Hay películas que te ganan por la atmósfera y el ambiente. Por la forma de rodarlas. Así ocurre con La isla mínima que toma las marismas del Guadalquivir (bajo la inspiradora mirada de la obra que realizó sobre este paraje el fotógrafo Atín Aya en los años noventa) como escenario para contarnos un thriller con dos policías de protagonistas. La vida y los habitantes de las marismas son una metáfora de la inmutabilidad del tiempo y de ciertos comportamientos sociales. La película nos sitúa en un momento histórico inestable política y socialmente: año 1980. Plena transición: juego de fuerzas entre una España que sale de la Dictadura y otra que quiere afianzarse, la democrática. Y en ese juego de fuerzas hay víctimas, hay verdugos, hay acuerdos silenciosos, los que tuvieron poder no se mueven, otros esperan tomar el relevo, hay alianzas peligrosas o mejor dicho contradictorias, hay silencios que matan… e inmutabilidad (esa sensación de que nada va a cambiar). Y nunca una frase dio tanto miedo y desesperanza: “Todo en orden, ¿no?”.
Dos policías llegan a las marismas para investigar la desaparición de dos adolescentes. Y basta escarbar un poco para desterrar la parte oscura y enferma de una localidad paupérrima que sufre el yugo continuo de los viejos poderes. El tiempo detenido. Y en ese paisaje extraño y lleno de contrastes de las marismas con momentos de clímax de lluvias torrenciales, se van realizando descubrimientos y silencios para la resolución de una truculenta trama. Lo que consigue Alberto Rodríguez es que no sea tan importante la resolución del caso como la atmósfera y el desarrollo de esa investigación (y sobre todo esa historia –esas historias– que recorre corrientes ocultas que es mucho más heavy, desoladora y dura). Con imágenes panorámicas impresionantes, logra que todo lo que se cuenta trascienda… lo importante no es la trama criminal… sino por qué ocurre y se desarrolla esa trama criminal.
Otro acierto de La isla mínima que atrapa es la personalidad de los dos policías. Dos agentes enviados a un sitio remoto y oscuro como castigo. Uno por su talante democrático (Raúl Arévalo) y otro por causas mucho más ambiguas y oscuras (Javier Gutiérrez). Y es el policía con rostro de Javier Gutiérrez (la que esto escribe se quita el sombrero ante su interpretación) quien da riqueza, matices y recovecos a esta trama. Un personaje riquísimo que lleva su ambigüedad hasta el final. ¿Es un personaje en proceso de redención o es el guardián de la inmutabilidad de los tiempos pasados? Y la relación entre ambos policías así como el juego entre ellos da otro sentido a la película. Sobre todo la revelación de que los límites no están tan claros y cómo ambos entran en el juego e incluso en el intercambio de roles…
Alberto Rodríguez no solo atrapa con la atmósfera y el ambiente sino también con el ritmo del thriller, las persecuciones bajo la lluvia, los momentos de tensión y suspense… y la desvelación de secretos con momentos trascendentes y extraños. Y pese quizá algún personaje no del todo aprovechado (los padres de las adolescentes, por ejemplo), La isla mínima construye un thriller cautivador y atrayente. Y Alberto Rodríguez se convierte en un director que merece la pena seguir su trayectoria y que va creciendo en cada película.
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Bueno, ya hemos comentado que la horajasca promocional de las teles que invierten en el cine español a menudo hace más de camuflaje que de otra cosa. Este no parece ser el caso.
Disculpa, pero no he leído tu texto. La tengo pendiente y no quiero saber nada de ella para cuando tenga la oportunidad. Espero que sea el salto de calidad de Alberto Rodríguez que no fue, a mi juicio, «Grupo 7», que tenía cositas pero que en conjunto no se sostenía. Y de las anteriores, que tampoco me han interesado demasiado, «7 vírgenes» no estaba mal. Qué fijación con el 7, por cierto…
Besos
Disculpado quedas, querido Alfredo. Ya me contarás cuando la veas. A mí me ha gustado bastante. Tanto que yo solo había visto de Alberto Rodríguez 7 virgenes y me han entrado ganas de ver más cosas de su filmografía.
Beso
Hildy
Me alegro mucho de que te haya gustado. Te he leido con atención y veo que puede tener mucho interés. Justo el que me habían quitado un par de amigos que me han dicho que es una mezcla de insomnio y zodiac, osea de Nolan y Fincher…lo cual para ellos era por supuesto un halago…y para mi un cliché.
Tu ahondas mucho más en esa atmósfera quer parece que te ha calado más que el whodonit…a ver si la veo…me abriste el apetito…un abrazo
Querido Victor, me gustó bastante más de lo que pensaba. Solo por la atmósfera y por la interpretación de Javier Gutiérrez merece mucho la pena. Es un buen thriller con muchas corrientes subterráneas.
