Estos días he tenido ocasión para ver aquellas que no vi y otras que están en cartelera. Propuestas variadas y diferentes. De distintas nacionalidades y temáticas. Y todas con algo que destacar. Incluso empecé el año, en compañía, con atracón de películas…
Gente en sitios de Juan Cavestany
… Un tapiz de personajes y situaciones que mezcla el humor absurdo, la tragicomedia, lo fantástico o lo más real… que pinta un país desorientado. Juan Cavestany presenta una buena propuesta: una especie de libro audiovisual con relatos cinematográficos. Algunos de cosecha propia, otros… adaptaciones de determinados relatos literarios; otros, reflexiones y un reparto coral con una lista interminable de buenos actores y actrices españoles. Como en todo libro de relatos, en estos relatos filmicos hay unos que funcionan mejor y otros peor… pero el conjunto merece la pena pues es un reflejo de nuestro país. Un reflejo contemporáneo y crítico.
El mundo es nuestro de Alfonso Sánchez
Otra propuesta de cine patrio. Un cine que busca otras maneras de salir adelante tanto en la producción como en la distribuición. El mundo es nuestro transcurre en Sevilla y con un humor muy nuestro. Mezclando la reflexión social y política y un humor con ecos lejanos de un Berlanga o un Azcona presenta otra radiografía de un país en crisis y unos ciudadanos cansados e indignados ante la corrupción. Así El mundo es nuestro es una película sencilla (pero efectiva) de personajes (los personajes protagonistas ya eran conocidos por muchos en una serie en Internet) y situaciones que te hacen reír pero también reflexionar. Dos macarrillas disfrazados de nazarenos atracan una sucursal de banco (en ese momento están varios clientes y los empleados) en una calle sevillana… en ese mismo instante entra también un empresario arruinado y con una situación desesperada cargado de explosivos y dice que volará todo por los aires si no va la televisión para que pueda contar su situación. Esperpento, vodévil, muchas risas y humor… cargado de crítica política y social…
12 años de esclavitud de Steve McQueen
Durante el 2013 se ha tratado en el cine el tema de la esclavitud desde tres miradas muy diferentes: la de Tarantino y Django desencadenado, la de Lee Daniels y El mayordomo y la que nos ocupa. Cada una ha dejado sus reflexiones y su huella. McQueen toma un libro como fuente, unas memorias sobre un hombre negro libre (Solomon Northup) que fue secuestrado y vendido como esclavo. Su pesadilla duró 12 años. La diferencia con muchas víctimas —que no sabían ni leer ni escribir— es que él pudo contarlo, escribirlo y denunciarlo.
No sólo es el punto de vista: un hombre libre que sufre, de pronto, la esclavitud y tiene que sobrevivir y a la vez tratar de volver a su estado anterior… sino también la fuerza visual que imprime McQueen a la película y el alucinante uso que hace del sonido y de la música (sobre todo de las canciones). McQueen acierta tanto con la estructura de la historia, como con el empleo de imágenes que se quedan en la retina (ese hombre colgado con una soga en un árbol, tocando de puntillas el suelo, y en el fondo los demás compañeros de faena iniciando su vida cotidiana… como si fuera invisible o más bien con un espíritu de derrota, de no es posible hacer nada). Pero también es impresionante la composición de personajes. Así es increíble tanto la interpretación del protagonista, Chiwetel Ejiofor (recuerdo lo que me impresionó hace años en Negocios ocultos de Stephen Frears) o el papel de propietario y esclavista desequilibrado con el rostro del actor fetiche de McQueen, Michael Fassbender (lo reconozco, me gusta cada vez más).
