, la presencia de Abe es un estímulo a la monotonía de su vida…, después es una sombra pesada. De la admiración y el enamoramiento, a la sombra de la duda y el rechazo… Pero el tío Charlie de Allen es muy especial y propio porque del hastío que le provoca la vida (el desencanto total y absoluto por todo lo que le rodea –el mundo y las personas–, el fracaso de aplicar su idealismo a la vida cotidiana, su personalidad autodestructiva…) pasa a una vitalidad y ganas de ilusionarse y continuar desbordantes pero después de planear y llevar a cabo un acto delictivo con una lectura moral tremendamente compleja. Así Joaquin Phoenix vuelve a crear perfectamente un personaje complejo.
Y es que Woody Allen arriesga en su giro de guion. Cuando Abe y Jill escuchan una conversación al azar en un bar, la película crece. Ahí es donde se produce el click de Abe y el quid de la cuestión. La película gira en todo, y el romanticismo de corte Allen se transforma en otra cosa bastante más compleja. Así Allen inserta un momento perfecto para definir el “amor” entre Abe y Jill cuando acuden juntos a un parque de atracciones y se dan su primer beso reflejados en un espejo deformante.
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El personaje de Joaquin Phoenix consigue caerme bien. En este sentido lo veo como un personaje más simpático que el tío Charlie de «La sombra de una duda». Además, tengo la sensación de que las simpatías de Allen están más con él que con el personaje de Emma Stone, que pese a defender lo «políticamente correcto», es decir, pese a poseer la autoridad moral sobre lo sucedido, se torna al final en un personaje intransigente y antipático ante las ideas que defiende Phoenix, convencido de que ha impartido un poco de justicia en el mundo.
Curioso contraste con la otra mujer; menos joven y atractiva, pero que ama a Phoenix de manera más sincera e incondicional, y merece más la pena.
Al final también se produce la ironía de que acusen a una persona inocente, con lo que las injusticias del sistema judicial parecen condenadas a perpetuarse. Es decir, los actos de teórica justicia, como el que realiza Phoenix, producen a su vez nuevas injusticias, en lo que podría ser un bucle interminable.
Me parece una película llena de ironías.
Y como casi siempre, Allen nos hace pasar un buen rato.
Un saludo. O un beso.
Ummm un mal aire en mi espalda me impidió ir este finde como estaba planeado pero el próximo voy aunque tenga que doparme hasta las cejas, por Tutatis! incluso creo que sería mucho más adecuado ir en esas condiciones,jeje. Lo voy valorando, jajaja.
Besos, Querida Hildy!
Querido Luis, planteas un debate interesante. A mi parecer Hitchcock en La sombra de una duda nos presenta desde el principio la parte oscura de tío Charlie y logra que le veamos desde la óptica de su sobrina Charlie y su familia, como aire fresco, desde su desconocimiento. Es decir, Hitchcock logra que empaticemos con el ‘malo’ de la historia, que no deseemos que detengan a tío Charlie y que sintamos su magnetismo… pero poco a poco se van descubriendo cada vez más oscuridades en su personalidad y su odio por el mundo… Pero tío Charlie parece encontrar la calma o el equilibrio en medio de esa familia normal que desconoce su parte oscura… sin embargo cuando su sobrina descubre sus actos delictivos, quiere no entregar a tío Charlie y que pague con su culpa… sino que desaparezca de su plácido mundo monótono (que tanto criticaba al principio), y así queda también pintado de manera compleja el personaje de la sobrina. Allen, sin embargo, presenta a un profesor de filosofía desencantado, frustrado, perdido, autodestructivo y asentado en la teoría de lo que piensa pero encuentra la vitalidad y el motivo de vivir cuando se pone en su camino un dilema moral que decide resolver actuando (se convierte en hombre de acción y ese es el giro propio que da Allen al tío Charlie -esa transformación)… y la alumna (la sobrina Charlie) no solo quiere regresar a su vida normal sino que bajo enseñanzas y presupuestos filosóficos, ella ve que ese dilema moral no solo genera otros sino que convierte a su atormentado profesor en un monstruo que decide sobre lo que es justo e injusto y sobre la vida de los demás, ahora es ella la que es consciente de que hay planteamientos que si se llevan a la práctica tienen consecuencias nefastas. Ella se da cuenta que lo que creía un juego intelectual, se ha convertido en algo demasiado real. En realidad el profesor sigue siendo un idealista (ahora extremo) y ella nunca deja de ser realista (ahora más radical). Yo, Luis, me sentí más cercana y me identifiqué más con Jill pero me atrajo, como a ella, la personalidad de Abe.
