… siempre vuelvo una y otra vez a la historia de Carlito Brigante
Razón número 1: flash back antes de morir
… Carlito’s way comienza con una secuencia en blanco y negro donde vemos cómo disparan a un hombre al intentar subirse a un tren. Así le acompañamos en su agonía. Sabe que ha llegado la hora. Que va a cerrar los ojos para siempre. Y piensa. En todo el traslado a urgencias, donde van pasando frente a sus ojos distintas personas, su mirada se fija en un cartel a todo color con un mensaje, escapar al Paraíso. Así empieza uno de los flash backs más largos y melancólicos del cine de los años 90. Carlito’s way es un flash back antes de morir de un mafioso que recuerda cómo trató de redimirse, de huir de su vida pasada, de escapar al paraíso. Cuenta la historia de una redención.
Razón número 2: Carlito Brigante
Carlito Brigante es Al Pacino… y es imposible (o por lo menos para la que esto escribe) imaginar otro. Con su gabardina de cuero negro, sus gafas oscuras, su barba y su pelo negro. Su voz susurrante. Su sonrisa y su mirada. Su manera de andar. Sus botas con un poco de tacón, a la moda de los setenta. Su aire hortera. Sus cicatrices. Sus silencios. Su código de la calle y la supervivencia. Su cansancio. Sus ganas de seguir soñando. El mafioso convertido ahora en un héroe perdedor traicionado por todos. Su lucha por aferrarse a un sueño a toda costa. Su instinto de supervivencia. El hombre enamorado. Amigo de sus amigos. Carlito que renuncia a un pasado que se niega a despegarse de él. Su vida convertida en una carrera vertiginosa hacia la muerte…su conciencia de que alguna vez tiene que dejar de correr porque se está quedando sin batería… Mirar a un joven capo, Benny Blanco del Bronx (su desgracia), saber qué es él cuando tenía menos años y menospreciar ese pasado y esa forma de ser… (a nosotros, los espectadores, también nos cuesta pensar que fue alguna vez así…, lo fue). Encontrarse en la oficina de su discoteca, mirando todo lo que ocurre, y venirle a la cabeza al héroe cinematográfico representado por Humphrey Bogart, como si se encontrara de nuevo en el Rick’s café.
Carlito Brigante es un personaje de novela que nació de la mente de un juez de la corte suprema de Nueva York, Edwin Torres. Su familia llegó de Puerto Rico y vivió en barrios marginales de Manhattan. Se sirvió de sus conocimientos y experiencia en el mundo criminal para escribir dos novelas donde su protagonista de ficción era Carlito Brigante… que en pantalla adquirió los rasgos de Al Pacino que corría y corría en un universo creado por un vertiginoso Brian de Palma.
Razón número 3: Una historia de amor
Y todo héroe perdedor que se precie oculta un hombre enamorado. Se aferra al rostro de la mujer amada. A aquella que le mirará siempre igual. Que le conoce y le espera. Aquella a la que alguna vez rompió el corazón… pero por él mismo. Porque no podría soportar estar encerrado en una prisión (treinta años de condena, aunque al final se quedan en cinco) y no saber dónde se encuentra ella.
Carlito Brigante, el mafioso, el hombre duro de las calles, antes de ir a prisión anduvo enamorado de una bailarina que soñaba con triunfar en Broadway, Gail (una dulce Penelope Ann Miller). Después de cinco años vuelve a buscarla porque en la discoteca se fija en una chica que baila igual que ella. Y ahí está Gail que vuelve a mirarle igual. Con sus sueños rotos pero luchando… y que como Carlito, vuelve a ilusionarse
Brian de Palma nos regala una escena de amor, de esas que son dignas de una colección. Carlito sigue a su bailarina en un día de lluvia. Ésta entra en un portal para dirigirse a una clase de ballet clásico. Carlito ve que hay una azotea en el edificio de enfrente y que además están entrando unos vecinos y va corriendo. Sube a la azotea y se cubre de la lluvia persistente con una tapa de basura… y mira en el edificio de enfrente a través de la ventana a Gail bailando… suena El diálogo de las flores de Lakmé. Pero ésta no será la única escena donde hay un romanticismo latente y doloroso abocado al fracaso.