La gran belleza de Paolo Sorrentino
El escritor Jep Gambardella (espectacular e hipnótico Toni Servillo) nos recuerda a un Marcello Rubini (Marcello Mastroianni, sin adjetivos) que se ha hecho mayor y sigue, sin embargo, pululando por la noche romana consciente de su propia decadencia y desgaste como de la de todos los que le rodean. La gran belleza es una dolce vita del siglo XXI. Aun así, él sigue buscando aquello que le haga de nuevo escribir una segunda novela, la gran belleza. Mientras, es un periodista cínico capaz de burlarse de sí mismo o de artistas que realizan perfomances a lo Marina Abramovic o de abrir los ojos (sin piedad y con crueldad) de una amiga que se tilda rebelde, o de charlar con una monja tremendamente anciana… Es cruel y tierno. Despreciable y triste. Interesante y frívolo. Divertido y patético. Sabio y estúpido. Playboy y romántico… Jep se siente cada vez más mayor y desencantado pero no puede a la vez dejar la noche… Roma le atrapa. Una Roma nocturna llena de personajes singulares… Y Sorrentino atrapa a los espectadores con una fuerza visual hipnótica y una música que envuelve. Y logra captar la gran belleza, esa que convive también con lo sórdido, con lo decadente, con la nada…
La noche más oscura de Kathryn Bigelow
Mucho había leido sobre ella y mucho me apetecía. La trayectoria de Bigelow la he ido siguiendo y es cierto que domina los recursos para saber contar una historia cinematográficamente y contarla muy bien. Además no cuenta ni historias ni situaciones fáciles. Su cine plantea un mundo complejo, contradictorio, violento, complicado… sus películas no son planas sino que pone sobre la mesa temas difíciles. Y un punto de vista incómodo. Su mirada exige que el espectador vea, reflexione, interprete, se posicione… por eso genera debate, controversia, discusiones apasionadas…
Kathryn Bigelow, como si fuese una periodista de investigación, ofrece el reportaje sobre cómo durante diez años la CIA (y pone la mirada en la fría agente Maya) trató de dar ‘caza’ (y éste es el sustantivo que hay que emplear) a Bin Laden y cómo finalmente a las 00.30 del 2 de mayo de 2011, un grupo de marines entró a la residencia de Bin Laden en Pakistán matándole… sin derecho alguno a réplica. Proporciona el relato visual de lo que observaban Obama y compañía en esa foto que dio la vuelta al mundo… Lo que cuenta y cómo lo cuenta no es un relato cómodo y contiene lecturas escalofriantes… al igual que toda la investigación durante años de la CIA y sus relaciones con las distintas administraciones en el poder. Nada es blanco, ni negro… ni siquiera gris. La mirada de Bigelow no es amable.
La cabaña en el bosque de Drew Goddard
Hay películas que proponen un juego fílmico… y La cabaña en el bosque es una de esas películas. Se disfruta mucho más si se tienen varias nociones, claves y reglas del género cine de terror. Porque lo que propone Goddard es una vuelta de tuerca a las películas de grupo de jóvenes adolescentes que van a una cabaña aislada… e implica al espectador y trata de dar una explicación muy especial a la necesidad del ser humano de experimentar miedo, de ver en pantalla monstruos horribles y muertes violentas… Para disfrutar de La cabaña en el bosque lo mejor es entrar en ella con el factor sorpresa y entrar en su juego. Entretenida además es un rato. Los guiños son continuos pero también es metacine, cine dentro del cine. Una reflexión sobre la necesidad de ser ‘consumidores’ de historias de terror…
Frozen. El reino del hielo de Chris Buck y Jennifer Lee
El mundo Disney rescata otro cuento de Andersen pero lo pasa por su pátina… y lo convierte en un relato sobre el amor verdadero entre dos hermanas (ampliando la colección de princesas de fuerte personalidad). Frozen es un musical animado con muchas dosis de aventuras, ritmo y buenos personajes así como la creación de un mundo animado que hipnotiza, con magia… un reino de las nieves apasionante. Frozen rescata la esencia de los cuentos de siempre con la presencia del bien, el mal, lo oscuro, lo bello, la muerte, la vida, la tragedia, lo bello, lo triste, los obstáculos, la superación de lo imposible… y lo mágico. Y los dos personajes que conquistaron el corazón de la presente no fueron las princesas o los príncipes y demás caballeros… sino un reno y un muñeco de nieve…
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
para mi «la gran belleza» es la película del año… hasta su estreno lo fue «la noche más oscura»… y las tuyas ???
nota – también me quedo de las estrenada a aquí con: antes del anochecer, mud, spring breakers, django desencadenado, to the wonder y the master (aún tengo pendientes la vida de adéle, entre otras)
¡Bienvenido Josep!
Gracias por tu lista.
Yo todavía no he elaborado la mía. Me gusta nombrar las que de alguna manera me han dejado ‘tocada’ al salir del cine.
Coincido en varias contigo. Mud o The Master las he disfrutado mucho.
