Diccionario cinematográfico (205)

magnoliasdeacero

Peluquerías y otros locales similares: hace poco hablé de peinados y mi querido Alfredo (blog 39 escalones) me dijo que no me olvidase de los peluqueros y peluqueras y pensé en ese momento en la cantidad de películas que además salen peluquerías muy especiales… Resulta que ayer me meto a ver Un cerdo en Gaza y uno de los personajes es un peluquero que además tiene un local donde transcurren varias escenas hilarantes de esta estimable película. Y me digo… tengo que escribir otra entrada para mi diccionario particular.

Otro peluquero que me fascina (y que está bastante olvidado) es el protagonista de una película de Hal Ashby, Shampoo. El peluquero en cuestión era un Warren Beatty que trataba de tener un salón propio. Shampoo es una comedia amarga que emplea los recursos de la screwball comedy para reflejar unos setenta con unas gotas de tristeza, crítica política y social y para reflejar un futuro bastante oscuro, sin esperanzas. El peluquero rodeado de un montón de mujeres (y peinándolas) iba viendo cómo su sueño, en un solo día, se iba desvaneciendo (y muchas cosas más como la posibilidad de estar con el amor de su vida). Y entre peinados, fiestas y una peluquería de moda se iba narrando una historia de sueños rotos.

A otra peluquería que tengo gran cariño es en la que se reúnen las magnolias de acero. Es una peluquería de una localidad pequeña donde un grupo de mujeres se cuentan sus alegrías y sus penas, viven el día a día. Uno de sus alicientes son las reuniones en el local donde van de una confesión a otra. La peluquera tiene el rostro de Dolly Parton y toma como ayudante a una tímida y apocada Daryl Hannah, que va transformándose en su ser más extraño de lo que era… pero querible. Una de las clientes nos hizo llorar de lo lindo, una jovencísima Julia Roberts.

Tampoco olvido irme a otros países y otras peluquerías (y salones de belleza). Así otro grupo de mujeres nos cuentan sus problemas emocionales, sentimentales y de todo tipo mientras trabajan en una peluquería. Y vamos entre las risas y las penas. Nos reunimos con ellas en su local de Beirut… en Caramel.

No faltan tampoco las barberías. De nuevo Tim Burton (ya en el post de Peinados recordamos las labores en la peluquería de Eduardo Manostijeras) traslada al espectador a la barbería más siniestra y sangrienta en un musical también muy amargo, Sweeney Todd: el barbero diabólico de la calle Fleet. Pero no olvidemos buenas escenas de barberías y asesinatos en películas de gánsteres… Claro, como no, El Padrino tiene su escena en una barbería.

Los salones de belleza y las peluquerías sirven para que muchos personajes en un momento de la película cambien totalmente su look. Se conviertan en otra persona distinta con la autoestima más arriba o con muchas ganas de gustar. Recordemos al personaje de Cher, con su pelo en un moño y unas cuantas canas… que se dispone a estar deslumbrante en una noche de Ópera y se pasa por una peluquería amiga que se mueren del gusto porque se deje hacer… y sale con un peinado muy de los ochenta, suelto y sin una sola cana… recibiendo los silbidos y piropos de todo hombre que pasa por la calle. Fundamental escena de Hechizo de luna.

El amor también entra en estos locales. El sueño de Antonine es casarse con una peluquera. Y ese sueño se hace realidad. Entre la placidez, la sensualidad y la tristeza, un romanticismo trágico. Así es El marido de la peluquera.

Y no nos olvidemos del cine clásico, me quedo con un pequeño barbero judío con bigotillo que trabaja al ritmo de la danza húngara número cinco de Brahms en El gran dictador. No podía ser otro que Charles Chaplin en su doble papel.

Por cierto… ¿en qué peluquería entraré ahora?

