Diccionario cinematográfico (212)

lucesdelaciudad

Flores: … corro un tupido velo sobre Historias de San Valentín de Garry Marshall… y confieso que al menos me sirvió para pensar en el diccionario y un tema: las flores y el cine. Los personajes de Ashton Kutcher y Jennifer Garner llevan y trabajan en una floristería (aparece al principio un enorme mercado de flores)… que en el día de San Valentín tienen no sólo un montón de trabajo (reparto y más reparto de flores) sino que viven un tsunami emocional. Me confirmó la propuesta El último atardecer y ese ramo de flores silvestres que es entregado al final de la película al personaje de Carol Lynley.

Así mirando hacia atrás, me quedo con una florista ciega con el rostro de Virginia Cherrill en Luces de la ciudad. Ella es vendedora ambulante y la acompaña la melodía de La violetera. Se enamora de ella Charlot… y consigue devolverla la vista a un alto precio. La última escena, ella ya recuperada y dueña de una floristería y el encuentro con su héroe (y la entrega de esa pequeña flor) es una de las escenas cumbres de la filmografía de Chaplin.

Irremediablemente unido a mis sueños de infancia, está no sólo el camino de ladrillos amarillos que recorre Dorothy (siempre Judy Garland) sino también ese campo enorme de amapolas rojas… donde a nuestra heroína, a Totó y al león les entra un sueño que puede significar no volver a despertar jamás.

Con Alfred Hitchcock regresamos de nuevo a Vértigo… Madeleine anda obsesionada con el cuadro de una antepasada, Carlota. Y en ese cuadro la dama porta un ramo. Nuestra protagonista se ha dirigido a un mercado de flores para adquirir uno igual…

Si nos vamos a la comedia romántica, viajemos a un clásico de los ochenta, Hechizo de luna, donde una joven viuda con rostro de Cher lleva las cuentas de pequeños negocios italoamericanos en Nueva York. No falta una floristería… y su dueño regala a la dama una flor, con una sonrisa. Pero también la flores sirven para el romanticismo sin más, así en Los puentes de Madison una ama de casa (también de origen italiano) de una localidad rural norteamericana acompaña a un puente a un fotógrafo perdido y bromea con unas flores silvestres. El fotógrafo en agradecimiento por las indicaciones le regala un ramo y ella… le advierte que son venenosas… Así es el principio de una historia sobre el enamoramiento…

Menos conocida pero con cierto encanto está la historia que se nos propone en Greenfingers, una comedia británica con Clive Owen de protagonista sobre un grupo de presos que se convierten en expertos jardineros con especial sensibilidad con las flores.

Nos vamos a despedir con un clásico de Roger Corman, La tienda de los horrores. Los protagonistas son el empleado de una tienda de flores… y unas flores carnívoras.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

8 comentarios en “Diccionario cinematográfico (212)

  1. Las flores tenían un símbolo hoy ya perdido. Se sigue regalando flores, desde luego, incluso más que antes, pero el sentido es otro, o ninguno. Las ciudades están llenas de floristerías que confirman mi teoría que hoy se pide perdón o se rectifica una situación a base de flores. Las flores regaladas me dan miedo. A la parturienta le ponen flores en la mesita del hospital y al cadáver sobre la caja de madera prensada (nada de pino que eso ya cuesta una pasta) también. Y ¿quién no ha visto esas rosas marchitas dentro de un contenedor con la tapa abierta? Lo más lamentable que no siempre están pasadas, lo que pasa es que el truco de rectificar no funcionó. ¿Quién te mandaba flores por primavera? cantaba Cecilia. Son las flores rotas de Jim Jarmusch o de Bill Murray. La ciencia ficción está llena de semillas,flores y plantas que amenazan al planeta, solo pongo de ejemplo, La invasión de los ladrones de cuerpos. Ya ni te hablo de Las crisálidas,El día de los Trífidos, Semillas estelares o Toda la carne es hierba, entre otras. El cine ya no me ayuda a tapar mis cagadas con mi pareja. Si le regalo flores ella frunce el ceño y me dice: ¿Adónde estuviste realmente ayer por la noche? Si le regalo bombones le hago recordar que debe perder unos pocos kilos. Si le regalo un poema se pierde de seguida además de recitarlo en voz alta y a mí eso se me da fatal.Ya no se puede imitar los momentos sublimes de la historia del cine porque la vida se ha convertido en algo muy bajo y la gente no está a acostumbrada. No puedo imitar a Cary Grand en Tú y yo, ni introducirse en una ducha vestido, como en Charada. ¡Dios, que nos queda! Me relajo y me digo:intentar cagarla lo menos posible, y, aún y así…

    Te pido disculpas por mis últimos comentarios tan largos y sesudos, es decir, estúpidos, sobre todo este. Mañana te mando flores.

