Hermanos en el cine: dos o más… (y tercera parte)

americanhistoryx

Muchas son las películas donde los protagonistas son hermanos. Y protagonizan todas las modalidades y todos los géneros posibles. Hay hermanos que dan risa, otros nos hacen llorar. Algunos se aman, otros se hacen daño y otros se aman y se odian a la vez. Algunos se admiran entre sí o se decepcionan los unos con los otros. El de más allá recuerda y el de más acá siente nostalgia. Protagonizan cine negro, cine cómico, cine musical, melodrama… Y muchos se han convertido en inolvidables.

Así de manera desordenada vienen un montón de hermanos de ficción a mi cabeza. Los más recientes que habitan en mi cabeza son dos hermanos de vidas complejas y torturadas. No pueden evitar hacerse muchísimo daño porque habitan en un ‘sitio oscuro’ pero también se quieren y por ello sufren más el uno por el otro. Ninguno de los dos puede ser feliz y sobrevive cada uno como puede. Los dos son autodestructivos e incapaces de llevar las riendas emocionales de sus vidas. Se llaman Brandon y Sissy y vivimos con ellos unos días en Nueva York en Shame de Steve McQueen.

O también reciente es el retrato de dos hermanas que esperan de maneras muy diferentes el fin del mundo. El planeta Melancolía se estrella contra el mundo. Y es muy diferente, la fragilidad y vulnerabilidad de Justine, que desde su continua depresión y desorden emocional ya lo da todo por perdido luego se hace fuerte ante el final y el caos, y la seguridad y vida controlada de Claire que de pronto ve como toda su vida ordenada se desmorona y se le escapa todo de las manos.

Siguiendo con Kirsten Dunst que era el rostro de una de las hermanas ficticias que Lar von Triers llevó a las pantallas, vemos como también su rostro acompañaba a una de las hermanas de la familia Lisbon. Cinco hermanas perfectas y bellas de las que se enamoraban todos los chicos de barrio… pero que se convertían, sin explicación alguna, en las vírgenes suicidas.

Pero siguiendo también la estela del cine danés recuerdo la penúltima película de Thomas Vinterberg, Submarino, donde el director diseccionaba la dura historia de dos hermanos que viven un hecho traumático en su infancia que marca sus vidas para siempre. Impresionante. Por otra parte la realizadora Susanne Bier nos también la historia de dos narra en Hermanos. Uno de ellos, con su vida organizada y feliz tiene que irse a la guerra de Afganistán y el otro que llevaba una vida sin rumbo, el hermano pequeño, ante tal situación se responsabiliza de la familia de su hermano. Cuando el hermano, roto por una experiencia traumática en la guerra, regresa al hogar… estalla el conflicto.

Pero quiero ahora marcharme a la comedia. Y entonces la última comedia romántica que me ha gustado y mucho es El amigo de mi hermana. Donde se nos cuenta un fin de semana de enredos en una casa en la montaña. Los protagonistas son dos hermanas y el amigo de una de ellas.

Y siguiendo la estela de la alegría recuerdo uno de los musicales que más vi cuando era pequeña y que más me gustaba: Siete novias para siete hermanos. Me parecía el colmo de lo divertido esa casa en la montaña con siete rudos hermanos pero encantadores y cómo secuestran a las chicas de sus sueños y además las enamoran… Y mientras números musicales y canciones que me encantaban. Tanto es así que mis padres casi todos los domingos me despertaban con un disco de vinilo con la banda sonora de la película.

El cine clásico, el de blanco y negro, también nos regaló retratos inolvidables de hermanos. Recuerdo una de mis películas favoritas La ley del silencio y una de las tramas que más me gustan: la relación entre Terry, el boxeador fracasado, con su hermano mayor, Charlie, que trabaja para el gánster más poderoso del puerto. O me viene a la cabeza una cinta de cine negro La fuerza del destino donde Joe Morse, abogado que trabaja para un mafioso, tiene que perjudicar a su hermano mayor que lleva una pequeña casa de apuestas.

Otro filón para películas de distinta índole, normalmente de terror o misterio pero también para la risa son los hermanos gemelos. Así Robert Siodmak nos dejó A través del espejo con una Olivia de Havilland desdoblada en dos hermanas gemelas muy diferentes. O Cronenberg nos dejaba la inquietante Inseparables con dos hermanos gemelos pero antagónicos en sus personalidades. O la película de Walt Disney Tú a Boston y yo a California donde dos hermanas gemelas, que no se conocían porque al divorciarse sus padres cada uno se comprometió con el cuidado de una de sus hijas, se reencuentran en un campamento de verano y deciden que tienen un único objetivo: que sus padres vuelvan a enamorarse. En el terreno de comedia Fernando Trueba rizó el rizo y cuenta en Two Much la historia de un hombre que decide inventarse un gemelo para así poder seducir a dos hermanas (una es su novia y de la otra está enamorado).