Tengo tantas ganas de leerte…
Besos
Hildy
Sabes que no soy muy partidario del cine español. Imagino que me pesa mucho todos los años que se han pasado haciendo bodrios infumables, mas políticos que otra cosas. Dándose publicidad gratis y viviendo del cuento.
Esto que digo, parece que de un par de años a esta parte, cosas curiosa desde que las subvenciones empezaron a desaparecer, esta cambiando. Y últimamente he visto mas de una película española que me han gustado y mucho.
De la isla mínima he visto imágenes y la ambientación es realmente buena. El clima parece que también y que la historia esta bien relatada. En fin, que a no tardar creo que me pasare por el cine….. Cuidate
… Querido Plared, La isla mínima es su atmósfera, su ambientación, sus corrientes subterráneas, sus intérpretes…, sí, es un buen thriller. Si te pasas por el cine, ya me contarás.
Aportas un interesante tema de discusión. Que exista debate y crítica sobre el cine español es muy bueno. Y creo que siempre ha habido buenas y malas películas. Buenas y malas prácticas. Y creo que hay un montón de buenos profesionales dedicados por pasión y amor al cine. También hay gente que no (pero como en todas las artes y profesiones). Y creo que es importante encontrar el sistema que permita un abanico abierto de posibilidades y opciones. Que pueda existir un cine que llene las salas, cine de autor, cine más experimental, el documental, el cortometraje, el cine de animación… y que esté hecho con profesionalidad y con medios. Por verdaderos profesionales que amen el cine, contar historias y que les importe el resultado final y los espectadores que van a las salas… Que realmente crean en el séptimo arte. Y esos profesionales están y existen… Hay películas que lo demuestran. Y también existen espectadores que quieren disfrutar de buenas películas… En fin, mi querido Plared, que como bien sabes es un tema apasionante y complejo pero necesario para discutir y debatir. Ahora se está viviendo un momento de planteamientos, críticas, cambios y debates… pero espero que todo esto lleve a un sistema o modelo que realmente luche y ame el cine… Y que podamos seguir viendo películas como La isla mínima, La herida, Gente en sitios o 3 bodas de más, Buried, Los otros o El orfanato… En la variedad de opciones de calidad está la riqueza (aunque no todas las obras sean de nuestro gusto, sí reconocer el trabajo y el arte bien hecho)…
En fin, que me embalo y no acabo… ¿ves lo que haces, proponiendo temas interesantes de discusión? je, je, je.
Besos
Hildy
Ay, mi querida Hildy, me temo que lo que te voy a decir aquí (más bien poco) puede que sea para añadir (sin proponermelo) leña al debate sobre el cine español de los últimos tiempos. No digo mucho porque no he visto nada. ¿Por qué? Quizá por cansancio. Todo me cansa últimamente. De las cuatro veces que voy al cine salgo decepcionado tres. Seguramente que la carencia es mía. Luego veo trailers y ya me huelo la tostada. ¿Te has fijado que todos ellos (España también) empiezan con una música profunda de suspense, como diciendo, ya verás lo que viene ahora? Miro a mi alrededor y todos los que están comiendo palomitas en un cubo dejan de masticar por unos segundos. Luego viene la traca final y todos siguen comiendo, más compulsivamente, esas palomitas un poco pasadas y con un pelín de más de sal. La isla mínima me llama más la atención que El niño, y mucho más que Torrente XII, que hay que ver la tabarra que está dando por todos lados. Igual voy a verla este finde. Uno de los actores dijo en una entrevista (de broma) que la idea de la película fue robada para la serie True Detective (serie que me gustó mucho).
Besos desde el Misisipi.
Si buenos profesionales habrá. El problema es que se suelen ir a la mínima ocasión. Esto durante muchos años ha sido un cortijo de unos cuantos, donde se subvencionaban mediante un sistema demencial, peliculas que nunca llegaban a estrenarse. Donde los mismos productores compraban las entradas de sus peliculas para conseguir esas absurdas ayudas.
Donde se hacian 90 peliculas y ni la mitad realmente se estrenaban. Daba igual, el dinero ya estaba conseguido. Donde el tema o mas bien el monotema primaba sobre la calidad. Donde los actores eran siempre los mismos, normalmente familia. Donde se debía intentaba aleccionar políticamente en cualquier film, si se quería entrar en esa rueda para vivir del cuento.
En fin un despropósito que alejo a los espectadores, tanto a los mas pàlomiteros como a los mas interesados en ver algo de calidad. Y, calro que el cine al igual que todas las artes debe de ser subvencionado, pero ojo, cuando este por su calidad aporte algo y por su contexto no pretenda llegar nunca al gran publico.
