Dúos con presencia continua de George Cukor

Alrededor de George Cukor pulularon varios dúos. Y él formó también comuniones inseparables. George Cukor y Katharine Hepburn, una de sus musas. George Cukor y Judy Holliday, su musa de los cincuenta. George Cukor y una pareja de risa, Katharine Hepburn y Cary Grant. George Cukor y Garson Kanin, un guionista con buenas historias. George Cukor con Garson Kanin y con Ruth Gordon, guionista y también actriz. Ambos guionistas eran marido y mujer. George Cukor con dos actores que además eran pareja, Spencer Tracy y Katharine Hepburn… y así continuamos en un bucle que parece interminable. Y todo esto nos hace desembocar en varias películas inolvidables del realizador.

Con Katharine

Su andadura juntos comenzó con un drama con John Barrymore, Doble sacrificio (1932), donde una jovencísima Hepburn se metía en la piel de una hija comprensiva y donde la actriz ya denotaba madera de estrella por su particular presencia… Al año siguiente se convirtió en la hermana más compleja e interesante de la popular novela de Mujercitas, Jo. Cukor seguía mimándola en Las cuatro hermanitas. Aprovecha el físico andrógino y hermoso de su musa para inmiscuirla en La gran aventura de Silvia (1935). Y ahí se encuentra también una buena pareja artística para su musa, Cary Grant (de chulo encantador, con descaro y morro… con el halo que le imprimió Mae West). Una película extraña que tan pronto va a la comedia, como se va a la tragedia, que pasa de la intriga al romanticismo desaforado… Y el trío vuelve a trabajar en la maravillosa y olvidada comedia sofisticada con toques de screwball comedy, Vivir para gozar (1938).

… Sólo George Cukor podía sacar a su musa de la temida lista ‘veneno para la taquilla’ y lo consigue en 1940. La Hepburn quiere adaptar cinematográficamente su éxito teatral con Historias de Filadelfia. Y con su famosa cabezonería lo logra. Por supuesto quiere que la dirija George Cukor y que su pareja romántica sea Cary Grant… y aún hoy nos congratulamos con la pelirroja con cara de diosa y el marido que olvidó sus penas en alcohol pero eternamente enamorado y encantador… y los alocados miembros de la familia de la protagonista. Entremedias un periodista (James Stewart) que pasa del odio hacia lo que representa Katharine Hepburn al amor idílico.

En 1942 George Cukor vuelve con su pareja que ya tiene nueva pareja artística (y también sentimental), Spencer Tracy. Y comienza con un drama olvidado La llama sagrada, interesante película sobre poder político, manipulación y medios de comunicación. Y el trío se vuelve a reunir en una maravillosa comedia sobre derecho, guerra de sexos y amor: La costilla de Adán (1948). Para de nuevo volver a unirse en una comedia fallida, La impetuosa (1952), sobre los amores deportivos entre Pat y Mike o Hepburn y Tracy.

Cukor trabajó dos veces más con su musa en dos películas que nunca he visto. Una para televisión, Amor entre ruinas (1975), donde la Hepburn se mide con Laurence Olivier con toques de humor y romanticismo. Y ambos dejaron un retrato de la vida rural y la enseñanza en un remake de una película de Bette Davis en los años cuarenta, El trigo está verde (1979).

Con Judy Holliday

Fue en La costilla de Adán (1948) donde entró en contacto con otra de sus musas, la olvidada Judy Holliday. Aquí en un papel secundario, dicen que la Hepburn (junto a Cukor) le cedió protagonismo para que se luciera porque el director la quería como protagonista de Nacida ayer (1950) y necesitaba convencer a la productora para que diera un papel protagonista a una actriz hasta el momento desconocida (pero que había triunfado en los escenarios con la obra… de Garson Kanin, que además en un principio  la había escrito para Jean Arthur…).