Razón número 4: Los amigos de Carlito Brigante
El abogado amigo de la juventud del mafioso que ahora se ha convertido en otro gánster adicto a la heroína y que ha perdido la cabeza y el norte. Carlito sería capaz de todo por él. Capaz de todo por ese abogado judío (increíble Sean Penn) al que quiere con todo el alma pues le siente como mejor amigo. Le agradece estar fuera (pues ya se sentía un muerto en vida en prisión)… pero todo el mundo traiciona. Pachanga (Luis Guzman), el guardaespaldas, el chaval que siempre ha habitado en el barrio y que también tiene un exaltado instinto de supervivencia…, trabaja para quien tiene poder porque ese poder le va a mantener vivo. Lalin (hermoso Viggo Mortesen), un antiguo compañero de andanzas en los buenos tiempos de la heroína (ahora el reino de la droga es para la cocaína), que terminó con una bala en la espalda, la cárcel y una silla de ruedas… convertido en un chivato porque en silla de ruedas en la cárcel no eres nadie. Benny Blanco del Bronx (John Leguizamo), un joven puertorriqueño que sueña con ser otro Carlito Brigante al que admira como una leyenda pero termina odiándolo pues su sueño no sólo reniega de él sino que le humilla constantemente… Y él también sabe de supervivientes, de la ley del más fuerte, de luchas de poder y traiciones… El joven primo Guajiro, que estudia pero también trapichea que quiere presumir de tío que es una leyenda con unos ‘que son amigos de verdad’, unos amigos que no dudan en exterminarle de manera brutal y que no respetan ni leyendas ni pasados. Viejos gánsteres y esbirros que se encuentran al acecho de Carlito, vigilando todos sus movimientos, que no tendrán reparo alguno en eliminarle para seguir vivos en la jungla de asfalto…
Razón número 5: You are so beautiful
Joe Cocker canta con su voz rasgada y grave You are so beautiful… que suena entera en créditos finales y nos deja con un triste sabor de boca. Porque a Carlito sólo le queda soñar con un futuro que no vivirá donde Gail y su hijo quizá hayan alcanzado el Paraíso. Le hubiera gustado estar con ellos. Y la melancolía se apodera de toda la narración cinematográfica porque no deja de ser la historia sobre un sueño que se escapa para siempre… You are so beautiful…
Razón número 6: Años 70…
Y Carlito’s way nos trae los años setenta norteamericanos de los bajos fondos. Unos setenta plagados de desencantos, sueños rotos, drogas, sexo, alcohol, supervivencia y música para olvidar un mundo donde campa la delincuencia. Unos años setenta que llevan sus protagonistas tatuados en la indumentaria, en la discoteca Paraíso, en la música que escuchan y en la que bailan…
Razón número 7: Corre, Carlito, corre
Brian de Palma vuelve a hacerlo. Rueda cine. Domina el tempo, el ritmo y se muestra virtuoso y brutalmente visual en sus escenas de acción. Juega de manera magistral con el suspense y nos graba sus escenas en la memoria. Así la carrera con final trágico que hace correr a Carlito no cesa. Desde que entra con su primo Guajiro en ese billar de mala muerte al principio de la película, pasando por el rescate al mafioso en la cárcel- isla (que es prácticamente una pesadilla) a ese final magistral que comienza en el momento que Carlito vuelve a la discoteca Paraíso para recuperar su dinero y poder llegar a coger el tren con Gail para huir definitivamente del barrio… Toda esa secuencia final se encuentra llena de momentos geniales, no deja descanso ni a Carlito ni al espectador, para llegar al principio de la historia y devolvernos toda la tragedia de esa primera secuencia en blanco y negro.
Razón número 8: La redención de un perdedor…
Porque Carlito’s way no es más que la historia de un perdedor que reflexiona en los últimos momentos de su existencia. Y que envuelve toda su historia en un halo de melancolía, tristeza y desesperanza. Porque sabemos que no alcanzará su sueño… Y eso hace que su historia sea especial y que sepamos desde el principio que Brigante pierde. Que no llega a la meta…
Razón número 9: El Paraíso
Y el sueño de Brigante siempre está presente. Desde ese cartel publicitario que dice o anuncia una escapada al paraíso. O cómo bautiza a la discoteca que le conseguirá el dinero para alcanzar su sueño, El Paraíso. Y ese sueño que siempre que lo cuenta provoca risa, el irse a una isla y alquilar coches. Un sueño que comparte y que imagina al lado de esa mujer soñada que no es otra que una bailarina… Y esa bailarina se cree el sueño porque ella ya odia el suyo porque la vida golpea. El mafioso y la bailarina se unen para escapar al paraíso y casi lo consiguen. Ahí está esa puerta con cadena que romperán para estar juntos o esos espejos que los reflejan… y los convierten en sueños inalcanzables.