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15 comentarios en “Diccionario cinematográfico (205)

  1. Hace mucho que no veo Shampoo pero el recuerdo que tengo es exactamente igual al tuyo.
    No he visto el barbero de siberia, pero me acuerdo ahora del título. La de las magnolias también hace muchísimo que no la veo.
    En los westerns solía haber mucha escena de barbería. Aunque de lo que ahora me acuerdo es de los apuros de Sacristan afeitando a uno del otro bando en la vaquilla…Un abrazo

  2. La barbería es un lugar apto para todo tipo de tensiones en el thriller criminal: a veces como relajación y charlas de fútbol o de boxeo («El crack», for example), a veces para pasaportar a alguien (el comiendo de «Promesas del Este»). En plan peluqueros, está ese bodrio de Adam Sandler, «Zohan» o algo así. Y mi peluquero favorito, Milo Tindle (Michael Caine en «La huella», que recordaré en breves).
    También son varias las películas, sobre todo en el Viejo Sur, en las que las peluquerías son lugar de encuentro-tertulia-cotilleo, la gente leyendo el periódico y tal, a veces con un sillón de limpiabotas anexo…
    En cuanto a peluquerías, no obstante, carezco de gran experiencia: hace tiempo que en vez de pedir hora me basta con cinco minutos; últimamente, ni eso: cuando voy, en vez de pedir hora pido perdón…
    Besos

  3. … Shampoo es una película que me gusta mucho. Hace unos años que compre el dvd y de vez en cuando le echo un vistazo. Yo tampoco he visto El barbero de Siberia (¡tantos títulos nos esperan!). Y la de Magnolias siempre me hace que una lágrima se asome… y luego una sonrisa. Mi querido Victor… ¡menudas escenas en las barberías del Oeste!
    Ayyyy qué buena La vaquilla (me recuerdas que tengo que volver a verla pues no recuerdo los apuros del pobre Sacristán)…

    Besos
    Hildy

  4. ¡Qué buenas aportaciones, querido Alfredo! Y, claro, Michael Caine en La Huella ¡es peluquero! Qué ganas de tu texto recordando esta película…

    … Ja, ja, ja… No pidas perdón caballero andante por no entrar ni ser cliente en las peluquerías… piensa que en estos tiempos ¡qué ahorro para tu bolsillooooo! Aunque también te digo que te pierdes buenas conversaciones (algunas de película de los hermanos Marx) y momentos hilarantes mirándose uno en el espejo ¡con unas pintas hasta esperar el resultado final…!

    Beso
    Hildy

  5. Por cierto… que ayer me meto a ver Una familia de Tokio (un remake a color con pequeñas variaciones argumentales y el cambio de siglo de los Cuentos de Tokio de Ozu) y una de las hermanas ¡es dueña de una peluquería! y bastantes escenas son rodadas en su mínimo salón de belleza…

    Besos
    Hildy

  6. Yo te invito, Hildy, a entrar en una peluquería que no olvidarás nunca. La regentan en el Londres suburbial una pareja de homosexuales, llamados Harry (Richard Burton) y Charlie (Rex Harrison), que conviven durante tres décadas a pesar de sus incesantes disputas y contrariedades.
    Se trata de una película de culto de 1969, muy poco conocida, que descubrí el año pasado en los Verdi de Barcelona. La dirigió con poca credibilidad Stanley Donen con estos dos monstruos de la interpretación y, en su momento, fracasó estrepitosamente en taquilla.
    Espero que te guste mi recomendación…
    Un abrazo.

  7. Mi querido Antonio… es buenísima. ¡Qué genial recordatorio). Yo tuve también la oportunidad de verla pero en los Verdi de Madrid y la disfruté muchísimo. Los dos están muy grandes tanto Burton como Harrison. Y yo es que a Donen es de esos directores que me gustan mucho pero mucho… Sus últimas películas destilaban cierta melancolía y desencanto. Y casi toda la película en su peluquería…

