La doncella (Ah-ga-ssi, 2016) de Park Chan-wook

La doncella

Si se observa el hermoso cartel de La doncella, del director coreano Park Chan-wook, ya aporta claves de lo que vamos a ver en pantalla. Un cuento sensual y sexual con toques de crueldad pero con trazos delicados, de aire victoriano, con gotas góticas y con brotes de belleza como las ramas de un cerezo en flor con una mujer bella colgada… Y es que todo eso y más puede encontrarse en una película que no solo seduce con la historia que cuenta, sino que es imposible no enamorarse de cómo está contada.

Y ya su título es revelador. Si en inglés (The handmaiden) no deja duda de que la doncella del título se refiere a la sirvienta de una delicada joven encerrada en una mansión que esconde secretos, su título en castellano sirve para las dos protagonistas: doncella es Sooke, que entra a trabajar al servicio de la joven millonaria, Hideko. Y Hideko también es doncella…, delicada y virginal. Y alrededor de las dos gira una historia de amor, pasión, sexualidad y venganza (uno de los temas estrella de Park Chan-wook).

El material de partida del director coreano es una novela de Sarah Waters, Falsa identidad, que ambienta la novela en el Londres victoriano. Y Park Chan-wook se va a la Corea de los años 30, colonizada por los japoneses, y también proporciona una mansión-cárcel espectacular (con toques japoneses y británicos) con recovecos secretos y crueles, donde transcurre la mayoría de la historia. Una mansión que nos es presentada bajo la mirada asombrada de Sooke y que transmite también ese asombro al espectador.

Y es que una de las claves de La doncella es la estructura clásica en tres actos y el punto de vista ofrecido en cada una de ellas (la estructura en tres partes también está en la novela). Donde lo que se nos cuenta en la primera parte se transforma en la segunda… y llega a su desenlace en la tercera. Así Chan-wook entra de lleno en la premisa “nada es lo que parece” y en la importancia de la mirada (y punto de vista). La historia a través de los ojos de Sooke es una. La mirada de Hideko nos da otras claves. Y la mirada de ambas nos deja un desenlace… con una especie de epílogo discordante (y que descoloca) y a la vez atrayente entre medias donde en un tenebroso sótano se encuentran los dos personajes masculinos protagonistas.

Pero además su relato cinematográfico (de una cuidada y elegante puesta en escena, donde es todo un virtuoso) contiene una lectura profunda sobre el erotismo y la pasión (otra de las constantes de su carrera cinematográfica, junto a la plasmación con una estética especial de la violencia). Por una parte el encuentro pasional entre las dos doncellas que van desvelando y construyendo una historia de amor, supervivencia, conocimiento y pasión desatada. Ambas mujeres encuentran un camino hacia la liberación de sus complejas vidas a través del sexo (historias ambas de sometimiento y sufrimiento). Y por otra la visión oscura, fetichista y extraña del tío de Hideko que proporciona una dura y cruel educación sexual a su sobrina (y antes a su tía) convirtiéndola en un objeto sexual pasivo y distante. Hideko lee textos eróticos en la distancia (y es protagonista de retorcidas performances) y despierta las fantasías de sus oyentes… alucinados ante la influencia literaria de un Marqués de Sade u otros que arrastran a sus lectores hacia los secretos más ocultos de la sexualidad. Por último, está el cuarto personaje en discordia, un falso aristócrata que es el que introduce a Sooke en la casa para que le ayude en su plan perverso de seducir a Hideko para arrebatarla su fortuna y después confinarla en un manicomio. Y este emplea la seducción y el erotismo para un fin determinado.

Si a todo esto le unimos un empleo mágico de los espacios que crean sendas y recovecos en el avance de la trama, un cuidado exquisito de la atmósfera, una ambientación que traslada al espectador a otra época y entorno, y una sensualidad que envuelve toda la historia, el visionado de La doncella se convierte en un placer. El placer que tiene que ver con los buenos cuentos victorianos con gotas de misterio, crueldad, sensualidad, romanticismo… y que deja en la cabeza imágenes perdurables, además de permitir mirar por el ojo de una cerradura que encierra todo tipo de secretos.

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12 comentarios en “La doncella (Ah-ga-ssi, 2016) de Park Chan-wook

  1. Me lo pasé genial, incluso se le perdona a Park que siga sin apetecerle meter un poco de tijera a sus historias cuando hace falta. La puesta en escena es potentísima, me encanta como excita las sensaciones de los personajes y conduce la narración. Es un director con un talento enorme.