    Besos

  2. Y «Muerte entre las flores», y «Flores de otro mundo», y «La flor de mi secreto»… Las flores siempre son un problema en las bodas de cine, por ejemplo, y algo siniestro en forma de corona cuando se entierra a un jefazo de la mafia o se usan como coartada para una güisquería ilegal… Uno se puede bañar en pétalos de rosa, o ser devorado por una flor en una maceta en la inocente balda de una tienda… También hay flores que se roban de los jardines porque no se tiene tiempo, dinero o talento para conseguirlas de otra manera, y flores arrojadas a la papelera o al cubo de la basura. Y flores para las que hay que preparar un recipiente de cristal… Y flores en las que se cobija una avispa que termina picando al protagonista en toda la jeta, y arma una zapatiesta de cuidado cuando, sacudido de dolor, lo tira todo al suelo… Y horrendas camisas de flores en ambiente tropical…

    Besos floreados

  3. «Quien cada 9 de noviembre como siempre sin tarjeta, le mandaba un ramito de violetas…», bonita canción, mi querido Francisco. Y buen comentario el que has derramado… Siempre me hizo gracia, mucha gracia, ese Cary Grant elegantemente vestido debajo de la ducha. Sí, hubo un lenguaje de las flores, como el de los abanicos…, son lenguajes perdidos, pero sigo que pensando que es bonito un ramo de flores (sea de flores silvestres, sea de floristería). Lo que no puedo soportar son las coronas de flores en los entierros… En el entierro de un ser muy querido, no quisimos coronas. Preferimos comprar plantas de flores hermosas.

    Besos y una rosa roja, roja, roja… ¡cuidado con la espina!
    Hildy

  4. Mi querido Alfredo… esas flores arrojadas a la papelera o al cubo de la basura han dejado muchas imágenes en el cine, ¿verdad? Mira que me estoy acordando de Ricardo Darín en El hijo de la novia intentando no cagarla más con su amor… Y ahí está el pobre con un ramo, bajo un torrente de lluvia. Y efectivamente ¡cuántos buenos títulos han dado las flores…! Recuerdo también Las flores de Harrison, Las flores de la guerra, El señor Ibrahim y las flores del Corán, No me mandes flores… ¡Y las camisas, ay, las camisas floreadas…! ¡Un montón de imágenes vienen a mi cabeza!

    Un beso con vestido floreado
    Hildy

  5. Las primeras flores que se me han venido a la cabeza han sido las «Broken flowers» de Jim Jarmusch y Bill Murray, que oportunamente ha citado Francisco. Si te parece bien, te recomendaré dos floristas muy adecuadas por su presencia y experiencia para encargarse de la enorme cantidad de flores que habéis acumulado en vuestros comentarios: la primera (Jacqueline Laurent) embelleció el «realismo poético» enamorando a un personaje abatido por las inexorables garras del destino en «Le jour se lève»; la segunda (Audrey Hepburn) tuvo que hacer frente a las excentricidades de un lingüista burgués, empeñado en reformar su índole chabacana hasta transformarla en una angelical dama de la alta sociedad en «My fair lady». Confío en que ambas cumplirán todos los requisitos necesarios.
    Me despido como en su día cantaba Nino Bravo, con un beso y una flor.

  6. Querido Antonio, me encantan tus floritas. A una todavía no la conozco. Y se trata de la de realismo poético, la de Amanece. Sí, conozco su remake americano La noche eterna pero no recuerdo si ahí a la protagonista la seguían guardando el puesto de florista. Y por Dios me encanta la florista callejera de Audrey Hepburn en esa delicia que es My fair lady…

    Beso y rosas
    Hildy

  7. Vuelvo por aquí, Hildy, poco a poco, poniéndome al día después de un periodo de mudanza… Pero aquí vuelvo a dar guerra y a disfrutar de tus cinematográficas entradas. Añadiría la película antagónica para esta entrada tuya. Sería «No me mandes flores» con Doris Day, Rock Hudson y Tony Randall. Besos y feliz verano!

  8. Mi querido Marcos, ¡qué película más divertida! y qué pena que esté tan olvidada. Buena aportación.

    Qué bueno tenerte de vuelta. Y las mudanzas… siempre son para un periodo mucho mejor, seguro.

    Besos
    Hildy

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