Diccionario cinematográfico (240). Tijeras

Tijeras de podar tampoco faltan en el cine…

Pues estaba pensando en un artículo que recopilara ciertos thrillers de los noventas con contenido erótico, cuando me topé con una de las películas de Sharon Stone, antes del pelotazo de Instinto Básico, que aquí se conoce como Secretos íntimos, pero su título en inglés es Scissors… Nuestra protagonista aparece comprando unas tijeras en la secuencia de inicio, pues arregla muñecas antiguas, y le sirven posteriormente para defenderse de una violación en el ascensor… Bien que se las clava en el muslo al agresor… No se podía titular de otra manera. Rara, rara, rara…

Y me doy cuenta entonces de que las tijeras son de los más cinematográfico. Una película, amiga de este diccionario, porque me ha servido para ilustrar un montón de palabras tampoco puede faltar aquí: Eduardo Manostijeras, ese cuento de Tim Burton, con un ser distinto y del mundo de la fantasía que tiene en lugar de dedos… tijeras. Y corta de maravilla tanto pelos como jardines.

Pero las tijeras son objeto de suspense nunca mejor dicho. Hay dos momentos clásicos memorables. Uno, en la película de Robert Siodmak: en A través del espejo. Los instintos asesinos de una gemela vuelven a despertarse con unas tijeras encima de una mesa. Pero, como siempre, fue el maestro del suspense quien supo poner de los nervios a los espectadores con unas tijeras también en un despacho en Crimen perfecto, único objeto cotidiano del que puede apropiarse una dama en apuros para defenderse de una muerte segura. Seguimos con el suspense, y tampoco se puede olvidar a esa mujer trastornada y obsesionada por un hombre que rasga con unas tijeras un retrato… en la primera película de Clint Eastwood como director: Escalofrío en la noche.

También las tijeras tienen protagonismo en un diálogo de esos que no olvidas en una película de Terry Gilliam que me gusta, El rey pescador. Un sin hogar en silla de ruedas con la cara de Tom Waits explica al protagonista su función en la sociedad mientras pide limosna en Grand Central Station:

«Si paga, no tiene que mirar. Un tipo trabaja ocho horas al día, siete días por semana. Si le hinchan las pelota, empieza a dudar de la naturaleza de su existencia. Un día a punto de salir, su jefe le llama y le dice: “Bob, ven aquí y lámeme el culo”. Y él dice: “Al carajo. Me da igual lo que pase. Quiero ver la cara que pone cuando le clave las tijeras en el brazo”. Entonces piensa en mí. Dice: “Un momento. Tengo dos piernas y dos brazos. Y al menos no pido limosna”. Seguro que Bob deja las tijeras y saca la lengua. Yo soy una especie de semáforo moral. Es como si dijera: Luz roja, no sigas».

Pero también hay oficios donde las tijeras son las reinas. Los sastres y las costureras siempre las necesitan para sus confecciones. Y, por tanto, hay bastantes películas de dicha temática donde las tijeras no faltan. No hace mucho un sastre griego, que trata de dar continuidad a un negocio familiar en decadencia, muestra su destreza con las tijeras en varias secuencias, es de esas pequeñas películas que te tocan: Tailor (El sastre) de Sonia Liza Kenterman.

Los jardineros también tienen sus tijeras de podar, así se ve que el protagonista de El maestro jardinero de Paul Schrader tiene siempre unas listas en el bolsillo. Él poda y ama a las plantas, pero esconde también un oscuro pasado. Y si nos vamos al terreno de la peluquería y las risas, cómo olvidar esa comedia de humor idiota que es Zohan, licencia para peinar, donde Adam Sandler cambia las pistolas por las tijeras…

Unas tijeras de cine pueden hacer arte, cortar el pelo, rasgar, destrozar o matar… ¿Cuáles recuerdas?

