En Pan, amor y fantasía en un momento cotidiano, el mariscal Antonio Carotenuto (Vittorio de Sica), del arma de carabineros, pasea por las calles de un pueblo de montaña, Sagliena (… un lugar que no viene en el mapa), y se encuentra con un paisano sentado en un banco de piedra que va a degustar un bocadillo… y le pregunta que de qué es. Y el vecino abre los panes, no hay nada en ellos, y contesta: de pan y fantasía… Luigi Comencini pone en pie una comedia italiana y que presupone además otros ecos muy diferentes para la corriente neorrealista: donde cabe la comedia, el costumbrismo, caras conocidas…, donde la cámara sigue en exteriores y se sigue reflejando una Italia de posguerra pero hay sitio para un pueblo idealizado donde existen las problemáticas sociales de posguerra suavizadas y matizadas, para conseguir una sonrisa en el espectador.
Por otra parte los años cincuenta son el reinado de las maggioratas, aquel star system femenino que logró competir y hacer sombra a las actrices de Hollywood. Mujeres contundentes, con fuerte personalidad, arrebatadas, descaradas, libres y salvajemente hermosas. No podía faltar una en Pan, amor y fantasía. La chica más pobre del pueblo pero también la más hermosa, Maria de Ritis, La Bersagliera. Y ahí está Gina Lollobrigida para derrochar frescura, belleza y cabreos a la italiana…
Fue tal el éxito de Pan, amor y fantasía que surgió inmediatamente su secuela (que era la continuación inmediata de la historia con todos sus personajes), Pan, amor y celos. Así surge un dúo de películas con un encanto especial, que idealiza la vida de un pueblecillo de montaña en la posguerra italiana, aunque refleja distintas problemáticas. De esta manera la película es un mapa de rostros y situaciones: ancianas de negro, el cura y su influencia, los carabineros, los ricos del pueblo, los más pobres, las parteras, los niños, las celebraciones, los cotilleos, la situación compleja de las mujeres (la marginación de las madres solteras, las jóvenes pobres que tienen que sobrevivir y sufrir todo tipo de abusos…), los vendedores ambulantes, los feriantes, las fiestas populares, las sirvientas (y ese maravilloso personaje secundario que es Caramella, con el rostro de Tina Pica), la dura vida en el campo y hasta los desastres naturales (terremotos)… Después se siguió aprovechando el tirón pero ya sin Comencini ni Lollobrigida en otras dos secuelas: Pan, amor y… y Pan, amor y… Andalucía.
Comencini crea un fresco costumbrista donde el centro de atención son los líos y enredos de amores de los protagonistas en un entorno rural en lo alto de las montañas: la pareja madura, el mariscal y la comadrona; y la pareja joven, el joven recluta tímido y La Bersagliera. Uno de los aciertos es construir una relación muy especial (y con mucha química) entre el mariscal y La Bersagliera que da lugar a todo tipo de situaciones y equívocos que enredan la trama. En este dúo de películas a los momentos de risa y comedia se le imprimen unas gotas de tristeza y melancolía (como el destino del pobre burro de La Bersagliera).
Un aparte necesario para Vittorio de Sica. Uno de los directores claves del neorrealismo italiano también cultivó su faceta como actor. Su mariscal Antonio Carotenuto se convirtió en un personaje popular, con una personalidad peculiar y algo excéntrica: un solterón, amante de las mujeres pero también deseando encontrar el amor…, al que le encanta el baile, la música y el buen comer (aunque a veces se lo hagan pasar mal) y que se relaciona con sus hombres y con la gente del pueblo con mucha palabrería y encanto… De Sica lo construye no solo con la palabra sino también le dota de una manera de moverse y comportarse en las distintas situaciones a las que se enfrenta. Y es un personaje inseparable de su bicicleta que le hace subir y bajar las cuestas del pueblo de montaña.
Las dos películas de Pan y amor… conducen a Sagliena y la estancia allí genera más de una sonrisa.
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¡¡Grande De Sica!! Un personaje icónico, tan alejado de otros suyos más dramáticos pero igualmente buenos. Me gustan estas películas, respiran vida. No así las secuelas, que son de un acartonamiento atroz. La mano de Comencini, supongo, que tampoco es que luego hiciera muchas maravillas.
Ah, Italia. El cine italiano. ¿En qué quedó después de la retirada o desaparición de todos los grandes cineastas que ha tenido? Nos queda Moretti y poco más (Sorrentino es el poco más). Pero con eso ya están mejor que nosotros.
