Negación es una película que plantea varios temas interesantes. Es una película solo correcta en lo formal (aunque bien resuelta), pero es su contenido lo que da valor a esta propuesta cinematográfica (además de contar con una serie de actores con carisma que construyen sus personajes y les proporcionan matices: Tom Wilkinson, Timothy Spall, Rachel Weisz y Andrew Scott). Lo primero, da importancia a la Historia y a lo difícil que resulta ser un buen historiador. Da valor a esas profesiones, como filósofo o historiador, que cada vez se quieren relegar más o despojarlas de su importancia y utilidad (no hay más que ver cómo sufren estas asignaturas en los planes de estudios… junto a la literatura, las lenguas ¿muertas?… etcétera). Segundo, expresa para qué sirve el debate, inteligente y bien construido, con bases serias… Si no es así el debate no se convierte en algo constructivo, sino en algo inútil (y es una postura válida el silencio ante ciertas personas). Tercero, el empleo de algunas personas de los medios de comunicación como escenario de vodévil (y por otra parte cómo ese uso está establecido también por los distintos formatos) y cómo los mensajes lanzados pueden hacer mucho daño en la construcción de un discurso. Cuarto, un punto complejo y polémico: devolver la confianza de ciertas profesiones donde las malas prácticas de algunos se generalizan a toda la profesión y a todos los que se dedican a ello (dígase: abogados, periodistas, políticos, profesores… y un largo etcétera). Es decir, la política se puede hacer bien; se puede actuar bien en los tribunales; se puede hacer buen periodismo… y ahora mismo hay buenos profesionales intentándolo día a día aunque las estructuras creadas lo pongan muy difícil o se encuentren con todo tipo de obstáculos. Denigrar continuamente estas profesiones o no confiar en que puedan llevarse correctamente no es bueno para la sociedad. El secreto también está en conseguir formar, con las estructuras adecuadas, a buenos profesionales, y en dar a conocer buenas prácticas reales (igual que se conocen las malas). Y quinto, y quizá lo más interesante (sobre lo que realmente trata la película), el tratamiento de la libertad de expresión: una cosa es expresarse libremente y otra muy distinta es mentir para dar validez a lo que se piensa…
Negación se basa en un hecho real: en 1996 David Irving denunció por difamación en los tribunales británicos a Deborah Lipstadt y a su editorial. En su libro La negación del Holocausto calificaba a Irving como negacionista y señalaba cómo falsificaba hechos históricos. La peculiaridad de los tribunales británicos es que es el demandado (es decir, Lipstadt y su equipo de abogados) el que tiene que desmontar el discurso y desmentir al demandante. Es el demandado el que tiene que demostrar la verdad.
En la película, el equipo legal propone a Lipstadt una forma de defensa que la descoloca totalmente (e igualmente al espectador): no debe pronunciar ni una sola palabra a los medios ni enfrentarse públicamente a Irving; tampoco permitir que los supervivientes suban al estrado y que Irving convierta en espectáculo el juicio. Apuestan por desmontar objetivamente la acusación de Irving (con otros historiadores, analizando los escritos, yendo a Auschwitz y convertirlo en un escenario del crimen para recabar pruebas…), desmontar su negacionismo, no dejar en ningún momento que convierta el juicio en espectáculo, mostrar pruebas objetivas de cómo ha utilizado sus escritos para mentir o cómo ha manipulado ciertos documentos, así como probar también objetivamente su racismo, presentar pruebas objetivas de que en Auschwitz se emplearon cámaras de gas para exterminar a seres humanos… Es decir, lograr reducir a Irving en un charlatán y un personaje de vodévil que se pasea por las televisiones… Deborah Lipstadt termina confiando en un equipo legal que es claro desde el principio (igual que ella). Y a partir de esa relación de confianza (que no es fácil) se lleva a cabo la defensa propuesta.
Negación logra que se siga la historia con interés y que plantee muchos temas para un debate posterior. No es un mal momento, solo hay que fijarse en la actualidad, para ver una película como esta.
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Qué interesante suena, querida Hildy. No había escuchado nunca sobre esta película, no sé si no comentaron sobre ella en el momento de su estreno (si es que se estrenó por estos lados) o si se me pasó de largo. Por lo que estoy viendo de la filmografía de Jackson, no hay mucho para destacar pero me parecen muy interesantes las decisiones de Rachel Weisz sobre su carrera, siempre termina involucrada en buenas películas. Así que tomo nota.-
Un beso grande, Bet.-
Sí, mi querida Bet, si se ve la carrera del director, no te esperas esta película… ¡Fue el de El guardaespaldas! (nunca entendí su éxito). Pero, como digo, está película es interesante por los temas que plantea y cómo está interpretada. ¿Conocías el caso judicial? El personaje de Wilkison, abogado, me gustó muchísimo.
