Necesitaba una película linda a ser posible del denostado género de la comedia romántica (pero como todos los géneros plagado de sorpresas y buenas obras cinematográficas)… y encontré la medicina, el remedio, en una película argentina que apenas duró unos días en sala de cine el año pasado pero que me quedé con muchas ganas de visitarla, Medianeras de Gustavo Taretto. La espera mereció la pena… he podido ver justamente lo que quería, una película linda.
Sus pequeñas imperfecciones no empañan una historia tierna y bien contada sobre dos personajes que viven cerca pero no se encuentran en la gran ciudad de Buenos Aires. Dos personajes que intuimos que si logran coincidir en el tiempo y en el espacio están condenados a conocerse y acabar con sus respectivas soledades…
Él es diseñador de páginas webs. Y vive en una apatía continua encerrado en su caja de zapatos y comunicado con el mundo a través de Internet. Un mundo virtual. Su estado se debe en parte al abandono de una novia que se fue a Nueva York y ya no regresó. Ella es arquitecta pero no ejerce, vive en otra caja de zapatos, y se dedica a la decoración de escaparates, vive rodeada de maniquíes sin vida y ha dejado una relación larga con su novio. Su libro favorito es ¿Dónde está Wally? Y nunca lo encuentra en las páginas dedicadas a Wally en la ciudad. Lo busca y lo busca y no lo halla entre la multitud. Él se llama Martín. Ella se llama Mariana. Y continuamente se cruzan pero no se encuentran.
Gustavo Taretto realiza su primer largometraje abordando las posibilidades de un cortometraje con el mismo título (y los mismos personajes) que realizó en 2004. Medianeras nos habla de la soledad y la incomunicación en las grandes ciudades. Explica que las nuevas tecnologías no pueden sustituir el calor humano sino complementarlo. Habla del destino de dos personas que pueden encontrarse o no encontrarse nunca. Y junto a Mariana y a Martín hay otra gran protagonista-metáfora, Buenos Aires.
Es curioso pero Medianeras que también se centra en la caótica y además especial arquitectura de esta ciudad y habla de esas paredes medianeras que separan a los distintos inquilinos que las habitan… y muestra cómo la apertura de una ventana ilegal para que entre un poco de luz se convierte en metáfora de la luz que entrará en la solitaria vida de sus personajes… tiene un planteamiento similar pero con un fin distinto (y para contar una historia diferente) que otra buenísima película argentina El hombre de al lado de Mariano Cohn y Gastón Duprat. Ahí las paredes medianeras separan mundos y clases sociales diferentes y la apertura de una ventana es el origen de un conflicto vecinal que se torna en tragedia.
Gustavo Taretto, desde el principio, nos da las claves románticas en las que oscila su película linda. Así hay dos referencias cinematográficas en su historia. Y las dos tienen todo su sentido. En un contestador Mariana escucha la voz de su ex que le pide que vean juntos la película de El día de la marmota (Atrapado en el tiempo)… Como en aquel mítico y romántico film, la vida de sus protagonistas parece que se repite una y otra vez en los distintos días que transcurren… pero parece que Taretto nos dice: no importa la monotonía de los días si de pronto encuentras con quién compartirlos. Y el otro referente más evidente a lo largo de la historia de Martín y Mariana es Manhattan de Woody Allen. En otro momento de la película tanto Mariana como Martín se emocionan frente al televisor ante la última escena de esta película de Allen. Así Taretto como Allen hacía con Manhattan canta su amor y sus fobias hacia una ciudad, Buenos Aires, y su forma de vida. Y adquieren importancia los espacios, la arquitectura, la vida de las calles… Sus personajes, como los de Allen, tienen sus manías, neurosis, fobias y obsesiones… visitan al psiquiatra, y están empapados de melancolía y romanticismo.
Pero además, y ya por último respecto referencias cinematográficas, Taretto en su forma de contar la historia y de presentar la ciudad, en el estatismo y peculiaridades de Martín en un mundo en el que no se siente cómodo (tan sólo en caja de zapatos-refugio) trata de realizar un leve homenaje (y cantar su admiración) a Jacques Tati… El protagonista en una mochila de supervivencia que se prepara cada día para pasear por las calles mete películas de Tati entre ellas Play Time.