Razón número 10: Sueños rotos
Pero al final toda la narración cinematográfica se convierte en un sueño roto de un hombre al que han disparado a muerte y se debate entre mantenerse lúcido o cerrar los ojos para siempre. Está tan cansado… La carrera ha terminado y se ha quedado sin batería.
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Totalmente de acuerdo,querida Hildy.Pacino y de Palma tuvieron su tiempo.También me gustan El precio del poder y Serpico de Lumet.Luego vino lo que vino.Pacino en sus películas a finales de los ochenta y pá lante,no me gusta nada.Fíjate en Melodía de seducción,queriendo aprovechar el filón de Atracción fatal y Instinta básico.Patético.Pacino histriónico,Pacino que va de sobrao,Pacino haciendo de sí mismo,Pacino que no se lo cree nadie.Lo mismo le ocurre a de Niro:dos glorias de solo una década;los setenta.Atrapados por su pasado y nosotros retorno al pasado para poder apreciar la labor de estos monstruos de la actuación.Y de Palma,ay,de Palma,lo me que gustaba a mí sus primeras películas.De Palma,una fuente que se agotó demasiado pronto.No sé si conoces el libro de Peter Biskind,Moteros tranquilos,toros salvajes,algo exagerado,todo hay que decirlo,pero revelador a la hora de entender como la llama del cine de los setenta se gastó así misma en solo una década.
Besos desde el Easy Rider.
Sí, mi querido Francisco, tengo Moteros tranquilos, toros salvajes y es un libro que aunque se mete en exceso en la vida privada de los implicados cuenta muy bien un periodo de la historia del cine norteamericano y a veces es revelador.
Yo adoro Carlito’s way… y adoro Al Pacino como Carlito Brigante. Y me entusiasma cómo rueda Brian de Palma esta historia.
Qué buenas Serpico y El precio del poder(¡vaya hortera mi Al!)…
Besos atrapando el pasado, viviendo el presente y caminando hacia el futuro…
Hildy
¡¡¡Magnífico!!! ¡¡¡Qué ganas de volver a verlaaaaa!!! La tengo por ahí, así que caerá pronto (aunque la cola es larga, en torno al centenar de títulos pendientes…).
Un repaso excepcional de una película casi perfecta, que me apasiona. Lo mejor de De Palma, para mí (estoy con Paco; en sus primeros tiempos era resultón, pero imitaba en exceso a Hitchcock -«Doble cuerpo», «Vestida para matar», «Obsesión»- o, directamente, se le iba la pinza -«La furia»-), su película más madura, más resultona, más cine. Rechazando imitaciones.
Y estoy con Paco también en cuanto a De Niro y Pacino. Especialmente, cuando veo «Heat» de Michael Mann, me dan ganas de coger a Pacino y darle con un bate de béisbol en las encías.
Hala, besos brigantes (de los que no se pasan)
Por cierto, que hay un momento genial en la peli, la escena del taxi. De Palma, en vez de que la cámara siga a Pacino cuando él va a comprar los billetes, se queda con ella en el taxi, mostrando su nerviosismo, su ansiedad, mientras espera que él vuelva. Colosal. El cine es eso.
Besos taxi-dermistas
Vuelvo para comentar una cosita.En una de las imágenes de este estupendo post está John Leguizamo,un actor que ha intervenido en un montón de películas como actor secundario.Poco conocido,poco mencionado,gran cómico de los teatros de Nueva York.Su primera aparición fue A propósito de Henry,de Mike Nichols,aparición muy breve,es el que le da un tiro a Harrison Ford (buena entrada en el cine)No ha tenido la suerte que tuvo Andi García,pero es superior a él como actor.
Y nada más,me voy porque hoy me toca hacer la cena a mí y siempre me toca lo más complicado:pollo rebozado.