Me resulta muy interesante lo que has apuntado, que en la película también se muestra el fracaso de la acción del profesor de filosofía porque no consigue un mundo más justo sino que genera enseguida otra situación injusta…
En fin que es una película buenísima para pensar y debatir. Y dejo otro tema sobre la mesa: ¿quién el álter ego de Woody Allen: el personaje de Joaquin Phoenix o el de Emma Stone?
Beso
Hildy
Mi querida Marga, espero que tu espalda esté mucho mejor y que pronto no sientas molestia ni dolor alguno. Y estoy segura de que te va a resultar muy interesante la película de Wooody Allen. Yo sé que me repito pero para mí es una celebración y casi un ritual ir cada año al cine a ver su película… Y siempre saco algo (me guste más o me guste menos).
Beso
Hildy
Hay, me ha costado detenerme de leer porque quería verla puro y virginal, como siempre. He oído cosas buenas de ellas y cada vez me animo más a ir a verla. Otra cosa es que me sea posible…
Uy, estoy atrasada con Woody Allen, la última que vi fue «Blue Jasmine», pero ya pongo esta en la lista. Me gusta mucho esta última etapa aunque la primera vez que vi «Match point» no entendí lo que estaba viendo y la odié (más tarde pude abrir un poco la mente y ahora me encanta). Y si esta incluye un homenaje a mi querido Hitchcock, mejor que mejor… Por lo que comentan más arriba intuyo que también hay un recuerdo a «La soga» con este profesor de filosofía enfrascado en una teoría cuyas consecuencias prácticas resultan nefastas.-
Un beso con intriga, Bet.-
Jejeje, querido crítico abúlico, ¿entonces entiendo que has parado de leer, que has logrado detenerte? Ojalá te sea posible verla pronto y así podamos compartir miradas, reflexiones y debates.
Beso
Hildy
Mi querida Bet, entonces solo te has perdido Magia a la luz de la luna y después viene Irrational man. Jo, a mí me ha pasado también ver una película y que me haya disgustado pero luego volver a verla y disfrutarla. Como te ocurrió con Match Point, que a mí me gustó mucho desde el primer visionado.
Irrational man para mí es una lectura propia y personal (con todos sus temas y teniendo su puesto dentro de su trayectoria cinematográfica) de Woody Allen sobre todo a una película de Hitchcock, La sombra de una duda. Con incluso una escena resuelta de manera muy parecida (pero no puedo decir nada porque contaría algo muy importante de la trama) en ambas películas. Pero también se puede encontrar la silueta del realizador en Irrational man porque Alfred en varias películas, entre ellas, como genialmente señalas, La soga, y también Extraños en un tren… planteaba cómo llevar a cabo el crimen perfecto. Recuerdo cómo se dedican a esta búsqueda, como pasatiempo y solo teóricamente para entretenerse, dos personajes de La sombra de una duda, el padre de Charlie, la sobrina, y ese apocado vecino (ese brillante secundario, Hume Cronyn). Yo espero que te guste… pero te guste o no, ¡cuéntamelo!
Beso
Hildy
Leyendo tu elaborada contestación me ha quedado claro que yo soy más irracional que tú -je,je- y tú eres más racional. En cuanto al álter ego de Woody Allen no lo tengo claro. Imaginemos por un momento que Allen a cometido por ejemplo un asesinato en la vida real. No es algo imposible, al fin y al cabo. ¿Dejaríamos de ver sus películas al saber que es un asesino? ¿Dejaríamos de amarlo?
Estoy de acuerdo contigo en que es una película que nos hace pensar y debatir.
Un beso.
… Mira lo que contesta el personaje de la profesora a la joven alumna sobre el profesor de filosofía…, haga lo que haga yo me voy con él a España, que es un país muy romántico (¡qué mirada tiene Allen sobre España! y Europa en general, ¿eh?)… je,je,je.
