… Arthur Penn y Bonnie y Clyde un año antes dan el pistoletazo de salida al Nuevo cine americano, a un cambio generacional en el mundo del cine y a un nuevo ámbito donde el sistema de estudios ya ha caído en desuso. Pero también al reflejo de una época llena de desencanto de una sociedad cada vez menos inocente y más harta de la situación política y social. El sueño americano se esfumaba y salía la cara oscura. Un periodo de cambio y transformación… donde el cine acaba con las viejas apariencias. El viejo Hollywood también se ve influenciado por este periodo donde la caída del Código Hays da rienda suelta a temas que siempre habían estado reprimidos, el mundo de la sugerencia se deja de lado… y se desata una ola de violencia y sexualidad. Temas que siempre habían estado latentes y que ahora surgen en una completa libertad (lo políticamente correcto desaparece…) provocando momentos de catarsis emocional en el espectador.
El cine negro a pesar de llenarse de colores donde el rojo es la estrella… sigue reflejando ese mundo ambigüo, desencantado, desesperamente trágico y de un romanticismo exacerbado. Si hace poco hablamos de A quemarropa de John Boorman (que además experimenta con la maneras de contar), ahora le toca el turno a El detective de Gordon Douglas (que sigue una narrativa cinematográfica clásica pero eficaz). Cineasta de amplia y versátil filmografía que llevaba trabajando desde los años cuarenta y sin embargo un gran desconocido para Hildy Johnson. Era un director que se iba adaptando a las modas y los cambios de Hollywood que tocó prácticamente todos los géneros. Durante los años 1967 y 1968 realizó una trilogía de cine negro con detective de origen literario con rostro de Frank Sinatra. En dos de ellas encarnaba al detective Tony Rome (Hampa dorada, La mujer de cemento), inspirado en el personaje de ficción creado por Marvin H. Albert. Y en la tercera (de la que nos ocuparemos en los siguientes párrafos) se convertía en el detective de la policía que había creado el novelista Roderick Thorp.
Independientemente de tratar de manera explícita (pero que siempre habían estado presentes en distintas películas del género) temas hasta ahora tabúes en el cine negro como la ninfomanía y la homosexualidad, El detective logra a todo color un ambiente desolador y desencantado donde se mueve el protagonista. Un ambiente donde prima la violencia, la corrupción (en todos los estamentos incluso en la comisaria donde trabaja el detective desencantado), la lucha despiadada de poderes, la ambición, la sumisión forzada, la muerte, las diferencias sociales, los sentimientos de culpa… Un ambiente que mira con sus ojos azules y tristes Frank Sinatra, que trata de mantener su integridad (aunque hay momentos que roza la línea oscura) y que arrastra un romanticismo trágico y extremo…
Porque ver El detective, es también ver una batalla de ojos azules. De miradas azules de significado muy diferente. Así hay cruce de ojos claros entre Frank Sinatra y un policía violento con los ojos azules de Robert Duvall. O entre los de Sinatra y su exesposa Lee Remick. O los de este con una joven y misteriosa Jacqueline Bisset.
El detective está estructurada en dos partes muy claras que tienen que ver con la investigación del protagonista de dos casos distintos pero que estarán trágicamente unidos y que deparará consecuencias aciagas para el personaje de Frank Sinatra. Entre ambas partes pasa un tiempo considerable…, que hace hincapié en que algo podrido envuelve la ciudad. Sinatra recorre sus calles en coche patrulla y cada vez muestra más su desilusión y desencanto. El detective se enfrentará a los grandes poderes y a las fuerzas ocultas y corruptas aunque sabe que la batalla está perdida pero por lo menos puede retirarse de escena con la cabeza bien alta, sin haberse vendido a ningún bando…
El primer caso es el asesinato violento de un joven homosexual, hijo de un hombre influyente, que termina con la detención y condena a muerte de su pareja en ese momento (un joven con trastornos mentales) y con el ascenso de cargo para el protagonista. Tiempo después ocurre el suicidio de un famoso empresario pero su joven esposa quiere que se investiguen más las causas de su muerte, el detective asume el caso… y esto le llevará a un camino sin retorno. Entre medias de ambas investigaciones en dos flash back se cuenta con trágico romanticismo la historia del detective con la mujer que ama (Lee Remick)…, una historia abocada al fracaso por la ninfomanía de ella.
Al final el detective con sus ojos azules y tristes (en solitario y sin apenas apoyos) patrulla por última vez la ciudad pero esta vez esboza una sonrisa…, sabe que ha perdido la partida pero se ha mostrado íntegro y además ha logrado destapar la suciedad del ambiente… aunque todo siga igual.
