La forma del agua (The shape of water, 2017) de Guillermo del Toro

La forma del agua

El hombre anfibio y la sirena varada… en la sala de cine.

En el cuento de La Sirenita de Hans Christian Andersen, su protagonista quiere alejarse del mar, desprenderse de su cola, conseguir dos piernas para seguir, enamorada, a un joven príncipe al que salva de un naufragio, que además finalmente no la corresponderá. Y consigue lo que quiere a través de la hechicera del mar, pero a cambio de grandes sacrificios. Y uno de ellos es que la deja sin voz. En La forma del agua Elisa Esposito (Sally Hawkins) es una mujer de la limpieza muda, no tiene voz… y tiene piernas, además de unas cicatrices en el cuello. La encontraron al lado del agua. Elisa Esposito se comunica por la lengua de signos… y un día en un laboratorio secreto del Gobierno donde trabaja conocerá a su alma gemela, una criatura del agua, una especie de hombre-anfibio fuera de su hábitat, donde era considerado un dios (porque tiene poderes y cualidades milagrosas, mágicas)… en la selva amazónica. Y Elisa Esposito no solo logra comunicarse con él, sino también enamorarse y ser correspondida. El cuento de La Sirenita al revés…, una sirenita varada que vuelve a su orígenes.

Pero además Guillermo del Toro no solo regala un hermoso cuento, en el que puedes creer en él desde el minuto uno, sino que realiza una hermosa oda de amor al cine. No podía ser de otra manera que una de las secuencias más hermosas sea cuando el hombre-anfibio encuentra su refugio en una hermosa y decadente sala de cine vacía donde se proyecta La historia de Ruth de Henry Koster. Y ahí va a buscarlo Elisa. Porque Elisa y su vecino homosexual, Giles, viven al lado de la sala de cine. De hecho el dueño de la sala es su casero. Una sala de cine que se cae a pedazos, que vivió otros momentos de esplendor, pero que sigue programando y proyectando… Sueños de cine, como los que tienen Giles y Elisa frente al pequeño televisor con Shirley Temple o Alice Faye. Y es que a Elisa le gustan los musicales y siempre se queda con distintos pasos… Porque ella no deja de buscar nunca un camino de baldosas amarillas que la lleve a encontrar aquel ser vivo que la haga sentir. No duda en comprarse unos zapatitos rojos. Ni tampoco en tratar de expresar su amor, como si se encontrara dentro de un musical de Ginger Rogers y Fred Astaire.

Además Guillermo del Toro que se alimentó de películas de monstruos en la infancia, aquí da la mano al hombre-anfibio, a la bestia, y empatiza con él para ofrecerle su historia de amor. Y es que la chica sí se va enamorar de la bestia, del monstruo. Desde el primer momento. Así como King Kong no consigue a la dama rubia y su historia de amor es trágica, ni tampoco el referente más evidente de este hombre anfibio, que es el ser acuático de La mujer y el monstruo de Jack Arnold, logra que la heroína morena (Julia Adams) suspire de amor por él…., el director mexicano permite que su hombre anfibio sí sea correspondido. Y es que Elisa Esposito no espera besar a la bestia y que surja el príncipe o amar al sapo y que se transforme en un hombre bello. No, Elisa se enamora totalmente del hombre-anfibio sin querer que cambie o se transforme.

Y como La forma del agua es un hermoso cuento. Hay personajes muy buenos y personajes muy, pero que muy malos… y todos viven en la América de los 60 en un periodo turbulento social y políticamente donde además se vive la paranoia de la Guerra Fría. Así los buenos forman parte de las minorías que están en plena lucha por sus derechos: el vecino gay (Richard Jenkins), que es un buen ilustrador, o la mujer de la limpieza negra (Octavia Spencer), que siempre se queja sabiamente del esposo. El malo malísimo es un funcionario militar (Michael Shannon), que trajo a la criatura del pantano, y que representa el sueño americano (con todas sus sombras y represiones): vive en una urbanización perfecta, tiene una esposa perfecta, dos niños perfectos… y aspira a comprarse el mejor coche, a cumplir sus objetivos y a no fracasar. Pero algo huele a podrido en su interior, como dos de sus dedos que se le van ennegreciendo. También hay personajes con claro-oscuros, que echan una mano a los protagonistas, como el doctor Robert Hoffstetler (Michael Stuhlbarg), un científico-espía, que termina decantándose por la maravilla extraña que es el hombre-anfibio… y traiciona a soviéticos y americanos por amor a la ciencia.

