Hacia tiempo que no tenía tantas ganas de llorar en una sala de cine. La persona que estaba a mi lado me dijo: ¿Estás llorando? Y yo le contesté que sí, llorando y riendo. Eso es lo que me pasó mientras miraba en una enorme pantalla blanca… una larga e interminable carretera en blanco y negro. Toda la película a punto hasta que las lágrimas cayeron. Sin remedio. Pero no eran lágrimas de tristeza, ni melodramáticas, ni de drama… eran de pura emoción contenida… por toda la historia que había vivido a través de los fotogramas.
Y es que tenía que ser en blanco y negro para reflejar esa vida en tonos grises de una familia de Montana. Para viajar por paisajes desolados por la crisis, por ciudades que se derrumban, por tabernas, karaokes, pequeñas empresas, granjas, hogares, tiendas, viejos despachos de periódicos locales… que se van deteriorando. Para reflejar unos rostros de supervivientes, con huellas, con arrugas o sin ellas.
Pero la película no va de perdedores sino de personas que se niegan a perder. De un padre y un hijo que emprenden un viaje de unos cuantos kilómetros. Una road movie… Una historia sencilla, muy sencilla. De un padre que quiere ir a recoger una cantidad de dinero que en una carta dice que le corresponde. Y de un hijo que alimenta la fantasía de un padre que va perdiendo la cabeza y la vida… Sabe que es un timo… pero se lanza a la carretera con un padre que siente de pronto, después de años, una especie de emoción, ganas de moverse, de seguir vivo aunque su mente le traicione. Tiene un objetivo y su desorientación continua encuentra un motivo que perseguir… Cobrar ese dinero.
El hijo le pregunta desde el principio que para qué quiere ese dinero y sólo consigue sacarle al padre que quiere una nueva camioneta y un compresor de pintura (porque el suyo lo prestó a un amigo hace años y todavía no se lo ha devuelto). Pero luego, casi al final, habrá una confesión… llana y simple. Humana. Que te parte el corazón en dos.
De Montana a Nebraska pasando por la localidad donde su padre tiene las raíces…, los recuerdos. Un pasado que se diluye, que se deteriora, como la casa vacía de su infancia. Entre buena gente y otros que siempre fueron mezquinos, padre e hijo van tras un botín imposible. Y en algunos puntos del camino se unen viejos vecinos, desagradables amigos, algunos familiares con ganas de rascar viejas heridas, una antigua novia… También están presentes, a ratos, la esposa cascarrabias y el hermano desencantado. Pero a su manera los cuatro, cuando les vemos juntos en un coche (protagonizando una de las escenas más divertidas), sabemos que se quieren a pesar de los dolores, los sufrimientos y las frustraciones.
El padre y el hijo tienen el rostro de Bruce Dern y Will Forte y es una de las parejas más emotivas que últimamente han pisado la pantalla… Pero sin rastro de almíbar y sí con mucha humanidad. Con silencios y pocas palabras, las justas. Con miradas.
En Nebraska vemos nacer a un personaje de una manera maravillosa. El padre, Woody, un hombre enorme y muy anciano con la mente casi perdida… Lo primero que sabemos es que es una carga para su esposa, un agobio para el hermano mayor… y que su hijo pequeño trata de comprenderle… aunque nunca hayan hablado mucho. Parece que no les ha hecho muy felices sobre todo por sus problemas con el alcohol… pero a través del viaje conocemos, construimos, con las palabras de otros, y con los recuerdos sesgados de Woody, y con la mirada comprensiva e incondicional del hijo y con el cariño escondido de su esposa y su otro hijo… el retrato de un buen hombre. Y nos vamos sorprendiendo ante el descubrimiento como lo hace el hijo, que ya lo intuía.
Y ha sido maravilloso volver a reencontrarse con ese hombre enorme que es Bruce Dern, un hombre que se niega a perder, un hombre que no pierde su dignidad… aunque esta hace lo posible por huir. Un hombre que vemos grande, que fue fuerte, de pocas palabras… y que encontró en el alcohol una manera de alejar sus malos recuerdos de guerra, la monotonía de un paisaje en blanco y negro, de una vida con muchas puertas cerradas, que intentó ser buen padre, buen amigo, buen novio, buen esposo…
Mi primer recuerdo de Dern fue interpretando a otro hombre tremendamente fuerte en Danzad, danzad malditos. Ahí era un hombre joven enorme que trataba de ganar desesperadamente junto a su esposa embarazada una maratón inhumana de baile. Un hombre que no separaba ante nada con tal de ser un superviviente. Y fue una película que me marcó y en parte por su personaje.