  2. Sí, yo también me lo pasé bien, querido crítico abúlico. Y tampoco eché de menos la tijera. Como dices la puesta en escena es potentísima… y todos los detalles están cuidados.

    Yo reconozco que de Park Chan-wook me queda mucho por ver. Tan solo he disfrutad (y me han gustado) de Old Boy, Stoker y, ahora, La doncella.

    Beso
    Hildy

  3. Ay, ay. «Old Boy» me horrorizó como pocas películas. En mi crítica de hace ocho años incluso la llamé «pedazo de Guantánamo cinematográfico» y escribí cosas como «existencialismo de bate de béisbol» y más (algunas tonterías, sin duda). Dejo link por si alguien tiene curiosidad: http://elcineenquevivimos.es/index.php?movie=112

    Ay, Hildy, no creo que me acerque a «La doncella». Sospecho que tu crítica es mucho mejor que la película…
    Luis

  4. Querida Hildy, qué ganas de ver esta película luego de leer tu crítica. Sólo vi Stoker de este director y, si bien nunca más volví a ella, aún recuerdo el cuidado en la puesta en escena, la sensualidad y los toques góticos de esa película. No habiendo visto Old boy, que genera tanta disparidad de opiniones entre Luis y vos, creo que voy a darle un voto de confianza a esta película.-
    Un beso grande, Bet.-

  5. De este director, Old boy me parece sobrevaloradísima. Sin embargo, me parece excelente en la creación de atmósferas y en la gestión visual de sus historias, a pesar de que en todas sobra abundante metraje, que la recreación, el gustarse en exceso, le quita fuerza. Eso también ocurre aquí, no solo en cuanto a metraje, sino también en el exceso de vueltas de tuerca a la historia. Llega un momento en que asume el riesgo de echarte de la historia, como me ocurrió a mí, con el continuo carrusel de cambio de puntos de vista y la duda absoluta de todo. Aunque esto esté presente en la novela, el director y el guionista deben saber cuándo parar si de cine se trata.

    Por lo demás, comparto tu espléndido texto.

    Besos

  6. Querido Luis, me encanta cómo una película puede crear puntos de vista dispares. Yo lo que puedo decir de Old Boy es que, por lo menos, me dejó sorprendida y diciendo: Ey, qué estoy viendo, quién me está contando esta historia…
    La doncella a mí me pareció una delicia en cuanto a lenguaje cinematográfico y me divirtió el cuento oscuro que nos narra…

    Beso
    Hildy

  7. Jo, querida Bet, a mí La doncella me ha hecho disfrutar con una película y además pasármelo bien con la historia que me estaban contando. Además tiene imágenes bellísimas, una atmósfera y una ambientación de lo más atrayentes.

    Beso
    Hildy

  8. Allllfreeedooo, a mí una de las cosas que me cautivó fue ver la historia desde la mirada de Sooke y después desde la de Hideko. Pero ¡la disfrutamos los dos!

    Beso
    Hildy

  9. La venganza, sí, el director de la venganza. No puedo decir que haya visto una película de este director que no me haya gustado. Al leer tu estupendo texto me ha traído a la memoria su película anterior, «Stoker». Habrá que verla.
    Saludos.

  10. Sí,sus películas hablan entre sí, mi querido Licantropunk. Y hay temas de esta película que aparecen en otras de su filmografía. Es cierto, en su factura visual tiene puntos de conexión con Stoker (y en algunos temas de fondo). Y me doy cuenta ahora que también que los puntos de vista, que las distintas miradas para contar una misma historia, es algo muy presente en su cine. Y además también continúa la potencia visual de su cine, y su belleza. Si no has visto La doncella creo que vas a disfrutarla.

    Beso
    Hildy

  11. No la he visto todavía, pero tras leer tu reseña me han dado muchas ganas de hacerlo. Sabes, cuando me enteré de su estreno pensé que se trataba de una nueva revisión de un clásico surcoreano de 1960, cuyo título traducido fue también «La doncella» (Hanyo – The housemaid) de Kim Ki-Young. Si no la has visto, te la recomiendo pues es una película extraordinaria. Besos.

  12. Qué ganas, querido Antonio, no, no he visto la película de Kim Ki-Young pero acabo de buscar información sobre ella… y tiene una pinta, efectivamente, extraordinaria. Gracias por la recomendación.

    Espero que si ves la de Park Chan-wook la disfrutes también.

    Beso enorme con palabras de diccineario
    Hildy

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