La esfinge Greta Garbo nos narra esta película con dos tocados. Con dos formas de llevar un pañuelo en su cabeza. Así vemos la transformación de Katrin. La sinopsis es sencilla: Katrin se casa precipitadamente con el doctor Walter Fane (ella quiere huir de un futuro gris) que la lleva a una China desconocida. Allí el doctor es un trabajador infatigable y Katrin se siente sola hasta que conoce a un agregado de la embajada y vive una historia de pasión.
Con el primer tocado. Vemos a una Katrin preparándose para ser infiel. Frente al espejo, con un pañuelo blanco elabora una especie de turbante. Y la magia del rostro de Greta hace que la veamos muy hermosa. Así con tal atuendo va junto al que será su amante a un festival chino (y depués a un templo) y se deja seducir por un mundo que le es ajeno pero también atractivo lleno de misterio, sensualidad, belleza y placer. Con ese turbante empecerá la historia de su infidelidad. Cuando llega de nuevo a su hogar la espera el esposo quien la mira y la dice que jamás la ha visto tan bella.
Con el segundo tocado. Podría ser esa misma tela pero ahora el tocado es distinto. Es sencillo. Similar al de las religiosas con las que colabora Katrin en un orfanato donde los niños padecen los estragos de una enfermedad, cólera. Ahí está Greta sin glamour pero igual de hermosa. Ahora ha sufrido una transformación. Ya no es la esposa solitaria y aburrida que sufre con un marido que no para de trabajar. Ahora se ha fundido con la filosofía de su esposo, con su capacidad de servicio, y se ha enamorado de verdad. También conoce la otra cara de China, un pueblo que sufre. Y sabe que ella puede ser útil, que puede aportar. Y también está especialmente bella.
Así El velo pintado de Richard Boleslawski adapta a base de elipsis y sutilidades una historia de transformación espiritual de una mujer. Ésta es una de las adaptaciones de la novela de W. Somerset Maugham que volvió a un panorama de actualidad cinematográfica con la buena versión de John Curran en 2006 con Naomi Watts y Edward Norton como protagonistas. Existe otra de los años cincuenta (que no conozco) con Eleanor Parker, Bill Travers y George Sanders que se tituló The seventh sin. Así Boleslawski nos regala una manera elegante de cómo el doctor descubre la infidelidad de su esposa. Él le compra unas revistas que la pueden interesar y se las lleva a casa. La puerta de su dormitorio está cerrada y cuando va a dejar las revistas en una mesilla… ve que hay un sombrero de hombre que no es el suyo… Todo queda dicho. También Boleslawski sabe mostrar la transformación espiritual y hacer que acompañemos a la Garbo en su éxtasis particular. Nos lleva a la emoción de ese amor no sólo pasional sino también trascendente en un mundo diferente al occidental, en una China de cartón piedra. Esto no era ajeno a este realizador que murió joven (a los 48 años) y que dejó una breve filmografía (aún muy desconocida para mí), entre ellas El jardín de Alá de 1936 (única película aparte de ésta que he podido ver del realizador) que es un auténtico delirio de amor fou y espiritualidad entre Marlene Dietrich y Charles Boyer.
La diva Greta Garbo está perfectamente secundada por sus dos protagonistas masculinos. El doctor cuenta con la imagen de un magnífico Hebert Marshall (cada vez me gusta más)… que hace suyo ese doctor que parece demasiado entregado a su trabajo e incluso un poco gris pero que según vamos conociendo su faceta de entrega a su profesión y a tratar de conseguir un mundo mejor (al mismo tiempo que lo va descubriendo su esposa Katrin) se va haciendo un hombre tremendamente atractivo (esta proeza la conseguía también Edward Norton y muestra que ambos son grandes actores). Los momentos íntimos de la pareja en dos cocinas distintas (la primera en Austria cuando el doctor se declara a Katrin y la segunda en China cuando el doctor vuelve a declarar su amor a Katrin y le plantea la opción de marcharse de su lado…) son de una belleza innegable y ambos muestran sus facetas interpretativas además de dar coherencia a la evolución de la pareja dentro de esta historia. Y también está correcto en su papel de galán, de tentación equivocada, George Brent que se convierte en el seductor funcionario que descubre un mundo de fascinación a la aburrida esposa. Pero que también se sabe mostrar mezquino (y por lo tanto humano) cuando se descubre el pastel y ve en peligro su prestigio y carrera.
El velo pintado es otra interesante obra cinematográfica que acerca al espectador el mito de Greta Garbo.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
Pues no la he visto (sí su remake, con Naomi Watts y Edward Norton, si mal no recuerdo, y, en fin…).
Auténtica labor arqueológica, la tuya.
Besos
… ¿En ese «en fin»… interpreto que no te gustó El velo pintado de 2006?, ja, ja, ja… ¿interpreto que no te gustó nada de nada? Pero cómo te hago sufrir… yo reconozco que me encantó…
La versión de Boleslawski es muy interesante y también por lo que permite de análisis del ‘fenómeno’ Greta Garbo. Por otra parte me gusta ir descubriendo cada vez más a Herbert Marshall, que me encanta.