Ahora veo que sigue siendo inmenso… y que me arrastra, con sencillez, a que llore en silencio.
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No me extraña Hildy…de las películas que compiten para el oscar, bueno y de las que no compiten, me parece la mejor con una diferencia abismal sobre el resto.
Y te lo dice alguien que no es muy admirador de Alexander Payne. Sin ir más lejos, su anterior película, que trata muchos de los mismos temas, no me convenció.
Pero aquí no solo ha depurado su estilo, sino que ha profundizado mucho más.
Me parece una gran película, con ecos del Rey Lear, del Quijote…Todos los personajes son extraordinarios en su complejidad. Pero esa primera novia lo borda…
Creo que estamos ante una obra de gran envergadura. Personalmente, no se si creerme esa confesión final después de haber visto al personaje deambular entre la razón y la locura. Pero vale, porqué no. Es un pozo sin fondo esa familia. Cuantos más pequeños detalles conoces de ellos, te das cuenta que menos sabes.
Inevitable que meta a esos primos para completar su galería. ¿Cuanto dices que has tardado? Genial. Un abrazo y llora a gusto.
Una emoción de película desde la sencillez de un tema tan insignificante como es uno de los muchos «timos» que, más o menos legalmente al parecer, nos llegan por carta, por teléfono o por internet anunciándonos premios estupendos… y que a veces se convierten en bromas crueles..que a su vez se transforman en historias muy humanas… que nos hacen llorar…¡y que bueno es llorar de puro sentimiento en una película en blanco y negro en la que nada es blanco ni negro…es de un verídico gris perla…por ejemplo…!
Completamente de acuerdo con Victor en destacar al personaje de la primera novia.
Hola, Hildy, buenos días; ya le tenía ganas, dado que Payne es un director cuya carrera sigo con interés y del que sus pelis previas me han gustado, y mucho, dado que se mueven en registros y tonos con los que me identifico afectivamente de manera intensa. Después de leer tu texto, en el que tan bien transmites la emoción vivida, mucho más aún…
Un fuerte abrazo y buen día.
En esto estoy con Víctor a piñón. Totalmente de acuerdo en su apreciación de la película por sí misma y también en la comparativa con sus competidoras en esos premios económico-alimenticios-empresariales que se compran y venden con relaciones, campañas publicitarias, favores y mercadotecnia. Con un matiz: el pasaje de «12 años de esclavitud», película de factura técnica perfecta pero que no aporta nada narrativamente hablando, en los que aparece Fassbender en plan capitán Achab terrestre, me parecen los que más cine por metro cuadrado tienen, junto a «Nebraska», de todas las finalistas.
Y, al igual que Víctor, tampoco soy yo mucho de Payne, quien ha asumido con demasiada alegría eso de que «un buen cineasta, un verdadero autor, rueda una y otra vez la misma película», aunque a diferencia de los grandes de verdad, no lo hace inconscientemente, que es lo que vale, sino con toda intención, lo cual le quita verdad. Nunca me ha terminado de convencer ese ritmo cansino, contemplativo, más esteticista que verdaderamente estético, más escaparatista que realmente profundo de las películas de Payne, pero esta vez se ha superado, para bien, a todos los niveles.
Si acaso, por no quedarnos solo en el personaje de la ex-novia (novia arqueológica, podría decirse) y con la recuperación de Dern (para mí siempre será el taxista detective de «La trama» hitchcockiana) yo quiero reivindicar expresamente al gran Stacey Keach, y uno de los momentos más brillantes, para mí, del guión, cuando dice esa frase sobre que la cerveza que se toma es a préstamo, porque en seguida se expulsa. Una frase aparentemente banal que resume tantas y tantas y tantas cosas sobre el tema y las distintas perspectivas de la película que obliga a recuperar el adjetivo «lucidez», que últimamente tan poco puede aplicarse al cine que nos viene de Hollywood y alrededores.