Besos
Ah! me has picado las ganas… desconocía estas dos películas pero me encanta lo que cuentas de ellas. Ideales para un fin de semana frío y lluvioso? Sin duda, la melancolía que provocan este tipo de historias, al menos en mí, casan a la perfección con una tarde desapacible pero «mantosa y gatosa», jeje.
Besote y gracias!
A mí De Sica actor me tenía ganada con sus personajes en Madame de… y, sobre todo, en El general de la Rovere, mi querido Alfredo. Y el director es especial para mí porque la sensibilidad de sus películas me toca. El mariscal Antonio Carotenuto es todo un personaje en su manera de hablar, de comportarse y en sus gestos. Tomas cariño a todos los personajes. Estas dos de Comencini son muy agradables de ver y disfrutar. Las otras dos secuelas confieso que no las he visto.
Me gusta ese cine italiano que surgió después de la guerra con Visconti, Rossellini, De Sica… y luego Antonioni, Bertoluci, Scola… Y ahora, de vez en cuando vienen películas italianas que te reconcilian con su cine: aparte de las de Moreti y Sorrentino, me sorprenden películas de Marco Bellocchio, Giuseppe Tornatore, Matteo Garrone,Paolo Virzì, los Taviani (con su Julio César entre rejas en 2012) o Marco Tullio Giordana… El cine es cíclico, ¿no crees? Cada lugar tiene momentos mejores y peores pero siempre hay realizadores y actores que logran contar buenas historias…
Beso
Hildy
Beso enorme
Hildy
Jajajja, querida, querida Marga, acabo de darme cuenta que le he duplicado los besos a Alfredo. Bueno, ojalá nos duplicaran muchas veces los besos, las sonrisas amables, las buenas conversaciones, la buena gente, las buenas comidas… Y las películas para fines de semana fríos y lluviosos. Sí, este dúo de películas es muy lindo…, sin duda, merece la pena una visita a ese pueblo montañoso…
Beso
Hildy
De Sica es un grande, no solo en el cine italiano, sino en el cine mundial, en la historia del cine. Solo hay que verlo como actor en El general de la Rovere dirigida por Roberto Rossellin. Padre del neorrealismo. Creo que ha dado sus mejores películas en este género con El limpiabotas, Umberto D y Ladrón de bicicletas. Todavía hoy siguen conmoviendo, mi querida amiga. Y luego está esos peliculones con esos dos actorazos como la copa de un pino: Marcello Mastroianni y Sofia Loren. Qué te voy a decir que tú ya no sepas, amiga. La decadencia del cine no está solo en Italia. Ahora se nos da, de vez en cuando, una película que se deja ver. ¿Te puede imaginar en aquella época dorada del cine mundial? Cada semana había estrenos espectaculares de películas provenientes de toda Europa, América, Japón, etc. Me puedo imaginar a los amantes del cine de aquel tiempo volviéndose locos a la hora de decidir una película. Ahora hay que esperar mucho, pero que mucho tiempo, para que el corazón se acelere al ver un cartel… en fin.
Besos de cine.
Precisamente esta semana he visto «Dos mujeres» de Vittorio de Sica, una película que ya tenía que haber visto mucho antes: terrible. ¡Qué manera tan formidable de construir el relato cinematográfico! Y sí, De Sica tenia una vis cómica indudable, pero como se pusiera serio…
Saludos.
Sí, me gusta mucho también Vittorio de Sica. Como director, por todas las películas que nombras. Y dices una palabra clave: conmueve. Y como actor también tenía su rostro, su firma, su forma de construir un personaje…
Jajaja, yo ya sabes, mi querido Francisco, que soy más optimista y no vivo la decadencia del cine, todavía disfruto muchas veces en una sala de cine.
Beso
Hildy
Querido, querido Licantropunk, ufff, qué película más tremenda Dos mujeres. Sí, De Sica sabe cómo contar historias trágicas. Sabe transmitir verdad. Sí, sabía ponerse muy serio… tras su rostro afable.
Beso
Hildy
El papel de “la bersagliera” fue ofrecido originalmente a Silvana Mangano y también a Sofía Loren quienes lo rechazaron y recomendaron a Gina Lollobrigida para esta película que se transformó en un éxito mundial. Aprovechando la gran popularidad que ganó G.L. fue invitada por Perón al festival de cine de Mar del Plata para utilizarla con fines propagandísticos y dio lugar a una serie de anécdotas que la involucraron con el régimen peronista.
Bienvenido Cleto, y mil gracias por compartir aquí esa parte de historia de Gina Lollobrigida que desconocía.
Beso
Hildy