Testigo accidental (The narrow margin, 1952) de Richard Fleischer

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Y esa capacidad que tiene el cine negro de seguir sorprendiéndome me fascina. Nunca paro de descubrir joyas. Ahora le ha llegado el turno a Testigo accidental. Entra dentro de la categoría de películas de bajo presupuesto de la RKO pero que te muestra cómo rodar un buen thriller en setenta y un minutos. Y es que es fascinante cómo nos cuenta en imágenes una historia donde nada es lo que parece.

Así en Testigo accidental tenemos de todo: personajes ambiguos, ambiente moral asfixiante, mujer fatal, policía duro pero todo aderezado de persecuciones, violencia, erotismo latente… y como culminación giro sorpresa. Y prácticamente un único escenario muy cinematográfico (y empleado de una manera brillante): un tren.

Richard Fleischer (director del cuál ignoro casi toda su filmografía pero que con esta película se me ha despertado el interés) muestra que sabe emplear el lenguaje cinematográfico para contar una historia. Ya desde los títulos de crédito nos vemos atrapados por el sonido de un tren que no cesa su marcha.

Testigo accidental cuenta con varias escenas memorables que se quedan en la retina: la escena que sirve de prólogo y que es la única que transcurre en otro escenario, la casa de la testigo (Marie Windsor, todo un descubrimiento, a la que también he podido apreciar en La fuerza del destino de Polonski y en Atraco perfecto de Kubrick). Una mujer fatal que es la viuda de un mafioso y que cuenta con una información que pone en peligro su vida y que además va a emplearla para testificar. Ésa es la testigo a la que un par de duros policías tienen que escoltar en un viaje en tren para que llegue sana y salva a su destino. El peligro de la misión se pone en evidencia en esta ya increíble escena. Un fonógrafo sonando (que preludia otra escena clímax de la película excepcional), unos planos opresivos de los rostros, un collar de perlas que se rompe, las cuentas que caen… una sombra con una pistola, unas escaleras oscuras y estrechas, un disparo…

Entre el policía duro (un pétreo y eficiente con voz grave Charles McGraw) y la mujer fatal (de frases venenosas) se desarrollan diálogos y réplicas brillantes y una tensión sexual no resuelta (más por parte de la femme fatale… porque el poli duro la ‘desprecia’ bastante y su atención se ha fijado en otra pasajera). Además hay un personaje maravilloso cuya gordura tiene una función en los estrechos pasillos del tren (es personaje y además su característica física soluciona muchas escenas…). Tampoco falta la violencia extrema y eso se ve en la pelea cuerpo a cuerpo que tiene el policía duro con un matón en uno de los pequeños baños del tren.

Por otra parte Fleischer convierte al tren en un escenario cinematográfico maravilloso. Y todos sus elementos son aprovechados para contar la historia. El ruido del tren, las ventanas, los pasillos estrechos, los revisores, las estaciones, los camarotes, las literas, las puertas y sus cristales, las ventanas, las vistas… todo sirve para el misterio, las persecuciones, la tensión, el equívoco…

Así ante nuestros ojos se desarrolla una historia de ritmo frenético con todos los ingredientes para mantener atento al espectador y además bien contada. En poco tiempo se permite además de ese ambiente de cine negro provocar un giro de guion que juega con la ambigüedad que presentan todos los personajes…

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

12 comentarios en “Testigo accidental (The narrow margin, 1952) de Richard Fleischer

  1. Estupenda película, aunque no sé si yo la catalogaría como cine negro (aparte de las notas estéticas y de los ambientes turbios, hay un condicionante, el destino implacable, la fatalidad, que es necesario, a mi juicio, para hablar de cine negro canónico; lo otro es cine de intriga, policial, etc.)
    Fíjate que hasta me gustó el remake ochentero con Gene Hackman y, ¿era Anne Archer?
    Besos

  2. Mi querido Alfredo: efectivamente una son sus cualidades como thriller y otras sus elementos(que son muchos) del cine negro. Pero como bien dices al final puede más la intriga que el destino fatal…

    No he visto el remake de Hackman y Archer.

