La fantasía en dos películas que no son redondas: Las brujas de Zurragamurdi de Alex de la Iglesia/La espuma de los días de Michel Gondry

La fantasía es el único concepto que relaciona estas dos películas. Tanto De la Iglesia como Gondry poseen una imaginación que inventa y produce historias y mundos. Universos. Pero a veces la fantasía desbordante no crea lo deseado y surgen dos películas fallidas que pudieron ser y no fueron. Las fantasías de ambos realizadores se estrellaron en un sinsentido caótico. No obstante (y paradójicamente) es precisamente esa fantasía la que salva estas dos películas de no caer en el más absoluto de los olvidos.

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Las brujas

La De Alex de la Iglesia parece como si el realizador se fuera cansando de su fantasía y energía. Y se va volviendo más delirante pero más cansina y cutre. Así parece mentira que sea el mismo director el que haya rodado el atraco en la Puerta del Sol lleno de ritmo, humor y planificación así como visualmente potente y el que haya realizado la escena culminante más cutre y desagradable en lo visual, el aquelarre final donde más que fantasía campa lo ridículo y el mal gusto. Donde lo fantástico, desgraciadamente, es lo más absurdo y fuera de lugar. La película se pierde… decae.

Curiosamente las brujas del título son los personajes menos conseguidos (hasta Carmen Maura está mal o incómoda y mira que eso es raro) y los que menos sorprenden. No hay absolutamente ningún personaje femenino con el que conectar o empatizar. Nunca mejor dicho: son todas unas brujas, incluidas esas señoras con rostro de Carlos Areces y Santiago Segura (que por otra parte son las que mejor te caen de la galería de brujas caníbales… que te irías con ellas a tomar un chocolate con churros —aunque ellas a lo mejor prefieren otra cosa—). Y curiosamente (se le nota la misoginia o enfado con las mujeres al realizador) la galería de chicos son todos tontos, tontos hasta decir basta pero los protegerías a todos y con todos te irías alegremente a pasar una tarde, incluso con el señor de Badajoz. La sorpresa para esta espectadora ha sido descubrir un Mario Casas actor con una vis cómica muy pronunciada. Me reí con él un montón. Y también confieso que Hugo Silva de Cristo plateado va a quedar como imagen icónica…

Así Alex de la Iglesia demuestra que posee un mundo particular y que puede llegar a ser muy divertido. Al principio crees que te encuentras con una película de ritmo trepidante, comedia pura con unas dosis de terror… pero al final su energía decae y también su manera de dirigir… y deseas que termine ese aquelarre absurdo y vuelvan todos a la Puerta del Sol.

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La espuma

A Gondry le puede su desbordante fantasía. Esta vez toma el universo de Boris Vian y lo traslada a su mundo peculiar. Y te engancha pero se desborda… y a veces al espectador le cuesta conectar con unos personajes envueltos en un mundo de deslumbrante imaginación. Pero a la vez sabes que sólo pueden vivir en ese mundo creado por Gondry y que la historia sólo tiene sentido en su mundo recreado. Sin embargo su fantasía es tan exacerbada que acaba con la emoción del espectador o con los puntos de conexión de tal manera que puede convertirse en una película que te deja totalmente frío.

Pero paradójicamente también es en la fantasía (y su plasmación) donde se esconde lo más interesante de la película. En un mundo de fantasía e imaginación desbordante donde se nos está contando una historia de amor donde todo es felicidad y donde se mueven los enamorados con una alegría e inocencia desbordantes acompañados de sus amigos que son lo más… un acontecimiento, un nenúfar en un pulmón, va tornando todo ese universo donde parece que sólo cabe lo inocente, lo alegre y lo bello en un universo igual de fantasioso pero oscuro, siniestro, decadente y triste. Y esos mismos personajes se vuelven tristes… y ese mundo donde sólo había color se va volviendo tétrico y en blanco y negro…

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8 comentarios en “La fantasía en dos películas que no son redondas: Las brujas de Zurragamurdi de Alex de la Iglesia/La espuma de los días de Michel Gondry

  1. No me extraña para nada. Ninguno de los dos ha llegado a hacer una película realmente bien acabada. En el caso de De la Iglesia, sus ideas, que a menudo no son malas, tienen un recorrido muy corto: normalmente sus películas se agotan antes de la media hora, y luego se vuelven repetición y chabacanería.
    En cuanto a Gondry, otro bendecido por los «alternativos» que confunden lo extravagante con lo bueno y ven genios por todas partes menos donde deben, nunca me ha terminado de gustar. Si acaso, «La ciencia del sueño», a ratos, pero nada más. Es otro pavo como Wes Anderson; de graciosos y originales terminan aburriendo a las ovejas.
    Besos

  2. … A mí Gondry me ha gustado más en otras obras cinematográficas aparte de La ciencia del sueño (tengo cariño, por ejemplo, a Rebobine, por favor). Y Alex de la Iglesia reconozco que nunca me ha entusiasmado, poseemos sensibilidades distintas por eso me es difícil conectar con sus películas.
    No obstante como digo sus películas sean fallidas o no siempre poseen algo que las hace no caer absolutamente en olvido. Gusten o no gusten, conectes o no conectes con ellos poseen un universo, un mundo creado, propio.