Beso
Hildy
Jaja, no quise mencionar «El guardaespaldas» por discreción. Y también ví «El guardián de la memoria», en fin…
No conocía el caso, qué apasionante trabajar en un caso así, es el sueño de todo abogado.-
Más besos, Bet.-
Me parece un gran fiasco. Primero, porque desperdicia una gran historia, incluso utilizando mal la propia información que la trama ofrece. Además, porque, como película de tribunales, desaprovecha todos los puntos dramáticos en una narración plana, previsible, emotivamente postiza, pasa por encima de casi todo, y casi nada pasa por ella. Por último, porque se queda en simple drama de factura televisiva, sin ninguna clase de imaginación en el empleo de recursos visuales, solamente rutinaria en la exposición de un argumento de sobras conocido y sobre el que no aporta absolutamente nada. Es una película de buenos y malos, sin evolución en los personajes ni conflicto psicológico a ningún nivel. Y además, profundísimamente machista. Vamos, que se salva de ser un truño porque trata de lo que trata y vivimos el mundo en que vivimos, pero esto lo pones un fin de semana en la sobremesa de Antena 3 y encaja perfectamente.
Besos
¡Orden, orden en la sala, mi querido Alfredo! Jajajaja, desde luego te digo que sí a que formalmente no hay esfuerzo alguno, sino mera corrección. Sin embargo, yo sí me involucré en lo que contaba, me dieron ganas de llegar a casa e informarme más sobre el caso y me planteó un montón de cuestiones como escribo en el primer párrafo. Me gustó el personaje de Tom Wilkinson. Sí me parece una película que en el contenido plantea cosas.
Por otra parte en tu comentario apuntas algo interesante, escribes exactamente «profundísimamente machista». Bien, creo que el quid de la cuestión está en preguntarse lo siguiente: ¿David Irving hubiera puesto una denuncia por difamación a un colega de profesión masculino? Creo que NO. Y de ahí parte también el equipo legal (del profundo machismo existente todavía y del que Irving, que lo muestra en varios comentarios, es también un abanderado), que lo que quiere es anular totalmente a Irving e impedir cualquier atisbo de espectáculo en el juicio. Creo que no cuestionan la seriedad y las capacidades de Deborah Lipstadt. Ella misma en un principio habla en una conferencia que es imposible debatir con ciertas personas, mejor dicho, no merece la pena malgastar energías con alguien que no parte de razonamientos. Lo que los abogados no quieren bajo ningún concepto es que Irving pueda destacar lo más mínimo y lo atacan con su propia medicina. Yo, en un principio, cuando plantean su manera de enfocar el caso, también me cabreé como Deborah Lipstadt… pero sus planteamientos finalmente funcionan. David Irving se achica con «hombres», es una desgracia pero es así. De hecho ninguno de los expertos e historiadores que sube al estrado es una mujer, porque Irving probablemente no valoraría sus palabras ni sus razonamientos. Es muy desagradable pero algunos tipos son así.
Beso
Hildy
Sí, sí, tienes toda la razón. Pero yo hablo de película machista, no en cuanto a lo que pasa entre los personajes, sino de principio, como concepto. No se valora en ningún momento profesionalmente el personaje de ella, el guion la deja confinada, como mujer, en lo emocional (llorar, rezar, emocionarse, deprimirse…). Todos los personajes masculinos son racionales, fríos, analíticos y prácticos, son los que toman las decisiones y las ejecutan, y ella se queda mirando, tragando lo que le digan pasivamente, y sin entender nada, como un ser tutelado por los «papás» que saben lo que le conviene; ella es emotiva, sensiblera, y ni siquiera (siendo doctora e investigadora, lo cual ya es de traca, porque la tratan como si fuera mema) comprende las tácticas legales ni las triquiñuelas jurídicas, ni las maniobras de conveniencia para ganar el caso. Es muy decepcionante ver cómo reducen su papel al florero estático y emotivo mientras ellos se lucen con su despliegue de raciocinio y capacidad, siendo ella una historiadora, nada menos, es decir, que seguramente posee más herramientas que ninguno a la hora de ponerse en el lugar de otro. El personaje de ella debería haberse involucrado activamente en la historia, porque guionista y director terminan actuando como Irving, es decir, dejándola de lado y haciendo una película de lucha de gallos.
Besos
Pues no estoy de acuerdo con 39 escalones…Sinceramente creo que el equipo de abogados hubiese obrado igual aunque el historiador demandado hubiese sido un hombre… Ser historiador, buen historiador, doctora en historia incluso, no tiene porque conllevar la capacidad de ser un buen abogado, y mucho menos cuando se trata de defenderte tu mismo…La pasión con que podía haber defendido brillantemente lo que ella misma había investigado y analizado, podía ser totalmente eficaz en un debate entre historiadores… pero no en un juicio ante una persona tan retorcida y mal intencionada, tan envenenada. El trabajo del equipo de abogados me parece impecable, y es un hecho real y verificable que lograron un gran triunfo para la mujer demandada, un éxito que la revalorizó como historiadora de gran categoria y prestigio, lo cual no me parece en absoluto machista.
Me ha gustado mucho conocer esta historia que ignoraba, me parece que es otra de las cosas maravillosas del cine, descubrirnos hechos reales que ignoramos.
Querida María Rosa, a mí también me gustó conocer esta historia que desconocía. Y planteas otro tema interesante: no es fácil defenderse en un juicio si no se conocen bien los mecanismos. Por eso son necesarios los abogados. Y creo que eso se refleja bien en esta película.
Beso
Hildy