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Estupendo,amiga Hildy. Recuerdo estas películas con Sinatra con sumo placer. Diferentes,frescas,muy sesenteras. Sinatra esta muy bien en este papel y Gordon Douglas lo pasaba muy mal con él,porque la Voz no paraba de hacer cambios en los guiones y Sinatra tenía más poder que el pobre Douglas hasta que al final tuvo que ceder. El ritmo,la música,el estilo ya se alejaba de las películas clásicas de este género.Aquí la luz brilla más,ya no es cine freudiano,el vigor y el color y el vestuario apuntaba ya hacia todas las series televisivas americanas de este género,pongo por ejemplo Las calles de San Francisco. Yo sigo viendo este tipo de cine porque me gusta y me gusta El detective,porque me gusta Sinatra;no pasa un fía que no ponga un disco suyo.Ahora que ya se percibe el calorcillo los tipos que pululan por aquí se ponen pantalones cortes y van sobre monopatines…Sinatra era un determinado estilo (en todos los sentidos).
Besos,Hildy
En mi opinión, muy bien en «Hampa dorada» y en esta, pero «La mujer de cemento» es notablemente inferior. Yo colocaría más bien esta trilogía de Sinatra en el neo-noir dentro de una corriente de recuperación del género que tuvo lugar en los sesenta, que además de a Sinatra reclutó para la causa a Lee Marvin y John Casavettes («Código del hampa»), Paul Newman (las dos partes de Archer, perdón, Harper) y a James Gardner y su «Marlowe, un detective muy privado». La cosa tendría su continuidad, ya muy decadente y algo desfasada (pero a mí me encanta), con Mitchum en los 70, «Detective privado» (nueva versión de «El sueño eterno» ambientada en Inglaterra) y «Adiós, muñeca», también de Chandler. Y claro, nuestro Landa con «El crack» y su secuela.
Luego, lo de los detectives se ha puesto imposible: con tanto móvil, tanto e-mail, tanta Internet y tanta aldea global, no queda espacio para las gabardinas, los tugurios, los bajos fondos, las chicas malas y los matones con cierto estilo. Y los corruptos se parecen a Bárcenas y hacen la peineta…
Pero, ¿hay directores, guionistas y actores capaces de retomar el género? Lo más digno fue lo de Robert Benton con «Al caer el sol», pero si intento pensar en intérpretes de hoy en día metidos en la piel de detectives de novela me entra la risa floja…
Besos detectivescos
Por cierto, Gordon Douglas me está sorprendiendo muy gratamente: hay un western suyo, titulado «Barquero» o, en otras versiones, «Los forajidos de Río Bravo», que, a pesar de estar protagonizada por Lee Van Cleef, es muy estimable.
Besos barqueros
Querido Francisco: y es cierto que cuando Sinatra encontraba un personaje dramático que le llenase, lograba una buena interpretación. En El detective me ha gustado porque refleja muy bien el tipo duro, algo mayor y desencantado pero también le recuerdo en De aquí a la eternidad, El hombre del brazo de oro, Como un torrente o El mensajero del miedo… También está el Sinatra comediante y musical que también merece un buen análisis.
Hay un buen anecdotario de enfrentamiento de poderes entre actores y directores, directores y actores… Son buenas historias.
Besos
Hildy
Querido Alfredo, ¡genial ese comentario que completa el post! Los detectives desencantados de los sesenta y su evolución en los setenta…
Y un apunte genial, cómo las nuevas tecnologías han ido modificando el ‘panorama’ de los thrillers de investigación…
… Yo de Gordon Douglas ando bastante analfabetilla, sí que he leído en varias fuentes que sus westerns merecen la pena y tú me lo confirmas.
Besos con gabardina y sombrero bajo la lluvia en un día gris
Hildy
Recuerdo que hace poco en un comentario tuyo acerca de mi entrada sobre «Harper» y la palabra DETECTIVE, donde utilicé como alternativa la película de Douglas, me apuntabas que todavía no la habías visto. No sé si aquello te influyó para sacarla de tu baúl, pero te aseguro que a mi tu espléndida crítica sí me ha ayudado para darle salida muy pronto. Cuando la veas aparecer por el blog, te darás cuenta del porqué…
A la muy ilustrativa recopilación de guardias del crimen norteamericanos sesenteros que hacía Alfredo, permitidme que añada otros dos: un implacable agente de color, llamado Virgil Tibbs («En el calor de la noche») y un veterano policía de homicidios neoyorquino, de nombre Dan Madigan («Brigada homicida»). Curiosamente, ambos propiciaron dos exitosas series televisivas.
Un abrazo, Hildy.