    Besos
    Hildy

  3. Hola, Hildy, buenas noches; la de Gondry no la he visto, con lo cual nada te puedo decir de ella. Pero la de Alex de la Iglesia, y vengo a coincidir sustancialmente en tus apreciaciones ‘diferenciadas’ sobre las dos partes de la peli. Al día siguiente de verla, y mientras me pegaba una carrerita, me dio por pensar en el siguiente relato: los guionistas hicieron el libreto hasta la mitad de la peli (es decir, hasta que los protas masculinos llegan al pueblo de Zumarragurdi), y le cobraron esa parte al productor; éste, después de hacer el pago, verificó las cuentas y comprobó que, con lo que le quedaba para la peli, solo podía pagar ya los efectos especiales de la parafernalia final. ¿Decisión? Se despide a los guionistas y ya iremos rodando; eso sí, con un completo despiporre de cacharrería y casquería variada. Bueno, y Carolina Bang exhibiendo palmito, que eso siempre funciona… Otra más que Álex de la Iglesia despanzurra después de un arranque prometedor (en este caso, y en lo que se refiere a la secuencia inicial, absolutamente deslumbrante). Y van… Creo que, en lo que a mí respecta, en relación con don Álex, como en las maquinitas de videojuegos de hace veinte años: Game Over, y ya no voy a Insert más Coins (aunque luego, que me conozco, seguro que llega otra y termino picando…).

    Un fuerte abrazo y hasta pronto.

  4. Sí, querido Manuel, da que pensar que algo así ocurrió. Porque la primera parte está super cuidada y planificada y la segunda nada tiene que ver, por lo menos para mí.

    A Carolina Bang (y a las demás actrices) no se las deja mayor lucimiento pues sus personajes además de absurdos son planos y sin matiz alguno. Bang tan sólo tiene un personaje de bruja bestia, canibal y sexi… y eso es lo que hace. No puede hacer más con su personaje. El único personaje femenino que mostraba algo más de chicha (tampoco excesiva) era el de Macarena Gómez que también se disuelve en nada en la segunda parte.

    Besos
    Hildy

  5. De la Iglesia es un tipo que siempre ha querido romper los moldes, pero no le sale bien del todo. Estoy de acuerdo con Alfredo; buenas ideas, pero siempre acaba pifiando.Balada triste de trompeta,ya ni te hablo. La comunidad puede que sea la película más redonda. 800 balas tiene momentos realmente buenos, es más, la historia la considero buena. Esta última no he ido a verla. La otra, tampoco.

    Y ahora voy a tu post sobre Graviti para comentarte.

  6. … Te diría que la película que me gusta un poco más de Alex de la Iglesia (de la filmografía que he visto… ya que todavía me quedan películas por descubrir) y me parece bastante redonda es 800 balas… y es que está dentro del género cine dentro del cine y dosis de ternura en los eternos perdedores que salen representados…

    Paso a leerte ahora por Gravity, Houston…

    Besos
    Hildy

  7. No he visto ninguna de las dos. A Álex de la Iglesia, uno de mis directores favoritos de siempre, le vi perdido en «Balada triste de trompeta», y me temo que estas brujas será más de lo mismo, más aún después de leerte. Y le oigo en la radio defender su película incluso como alegoría de trasfondo psicológico y le veo más perdido aún. Si quieres hacer una película gamberra véndela como tal y punto.
    Saludos.

  8. Reconozco que Alex de la Iglesia tiene un universo propio pero nunca he podido conectar del todo con su cine. Sin embargo te diré que me sorprendió gratamente con 800 balas. Y todavía me quedan películas por ver… sobre todo las últimas desde EL ASESINATO DE OXFORD, hasta BALADA TRISTE o LA CHISPA DE LA VIDA. Las brujas me apetecía porque era un día que me apetecía un poco de humor negro y bestia (vamos, como bien has dicho, me apetecía ver una película gamberra… son raros los días que me apetece algo así pero los tengo… los días destroyers). Con la primera parte me reí a gusto, con la segunda mi gozo en un pozo…

    Besos
    Hildy

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