Y sí, Nebraska y su capital, Omaha, parecen ser el epicentro narrativo y moral de Payne en muchas ocasiones. Yo aprovecho para recordar la importancia de Omaha en el cine partiendo de quienes, curiosamente, han nacido allí. Y eso me lleva a recordar igualmente, y recomendaros si no lo habéis leído, «Sospechosos», de David Thompson.
Besos nebrasqueros
Mi querido Victor… Ay, ay, ay esos primos. Qué tipos.
Me gustan esos ecos que mencionas de don Quijote y el rey Lear…
Totalmente de acuerdo con la complejidad extraordinaria de los personajes y también con cómo esa familia se convierte en un pozo sin fondo. Efectivamente, «cuantos más pequeños detalles conoces de ellos, te das cuenta que menos sabes», pero lo maravilloso es que nada tienen que ver los personajes que conoces al principio… con los que terminas conociendo al final.
Te diré que yo sí que sigo la trayectoria de Payne y que su cine sí que me llega. He visto A propósito de Schmidt, Entre copas, Los descendientes… y hay una sensibilidad o una mirada con la cual conecto. Pero como a ti la que creo que más me ha gustado ha sido NEBRASKA.
Besos
Hildy
… Me gustan, querida Mariarosa, las películas sencillas (que sencillez no quiere decir que no sean complejas y llenas de matices) y emocionantes con una riqueza de personajes y una trama que te llega hasta la lágrima. Y esos matices son los que nos dejan toda una escala de colores entre el blanco y el negro.
Besos
Hildy
Querido, querido Manuel… creo que te va a encantar Nebraska. Estoy prácticamente segura.
Besos
Hildy
Efectivamente, querido Alfredo, también recuperamos el rostro de Stacey Keach. Fíjate que en un momento pensé que Woody es el protagonista de Fat city ya anciano (qué grande estaba ahí Stacey). Por cierto, qué desagradable pero realista es su personaje.
Y yo también recomiendo fervorosamente el libro de SOSPECHOSOS.
Totalmente de acuerdo que entre las imágenes de 12 años de esclavitud (aunque no te convenza ni la historia ni ciertos personajes) hay puro cine. Es decir que su director McQueen sabe cómo contar…
Besos
Hildy
Pues allá que voy mañana a verla…
Eso sí, sin rimel (no sabía yo lo del llanto), que yo soy de llorar mucho y en esta me voy a poner las botas, hipando, ya lo verás, madredelamorhermoso!
Me gustan las historias sencillas con personajes con sangre y visceras y mentes, esas cositas que tienen los cuerpos, tan sencillas y sin embargo complejas.
Te cuento
…Sí, Marga, ya me contarás. Y haces bien en ir sin rímel,ja, ja, ja… Al final yo no pude contenerme…
Historia sencilla y emocionante.
Vuelve y me cuentas…
Beso
Hildy
Es la última que me falta para completar la lista del Oscar este año, y ya quiero, jeje. Muy probablemente la veré esta semana, y ya te comentaré. Me dejaste con más ganas aún de verla, como siempre. Saludos, Hildy.
Ya me contarás, querida Carmen, porque yo creo que te va a gustar mucho. Bruce Dern está absolutamente maravilloso pero también todos los actores que le acompañan. La historia es sencilla pero profunda. El blanco y negro acompaña a la narración cinematográfica, al tono y al ambiente… y la música… es un deleite.