Besos desde los humos de la cocina.
John Leguizamo y pollo rebozado… ¿Asociación de ideas?
Pues hala, «Pollo a la Leguizamo» para cenar.
Me imagino a Paco persiguiendo al pollo por la cocina para rebozarlo…
Besos & abrazos
.. Mis queridos Alfredo y Francisco, Francisco y Alfredo, esos hermanos de cine, estoy terminando de preparme un pollo a la Leguizamo acompañado por unas patatitas a lo Brigante con un copita de vino tinto Brian de Palma. Y el resultado está siendo óptimo. Hummmm, qué bien huele y mejor sabrá.
Sí, Carlito’s way está llena de escenas bien rodadas como esa que recuerda Alfredo en el taxi… o las apariciones de Leguizamo, que apunta Francisco, como Benny Blanco del Bronx.
Brian de Palma es de esos directores que son denostados pero que si ves con cuidado (y a mí todavía me falta bastante, mucho) su filmografía te das cuenta de que sabe narrar cinematográficamente y que deja siempre alguna escena que te hace darte cuenta de que sabe lo que hace. Reconozco que de lo que he podido ver hasta ahora, Carlito’s way es la que más me gusta.
En cuanto a mi Al Pacino y mi Robert de Niro, es cierto, que en los 70 realizaron un montón de papeles inolvidables. Pero creo que en sus largas carreras hasta la actualidad han dejado más de una interpretación buena.
A Al (después de los 70 y me salto los 80 porque también tuvo buenos papeles a parte de su momentáneo retiro) le tengo especial cariño en Frankie and Johnny, Glengarry Glen Ross, Looking for Richard, Donnie Brasco, Insomnio, Relacioes confidenciales, El mercader de Venecia…
A Robert de Niro (después de los 70 y me salto los 80 también donde tiene interpretaciones magníficas) le tengo especial cariño en Uno de los nuestros, El cabo del miedo, La chica del gánster, Una historia del Bronx, Casino, Jacky Brown, la serie terapias y padres de él, de ella y de la vecina de enfrente os juro que él me hace gracia, El lado bueno de las cosas… y estoy muy interesada en ver LA VIDA DE FLYNN.
Bueno, mis niños guapos, un beso tremendamente gigantesco de vuestra Margaret Dumont (un poco menos despitada)…
Hildy
PD: Me estoy preparando para el próximo linchamiento de estos hermanos de cine… Fui a ver EL GRAN GATSBY ayer y cómo lo disfruté…
Estupendo Hildy. Realment6e inspirado y colosal tu texto sobre esta magnífica película que ha ido ganando peso con el paso del tiempo hasta en convertirse en un clásico incontestable. Romantica, muy bien filmada y con un ritmo impecable. Una auténtica montaña rusa.
A este loser le resulta imposible redimirse por más que lo intenta. Su viejo y leal código de la calle se convierte al final en su propia soga.
Supongo que has puesto diez razones y habrás tenido que frenar, por que podrían salir cien. Las tuyas las suscribo.
Pero para seguir la idea voy a añadir una más que me parece sublime: Patrick Doyle.
Todos volveremos a ella. Un abrazo
Mi querido, querido Victor… tienes mucha pero que mucha razón… son 100 o más los motivos para amar Atrapado por su pasado. Y ahí añades al compositor Patrick Doyle además de una selección de temas de los setenta discotequeros impresionante…
Besos
Hildy
Amiga, Hildy. Me voy a marcar un símil muy taurino. Sabes que es una de mis múltiples adicciones. De Palma es un director que recuerda a un torero que fue un número uno: el maestro colombiano, César Rincón. Le costó mucho triunfar en la gloriosa Madrid, el coliseo de todos los coliseos; las Ventas y la gloria de salir por la puerta a hombros. Lo consiguió. De Palma, es un realizador tan grande como Coppola o Scorsese, junto con estos superan ampliamente al rey Midas Spielberg. Pero aquel enredo con el snob de Tom Wolfe le dejo secuelas. Venía de dos obras maestras; “Corazones de hierro” y “Los intocables”. De sus inicios, hace un par de días estuve revisando “Sisters” (1973) y volví a alucinar, su capacidad narrativa es inapelable. Un estilazo, una precisión de relojero suizo. Enorme. En “Carlito´s Way” desde el encadenado del primer plano por la estación de tren hasta el fundido final es una obra maestra. Por cierto, la novela de Edwin Torres es una maravilla. Diez razones bien argumentadas, que las multiplico por 10. Excelente entrada. Ah, y la música de Patrick Doyle (enamora), y la chica, como se llamaba Penelope Ann Miller iba para divinity, guapísima. Sin embargo, el sistema la fagocito ¿Puede ser que aparezca en al hipervalorada The Artist? Besos de Noiradicto
¡Mi querido JC!, cómo he disfrutado con tu comentario. Yo vi Hermanas hace unos años y me quedé traumatizada con la escena de la vaca y creo que una especie de sillón. Tengo que volver a verla. Tengo varias de Brian de Palma en la lista de espera… porque me resulta un realizador a tener en cuenta. Y lo que he visto hasta ahora me lo confirma.