Y Nacida ayer supuso que Judy Holliday se convirtiera en estrella fulgurante en un papel que bordó, la rubia tonta no tan tonta. Aquí es la chica de un empresario corrupto que se enamora de su serio profesor (maravilloso William Holden), al que contrata el bruto del empresario cuando piensa que ‘su’ rubia tiene que adquirir modales y culturizarse para que él pueda seguir prosperando y ella no le deje en ridículo (cuando él es igual de ridículo que ella y además zafio). A Holliday le pasaron tres cosas para quedar relegada al olvido: fue investigada en la Caza de Brujas y por ello formó parte de las listas negras, murió demasiado joven y coincidió con otra rubia tonta con aureola de leyenda, Marilyn Monroe (con la que Cukor también trabajaría).

Dos años después volverían a trabajar juntos en una película que aún no he podido ver, Chica para matrimonio sobre las tribulaciones de un matrimonio que se separa en clave de comedia. Y la culminación sería en 1953 con una encantadora comedia que descubrí recientemente, Una rubia fenómeno, sobre el mundo de la publicidad y la fama por la fama, que supuso también el genial debut de Jack Lemmon. Una rubia fenómeno cuenta con una declaración de amor que ha pasado a mi colección particular de este tipo de escenas.

Con Garson Kanin

George Cukor también tuvo varias colaboraciones con el guionista Garson Kanin (y casi siempre con la colaboración de la esposa de éste, Ruth Gordon). Ambos trabajaron juntos y el resultado fue una serie de películas recordadas por la memoria cinéfila: pasamos de una tragedia con Shakespeare de fondo, Doble vida (1947) a una de las películas más populares y recordadas de Hepburn y Tracy con Holliday con papel secundario bombón, La costilla de Adán. Los dos cimentaron la carrera de Holliday con Nacida ayer (adaptación de la propia obra de Kanin), Chica para matrimonio y Una rubia fenómeno. Y resbalaron, como resbalaron todos los que participaron en el proyecto, en La impetuosa. Ruth Gordon, la esposa eterna de Kanin (y también actriz, que alcanzó popularidad con ya cierta edad), estaba también en los créditos de Doble vida, La costilla de Adán, Chica para matrimonio y La impetuosa. Además trabajó con Cukor en solitario en el guión de su propia autobiografía: La actriz (1953), película que aún no he podido ver con Jean Simmons de protagonista.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

14 comentarios en “Dúos con presencia continua de George Cukor

  1. Cukor rodeado de parejas estelares, aunque de sus propias parejas no se diga nada excepto que daba las mayores y más desenfrenadas fiestas del Hollywood clásico…
    La filmografía de Cukor siempre fue una cantera que muchos directores aprovecharon luego para cimentar títulos imborrables. Prácticamente todas estas parejas logran su culminación artística en obras que no son de Cukor -o que sí lo son, al menos en espíritu-, pero que no podrían haberse dado sin él ni sin su cine.
    Besos

  2. Mi querido Alfredo: George Cukor es un director que me gusta mucho con algunas películas que siempre me agrada volver a ver una y otra vez. Además de tener un buen dominio del lenguaje cinematográfico, posee en su carrera un buen número de obras muy interesantes y a reivindicar.

    Sí, sí era muy amante de organizar grandes fiestas y de mantener muy buenas amistades. También parece ser que nunca ocultó su homosexualidad y se rumorea que ese fue uno de los motivos por los que no pudo continuar con la dirección de Lo que el viento se llevo pues Clark Gable estaba molesto con que pudiera saber ‘asuntos’ sobre su pasado, antes del estrellato, que le incomodaban.

    Ja, ja, ja… dejando mi vena frívola, sí que creo que fue un buen director que se merece una etiqueta más completa que el director de las mujeres. Me gustan sus comedias sofisticadas pero también tiene varios dramas a tener en cuenta como Doble vida, La dama de las camelias o Luz que agoniza. Cuenta con una interesante carrera en el periodo pre code. Puso en pie un maravilloso musical, Ha nacido una estrella… Y lo que es mejor, me quedan todavía joyas de su filmografía por descubrir.

    Besos
    Hildy

  3. Hola, Hildy, buenas noches; no le he seguido yo mucho la pista a Cukor, vaya que no, pero lo poquito que he visto (Doble vida, Luz que agoniza, Historias de Filadelfia, Ha nacido una estrella) me transmite la impresión de un cineasta solvente, probablemente sin el brillo formal o el sello personal marcado de algunos de sus coetáneos, pero, en cualquier caso, un tipo que sabía lo que se traía entre manos. Habrá que ponerse a la tarea (un día de estos, claro…).