Mariana busca a su Wally particular y Martín a alguien que le haga encajar en un mundo que le incomoda. Siempre están a punto de encontrarse. Sus destinos se cruzan varias veces pero nunca logran mirarse cara a cara. Taretto cuenta esta historia de manera tierna y minimalista y se atreve con originales giros formales (de pronto puede convertir una escena en una viñeta o contar la historia o el pensamiento de un personaje a través de fotografías fijas) y aprovecha arquitectura y diseño no sólo para mostrar sino para contar. Los espacios son un protagonista más: las escaleras de un edificio, la piscina pública, un restaurante, las propias casas… Los sonidos, las canciones y las nuevas tecnologías también se encuentran al servicio de la narración cinematográfica (¡que nadie se pierda los créditos!). También emplea las estaciones del año para estructurar su historia y un uso (a veces en exceso) correcto de la voz en off para meternos en la piel de los personajes protagonistas (una buena química entre Pilar López de Ayala y Javier Drogas).
Medianeras es una película linda sobre desencuentros y encuentros, soledades y nuevas tecnologías, Internet y maniquíes, canciones y youtube, ventanas y apagones… y cómo encontrar a Wally en Buenos Aires.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
Ya conocía este corto,amiga Hildy.Me gusta esa voz en off que va explicando o,intenta explicar la confusa arquitectura de una ciudad.Esas medianeras,esas fachadas de cientos de ventanitas,esas colmenas y esa soledad que paradójicamente se da precisamente en un mundo donde los medios de comunicación están por doquier.Tenemos la tecnología inmediata para comunicarnos con un chino y decirle que estás comiendo unos churros en el bar de la esquina.Tenemos los artefactos a nuestra disposición,pero no sabemos qué decir ni cómo decirlo,es más,no podemos decir nada,quizá un gesto tímido y entrelíneas en facebook,para decir lo solos que estamos o, con más desparpajo,buscando a Wally a Nemo la pareja ideal,el amigo genial,la madre que no tuvimos,el padre que se fue,el hermano que no existe,el polvo del siglo,qué sé yo,amiga.Lo malo de este documental es el final,precisamente cuando debería empezar la historia.Imagínate que las relaciones,sean las que sean,cuando se produce el milagro sin intervenir Internet,es decir,de una manera natural donde se aprecia los gestos,los guiños,el tacto,etc.,en la mayoría de los casos naufraga;ya me dirás esos encuentros a través del digital.Pongo una foto de cuando tenía dieciocho y ahora tengo cincuenta.Qué bien me expreso en un e-mail mientras me arasco el culo o mientras me hurgo la nariz.Según mi propia experiencia la gente que conoces a través de Internet siempre están mejor en el digital,hablo como personas.Este medio está hecho para eso;el anonimato y la comunicación desinteresada o compartida entre una reseña de cine,literatura o reflexiones.
Pero bueno,lo de Wally en este corto no está mal.Yo de ella me hubiera quedado con Wally.
Besos con una camiseta blanca y rayas rojas.¿Me ves?
Anda que tener que pasar por aquí para enterarme que Paco es del Atleti…
Vi la película, pero no le encontré tanto encanto. Me pareció demasiado evidente y subrayada. Tiene atmósfera, tiene ideas y sugerencias, pero, como dice Paco, creo que no termina de contar una buena historia que no tenga uno la sensación de haberla visto ya, y mejor, incluso sin salir de Argentina.
¡Aúpa Atleti!
Besos
… Pedazo comentario, querido Francisco. Y que sirve para seguir enriqueciendo el debate de ¿en qué benefician las relaciones que se establecen a través de las Nuevas Tecnologías? ¿Y cuáles son sus ventajas respecto a las de toda la vida, un cara a cara, y viceversa? Medianeras realiza su particular lectura y establece o añade otro factor al debate, las relaciones a través de las Nuevas Tecnologías tampoco solucionan la incomunicación y la soledad.
Hay un hecho común y necesario para establecer este tipo de relaciones (sean virtuales, sean en un espacio físico real): ambos tipos de relaciones se pueden establecer sólo si hay dos seres humanos de por medio. Y esos seres humanos son los que se sienten unidos en un mismo espacio físico o a través de la Red o los que generan esa sensación de soledad e incomunicación continua… porque entra en juego nuestra propia inteligencia emocional, nuestros mismos miedos, nuestras mismas barreras… y a pesar de no ver las caras, nuestros mismos ataques de timidez, nuestros misma manera de pensar… etcétera.