La gran belleza la acabo de ver y me ha sorprendido muy gratamente.
Me dejó tocada En otro país o Erasé una vez en Anatolia.
En cuanto documentales me quedo con Nostalgia de la luz (que no es de este año pero es cuando se ha estrenado aquí y tuve oportunidad de verlo) o La casa de Emak Bakia. O Searching for sugar man
Me deslumbró Anna Karenina…
… Sigo fiel a Woody Allen y su Blue Jasmine me convenció.
… Soy fiel también a la trilogía de Linklater.
… Y te diría un montón de escenas de otras películas que se me quedaron… creo que para no marcharse…
Besos
Hildy
Uf, todo un atracón, sí. ¿Me crees si te digo que no he visto ninguna de ellas?
Me centraré en tres: la de McQueen no me ha atraído nada: ¿de verdad aporta algo que no se haya contado ya mil veces? La de Sorrentino, ¿de verdad aporta algo que no contara Fellini, no sólo en «La dolce vita», sino también en «Roma»? Bigelow, es verdad, es una cineasta contundente, pero sus guionistas no lo son, y sus películas son duras por fuera pero están llenas de huecos por dentro. «En tierra hostil» me interesó tan tan poco, se me hizo tan tan distante, eligió un punto de vista que me importaba tan tan escasamente, que no me dejó ganas de ver otra de las suyas. Prefiero las antiguas, como «Días extraños».
De todas las que nombras, la que más me apetece, y la tengo en cola, es «El mundo es nuestro».
Besos
Mi querido Alfredo: la de Sorrentino aporta unas imágenes bellísimas, una Roma espectacular y un personaje potente (rodeado de otros personajes y rostros alucinantes). Efectivamente tiene influencia del Fellini de La dolce vita y Roma… pero es Sorrentino y se nota. No es una imitación de estilo e historia, sí una referencia. E incluso homenajea a su manera a Fellini. ¿Recuerdas la escena de Roma de la Magnani haciendo de Magnani? Pues Sorrentino pasea por las calles de Roma a Fanny Ardant haciendo de Fanny Ardant…
12 años de esclavitud me parece una propuesta interesantísima sobre cómo narrar un tema determinado y Steve Mcqueen realiza un dominio de la narración cinematográfica y de la puesta en escena increíble. Además 12 años forma parte de una trilogía sobre la esclavitud que hemos podido ver este año…
La de la Bigelow me ha parecido bastante interesante… un relato periodísitico, frío y distante con un buen sentido del ritmo… pero ideal para plantear preguntas, debates y largas tertulias tras su visionado.
Y El mundo es nuestro… te ríes muchísimo pero también te entran unas ganas enormes de llorar por la radiografía que presenta…
Besos mientras hago la digestión después del atracón…
Hildy
Pero bueeeeeno Hildy. Menudo atracón no de polvorones sino de cine….He visto pocas. La de los 12 años mmmm sí pero no. Aunque tiene buenos momentos como ese en el que se nos explica x qué existe el gospel y los cantos espirituales mirando al cielo.
Y la de Bigelow…potente pero tengo que volver a verla. Me generó alguna duda. Preguntas como tu bien dices. Las otras no las he visto. Tomo nota. Un abrazo
Ja, ja, ja… todavía estoy con la digestión, querido Victor, aunque feliz porque este tipo de atracones no provoca colesterol ni añade kilos. Tan solo altera un poco a las neuronas…
Sí, la escena que señalas de 12 años de esclavitud es otro de los momentos claves de la película. A mí la propuesta me interesó bastante. Otro de los momentos es cuando el capataz con rostro de Paul Dano empieza a cantar una canción y van surgiendo paralelamente las imágenes de la ‘nueva’ vida del protagonista… y cómo la letra de la canción se transforma en algo todavía más espeluznante…
Y la de Bigelow propone diversas preguntas y miradas. Es una película incómoda, muy incómoda. La noche de los oscar triunfó Argo que era la mirada ‘más hollywoodiense’ y en cierto sentido amable de la CIA. Y venció a La noche más oscura que mostraba una visión más fría, más incómoda, más compleja y contradictoria del mismo organismo. Poco tiene que ver el agente de la CIA de Argo con la agente de La noche más oscura… no pueden ser más distintos… Y poco tienen que ver las operaciones que se llevan a cabo…
Besos
Hildy
No veas hija lo contentos que deben estar los del cine y los de las palomitas (¿comes palomitas?)Yo solo he ido a ver la última de los Coen y la verdad,me quedé bastante frío, y eso que la peli está rodada en lugares fríos a lo Fargo,pero sin la gracia de ésta.Tiene situaciones geniales, pero muy pocas.Ay,cada vez me gusta menos el cine y más leer. Te cuento una anécdota. Ayer saliendo del cine resbalé en uno de los pasillos con un resto de Coca-Cola, porque no veas cómo dejan las salas aquí, parece el final del mundo.Padres,abuelos e hijos, todos dejan sala hecha una asco,hija.