    Besos y más besos
    Hildy

  3. A mi juicio es una película modesta, tal vez menor, pero que el tiempo ha ido convirtiendo en mayor. Sus pretensiones están muy claras,y el mecanismo de relojería funciona. Ese contrareloj,esos ambientes, tal vez fueran un tanto standard en su momento…Pero claro, hoy día estáa años luz de cualquier película de intriga. Por su concisión y por esos diálogos acerados que hoy ya no se ven. Por tanto para mi el tiempo ha jugado a su favor.
    El remake no esta nada mal, pero tampoco entusiasma.
    Como siempre voy un tanto decolgado.
    Me parece muy lícito el ejercicio de la crítica sin complejos, entendida como análisis del lenguaje cinematográfico y sus formas y contenidos. No entiendo ese menosprecio del cual se aprovechan los grandes estudios para colocarnos productos de centro comercial fotocopiados.
    Estoy de acuerdo en que el cine es para sentarse y disfrutarlo. La cuestión es que surgen interrogantes cuando por ejemplo algo no termina de convencer.
    Siempre se puede decir, pues no me gusta y punto.Personalmente prefiero indagar en las razones. O en las que provocan que una cinta no te gustase en su estreno y cinco años después descubras cosas en ellas.
    Yo resbalo e indago y me equivoco.Sin duda. No me importa. De eso se trata. Leí muy poco a Roger Ebert,salvo en los cartyeles promocionales. Un abrazo.

  4. Mi querido Victor, qué bueno, como siempre leerte y reflexionar contigo. Yo la verdad es que no conocía esta película (y el remake no lo he visto) por lo que ha sido una buena sorpresa. Me gusta esa frase de «el tiempo ha jugado en su favor» porque efectivamente eso es lo que ocurre con determinadas películas: en algunas el tiempo juega a su favor, en otras les hace un flaco favor… Ésa es muchas veces la magia de la eternidad, ¿qué es lo que hace que algo sea eterno o que tenga fecha de caducidad?

    Como bien dices el ejercicio de la crítica, y en este caso de la crítica cinematográfica, es un placer cuando consiste en analizar e indagar en el lenguaje cinematográfico. Planteas un tema genial por el que merece siempre la pena indagar: por qué una película en su momento no te gustó y años después la ves y te encuentras descubriendo cosas de interés en ella… o viceversa.

    Je, je, je… a veces en los carteles promocionales no sólo echan mano de frases como ¡FABULOSO!, ¡MAGNÍFICO!, ¡INCOMPARABLE! sino también de nombres de críticos con una fama que sobrepasa sus fronteras y les colocan frases y palabros propagandísticos (lo que no sé si con su consentimiento o sin él… ahí está el intríngulis del asunto). Claro, ja, ja, ja… no es lo mismo un ¡FABULOSO! de Bartolillo Pérez que un ¡FABULOSO! de Rogert Ebert (aunque la gilipollez del término referido a una película sea exactamente igual).

    Besos
    Hildy

  5. Hildy, a falta de una dirección donde contactarte, aprovecho este espacio para invitarte a visitar la página web de un proyecto de cine independiente que represento. Aquí te dejo la dirección: http://www.mauroaltair.eu
    Estoy segura que lo encontrarás muy interesante.
    Un saludo
    Eugenia Guimeráns

  6. Eugenia, muchas gracias por pasarte por aquí, por la invitación y por dejarme el link del proyecto cinematográfico que representas. Me pasaré a visitarlo pronto.

    Beso
    Hildy

  7. Hildy, un Noir con sabor a gloria del ínclito Fleischer. Fotografiada con mimo por George E. Diskant y la exquisita RKO manejando los dineros. Creo que fue el décimo film de este director con un dueto fantástico entre CMcG y MW. El tren trazando la urdimbre de toda la historia. Me recordó a una obra menor, pero no menos interesante del genial Phil Karlson con una Ginger Rogers —desconocida en su papel— muy solvente junto al monstruo de la interpretación Noir, E.G. Robinson y el siempre genial Brian Keith “Tight Spot” (1955). No te la pierdas. Cambio de vagón por el apartamento. Besos muy Noir

  8. Mi querido JC, qué maravilla que me hagas descubrir otro noir, apunto Tight Spot en mi lista. Ya sabes que gracias a ti vi y me maravillé de la película de Robert Wise… Odds againts tomorrow.