Je, je, je… efectivamente querido Antonio, fuiste tú el culpable y el azar. Primero leer tu entrada y comprobar que no había visto esa película de Frank Sinatra… El azar intervino a los pocos días cuando el dvd se presentó ante mis ojos y en oferta golosa… Esperaré su aparición en el imprescindible diccineario.
Y qué buenas tus aportaciones a detectives desencantados…, de hecho me pones a otro detective que descubrir.¡Don Siegel, Richard Widmarck y Henry Fonda! ¡No me lo puedo perder!… y además en el guion Polonsky…
Besos
Hildy
El largo adiós de Altman también debería de figurar en esa lista de detectives desencantados. En realidad, no se si sera solo a mi, pero es quizás la que mas me gusta de este tema y esta época.
Sobre la que comentas en la entrada, pues bastante mejor que cualquiera de las actuales, que simplemente son ruido en busca de espectadores. Cuidate
Mi querido Plared… otro detective a descubrir. El largo adiós es una de las obras de la filmografía de Altman que me falta. Así que me la apunto. Veo que pronto voy a tener que realizar una sesión continúa de detectives desencantados. El detective es una película que me gustó cómo muestra ese desencanto, la disfruté bastante, la verdad.
Besos
Hildy
Creo que «El detective» es la mejor de las otras que comentais («Hampa dorada» y por supuesto «La mujer de cemento» que es más una broma) Una de las mejores películas de Sinatra. Es curioso que el papel de Leer Remick lo iba a protagonizar Mia Farrow pero todo acabó en agua de borrajas. Hildy, te pido permiso para compartir este texto en mi blog dedicado a Frank Sinatra, si es posible. Me ha gustado mucho cómo has explicado «El detective» Saludos.
¡Mi querido Marcos… un honor compartir este texto en tu blog sobre Frank Sinatra! Un honor, de verdad.
Un beso enorme
Hildy
-Seguramente junto con RIO CONCHOS,LA HUMANIDAD EN PELIGRO Y CHUKA,lo mejor que filmó aquel infatigable artesano que llevaba dirigiendo desde los treinta y en los sesenta ascendió a primera división,la vi en pantalla grande hace mas de cuarenta años,en el cine VERNEDA de la barriada del mismo nombre de Barcelona,un cine de barrio que pasó a mejor vida hace practicamente tres decadas,debia tener unos nueve años y todo el asunto de JOE LELAND y su esposa-la ninfomania-me sonaba a chino,vista muchos años mas tarde en diversos visionados televisivos-la tuve grabada en video durante años,hasta que se rompió la cinta-pude observar la grandeza de este «thriller» en brillante panavisión-los puristas siempre piensan en el cine en B/N cuando hablamos de cine negro-es una de las mejores interpretaciones de FRANK SINATRA,raro caso de formidable cantante y actor,incluso los kilos -SINATRA aparecia siempre muy delgado en sus peliculas de los cincuenta-le dan un empaque y una dignidad superior,el filme es una despiadada critica del estamento policia de Nueva york-aunque podria ser trasladable al de Chicago,Boston o Nueva Orleans-la pelicula para mi es la historia de una soledad,de una soledad en medio de la voragine neoyorkina,el protagonista es un hombre integro,de rigido credo moral-«no me gustan las personas que te enseñan a adaptarte a un mundo enfermo» le espeta al psiquiatra ENcarnado por lloyd bochner,en algunas criticas cinematograficas equiparan la pureza del personaje a una especie de fascismo,ya que LELAND vendria a ser el equivalente de un justiciero para dichos criticos,para mi,LELAND es un hombre desplazado,con unos codigos desplazados en un mundo regido por la corrupción y la ley del mas fuerte,el hecho de que desenmascarando todo el tinglado eche por tierra su brillante futuro en el cuerpo,demuestra que LELAND es un hombre de otra epoca,incapaz de comprender el problema de su esposa-insolito que en los ultimos años un tema tan crudo apareciese en un film firmado por un director como Gordon Douglas,que nunca accedió a la categoria de «auteur»-EL DETECTIVE es un film memorable,es quiza uno de los 10 0 12 thrillers que perduraran de los ultimos cincuenta años del genero
Gracias por el comentario, Ramón. Sí, El detective es el retrato de un hombre solitario que sabe que ha perdido la partida pero que ha sido fiel a sí mismo. Frank Sinatra es un buen actor dramático y lo demostró en varias películas tanto en El detective como en El hombre del brazo de oro u otras. La película de Gordon Douglas tiene todos los ingredientes del cine negro pero a todo color… como otras películas de la época como Código del hampa o A quemarropa…
Es bonito recordar cuándo vimos una película, en qué sala de cine, en qué momento y cómo nos marcó o cómo la recordamos.
Beso
Hildy