La forma del agua no solo te sumerge en ella, sino que todo flota o baila, con música de fondo de discos de vinilo, unos huevos cocidos, unas tartas de lima sin terminar, unos zapatitos rojos, unas ilustraciones preciosas, un tanque lleno de agua, una bañera, una sala de cine vacía, una televisión siempre encendida… y unas gotas de lluvia tras el cristal.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

12 comentarios en “La forma del agua (The shape of water, 2017) de Guillermo del Toro

  1. El patito feo, La sirenita, La bella y la bestia, La mujer y el monstruo, Hijos de un dios menor, 1 2 3 Splash!… No me ha gustado, mi querida Hildy, nada de nada. Pueril, ñoña, simplona, previsible, sensiblera, infantiloide, simplona… Además de una, a priori, justificada denuncia por plagio. Nunca he empatizado con el cine de Del Toro, me parece un bluf tremendo, pero esto es ya el colmo. Apenas dos virtudes: una, la secuencia que has escogido para ilustrar tu texto; dos, el cambio de forma de rodar según a qué personajes se dedique la escena, con la cámara fluctuando en círculos y ondas cuando se trata de los personajes positivos, o bien estática cuando se trata de los negativos. Demasiado poco, para mí. Una de las peores películas que han ganado el Óscar últimamente (y mira cómo han estado las cosas últimamente…; me refiero desde hace unos treinta y cinco años hacia aquí, brrr…).

    Besos

  2. Mi querida Hildy, La forma del agua, dibuja perfectamente mi decisión de abandonar el blog, es decir, que uno se pone a escribir sobre lo que te gusta y te ponen a parir. No voy a entrar en este círculo vicioso que es el tema de internet y su falsa democratización; el aceptar que todo el mundo puede opinar, aunque no tengan la menor idea de lo que dicen. Últimamente veo mucha mala leche, mucha violencia reprimida a la hora de comentar los gustos de los otros, en fin. Ahora viene La forma del agua. Indistintamente si te ha gustado o no, veo, por ejemplo, que a los que le han gustado, son tratados de subnormales, de estúpidos. Si hacemos un repaso a lo largo de la historia de la humanidad y sus artes, veremos que el tema de la atracción por el monstruo es bien antiguo. No voy a exponer aquí todo eso porque sería largo, pero no tedioso, de verdad. Desde Homero, pasando por las fábulas de Esopo, Fedro, La Fontaine, El asno de oro de Apuleyo, La Bella y la Bestia de la escritora francesa Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve en 1740, King Kong, la clásica El monstruo del pantano, que tanto bebe La forma del agua, y un larguísimo etcétera, ¿por qué nos parece tan despiadado ahora la película de Guillermo del Toro? Es más, el personaje femenino no es humano, por alguna misteriosa razón le ocultaron su verdadero origen. Ella se masturba dentro de la bañera. Ella se siente atraída, fascinada por el agua, que no es tan malo como lo que sucede en las peores redes sociales. Ya te digo, amiga mía; si esta misma película se hubiese realizado en los años cincuenta, en blanco y negro y con la intervención de Peter Cushing, ahora la inopia cinéfila la convertiría en clásico de serie B.

    Si me ha gustado o no, es solo cosa mía, mi querida Hildy, pero creo que todo lo que te he expuesto aquí ha sido motivado por tu excelente texto.

    Besos desde este día lluvioso.

  3. Mi querido Alfredo, a mí sí me gustó mucho cómo Guillermo del Toro me contaba este cuento. Y yo te reconozco que desde el primer momento me metí en esta historia y no me desilusionó nada de nada. Me metí en esa historia… y todos sus ecos. Y te juro que salí contenta, porque había asistido a un cuento que me había hecho disfrutar, y que además vomitaba mucho amor al cine. Sí, he leído lo de sus denuncias por plagio (por una parte de un cortometraje, y por otro de una obra literaria de Paul Zindel, el autor de El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas) y también algunas declaraciones del director defendiéndose. Sí, La forma del agua además es una obra cinematográfica hasta arriba de referencias cinematográficas y literarias.
    También te confieso que Guillermo del Toro tampoco era un director que me entusiasmara. Recuerdo que la primera vez que entré en contacto con él fue con Cronos… y lo pasé fatal con ella. Y no me quedaron muchas ganas de disfrutar su obra. Pero luego volví a él con El laberinto del fauno, y me resultó interesante el análisis de esta película. Me enganchó a este director. Luego me gustó mucho La cumbre escarlata… y ahora La forma del agua.

