Cómo construir el recuerdo y la memoria… Terence Davies recrea, fantasea y convierte en ficción su universo familiar de manera especial y personal en Voces distantes. Retazos e impresiones. Reconstruye a través de las dos pasiones que le aferraron a la vida en momentos duros (como a muchas personas de su generación): las canciones y el cine. La memoria nunca es cronológica. Años 40 y 50 de una familia obrera católica en Liverpool a través de momentos, de retazos… Contrastes. Un cuadro que sufre innumerables alteraciones que manifiestan recuerdos de los protagonistas. Pentimento, arrepentimientos…
Y Davies desarrolla un universo familiar que recoge las celebraciones que componen las vidas cotidianas: funerales, bautizos, bodas, reuniones de amigos, Navidades, comidas, cenas, una sesión de cine… e instantes que dieron giro a sus vidas. Momentos que construyen una historia familiar. Un collage que el espectador crea y ordena a su gusto. Y ese universo familiar logra otro hilo conductor apasionante, las canciones que formaron la banda sonora de sus vidas y que de alguna manera expresan los sentimientos y sentires que muchas veces tuvieron quizá que silenciar o no supieron expresar. Canciones que surgen de las radios, de la sala de cine o de los momentos de celebración donde siempre hay voces cantantes. Canciones o melodías del cine, canciones populares del folclore, tradicionales, canciones religiosas, canciones americanas de moda de aquellos años…
En ese universo familiar surgen con fuerza la madre (delicada y firme a la vez en una interpretación sensible por parte de Freda Dowie), que une y trata de no derrumbarse; un padre autoritario y maltratador que arranca la trama con su presencia y divide la película en dos partes muy definidas y tres hijos (dos mujeres y un hombre) que tratan de llevar su vida de la mejor manera posible, con el peso de la herencia psicológica y social familiar.
Terence Davies ofrece maneras de mirar un retrato familiar que va transformándose. Todos de negro, todos vestidos de celebración… y al fondo en la pared la fotografía del padre ausente (que es en realidad la fotografía real del padre del director). Y esas voces distantes son voces fantasmales…, así es, en el fondo, hundirse en la memoria. Fantasmas del pasado.
Desde que empieza la película, el director británico (que lleva desde finales de los setenta tras la cámara… y ahora ha estado con una nueva obra cinematográfica, Sunset song, en el festival de San Sebastián) recrea su potente universo personal con una bella puesta en escena y un uso brillante de la narración cinematográfica. Con un cuidado obsesivo y cuidadoso por los espacios: la casa familiar o el pub.
Los fantasmas del pasado empiezan a tomar vida. En un principio, en una toma bellísima vemos tan solo la puerta de la casa familiar abierta, y el rellano con las escaleras que llevan a las habitaciones. Solo escuchamos las voces de la madre y los hijos que se levantan. Después por esa puerta vemos el paso del coche fúnebre y a continuación la madre y los hijos de negro posando para una fotografía… El objetivo de la cámara atrapa la memoria, los recuerdos, los fantasmas…
La primera parte de la película, Voces distantes, fue rodada en 1985 y la segunda, obviamente con los mismos actores, Vidas tranquilas, dos años más tarde. En la primera parte se encuentra la fuerte presencia del padre ausente (magnífico Pete Postlethwaite), brutal. Esa presencia dura que genera los más distintos sentimientos, ese huracán, que vomita recuerdos duros y aunque parezca imposible alguno tierno… va dibujando la personalidad familiar junto a una madre que aguanta y resiste. Y la segunda parte es la vida de la madre y los tres hijos sin esa presencia en sus existencias pero que siguen arrastrando una vida con alegrías y decepciones, dura. Y siempre les acompañan una galería de familiares y amigos.
Voces distantes está perfectamente construida y tiene escenas de contrastes duros que van dando pinceladas a la vida de una familia en concreto. Así mientras oímos una romántica canción y vemos a la madre (las mujeres tienen una presencia importantísima en la película. También puede leerse un homenaje sentido a la figura materna) limpiando una de las ventanas de la casa (tranquila y plácidamente pero también al borde del abismo, en peligro) y una voz de una de sus hijas preguntando por qué se casó con su padre a la vez que esta responde dulcemente que el padre bailaba muy bien… Todo acompaña a esa canción… hasta que en el momento siguiente el espectador asiste, con la canción romántica de fondo sin deja de sonar, a una brutal paliza del padre a la madre… y otra escena de esta con el rostro golpeado mientras continua limpiando, ahora, un mueble del interior de la casa… Y la canción sigue sonando. U otra en que se ve cómo en un día de lluvia, la gente del barrio con sus paraguas negros espera la cola de un cine donde vemos los carteles de dos películas, La colina del adiós de Henry King y Ellos y ellas de Joseph L. Mankiewicz (que se convierten en referentes de Davies) y cómo suena la popular banda sonora de la primera de ellas. Así vemos a las hermanas ya en la sala de cine, llena, y las dos llorando ante ese melodrama. Solo vemos sus rostros y escuchamos la música de la banda sonora… para fundirse con una escena que preludia un duro drama familiar. Otro momento magistral es un bombardeo en plena segunda guerra mundial, los tres hermanos, después de varias tribulaciones, logran llegar al refugio junto a sus padres y el padre les pregunta a gritos que dónde estaban y abofetea a una de las hermanas pero a continuación la abraza y la ordena que empiece a cantar, y así ante la caída de bombas, todos siguen la canción… Así como no falta una de las firmas de Terence Davies y son las canciones en el pub en grupo, entre humo y alcohol, tras la celebración de un bautizo…
Volviendo a la escena de la sala de cine capta en unos segundos la importancia del cine en aquellos años en los que transcurre la película y lo importante que fue para él mismo. En unos sencillos extras que contiene el dvd (el empleado para visionar la película y poder realizar la presente reseña), hay un texto de Davies sobre la música en la película y narra una anécdota fundamental para entender su forma de rodar y recrear el pasado: “La música parece llenar mi infancia después de la muerte de mi padre. Cuando tenía siete años, mi hermana mayor me llevó a ver mi primera película, Cantando bajo la lluvia, film que nunca olvidaré. Sentado en el oscuro y barroco interior del Ideon de Liverpool, viendo a Gene Kelly bailar con un paraguas, entré por primera vez en el mundo de la magia: el cine. Mi hermana me había llevado a ver la película porque era una fan apasionada de los musicales y con esta presentación me convertí en un apasionado de ese espectáculo”.