Amo Carlito’s way, y como tú dices, desde el encadenado del primer plano por la estación de tren hasta el fundido final. Yo no he leido las novelas de Edwin Torres pero si tienen como protagonista un personaje como Brigante… Y tienes razón Penelope Ann Miller no tuvo suerte y sí apareció de nuevo en The Artist. Yo me recuerdo llorando con ella como una descosida en Despertares…
Besos bien despiertos, espabilados
Hildy
Querida Hildy,
He disfrutado mucho leyendo estas 10 razones (10 entre otras muchas posibles) para adorar esta joya de Brian De Palma, de un romanticismo extremo y crepuscular, de un ritmo impecable, y que, creo, encaja dentro de esa larga tradición (que viene del “Scarface” de Hawks, y pasa por, entre otras, “Al rojo vivo”) del gangster como reverso del sueño americano (el Paraíso de Carlito Brigante, si bien un personaje más positivo, no queda lejos de “la cima del mundo” a la que aspiraba James Cagney).
Pacino es el alma y la carne de la película, mi interpretación favorita de él en durísima pugna con su patético gangster de poca monta de “Donnie Brasco” y, cómo no, Michael Corleone, aunque seguidas de cerca por la de “A la caza”, ese estupendo y olvidado thriller de William Friedkin. Tiene una instintiva tendencia a la sobreactuación que a veces le hace desembocar en la parodia, pero cuando toda esa energía ha sido bien dosificada por un director inteligente y la propia contención del actor, nos ha dado momentos interpretativos inmortales (cómo olvidar, por poner un ejemplo, el abrazo de Michael a Fredo…).
Si bien él y De Niro han malgastado demasiado su talento en los últimos años en bastantes mediocridades, creo que todavía estos dos monstruos nos pueden dar alguna sorpresa en forma de gran personaje.
Besos,
Javier
¡Mi querido Javier, qué bueno leerte!… y has empleado un adjetivo maravilloso para hablar del romanticismo de Carlito’s way… crepuscular. Y también planteas un tema maravilloso: el gánster como reverso del sueño americano… ¿sabes qué personaje de James Cagney me viene a la cabeza más parecido a Carlito en su caída con redención? ¿Recuerdas Los violentos años 20 de Raoul Walsh?
Adoro a Al Pacino precisamente por todos los papeles que nombras y alguno más (ayer, ya sabes lo pedorra que soy, ponían otra vez Frankie and Johnny en la tele y caí de nuevo en sus redes). Cuando era jovencísimo está que se sale como un yonqui en Pánico en Needle Park o como un sin hogar en la maravillosa El espantapájaros. Ayer precisamente volví a ver la última escena de Michael Corleone en El Padrino III cuando trata de dar un grito que en un principio no sale, impresionante. Y a De Niro, qué decirte, le veo una y otra vez como el gánster crepuscular (también) de Érase una vez en América o me enternece como ese hombre que no sabe leer en Cartas a Iris. A mí los dos me siguen gustando y sigo pensando que nos darán buenas sorpresas.
Besos
Hildy
PD: esta tarde te devuelvo COWBOY, que me ha parecido un western muy pero que muy curioso y también te llevo el ejemplar de Nosferatu de los actores secundarios.