Las relaciones a través de las Nuevas Tecnologías han ido desarrollando también un ‘funcionamiento’ y una manera de establecerse. Es cierto que lo que funciona ‘virtualmente’ no tiene por qué funcionar en un espacio físico real y viceversa. Sus ‘funcionamientos’ son distintos pero no por ello menos ricos.
Yo con las relaciones a través de las Nuevas Tecnologías me quedo con varias ventajas:
1.- La posibilidad de dar continuidad en el tiempo y el espacio (y el que se provoque de manera simultánea) la relación con una persona querida que por circunstancias de la vida está al otro lado del océano. Una comunicación fluida y diaria. Tan sólo unos años esto no era imposible… existía la carta (pero cómo tardaba) y después el teléfono (pero qué difícil era a veces esa comunicación y qué cara).
2.- La posibilidad de encontrar y compartir una pasión determina. La posibilidad de encontrar otros puntos de vista, otros pensamientos, otras miradas que enriquecen tu propia pasión y también tu persona. La posibilidad de poder contactar con alguien lejano en el espacio pero cercano (o no pero que enriquece un montón) en tu universo propio en el que entra esa pasión determinada.
Medianeras es una película linda (tanto el corto como el largo) que pone sobre la mesa todos estos debates en forma de comedia romántica. Y me encanta también esa relación entre la arquitectura, la ciudad y aquellos que la habitan…
Besos con el gorro de lana rojo y unas gafas redondas de pasta negra, ¿me hallas?
Hildy
¡Mi querido Alfredo… que Francisco es Wally… a no ser claro, que yo no me haya enterado y Wally fuera también del Atleti, je, je, je!
Te doy toda la razón en algo respecto Medianeras: demasiado evidente y subrayada. Pero también te digo que normalmente ésa es una de las claves de la comedia romántica: casi siempre sabemos que la chica se va a quedar con ese chico y viceversa… El elemento sorpresa suele ser cómo está contada esa historia evidente. Que aquí lo realiza con ese subrayado (que sí puede rayar lo excesivo…) de los continuos desencuentros de la pareja protagonista.
En fin ya te digo que a mí me pedía el cuerpo una película linda, a ser posible comedia romántica, y Medianeras cumplió las expectativas que yo espera en el instante que la vi…
Besos mientras lanzo un balón a no sé dónde cual pato mareado…
Hildy
No lo conocía. Es curioso…dos personajes que viven cerca pero ni coinciden por las calles de Buenos Aires. Sin embargo, están destinados mucho antes de conocerse. Besos.
… A mí, querido Marcos, me pareció una obra cinematográfica linda, linda, linda donde efectivamente es el destino el que después de jugar bastante al desencuentro puede quizá obrar un pequeño milagro cotidiano…
Besos
Hildy
Cuatro veces leo el adjetivo «linda» en el texto, y otras pocas más en los comentarios. No la he visto y no opinaré, pero espero que tanta insistencia no oculte el no menos lindo adjetivo…
Saludos.
Ja, ja, ja… querido Licantropunk… qué razón tienes. Soy una pesada con el adjetivo «película linda», pero muy pesada. A veces, soy asi, repetitiva. Pero para mí es el que mejor define Medianeras, una película que además (y te pongo otros adjetivos menos cursis -qué se le va a hacer a veces tengo yo esa vena… o me sale el espíritu cursi o me sale la vena de barrio-)es interesante en los temas que apunta y cómo los expone… Yo creo que es una película que merece la pena verse… ¡y me cuentas qué adjetivo le aplicas…je, je, je!
Besos… ¡lindos! con algo de estilo macarra (vaya besos raros que te envío)
Hildy
Me gustó medianeras, me parece un gran filme, lo que debería ser la comedia romántica, algo limpio aun siendo actual, da para reflexionar y hay alusiones muy cinéfilas, un filme que bien defines en tu palabra pero al cual encuentro sustancia. Con un carisma de Pilar que la hace idónea para cualquiera. Y una arquitectura que habla, una ciudad capital como otras, una incomunicación y un vacío muy común, un anonimato identificador. Un beso, con pantalón de buzo y en medias.
Amigo Mario qué bien describes Medianeras y sus claves para inmiscuirte en una historia cotidiana y compleja bajo los ingredientes, empleados de manera inteligente, de la comedia romántica. Espero alguna vez ir a Buenos Aires y ver con mis ojos esa arquitectura caótica y a la vez especial.
Un beso con gafas de buceo y gorro de piscina
Hildy