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

8 comentarios en “Diccionario cinematográfico (240). Tijeras

  1. Uy, debo haberme golpeado la cabeza, querida Hildy, porque no recuerdo las tijeras en «A través del espejo», y ¡eso que la vi no hace tanto tiempo! Señal de que necesito un revisionado.-
    Las tijeras de «La llamada fatal» tendrán siempre un lugar especial en mi corazón porque fueron mi primera arma letal de Hitchcock, y es que esa fue la primera película del director que vi, hace ya treinta años atrás.-
    A tu precioso diccionario agregaría las muchas tijeras que aparecen en una peli que me gustaba mucho de chica, «Volver a morir». Y dos momentos de peluquería que me vienen ahora a la mente, el tijeretazo que le pega Joan Cusack a Melanie Griffiths en «Secretaria ejecutiva» cuando la ayuda a transformarse en una mujer de negocios y una película que daban seguido por la tele hace muchos años, en la que el recordado Alan Rickman era un peluquero divorciado que se metía en un concurso de estilistas en el que también competía la madre de su hijo (en una escena, Rickman aparecía cortando el pelo descalzo y en la planta del pie tenía tatuado nada menos que un par de tijeras). No recuerdo el nombre de la película pero no me la perdía cada vez que la daban.-
    Adoro estas entradas de diccionario. Te mando un beso enorme, Bet.-

  2. Hola Hildy (y Bet)
    En España «Secretaria Ejecutiva» se llama «Armas de Mujer» (original «Working Girl) y las tijeras suelen ser «armas de mujer» que, casi siempre, se clavan en la espalda y, por lo general, el usuario «algo ha hecho para merecerlas». Hablando de Stone-Instinto he recordado un antecedente: en «Crimes of Passion, La Pasión de China Blue» el malo-malíssimo Perkins luce unas tijeras considerables pero China-Turner le clava en la espalda «otra cosa» metálica. Algo que le hace vibrar, juas juas
    Un saludo, Manuel.

  3. Queridísima Bet, amiga mía, lo de «A través del espejo» yo tampoco me acordaba, pero vi una referencia a unas tijeras y enseguida me puse la película. Y, voilá, justo en la emocionante encerrona del final, hay un momento en que Olivia mira unas tijeras encima de una mesa y enseguida se le ven las intenciones…
    ¡¡¡Es que el momento tijeras en la de Hitchcock es una joya auténtica!!! Sitio de honor total en su filmografía. Esas tijeras no se olvidan.
    ¡He buscado la peli de Alan Rickman! Acá se llamó «Éxito por los pelos», jajajaja, me parto con el título… ¡Ese tatuaje con unas tijeras lo merece todo!
    Qué grandes recuerdos me trae «Armas de mujer», qué bien me lo pasé en su día con ella.
    Beso
    Hildy

  4. Jajaja, Manuellll, ay, esas tijeras que se clavan por la espalda por algún motivo… jajaja, pero prefiero la metáfora (aunque puede doler igual o más).
    Ayyy, el caso es que yo creo que en algún momento de mi vida vi «La Pasión de China Blue», pero no me acuerdo na de na. Pero ahora que pienso, yo he visto un cartel de la Turner con unas tijeras, ¿o estaré soñando? ¡¡¡La de John Waters!!! Los asesinatos de mamá…
    Beso
    Hildy

  5. Lo dijo Alfred Hitchcock en un homenaje en el AFI, ya terminada su carrera y pocos años antes de fallecer: «el secreto del cine está en las tijeras». Así se refería a la cualidad del montaje para construir la ilusión de las películas. Y con eso me quedo, con todas las secuencias de películas sobre el cine que consisten en cortar un negativo. También hay otras tijeras, las de la censura, pero vamos a pasar de ellas…

    Besos

  6. Mi querido Alfredo: efectivamente, lo de las tijeras y el montaje es el secreto del cine, gran sabio Alfred Hitchcock… Y también está esas tijeras de la censura: qué bien se ve en un momento de Cinema paradiso.
    ¡¡¡Madre mía, la cantidad de tijeras que hay!!!

    Beso
    Hildy

  7. Pues mira, las tijeras son el elemento indispensable de los peluqueros (también las navajas). Recuerdo a Chaplin cortando el pelo al ritmo de la música clásica en «El gran dictador». También me llega a la memoria esa deliciosa comedia que es «El marido de la peluquera» de Patrice Leconte.
    No se por qué me viene a la mente desde que he comenzado a leerte los recortes de Saul Bass a un muñeco de papel en los créditos de «Anatomía de un asesinato». No se ven las tijeras, pero se sienten.
    Abrazos!

  8. Ay, las peluquerías…, querido, querido Ethan, dan un juego maravilloso… y esas navajas de afeitar.
    La secuencia de Chaplin es para enmarca. La de Leconte la recuerdo como una película muy bella. Es buenísimo lo de Saul Bass y Anatomía de un asesinato. Vaya si se sienten.
    Cuántas tijeras cinematográficas estamos encontrando.
    Beso
    Hildy

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.