Besos
Hildy
No he visto ninguna de las tres versiones, compa Hildy, pero, por las referencias, no me cabe duda de que ésta que hoy reseñas, con tu cariño y magia habituales, debe ser la más interesante (aun contando con que cada una de ellas tendrá algo, claro…). Un triángulo con la Garbo en su vértice, casi ‘ná’…
Un abrazo y buena semana.
… A mí me falta una, querido Manuel, pero tanto esta que reseño y la de John Curran creo que merecen, como bien dices, la pena en sus diferentes aspectos. Y sobre todo El velo pintado es una historia, que por lo menos a mí, me gusta que me la cuenten. Me atrapa. Y efectivamente el triángulo con Greta tiene tela…
Besos
Hildy
Pues iba yo a decir algo sobre Selley Winters,que leí esta mañana y resulta que has actualizado y me encuentro con la Garbo, siempre divina.
La Winters era realmente camaleónica, tal y como la describes. Y la verdad es que le tocaron algunos papeles nada agradecidos que supo sacar adelante con gran personalidad.
Anoche estuve viendo la versión de Curran.La pasaron por tv. Me parece una película que sin estridencias penetra como un escalpelo en el melodrama. Tiene muchos aparentes puntos muertos de gran interés. Y Edward Norton cambia completamente de registro. ¡estamos tan acostumbrados a verle estallar en pantalla! Me resultó curioso que la película estuviera producida por ellos dos. Y eso se nota en las matizadas y sutiles interpretaciones de ambos.
La de la divina la vi hace 20 años o más. El detalle que mencionas sobre el pañuelo no lo recordaba. Pero si que me pareció muy interesante.
La versión de los 50 no la he visto, ni sabía de su existencia.La anoto ahora mismo. Por cierto gran novela. Un abrazo.
¡Sí, sé que pasaron la de Curran por televisión, qué casualidad! Y me gusta lo que dices que penetra como un escalpelo en el melodrama.
La de Garbo está llena de pequeños detalles que enriquecen la historia. Que profundizan en lo que nos quiere contar… desde una sencillez aparente. El detalle del pañuelo me fascinó…
La de los cincuenta yo tampoco la he visto… y confesión: a Somerset Maugham lo conozco por las películas que han tomado como referente sus novelas… pero nunca le he leído, así que anoto tu recomendación de lectura.
¡Shelley Winters, qué grande era incluso en esos papeles pequeños y poco agradecidos!
Besos
Hildy
No he visto ningua de estas adaptaciones de la novela de Somerset Maugham que sí leí hace ya mucho tiempo,amiga Hildy.Hubo un tiempo que me fascinaba la obra de Maugham y ahora puede que ya no me fascine tanto aunque sigo considerando que es un gran novelista.Todavía estoy con Simenon,a mi juicio,uno de los más grandes del siglo XX.¿Y qué carajo tiene que ver todo esto con tu reseñ? Pues eso,como no la he visto algo tengo que decir,es más, me gusta hablar hasta por los codos,por eso casi siempre digo tonterías.
Besos pintados
… me quedo con tu fascinación pasada por Maugham… por si a mí en este momento presente si localizo alguna de sus novelas (ya hemos hablado alguna vez de ellos) tomo el relevo de la fascinación…
Ya sabes que lo mío con Simenon de momento es un Océano de desconocimiento…
Palabras muy bien dichas, como siempre. ¿Dónde se encuentran las tonterías?
Besos cada uno con un tocado diferente en la cabeza…
Hildy
Pues no, no me gustó demasiado. Es una película voluntariosa, pero demasiado preocupada por ser una postal como para presentar emociones y sentimientos sólidos, verosímiles, auténticos. Los protas no están mal, porque ambos son buenos, pero a la historia le sobra exquisitez formal y ambiental, y le falta hondura emocional.
De todas formas, lo que diga yo no vale gran cosa, porque, como el taxista de «Arsénico por compasión», pues ahora me ha dado por ser una cafetera…
Besos
… Huuummmm qué rico, una cafetera con buen café calentito para tarde de frío y lluvia… ¡lo que tú dices vale gran cosa, hala!
Estaría yo de tarde exquisita porque yo me transporté con esta historia, de verdad.
Besitos exquisitos
Hildy
Hace un tiempo vi esta película, y como siempre, me haces ver sutilezas que no noté sola.
Qué bien Carmen verte por aquí. ¿Te gustó El velo pintado cuando la viste? Estoy segura que tu mirada captó otros detalles que a mí se me escaparon. Ya me contarás.
Beso
Hildy
Sí, la verdad es que me gustó, aunque la verdad no recuerdo muchos detalles porque la vi un día que estaba enferma y pasaba en la tele a medio día, que no es mi mejor hora para ver películas, jaja.