Un beso
Hildy
Hola, Hildy. Qué tal amiga! Veo que sigues en forma. La verdad que uno, está en la inopia con el maldito tiempo. Wells sabía mucho sobre esa variable. Nos consume y por su propia deriva: nos hará desaparecer más tarde o más temprano. Bien, estoy pensando en el fin de año y alguna que otra sorpresa. Ya lo comunicaré. Veo por aquí a viejos amigos y otros que son visibles en las adictivas redes sociales. Aprovecho para saludarles. Todo haya que decirlo; soy uno más dentro de ellas. Es una forma muy instantánea de comunicarte con mucha gente a la vez. Y como dijo AMM, si lo haces en 140 “huecos” es que posees una habilidad especial. El maestro hablaba sobre lo sustantivo del lenguaje. En fin, aquí no hay contador de tuits, letras y palabras. Resultaría kafkiano no hablar de cosas que he visto a lo largo del año. Sobre rarezas, en mi blog sabes que he creado una manera de comunicarme y expresarme a través del cine. Quería diferenciarme de las críticas convencionales al uso. No por ello, sigo opinando. Y ahí, el estilo sigue siendo el mismo: me gusta, no me gusta. Lo primero, felicitar a Cuarón porque arrasará en la Colina de las Vanidades la madrugada del lunes. Gravity, es una película excepcional. Algo así como un filme de Preminger; factura de autor (maldito cliché afrancesado, con la autoría), para mi gusto, basta con el concepto: cineasta. Y éste, la tiene que para eso es mexicano; con raza y ganas ha conquistado a la crítica y el público. Se puede hacer y su película lo ha refrendado. Sobre actores y actrices; muy buena selección. Sólo en Hollywood hay 78.000 actores sindicados de todo el mundo. Siempre quedan ausencias notables, pero hay una terna fantástica. Yo quisiera que fueran para el Sr. Russell, tiene mano con ellos. Se va a convertir en el Almodóvar de la juvenal JL. Sobre el cine, del que estáis hablando; pues me quedo con esa pequeña obra maestra que es «Her» y su director, Spike Jonke; es especial. Muy bueno, le da un repaso al Sr. Payne con el que todos coincidís en su maravillosa «Nebraska». Una segunda parte de la tontería, llamada «los descendientes»(bajo mi óptica). Lejos, de la maestría de “Election”, “Sideways” o la maravillosa About Schmidt y esa maravilla, producida con su control ejecutivo “Hung” para la HBO. Lo mejor ese actor, que no hace mucho bordó el papel en una serie de culto comentada en mi blog, en un larguísimo y documentado artículo de la HBO; “Big Love”. Interpretando a un padre pedófilo en una secta mormona, llamado Bruce Dern. De verdad, que veis esta serie y lo de quijotesco igual lo borrabais; je, je…¡Ay, por Dios si resucitara el viejo Welles!, pues que nos íbamos a los toros y después de borrachera. Lo dicho, estaría hablando largo y tendido. Pero, eso es algo llamado la tertulia física y este mundo virtual, “Her” nos define a todos-as. Un beso muy fuerte desde el SO “IBP”. Te sigo, eh!, que este blog sigue siendo un oasis. Besos en 2.0,
Jon
Pero, querido Jon, qué alegría saber de ti. Qué bueno leerte. Yo también te sigo en el Inquietante bypass. Y ¡traes sorpresa… pero nada sabremos hasta fin de año, madre mía, madre mía… qué larga espera!
Interesante como siempre tu mirada sobre las películas nominadas para los Oscar. A mí todavía me falta HER y la tengo muchas ganas.
Sigo perdida en el mundo de las series pero recogiendo información sobre ellas y recomendaciones buenas como las tuyas… algún día caerán…
¡Ha sido todo un placer volver a leerte!
Ya sabes que yo sigo siendo de teclado (ja, ja, ja… y si me apuras de señales de humo)… por eso no he caído en la tentanción de las redes sociales…
Besos desde uno oasis que no viene en los mapas
Hildy
¡¡Ya la vi!! Qué pelicula más bonita. Confieso que también lloré, y yo prácticamente nunca lloro en las películas. Y es que llega tan profundo en su sencillez… Tienes razón, Bruce Dern está increíble, igual que June Squibb. Es bonita bonita bonita. La música es deliciosa. Aaah, todo me encantó.
… Si es que es inevitable llorar, querida Carmen. Tan sencilla pero tan compleja y profunda. Y unos personajes tan bien dibujados… Tienes razón la banda sonora es una delicia. Es de esas películas que volveremos a ver en un futuro.
Y todos están estupendos desde los protagonistas hasta el más secundario de los secundarios pero… Bruce Dern está increíble.
Besos
Hildy
Querida Hildy,
una gran película esta «Nebraska». Y como dice Carmen, no solo Bruce Dern está increíble: June Squibb se come a cualquiera que comparta escena con ella. Tiene la sensatez y el decir las cosas a la cara que le faltan al resto de personajes. No he visto aún «Dallas buyers club» pero dudo que Matthew McConaughey esté mejor que Bruce Dern.
Besos.
Qué bueno Manel, leerte. Sí, Nebraska cuida muchísimo a cada uno de sus personajes… hasta los más fugaces. Todos están increibles. Pero Bruce Dern a mí me desarmó…
Yo tengo muchas ganas de ver a McConaughey en Dallas Buyers Club… que también me está dando gratas, gratas sorpresas.
Besos
Hild