    Beso
    Hildy

  4. Querido, querido Francisco, sí, a mí me gustó La forma del agua… y perseguir esa estela que tan bien desgranas sobre la tradición literaria y cinematográfica sobre la fascinación por el monstruo… con el elemento mágico de fondo.
    Trato de exponer (gracias por el piropo al texto) los motivos por los que la película logró hipnotizarme y dejarme una sonrisa a la salida de la sala. Y trato de exponerlos, sin parecer una tontorrona. Ay, mi querido Francisco, y me lo paso tan tan bien.
    Lo bonito de analizar una película y comentarla es lo que hacemos aquí: podemos exponer nuestros motivos, nuestra mirada y explicar el porqué nos ha gustado o el porqué nos ha horrorizado. Analizar y debatir. Enriquecernos y aprender de otros puntos de vista… ¡Y seguir tan amigos y tan apasionados por el cine!

    Un beso enorme
    Hildy

  5. Si sirve de algo esta película es para reivindicar hoy más que nunca a uno de los más grandes de la serie B de los 50: JACK ARNOLD.

  6. Querido Jose, efectivamente, a veces una película guste o no guste (igual que un libro) puede abrir una puerta a una referencia cinematográfica o literaria que desconocías y descubrirla de lleno. Y, sí, entre todas las referencias de La forma del agua, hay una clara la del director de cine Jack Arnold. A mí me quedan obras por descubrir de su filmografía, pero he podido disfrutar ya de Vinieron del espacio, La mujer y el monstruo, Sangre en el rancho y El increíble hombre menguante. Y todas tienen un análisis apasionante.

    Beso
    Hildy

  7. Ya has visto algunos títulos clave. Cuando puedas intenta ver «La venganza de la criatura» , «Hijos del espacio», «Monster of the campus», «Tarantula» o «regreso a la tierra» entre otras delicias.

  8. Querido Jose, milmilgracias, tomo nota de todos los títulos que me recomiendas de Arnold. Qué alegria poder descubrir más títulos.

    Beso
    Hildy

  9. Querida Hildy: me gustó ‘La forma del agua’, aunque ni me parece una película de Oscar ni tampoco la mejor de Guillermo Del Toro. Funciona muy bien como cuento de fantasía, es agradable dejarse llevar por su ensoñación, y aunque el mexicano bordea la cursilería, sostiene el pulso añadiendo gotas de humor negro, sexo y violencia. Por cierto que el sexo en el caso de Elisa me parece totalmente justificado, y la solución para «acoplarla» con el monstruo es la mar de elegante. Sí, he dicho «mar».

    Me gustó el personaje de Michael Shannon (que sea plano no quiere decir que sea esquemático o simple), así como la atmósfera y los escenarios que describes en el post. No me gustaron los subrayados de Del Toro hacia la defensa de las minorías (lo de la pareja de afroamericanos es de una casualidad ridícula) ni tampoco la famosa escena del baile en blanco y negro, que me empalagó demasiado (además, no se define como romántica tipo Astaire/Rogers ni como divertida tipo ‘El jovencito Frankenstein’).

    Lo dicho, una buena película que queda lejos de ser redonda y a la que tal vez le perjudique, justamente, haber ganado el Oscar…

  10. Mi querido Víctor, qué alegría leerte de nuevo por aquí. Sí, a mí también me pareció un precioso cuento y un homenaje al cine clásico, más bien un canto de amor. ¡Y, sí, qué bueno es Michael Shannon… su malvado es oscuro, retorcido… y da mucho miedo! Yo creo que es un cuento cinematográfico muy pero que muy bien contado. Ay, a mí la escena de baile me llegó, quizá estaba ya tan metida en el universo de la película, que ya no paraba de bailar…

    ¡Te sigo! Y veo que continuas con tu superciclo de Truffaut.

    Beso
    Hildy

  11. Me fascinó la película de principio a fin. Hasta que he leído tu reseña, no me ha había dado cuenta de la relación con «La sirenita».
    Preciosa entrada. Da gusto leerte.
    Alberto Mrteh (El zoco del escriba)

  12. Sí, querido Alberto, a mí también me fascinó. Entré plenamente en este cuento cinematográfico. La disfruté muchísimo y también me pareció un canto al cine… Era de esas películas que no querías que acabase… Cuando vi el personaje mudo de Elisa me vino a la cabeza La sirenita.

    Beso
    Hildy

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