Pero no deja de ser una experiencia deliciosa. Yo cuando estoy con medio gripe, me parece un consuelo-medicina estar tumbada en el sillón tapadita viendo buenas películas… las ves desde una especie de nebulosa que te hace ‘mirarlas’ de una manera determinada… y disfrutarlas en cierta manera. Je, je, je.
Besos y gracias
Hildy
Otra que no he visto, Hildy. Muy curiosa la manera de distinguir las dos versiones de la Garbo aquí, diferenciadas en la manera de llevar el tocado. Seguro que merece la pena verla. Besos y gracias por la información.
Querido Marcos, El velo pintado es una buena historia y además está bien contada (como está bien contada también la versión de 2006). La Garbo está misteriosa y bella… Sí, es interesante cómo una prenda (un objeto) puede servir para mostrar la evolución de un personaje, para vislumbrar cómo se siente y en qué momento emocional se encuentra… Yo creo que merece la pena.
Besos
Hildy
¡Hola querida Hildy! Llegué a este artículo por caminos misteriosos, como siempre. Estaba buscando una peli que dieron hoy por televisión «Un ladrón en la alcoba» de Lubitsch con Herbert Marshall (no vi el comienzo pero es una comedia muy divertida) y encontré esta, que no sabía que existía. Comparto tu creciente interés por Marshall y tu entusiasmo por la versión de 2006, me encanta esa película. Está dentro de mi lista de las más tristes y románticas para ver en esos días en que uno quiere sentir un apretujoncito en el corazón (suspiro). Intentaré conseguir la de Garbo, tengo un gran vacío de ella en mi biblioteca y me parece que es imperdonable.-
Un beso grande, Bet.-
Mi querida, querida Bet…, qué buena Un ladrón en la alcoba. Herbert Marshall es un actor que me pega siempre buenas sorpresas. Está absolutamente delicioso en otra comedia que si no has visto, creo que te gustará: Una chica angelical (The Good Fairy, 1935) de William Wyler.
Y cómo me gusta la versión de El velo pintado de 2006… suspiremos las dos.
… De Greta Garbo, la adoro en Ninotchka…
Beso
Hildy
Me suelen gustar mas los orígenes que sus revisiones, pero la película de 2006 es la mejor del trío. Una película que desafortunadamente no encuentra ya sitio, por su clasicismo, en este mundo de snobs y postmodernos. Una hermosa historia de transformación personal, ella, altruismo, él, y amor, ambos. Puede que juegue con elementos fáciles, previsibles y acomodados, pero está muy bien contada, la banda sonora es bellísima, los actores lo bordan, la historia es preciosa y tiene ese buen gusto de los clásicos que se fueron. Un beso amiga.
Sí, querido Altaica, la primera versión que conocí fue la de 2006 y me entusiasmó. El secreto de muchas películas, y en esta se cumple, es, como dices, que estén muy bien contadas. Y El velo pintado de 2006 tiene todos los buenos ingredientes del cine clásico, que sabía contar muy bien historias.
Sigo sin haber visto la versión protagonizada por Eleanor Parker.
Beso enorme
Hildy
Hola a tod@s.
Acabo de terminar el libro y la verdad me queda la duda de la analogía de Goldsmith que hace Walter.
Será que alguien más, a parte de mí aunque trató, no encontró mucha empatía para con Kitty?
Bienvenida Silvanna, pues cuando escribí este post no había leído a Maugham y ahora me he leído un montón de novelas y cuentos (es muy bueno en sus cuentos), entre ellas El velo pintado. Sé que lo de Goldsmith tiene que ver con un poema, pero ya no recuerdo en qué consistía la analogía, tendría que volver a leerme la novela. Con el personaje de Kitty no empaticé al principio, pero me sedujo con su transformación a lo largo de la novela. Maugham es buenísimo creando la psicología de cada uno de sus personajes.
Beso
Hildy
La verdad voy a seguir leyéndolo.
Gracias
Saludo…
Querida Hildy, hace cuatro años te escribí mi comentario anterior sobre esta entrada y recién anoche descubrí esta película (me tomó todo ese tiempo llegar a ella). ¡Me encantó! ¿Puede Herbert Marshall estar más encantador que en esta película? Y George Brent haciendo del otro hombre (¿no te pareció que Liev Schreiber es un buen reemplazo para la remake? Tienen el mismo aire). Yo hubiera tenido problemas eligiendo entre uno y otro, jaja. Me sorprendió también el tono relajado de la interpretación de Greta Garbo, esta podría ser mi favorita entre sus actuaciones.-
¿Pudiste ver la versión de Eleanor Parker? Yo estoy saltando en el lugar porque conseguí dar con ella, pero aún no la vi.-
Un beso grande, Bet.-
¡No, querida Bet, no he visto la versión de la Parker! ¡Qué bueno que la hayas conseguido, así me contarás!
¡Sí, en esta versión los tres están magníficos! Y cómo me gusta Somerset. Garbo, divina.
Beso
Hildy