    Un abrazo y buen fin de semana.

  4. ¡Amigo Manuel, qué bueno leerte! Sí, Cukor es un director a reivindicar porque quizá le ha perjudicado una etiqueta (o mejor dicho dos): director de mujeres, comedia sofisticada. No siendo mentiras el universo fílmico de Cukor es bastante más amplio y sí que se descubre a un cineasta solvente con un uso del lenguaje cinematográfico brillante.

    Baste, por ejemplo, con el inicio de Una rubia fenómeno donde Cukor capta la vida de Central Park, se convierte casi en un documentalista. Saca la cámara a la calle… como en esos momentos se estaba haciendo en el cine europeo…

    Besos
    Hildy

  5. A mi lo que me parece intolerable es eso de que eraun buen director para ellucimiento de las estrellas. Como si fuesemoco de pavo todo lo que este hombre hizo y que tu tan bien nos rescatas. Una carrera amplia y repleta de títulos que ya desearían muchos nuevos modernos de la comedia. El otro día leí no se donde que «el lado bueno de lasa cosas» no estaba mal, pero que era una comedia un tanto vista ya que recordaba mucho a las comedias de toda la vida. Supongo que el comentario era peyorativo,pero por lo que a mi respecta, si es así, ya se una película que voy a ver. Delicioso viajar contigo. Un abrazo.

  6. Me gusta Cukor, es uno de los buenos nombres clásicos a los que sigo, me gusta historias de Filadelphia, no soy mucho de Katherine Hepburn pero por su puesto es muy talentosa, y Grant, me encanta, me gustan estos tipos que no son solo guapos sino muy simpáticos como personas, muy normales, graciosos, uno de los últimos que veo en esa senda es Ewan Mcgregor, creo que él de haber nacido en esa época clásica lo hubiera hecho estupendo, y siempre se me hace inverosimil pensarlo en trainspotting, que lo hizo estupendo. Cukor es cine bien hecho, familiar pero visto atentamente el tipo es una fiesta a lo grande, solo que su simpatía se desborda y disminuye la grandilocuencia. Un beso.

  7. Jo, querido Victor, te digo una cosa: me apetece muchísimo El lado bueno de las cosas, intuyo que va a gustarme bastante. Ya nos contaremos.

    Y sí que pienso que Cukor era algo más que un buen director para el lucimiento de las estrellas y mucha de su filmografía lo demuestra.

    Yo también disfruto viajando por tu sala oscura.

    Besos
    Hildy

  8. ¡Mario dices cosas muy pero que muy interesantes en tu comentario!
    Cukor es un buen director.

    Me encanta Historias de Filadelfia… pero sí me encuentro entre las admiradoras de Katharine Hepburn, la diosa pelirroja (como la llama Grant en la película).

    Resulta muy interesante cuando dices que ves de sucesor de Grant a Ewan Mcgregor… tipos guapos y además muy simpáticos. Mcgregor tiene una sonrisa pícara especial, y sin embargo, está bien hasta con un huevo podrido en la cabeza (como decía Hithcock de Grant). Es curioso porque siempre se ha hablado de sucesores de Grant, nombrando a George Clooney y Pierce Brosnan, pero sí es cierto que el Grant de los años pre code, de sonrisa pícara, tiene mucho más de Mcgregor. Y sí me viene a la cabeza cuando le recuerdo en la reivindicable Abajo el amor (Down with love).

    Cukor efectivamente hacia un cine muy bien hecho y con muchos matices. En sus comedias llegaba a la fiesta (Vivir para gozar)… pero en el drama sabía sobre las complejidades del ser humano y sus partes oscuras…

    Besos
    Hildy

  9. Magnífico, amiga Hildy.De Cukor podría decir que es, sobre todo, un director elegante.Elegante en la elección de sus guiones y elegante en el movimiento de la cámara.Refinado,irónico,inteligente.Gran director de actrices y no porque fuera gay,el viejo Woody Allen también lo es (no gay,sino magnífico director de actrices).Ahí está su última gran película Ricas y famosas para demostrarlo.Historias de Filadelfia estará siempre en mi lista de mis películas favoritas.

