Border (Gräns, 2018) de Ali Abbasi

Border

Vore y Tina, en el bosque, al margen de todo.

Tina se descalza para andar por el bosque donde vive. Observa a los insectos, se baña desnuda en el lago… Ella se emociona cuando un zorro se asoma a su ventana o es tremendamente respetuosa con los alces. Su conexión con la naturaleza rodea Border de un halo onírico y extraño. ¿Quién es Tina? Es una mujer muy poco agraciada, con rasgos imposibles. Tímida, silenciosa y muy valorada en su trabajo en la aduana. Porque Tina huele los sentimientos humanos. Huele el miedo, la vergüenza, la culpa… y eso la hace infalible en su puesto. Hasta que un día se cruza en su vida Vore… y le huele. Y no entiende lo que pasa. Su mundo se trastoca. Su ordenado universo de funcionaria solitaria se derrumba. A sus referentes más cercanos, el hombre con el que convive y su padre, los mirará de otra manera. De pronto empieza a preguntarse quién es ella realmente… Por qué nunca ha encajado y por qué siempre se ha sentido distinta…

La película de Ali Abbasi no toca temas cómodos. Inquieta. Se va a la frontera, a esos márgenes que a veces preferimos no mirar. Pero lo que sorprende realmente es que Abbasi nos está contando un cuento en pleno siglo XXI. En un mundo real y oscuro mete el elemento fantástico. ¿Qué es lo monstruoso y, sobre todo, quién decide qué es lo normal y qué no lo es? ¿Quiénes somos los seres humanos? En este cuento contemporáneo se habla del miedo al “otro”, de la identidad, del género, del sexo, de cómo encontrarse uno mismo, de la soledad, de la bondad, de la maldad, de la venganza… Este director iraní, que emigró a Suecia y ahora vive en Dinamarca, mira la realidad de manera diferente. Dentro de una historia oscura y siniestra con una investigación policial de fondo; dentro de un mundo real, crudo, frío y cruel, incorpora el mundo mágico de la mitología nórdica, de los seres del bosque, y construye un cuento oscuro, donde la heroína, Tina, vive y sufre un dilema. Ella solo tiene clara una cosa: no quiere hacer daño a nadie. Aunque ese deseo signifique un sacrificio: la soledad, pero también ser ella misma. Abbasi, sin embargo, no olvida que es un cuento, y trata a su heroína con cariño, quizá por eso deja una puerta abierta a la esperanza, quizá un paquete de lejos, de Finlandia, suavice su destino.

Y es que Tina se va descubriendo y termina corriendo desnuda por el bosque feliz con Vore, liberada. Aunque luego no todo sea tan fácil. Porque quizá realmente como le explica a su amante, ella trataba de entender por qué era especial… y allí en el bosque se sentía como una protagonista de un cuento de hadas. Los acontecimientos y sus descubrimientos le dan la razón, realmente, habita en un siniestro cuento de hadas…, pero prefiere retirarse a la casita del bosque, sin molestar ni alterar a nadie (o más bien sin que nadie le dañe). Ali Abbasi adapta un relato del escritor sueco, especializado en literatura de terror, John Ajvide Lindqvist. Este autor es el mismo que escribió Déjame entrar, también llevada al cine, la historia de un niño que encuentra la amistad en una niña vampira. Allí era la mitología vampírica, aquí la mitología nórdica, pero el caso es que su literatura ha servido para que dos directores hablen desde una mirada distinta sobre el otro. En Border la realidad salta por los aires, inquieta, y lo fantástico hace que nos preguntemos en qué mundo habitamos.

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8 comentarios en “Border (Gräns, 2018) de Ali Abbasi

  1. Pues mira, esta no la he visto porque alguien me la puso a caer de un burro… No he escuchado cosas muy positivas, en general. Eres la primera. Me lo pienso…

    Besos

  2. La verdad, mi querido Alfredo, es que no es una película para recomendar a la ligera. No es de visionado fácil. De hecho, la persona que iba conmigo al cine, se hubiera salido de la sala. Luego la comentamos y sacamos su jugo, pero no le resultó nada agradable de ver.
    A mí me cautivó el personaje de Tina y lo interesante que me resulta esa incorporación de la mitología nórdica en una historia contemporánea.
    Creo, que guste o no guste, merece la pena echarla un vistazo. Ofrece una mirada que remueve.

    Beso
    Hildy

  3. Creo que esas escenas grotescas que pudieron haber espantado a tu acompañante son parte del juego que propone la película. Es decir, que con ellas nos pregunta por qué nos resulta chocante ver eso, de dónde parte y a qué responde ese prejuicio, y si nuestra moral no está demasiado condicionada por la estética como manera de identificar al otro, a quien es diferente. O vamos, así lo entendí yo.