Si se conecta con la mirada especial de este director británico, Voces distantes se convierte en una obra cinematográfica sorprendente, hipnótica y cautivadora.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
Revisando la filmografía de Davies, veo que no conozco ninguna de sus películas pero me encantan las crónicas familiares que abarcan distintas épocas. Y también, por supuesto, aquellas que rinden homenaje a la música (muchas veces de la mano de la radio) y a las películas que acompañan la vida. Siempre me dejan pensando en cuáles fueron las que acompañaron la mía, y ultimamente estuve intentando recordar cuál fue la primera película que vi y ¿sabés que no puedo? Tengo un montón de retazos sueltos desde mis cuatro años, en los que se mezclan los dibujos de Tom y Jerry y de Bugs Bunny parodiando a «El barbero de Sevilla», «La historia sin fin» y las películas de Freddie Krueger que miraba con mi hermano mayor hasta que empezaron a darme miedo… pero la primera que verdaderamente me impactó y obsesionó fue «Amadeus», además de traerme la banda sonora de gran parte de mi infancia (ya desde pequeña era rara, jaja).-
En fin, me fui un poco por las ramas así que me despido con un beso desde las alturas, Bet.-
… Mi querida Bet, yo hasta ahora de Terence Davies solo había visto «The deep blue sea» que me dejó totalmente hipnotizada y me quedé con muchas ganas de ver más obra de este director. Esta semana ha presentado su última obra por aquí, en el festival de San Sebastián, y espero que pronto se estrene en cines y, por eso, de momento, he decidido intentar ver alguna que otra película más. He empezado por Voces distantes, que me ha enamorado. Y seguiré con alguna otra.
Yo también trato de recordar mi vida a través del cine y tampoco logro acordarme de la primera película que vi. Pero sí retengo muchos recuerdos de mi infancia y adolescencia relacionados con el cine y lo que sentí viendo ciertas películas. Precisamente hoy he visto dos películas que solo había visto una vez, en el momento que se estrenaron, y no las había olvidado, se me habían quedado grabados momentos y escenas… y me encanta comprobar que vuelven a gustarme. A mí también me marcó Amadeus… y la risa de Tom Hulce y me encantó disfrutar mientras de la música de Mozart. Y siguiendo con la música y tiempos lejanos, años después también me fascinó Farinelli, il castrato… Y recuerdo los cines de sesión continua y los de sesión doble. O también no me olvido de salas de cine que me entusiasmaban y que ya no existen. O lo que me gustaba ir en coche por una calle de Madrid, la Gran Vía, y mirar los carteles de las películas de todos sus cines… O como en mi colegio nos ponían muchas veces ¡Con la muerte en los talones!… En fin, buenos recuerdos.
Besos con cine de fondo
Hildy
Ni idea de esta película, mi querida Hildy, que busco ya.
Mi primera película -en sala- fue «En busca del arca perdida», en los cines Aragón. Cinco añitos. Luego vendrían «El retorno del Jedi» y «E.T.», o viceversa, ambas en el cine Fleta. Y luego, todo lo demás…
Besos
Mi querido Alfredo, Terence Davies ha sido para mí un bonito descubrimiento. Buena primera película…, de aventuras y en compañía de Indiana Jones. Todas las vi también en sala de cine y cómo me entretuvieron (la última muy reciente me hizo echar mucho pero mucho de menos lo que me había gustado -y asustado- la primera de la trilogía).
Beso
Hildy
Hay ocasiones en las que es mejor ser escueto y directo…..extraordinario texto Hildy para una auténtica perla. No voy a añadir ni una coma. Un abrazo
Muchas gracias, querido Victor. Y sí Voces distantes es una película perla.
Besos
Hildy
Recién termino de verla, si me gusto,seguramente vea alguna otra de este director.
Bienvenido Guillermo, yo le descubrí con The deep blue sea, otra película del director que me fascinó.
Beso
Hildy