    Tus posts son verdaderamente una delicia cinéfila de un refinamiento exquisito.

    Besos y más besos

  10. ¡Amigo mío!, eso es, Cukor es elegante, muy elegante. Y lo explicas muy bien: sabe las historias que quiere contar y cómo. Y efectivamente dirige bien a las mujeres (parece ser que este sobrenombre le vino porque además dirigió una película de reparto excepcional de féminas sin hombre alguno, Mujeres) pero tampoco lo hace mal con los hombres dando grandes papeles no solo a Spencer Tracy y Cary Grant sino también a Charles Boyer, Robert Taylor, Rex Harrinson… e incluso a nuestro José Luis López Vázquez. Pero tienes razón en su despedida, Ricas y famosas, regala dos exquisitos retratos femeninos… También Historias de Filadelfia está en la lista de mis favoritas…

    Besos… con una copa de champán
    Hildy

  11. Gran reseña de uno de los 100 más grandes, Hildy. Culto, modesto y lucido así fue el gran Cukor. Recuerdo una cita de uno de sus libros biográficos; “En Europa, un director está mucho mejor considerado. En Hollywood, cuando uno acaba un film todo el mundo se siente capacitado para dar su opinión”. Genio y figura, de su obra se deprende el aroma de un buen maestro; Lubitsch. Otro genio, que no hizo nunca una mala película. Y, gracias a su labor, el público conoció actrices en todo su esplendor. Me quedo con “La costilla de Adán”. El acompañante es muy querido en el bypass y la historia muy hermosa. Besos con fundamento

  12. … Siempre que recuerdo La costilla de Adán me viene a la cabeza la canción de «Mi fiel Amanda, adiós, adio, adieu, mi cruel Amanda…». Es como cuando recuerdo La fiera de mi niña, automáticamente tarareo esa canción que calma a la pantera: «Todo te lo puede dar menos el amor, Baby»… Y me doy cuenta de que hay películas indiscutiblemente unidas a una canción. Es imposible no pensar en Desayuno con diamantes y no recordar a Audrey en la ventana cantando Moonriver…

    Sí, me gusta George Cukor porque dejó varias películas inolvidables con una ristra de actrices y actores con buenos papeles en buenas historias. Y entre ellos Katharine y el querido Spencer Tracy. Mi favorita de esta pareja es sin duda La costilla de Adán…

    Besos… mientras tarareo una canción
    Hildy

  13. Hildy querida, acabo de terminar de descubrir «Nacida ayer», otra peli que empecé hace unos meses, dejé abandonada y ahora me he dispuesto a ver completa, pase lo que pase. Pues lo que pasó es que me encantó, no sólo me metí de lleno en la historia sino que además me quedó tiempo para sorprenderme con algunos detalles en la forma de contar de Cukor. En particular me dejó boquiabierta la escena en la cual Broderick Crawford da unas cachetadas a Holliday y luego la obliga a firmar los documentos. ¡Qué inusual y chocante ver tanta violencia en la pantalla para una comedia «ligera» de 1950!
    Bien merecido el Oscar, por esta vez, para Judy Holliday, está genial desde que aparece por primera vez en la pantalla; es todo un manojo de pequeños gestos, miradas, postura corporal, todo en ella cuenta la historia de la triste vida que debió haber tenido su Billie. Y me has dejado con muchas ganas de ver esa escena en «Una rubia fenómeno», qué intriga…
    Un beso enorme, Bet.-

  14. Mi querida Bet, si te gustó Nacida ayer, creo que te va a encantar Una rubia fenómeno… y me darás la razón sobre la escena de la declaración de amor.
    Como a ti, me encanta Nacida ayer. Y, sí, ese momento que señalas, muestra la violencia de género con crudeza. ¿Sabes? Otro de mis chicos es William Holden, lo adoro.

    Beso
    Hildy

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