Tampoco se olvidan las películas que rememoran la historia bíblica de Caín y Abel y uno de sus mejores ejemplos sin duda es Al este del edén de Elia Kazan donde vemos la compleja historia entre Cal y Aaron. El momento del conflicto estalla en un momento histórico convulso, antes de la intervención de EEUU en la Primera Guerra Mundial. Y esa relación es compleja porque ni Caín es tan malo ni Abel tan bueno, son dos jóvenes con sus partes luminosas y sus partes oscuras. Y para entender esa relación hay que comprender su infancia y la relación de ambos con su estricto padre.

Y otra forma de contar una historia es el de un hermano, normalmente el pequeño, que rememora su relación con el hermano más mayor (o también puede ser al contrario pero no es lo más normal). Así hace poco rescatamos del viejo baúl de películas Su propio infierno de John Frankenheimer donde nos cuenta cómo un joven adolescente va descubriendo el rostro oscuro de su hermano mayor al que admira desde siempre. También recuerdo otra película que me fascina La ley de la calle de Francis Ford Coppola donde un adolescente siempre habla con admiración de su hermano mayor, el chico de la moto y líder de las pandillas del barrio. Robert Redford dirigió la nostálgica El río de la vida donde somos testigos de la vida de dos hermanos, hijos de un pastor protestante, que llevan vidas bien diferentes pero unidos por una afición: la pesca. Malick dirigió Días del cielo narrada desde el punto de vista de una niña, Linda, que viaja con su hermano mayor Bill y la pareja de éste durante los duros años de la Depresión. O recuerdo también Propiedad condenada donde la narradora es otra niña que rememora la trágica historia, también en tiempos de Depresión, de su hermana mayor. Edward Furlong protagonizó dos películas como hermano pequeño que admira a su hermano mayor pero en unos contextos muy complejos. Una fue American History X donde su hermano mayor era un neonazi que termina en prisión y cuando regresa no quiere que su hermano pequeño siga sus mismos pasos. La otra se trata de Cuestión de sangre donde su hermano mayor es un asesino profesional.

Los hermanos de ficción dan para muchas buenas historias… y las que quedan por contar…

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

8 comentarios en “Hermanos en el cine: dos o más… (y tercera parte)

  1. Y «Rainman» de Barry Levinson, ¿no?, ja, ja. O sea, la que me ha venido a la cabeza de súbito después de leer tu extensa colección de títulos, que no tiene desperdicio, por cierto. Bueno, menos la de Disney y la de Trueba, me temo…
    Saludos.

  2. Para esto,»El rey Lear» de Shakespeare ha sido un verdadero filón: «Odio entre hermanos», de Mankiewicz (soberbia), su remake en clave de western, «Lanza rota», de Dmytryk, o «Ran» de Kurosawa, o «Heredarás la tierra»… «Los hermanos Karamazov» de Brooks (¿ves como al final si que iban a salir?), los hermanos Dalton, los hermanos Earp y los Clanton (cualquier versión del duelo de O.K. Corral), «Las hermanas Bolena», «Rocco y sus hermanos», incluso Ermanno Olmi… (perdona por el chiste…).
    Besos fraternales

  3. Es tupenmdo recorrido Hildy. Me refresca algunas películas como proiedad condenada, a la que tengo gran aprecio, con aquella Natalie Extraordinaria. Desde luego el tema da para mucho. Y tal y como afirmas es capital en la hiostoria del cine. Podrían ponerse muchos ejemplos desde los Marx hasta los Warner, que como sabes tuvieron una divertida y alocada historia a propósito del uso de los derechos del concepto «brothers». Groucho decía que había que mirar pero, que los hermanos Marx eran Brothers artísticamente antes que los Warner. La cuestión era chinchar con ingenio, supongo.
    Y antes de que se me adelante Alfredo, decir que la enésima omisión de los hermanos Ozores me parece intolerable jaja. Un abrazo

  4. Ja, ja, ja… Licantropunk… la de Disney es remembranza de tiempos infantiles. Y la de Rainman… buen ejemplo de cine de hermanos. Ja, ja, ja… la de Trueba la vi en su momento y recuerdo que me hizo pasar el rato.

    Beso
    Hildy

  5. Me apunto ahora mismo Odio entre hermanos, me apetece mucho. Maravillosa la ampliación de la lista chiste incluido.
    Los Karamazov imprescindibles… menudo Yul Brynner.

    Besos
    Hildy

  6. ¡Qué cruel he sido con los hermanos Ozores… pero han sido a la vez tan recordados, que se me quita un poco la mala conciencia!
    Propiedad condenada tenía muchas sorpresas entre otras ver cómo los inicios de Charles Bronson como actor no fue precisamente de justiciero… tiene unos inicios muy pero que muy atractivos.
    Y es que los hermanos dan para mucho.

    Besos
    Hildy

  7. Bueno, no perderse a Bronson cuando era Charles Buchinski en películas como «Los crímenes del museo de cera», de André de Toth, como secuaz sordomudo de Vincent Price…

    ¡Ozores forever!

    Más besos

  8. Ay vi hace nada la de los crímenes del museo de cera pero la de los años 30 ¡dirigida por Michael Curtiz! La disfruté muchísimo y me pareció toda una joya pre-code… Pero sí en la de De Toth se reconoce totalmente a Charles Buchinski…

    Besos
    Hildy

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.