  4. Sí, querídisimo crítico abúlico, planteas un debate muy interesante y complejo. Qué pasa cuando ante una realidad grotesca, nos ofrecen otra manera de mirar las cosas, nos replantea dónde estamos situados y qué es lo que pensamos. Ese juego que plantea la película puede incomodar. No, incomoda. Consigue, sin embargo, momentos de extraña y onírica belleza, y otros que chocan con la mirada del espectador. A mí quizá no me removió o incomodó en exceso porque la viví desde el principio como un cuento. También he de decir que yo iba sin el factor sorpresa, había leído demasiado sobre la película, eso me permitió verla como fábula y desde la distancia, analizando lo mitológico.

    Beso
    Hildy

  5. Hola Hildy. Por fin pude ir a ver “Border”. Curiosa, con una historia muy original. Una película de cine fantástico enmarcada en un contexto muy realista como en la anterior adaptación de John Ajvide Lindqvist “´Déjame entrar”
    Me pasó lo mismo que a ti. Me destruyeron la sorpresa en alguna crónica sobre Cannes o en algún programa sobre ese festival y ya conocía la auténtica naturaleza de Tina y Vore.
    Me perjudicó, porque el tempo lento de la narración me lo pareció mucho más al ya conocer el misterio que envuelve a los personajes. Así que vi la película con cierta distancia y me fijé en cosas que me chirriaron como las emociones congeladas que demuestran tener todos los personajes (no solo los protagonistas, que se puede entender, sino a esos vecinos a los que les pasa ese horror) o en lo torpe que es la policía sueca. Parece que las sociedades nórdicas, por lo que nos cuentas cierta literatura que luego se adapta al cine, esconden tras su aspecto de ejemplares sociedades del bienestar, unos comportamientos bien nauseabundos.
    El título ya nos indica que es una película sobre los límites: entre lo humano y lo monstruoso entre lo fantástico y lo realista, entre lo femenino y lo masculino, entre el bien y el mal y como esos límites son difusos y las categorías no están tan claras como creemos.
    Película interesante y que se te queda en la cabeza pero quizá esperaba más y el exceso de información previa me frustró en parte el visionado. Lo mejor la conexión de Tina con la naturaleza. Su ternura sobria con animales y árboles.
    Por último. Espero que gane el Oscar a mejor maquillaje (esos premios que por otro lado, ya no me creo) Te emplazo si no lo has hecho ya, a buscar los rostros de sus protagonistas. Irreconocibles. Y muy valientes por dejarse metamorfosear así. Especialmente ella.
    No me pareció un film desagradable. Creo que las escenas y momentos más grotescos los filma el director con sobriedad y ahí el tono distanciado de la película se agradece.
    Un cuento contemporáneo sobre monstruos. Una historia de amor, reconocimiento y pasión(a la sueca,claro) entre feos, muy feos. Una mirada sobre lo no idéntico. Y con final feliz.
    Un abrazo
    Lilapop

  6. Querida Lilapop, qué alegría leerte.
    Sí, es una película que no deja indiferente. Como siempre disfrutando de tu mirada.
    Yo de lo que más disfruté fue del personaje de Tina… y de cómo me estaban contando un cuento contemporáneo con raíces mitológicas y folclóricas.
    Lo del maquillaje es una pasada.

    Beso
    Hildy

  7. Cómo me gusta, querida Hildy, leerte y volver así a saborear, desde tu mirada, películas ya vistas. «Border» es para mí una de esas historias ideales para un sustancioso coloquio, pues es difícil que deje indiferente y susceptible de polifacéticas interpretaciones sobre los variados temas que aborda. Tina es un personaje antológico dentro del «ser diferente», que conecta muy bien con ese interrogante sobre dónde reside la llamada «humanidad». Difícil olvidar ese final…
    «Déjame entrar» supone una vuelta de tuerca al tema vampírico que también recuerdo con mucho agrado. El miedo al otro, distinto a nosotros, latente desde siempre…
    Los mitos son cajas de resonancias que pueden servirnos de barómetros de los órdenes de valores imperantes.

  8. Sí, tienes razón, querida Ana, Border daría para un coloquio interesante. Y Tina, estoy de acuerdo, es un gran personaje, que permite un rico debate. Y tienes razón: el miedo al otro, distintos a nosotros, siempre está latente… Y dejas un asunto apasionante sobre la mesa: para qué son las fábulas y los mitos, qué tipo de herramientas son… Sin duda Border plantea un montón de cuestiones.

    Beso
    Hildy

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