Muchos besos, de verdad.
¡Me cachis, mi querido Francisco, con lo que me apetece la película de los Coennnn! Y lo frío que te ha dejado… Ay, ay, ay… Ya te contaré pronto.
¡No como palomitas, rey mío! Aparte si ya compro coca cola y palomitas me arruino (con la droga del cine ya me basta)… Yo cada vez voy más a los cines que me hacen descuento con carnés o días especiales, je, je, je… De todas formas, soy más de patata frita…
¿Te caíste como Charlot…?¿Te rescató una de las abuelillas que iba con sus nietos?¿No estaba por ahí superman con la fregona…? ¿Te hiciste daño?… Pobre Francisco mío…
Bueno, me tranquiliza saber que estarás ahora en un sillón con una buena novela o un buen libro de relatos.
Por cierto aprovecho tus conocimientos ¿conoces a una escritora italiana que se llama Dacia Maraini? Me ha llamado la atención un libro de relatos… ¿me la recomiendas?
Un beso
Hildy
Pues sí, conozco su obra y creo que me gusta más que la Munro, que también me gusta mucho. La Maraini es más guerrera y más frontal contra las chapuzas de la vida.Te la recomiendo mucho. Y sí, me caí, pero por suerte no había ya nadie. Tengo el hábito de salir de la sala cuando ya no queda nadie,porque aunque no te lo creas,me gusta leer los primeros títulos de crédito.Allí te sale los lugares donde fueron rodadas según qué escenas y todo eso.Es una costumbre que tengo desde mi adolescencia. Pues mi culera se mojó de Coca-Cola,¡qué asco!a la vez que sonaba una canción folk de la peli de los Coen.¡Joder! ¡Que me pase a mí esto! Grité.Mi compañera no paraba de reír. ¿Superman con la fregona? ¡Qué va! Unas pobres chicas resignadas con un contrato basura,hija, recogiendo toda esa porquería. Tendrías que ver esas palomitas de colores mojadas; quedan pegadas en el suelo…
Ya me contarás qué te ha parecido la Maraini.
Besos y más besos,mi querida Hildy.
A esto se le llama un verdadero atracón cinematográfico, ¡claro que sí! No he visto ninguna…. Espero que tengas un año estupendo y que se cumplan los sueños este 2014 Feliz año!
Muchas gracias, Francisco, voy a encargar el de la Maraini. Mientras me lo traen y me lo leo tardaré un poquito… pero seguro que te digo o escribo algo porque me he enterado que era también guionista y creo que conocía a Pasolini…
Besos y más besos…
Hildy
Querido Marcos… Feliz año, qué ilusión leerte. Nos seguiremos leyendo entre versos y fotogramas.
Un beso
Hildy
Qué lista, qué envidia, qué suerte. Mi dedicación navideña al cine ha sido poco, vaivén incansable de visitas, de quedar, de celebrar… y de niños, por supuesto. «La noche más oscura» es el único título del que puedo compartir opinión, ya lo sabes. Del resto nada y tanto la de Steve McQueen (aún deslumbrado estoy por «Shame») como la de Sorrentino o «Gente en sitios» de de Juan Cavestany están entre lo que me apetece mucho ver. En realidad, entre lo que me gustaría ya haber visto: el cine no se acaba nunca.
Saludos.
Querido Licantropunk, como bien dices el cine no se acaba nunca y las películas siempre nos esperan.
… yo también quedé deslumbrada por Shame.
Y estoy segura que tanto La gran belleza como Gente en sitios las vas a disfrutar.
Un beso enorme
Hildy