Cierto, «The Roaring Twenties» de Walsh, esa referencia es buenísima Hildy. Un estupendo Walsh, aunque me gusta mucho más «Al rojo vivo». Pero has dado en el clavo porque creo que se presta mejor a la comparación con “Atrapado por su pasado”. Y siempre grandioso Cagney.
“Pánico en Needle Park” la tengo muy difusa en el recuerdo. De su etapa de los 70 me apetece mucho un Pollack bastante difícil de ver que se llama “Bobby Deerfield” (no sé su título en castellano), del que he leído cosas magníficas, también de la actuación de Pacino.
Genial chavala ese número de Nosferatu, qué maravilla….Esta tarde no voy al curso, salgo para una boda en Santander…ya me los traes sin problema el próximo día.
Besos,
Javi
Bobby Deerfield se tituló Un instante, una vida. Siempre la he visto a trocitos cuando alguna vez la he pillado en televisión. No la he visto entera nunca.
Espero que la boda de Santander sea preciosa y lo pases estupendamente. Te llevo entonces Nosferatu el próximo día que tengamos clase.
Por cierto, qué bueno lo de chavala… me retrotrae a mis años mozos. Fue un schock para mí la primera vez que me di cuenta a mis treinta y muchos que en un bar una camarera me llamaba señora… se me quedó una cara de póquer… ja, ja, ja. Así que mira me quedo con chavala antes que con señora…
Besos
Hildy
comparto casi todos los comentarios sobre la peli…..pero me extraña que nadie haya comentado una de mis escenas favoritas no solo de la película sino del cine…..me refiero a cuando suena por primera vez joe cocker…y carlito tiene que derribar la puerta para estar con gail….sino puedes no entraras….
Bienvenido, Malpaso. La escena que comentas otra maravilla a tener en cuenta en una película que tiene un montón de momentos inolvidables. Aquí queda señalada, con tu comentario.
Gracias por pasarte.
Beso
Hildy
La verdad una de las mejores que vi, el papel de Al Pacino es fantástico, nunca pensé en un final así y su paraíso que parece que sólo podrá vivirlo en sus sueños, el rodado de la película es genial y la verdad el final me hirió más que a Brigante, lo juro. saludos :'(
Bienvenido, Daniel.
Tienes razón es una película que hiere. Es un flash back que hace daño. Y, sí, Al Pacino está impresionante como Brigante… y es triste que alcance su paraíso cuando cierra los ojos.
Gracias por dejar tus palabas
Beso
Hildy
me quedo con lo que transmite el cuadro que cobra vida y expresa un futuro feliz lejos del pasado junto a su pequeño que aunque notemos una ausencia. es el desprendimiento del deseo de ver felices a los seres amados aunque sea sin uno mismo, es la renuncia al egoísmo a la soberbia ….
Sí, tienes razón Iván, esa imagen estática que cobra vida ante la mirada de Carlito Brigante… resume perfectamente la esencia de esta película…, su sueño ¿alcanzado?.
Beso
Hildy
Querida amiga Hildy Johnson, mis más sinceras felicitaciones por tu blog, es maravilloso, y los comentarios expresados son magníficos. Es este uno de los mejores filmes que he visto en mucho tiempo, he estado buscándolo por doquier para guardarlo como un clásico y no lo encuentro, solo la segunda parte. Te exhorto a seguir adelante promoviendo este género de encuentro a modo de cine fórum, muchas gracias y te deseo lo mejor hoy y siempre. Cordialmente, Dr. Wilbur Walker, amante del cine.
Bienvenido Wilbur, y mil gracias por tus palabras.
Sí, esta película de Brian de Palma es una maravilla. Yo no me canso de ver esta película una y otra vez. Tiene momentos imposibles de olvidar una vez que la ves por primera vez.
Beso
Hildy
Amo esta película con todo mi corazón. La veo una y otra vez y no me canso. Para Mi, la película perfecta
Bienvenido, Claudio
No me extrañe que la ames. Es una muy buena película, con una historia y unos personajes muy bien construidos. Y con momentos imposibles de olvidar.
Beso
Hildy
Te faltó la voz de Héctor Lavoe en el sound track de la película
Bienvenido, Victor Manuel
Qué bueno porque así queda tu comentario con otro motivo más para disfrutar y amar «Atrapado por su pasado».
Beso
Hildy