    Mil gracias
    Hildy

  8. ¿Sabía que yo me corto el pelo solito? Me da mucho miedo las peluquerías,amiga Hildy.Cuando era niño mi padre me llevaba a la barbería y veía como el barbero afilaba la navaja de afeitar.¡Dios!Ahora me degollará. Luego vino Tim Burton y me lo confirmó en Sweeney Todd:El barbero diabólico de la calle Fleet.Ay,las barberías.Además,cuando empiezas a tener alopecia el tipo ya te lo dice cuando tú intentas tapártelo con el pelo que te queda,y,te da soluciones que nunca funcional.Y ¡ras!ya está afilando la navaja.¡Qué raro! Con las nuevas máquinas que hay para afeitar y los tipos no dejan la navaja.Claro si vas a una peluquería es diferente.Pero también me da miedo entrar en esos sitios donde solo hay chicas jóvenes y guapas y te diré por qué.Porque nunca me echan piropos y me digo:ya me estoy haciendo viejo.En fin,que no te estoy dejando un comentario sobre películas en donde salen barberías o peluquerías.En fin,pero tienes un fragmento de mi autobiografía.Quizá alguien lea esto y haga una peli de un tipo con manías,como por ejemplo,yo.

    Besos al son de tijeras y lociones para el afeitado.

  9. … Es que no me extraña si yo me cruzara con Sweeney de Todd o Eduardo Manostijeras me pensaría mucho, mucho lo de entrar a una barbería. O alguno de estos gánsteres que se cambian por el peluquero y te cortan el gaznate en un periquete…

    Lo de las peluquerías y las chicas y chicos guapos… yo tengo un truco (te dejo parte de mi autobiografía también) increíble… como yo voy de pascuas a ramos (ahora más para taparme las canas… pero es que ya sabes que la profesión de Hildy Johnson es un sinvivir)… entro poniéndome verde yo misma. Que qué pelos. Que cómo me he dejado. Que me pongo en sus manos… Y claro al final me piropean. Dicen, anda que esta pobre… Y yo salgo feliz y bellísimamente peinada y tintada (pero natural, ehhhh)…

    Besos desde el secador…
    Hildy

  10. Por decir alguna rareza que eso siempre queda muy bien….Pues…. los misterios de una peluquería….. Película de terror del año 1923 de nacionalidad alemana. A mi particularmente me parece mala de doler, pero seguro que a muchos buscadores de rarezas les encanta. A cuidarse

  11. ¡Bravo, querido Plared! No conocía yo esa peluquería ni sus terrores… Muda, de terror y «mala de doler»… la combinación tiene cierto encanto y rareza como bien dices.

    Un beso
    Hildy

  12. Hola no hay manera de encontrar el título de una película de los 80 en el que un barbero mataba al caniche de una clienta y hacia pastel de carne.eran una serie de historias en la misma película, pero sólo recuerdo esa. Tú que sabes tanto de cine a ver si me puedes echar una mano. Gracias.

  13. Jo, Cris, perdona pero de momento no sé cuál es la película. Seguiré indagando. Cuando has dicho pastel de carne, me vino a la cabeza la versión de los años 80 para televisión, con Angela Lansbury, de Sweeney Todd, el barbero diabólico de la calle Fleet. Pero ignoro si sale una escena en la que una de las víctimas sea un caniche. Y también pensé en la película francesa de principios de los 90, Delicattessen pero sí que no recuerdo a ningún peluquero entre los habitantes de la extraña casa, además el malvado es un carnicero. Y a finales de los 70 Bigas Luna realizó una película heavy que se titula Caniche, que no he visto, pero creo que no hay ningún peluquero… En fin, de momento, no sé.

    Beso
    Hildy

  14. Y recordemos el barbero Billy Bob Thorton protagonizando EL HOMBRE QUE NUNCA ESTUVO de los hermanos Coen
    Olvidé decir que escribo desde Santiago de Chile y los títulos en América Latina casi siempre difieren de los de España,no se si esta peli se dio allá con otro nombre

  15. Sí, aquí se llamó El hombre que nunca estuvo allí… ¡buenísimo ese barbero que has rescatado! Y hay otro peluquero y su peluquería de barrio que se quedó en mi memoria… y es el de la película Cosmópolis de David Cronenberg, la última parada de limusina del millonario protagonista.

    Beso
    Hildy

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