    Hablando de trenes ahora estoy con una muy curiosa (una película fruto del fin de la segunda guerra mundial) de Tourneur con un Robert Ryan muy joven, Berlin Express.

    Quedamos en el siguiente vagón, ya sabes, en el restaurante

    Besos
    Hildy

  9. Hildy, un artículo estupendo sobre esta pequeña joya de uno de esos directores que debemos seguir reivindicando, porque Richard Fleischer era un verdadero maestro al que afortunadamente se lleva revalorizando tiempo, pero no todavía en su justa medida, como sí a otros grandes de su generación como Ray, Fuller o Aldrich.
    Hizo numerosas películas extraordinarias en los más diversos géneros: “Los vikingos” (uno de mis cuatro o cinco films de aventuras favoritos), “La muchacha del trapecio rojo”, “Mandingo”, “Barrabás” (una película bíblica a contracorriente, de una extraña espiritualidad), “El estrangulador de Boston” o la aún mejor “El estrangulador de Rillington Place” (un obra estremecedora como pocas),…Todas dejan traslucir una gran inteligencia, y siempre hay una búsqueda consciente de realismo en el tema que tratan.
    Fleischer también era algo que no suele abundar entre los directores de cine: un tipo humilde.
    Escribí hace tiempo en mi blog sobre este film y otro de los “noirs” de serie B que hizo en RKO entre finales de los 40 y principios de los 50, estupendo aunque por debajo de “The Narrow Margin”, titulado “Atraco al furgón blindado”, de cuyo final se diría que bebió bastante Kubrick para el de “Atraco perfecto”.
    E intuyo que hay más joyas por descubrir entre esas otras pequeñas películas que filmó para la RKO y que no solían – no necesitaban – pasar de los 70 minutos…
    Besos,
    Javier

  10. ¡Mi querido Javier, qué bueno todo lo que me cuentas de Richard Fleischer! Es un director del cual ignoro bastante… Los Vikingos y Barrabás sí que las he visto pero sin fijarme que detrás había un director. Así que tendré que volver a verlas además de descubrir más filmografía. Seguiré las pistas que me dejas. Ya sabes que a ti debo haber visto Testigo accidental.

    Besos
    Hildy

  11. Querida Hildy, ayer descubrí esta interesante película y ¡por supuesto que has escrito sobre ella! Me resultó fascinante la forma en la que Fleischer mueve permanentemente su cámara por esos espacios reducidos, encimándose con los actores hasta que sentimos que nos falta el aire. Y qué curioso fue, al menos para mí, ver una peli en la que no encontré más que un par de caras ligeramente conocidas. Una está tan acostumbrada a ir detrás de las estrellas que de pronto me descubrí asombrada de que existieran otros actores, y muy competentes por cierto (Dana Andrews, dicho sea de paso, hubiera calzado como un guante en el rol protagónico). Ah, y no tenía idea de que Fleischer fuera el director de El estrangulador de Boston, sí lo recordaba de Compulsión. Tiene imágenes inolvidables este director, sobre todo con espejos y reflejos según recuerdo.-
    Te mando un beso enorme desde el coche comedor, Bet.-

  12. Qué alegría cuando descubrimos pequeñas joyas que nos entusiasman, ¿verdad, mi querida Bet? Yo después vi también de él Cuando el destino nos alcance, una película de ciencia ficción interesantísima. Y ya hablamos tú y yo, claro está, de Impulso criminal. Sí, le seguiremos descubriendo en otras películas. ¡Y seguiremos descubriendo actores y más actores!
    Sí, Dana Andrews es otro de mis consentidos.

    Beso… desde mi compartimento… mirando el paisaje por la ventana.
    Hildy

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