Eso pasa en todos los países y gran parte de esa subvencion es privada. Aquí todo se baso en amiguetes con la misma ideología y un odio feroz al cine americano. Empeñados en reescribir la historia desde su punto de vista y que la gente ademas aplaudiera.
De ahí la mala imagen y esa sensación en el ciudadano medio de que son una panda de buscavidas, que mientras apoyan cualquier causa acorde con sus pensamientos, usan la visa oro precisamente para hacer lo contrario de lo que predican.
Flaco favor le han hecho al cine. Hundiéndolo en su miseria de la que afortunadamente una nueva ola de directores alejados de cualquier dogmatismo, están intentando cambiar.
Tarea difícil mientras sigan teniendo el mando del negocio gente que ahora rondara los cincuenta años y lastrados por muchos en los que la ideología era lo que definía la calidad de una obra.
Querida Hildy,
en cuanto al debate sobre el cine español, nada mejor que ver que ofrece esta semana la cartelera de Barcelona. Cuatro posibilidades de cine español: el niño, la isla mínima, los tontos y los estúpidos, Torrente 5. Somos como somos y el cine es un reflejo de la sociedad que lo alimenta. Solo puedo decir que estoy deseando ir a ver la isla mínima y que me atrape como a ti.
Besos.
Aún no la he visto, pero, en mis elucubraciones, creo que si la pongo al lado del otro thriller español que está ahora en cartelera, «El Niño», me va a gustar más «La isla mínima» (la segunda foto que has colocado me recuerda a «Blackthorn» de Mateo Gil: otro punto a favor).
Saludos.
Mi querido Francisco, ¡ya me contarás si vas a verla qué te parece!… Y sin palomitas. ¿Te acuerdas cuando en el cine te dejaban entrar bocadillos y latas? Nosotros íbamos al cine y mi madre como a los veinte minutos nos empezaba a pasar a todos los hermanos el bocata de chorizo o salchichón con una lata de coca cola…, ja,ja,ja.
Besos
Hildy
¡Madre mía, querido, querido Plared!… qué radiografía más negra y oscura… Pero como decía esperemos que se encuentre un buen sistema para poder realizar un abanico de buenas obras cinematográficas de calidad. Y lo más importante que todos los que estén implicados amen de verdad el cine y la pasión por contar historias.
Un beso enorme
Hildy
Querido Manel, para mí fue toda una sorpresa pues me gustó bastante más de lo que me esperaba. La disfruté bastante. Ya me contarás. Por otra parte, me apetece bastante la propuesta de Los tontos y los estúpidos. Qué bueno que te pases por aquí.
Respecto la esta frase reveladora que pones en tu comentario: «Somos como somos y el cine es un reflejo de la sociedad que lo alimenta», muchas veces digo o escribo que las películas son también una obra sociológica y ‘mirándolas’ así se pueden realizar lecturas sorprendentes.
Besos
Hildy
Mi querido Licantropunk: ¡me apunto Blackthorn de Mateo Gil que aún no he visto! Creo que La isla mínima es un buen thriller… si vas a verla, seguro que leo en tu blog un buen texto sobre tu mirada sobre ella.
Un beso
Hildy
Suscribo, poderosísima atmósfera para dibujar un siniestro trasfondo y componer de paso un thriller competente. Reafirma el talento de Rodríguez para el género.
Sí, querido crítico abúlico, me encantó la atmósfera y descubrir las marismas como gran escenario cinematográfico. De Rodríguez solo he visto 7 vírgenes y La isla mínima. 7 vírgenes me gustó bastante. Me apetecen ahora sus otras películas El traje, que dejé escapar en su momento, After y por supuesto Grupo 7.
Besos
Hildy
Coincido con tu valoración de la película.
Todos los trabajos de este director me han parecido interesantes, aunque unos estén más logrados que otros.
En cuanto al cine español en general, creo que se han hecho películas de toda especie: maravillosas, correctas, regulares, malas y malísimas. Con talento y sin él. Como en todas las cinematrografías que podamos citar.
El sistema de financiación y explotación es lo que lleva décadas pendiente de arreglo. Dudo que alguna vez lo tenga.
Qué bueno, amigo Fernando, leerte. Me alegro que coincidamos en la valoración de esta película. Sí, tengo pendiente ver más películas de su director. Y estoy de acuerdo con lo que dices respecto al cine español. En cuanto su sistema de financiación y explotación… creo que es un problema que arrastramos nosotros y otras cinematografías. Encontrar la fórmula más justa, ese justo medio, es lo más complicado.
Besos
Hildy