Beso
Hildy
Hola, Hildy, buenas tardes; ví el trailer hace unos días, y me resultó bastante atractivo, partiendo, eso sí, de la premisa de que ir a ver las pelis actuales de Allen (cuando hablo de actuales, me refiero a todo lo que ha hecho a partir de Match Point) supone, de antemano, no situar el listón en las alturas a las que lo puso en sus obras maestras. Espero poder ir a ver esta pronto, y, por supusto, ya te contaré. Tu reseña, como siempre, empuja a marchar a la sala oscura… Un fuerte abrazo y hasta pronto.
¡¡¡Querido Manuel, cuánto tiempo!!! Me encantará saber qué te ha parecido cuando veas Irrational man. Yo no he perdido la ilusión con Allen. Es un ritual. Algunas películas me gustan más y otras menos. Pero como he repetido… en todas me dice algo o de todas saco algo: una escena, un personaje, un diálogo, un personaje, un momento…
Beso
Hily
Ay, que no la he visto todavía y no quiero enterarme de nada… Más tarde me lo leo.
Besos
Mi querido Alfredo, te veo pronto entonces… ya nos contarás, please.
Beso
Hildy
Ganas me dan de hacer un corta y pega de Alfredo….un abrazo
Jejejeje, ok, mi querido Victor, ya me contarás cuando la veas…
Beso
Hildy
Incondicional de Allen ya voy predispuesta a que me guste su película…claro que luego unas me «llegan» más que otras…Irrational man me ha tenido pendiente de la pantalla todo el rato, no ha decaido mi atención y he «vivido» los múltiples problemas que plantea como si nada, como si fuera natural plantear un crimen para salvar una situación injusta…sin pararse a pensar…una mente tan poderosa como la del profesor, ni en otras alternativas ni en los tan probables daños «colaterales»… por no decir que olvida la ética y no quiere ni reflexionar sobre su acto. El papel de la alumna, a mi juicio, está «bordado» y también el de la ardiente profesora. Solo la escena del desenlace no me parece que pudiera darse en la realidad…y no digo más por no desvelar nada.
Muchas gracias Hildy por proporcionarnos tantos elementos de juicio, tantas referencias de otras películas… que ahora necesitaría ver sin falta. Esta pasión por el cine es incabable.
Mi querida María Rosa, yo también amo el cine de Allen y también hay películas suyas que me llegan más que otras (aunque de todas siempre saco algo). Con Irrational man he disfrutado mucho y me ha hecho reflexionar bastante… además de recuperar de nuevo una película que tenía olvidada, Delitos y faltas. He vuelto a disfrutarla hace apenas cuatro días y qué buen díptico forman. SI en esta nos encontramos con el dilema moral y un intento de respuesta en la filosofía y literatura (con notas de Hitchcock), en aquella estaba el dilema moral y el intento de respuesta en la religión y en la filosofía de un hombre sabio judío que canta a la belleza de la vida y al amor (como supervivencia) para terminar suicidándose dejando una nota: He salido por la ventana…
Beso
Hildy
Vista. Interesante debate (tampoco demasiado incisivo), entretenida, pero no vuela tan alto como Delitos y faltas o Match Point, con saturación de cita filosófica ligera y demasiado monólogo interior. Creo que, en este sentido, le pasa como a Abe, cuanto más se libera de ataduras y más loca se vuelve, más divertida consigue ser.
Besos.
… Querido crítico abúlico, has tocado otro tema interesante y que me parecía complejo de conseguir en Irrational man y por eso me gusta cada vez un poquito más… En Match Point no hay sitio para el humor (y por otra parte el relato y cómo está contado no lo pide), en Delitos y faltas (contaba dos historias que confluían… en una había humor y en la más parecida a Irrational man, no había humor alguno)…, con la llegada de Irrational man consigue lo que tan bien explicas en una línea, «le pasa como a Abe, cuanto más se libera de ataduras y más loca se vuelve, más divertida consigue ser», es decir, meter el humor en un tema que siempre trata muy seriamente… Y eso le da un plus interesante a esta nueva película de Allen.
Beso
Hildy