La dama de armiño (That lady in ermine, 1948) de Ernst Lubitsch y Otto Preminger

… Mientras veía La dama de armiño he soltado varias carcajadas. Pero, sin embargo, es ésta una película que navega en el olvido por varios motivos. La dama de armiño fue la última película de Ernst Lubitsch. Lubitsch ya se encontraba con todo el proyecto cinematográfico en marcha y llevaba ya ocho días de rodaje cuando sufrió un ataque al corazón que terminó con su vida. Tomó las riendas del rodaje otro director europeo y amigo de Lubitsch, Otto Preminger, que trató de no salirse ni un ápice del plan trazado… Los análisis, quizá, se volvieron un trabajo triste y arduo… nunca se lleva bien la despedida de alguien que tanto hizo disfrutar con sus comedias.

Para entender qué sentido tiene La dama de armiño en la trayectoria del director hay que retroceder a los primeros trabajos del Lubitsch sonoro. A esas operetas y vodeviles (todo a la vez) que transcurrían en unos ambientes palaciegos o de altos vuelos totalmente idealizados. Películas que mezclaban el amor, la picardía, la comedia, la música, la alta aristocracia y los bajos fondos… con buen oficio cinematográfico. Tendríamos que recordar El desfile del amor, Montecarlo, El teniente seductor, Una hora contigo o La viuda alegre… donde Lubitsch mantenía y desarrollaba su famoso ‘toque’ (término a veces desvirtuado pero que no carece de sentido en la especial trayectoria del director).

A finales de los cuarenta el director vuelve a las temáticas de ese periodo y vuelve a rodar enredos en la corte, en unas cortes idealizadas. En su primer intento de vuelta a esa temática, La Zarina (1945) sufrió otro de sus infartos y también fue sustituido por Preminger (esta obra cinematográfica aún no he podido verla). La segunda vez ocurrió con La dama de armiño… y ya no hubo regreso posible. Esas operetas de inicio del sonoro eran películas frescas, un canto al amor y la risa que transcurren en un mundo inexistente e idealizado con puertas y ventanas cerradas (y abiertas en el momento justo), con elipsis imaginativas, diálogos chispeantes, personajes secundarios inolvidables y una puesta en escena especial que definía así ese toque. Eran tiempos en los que la gente quería olvidar momentos duros cotidianos, eran los tiempos de la crisis del 29… y Lubitsch les servía paraísos artificiales. Después de la segunda guerra mundial esos tiempos volvían de nuevo a ser sombríos. Y el director, quizá, de nuevo vio el momento de crear paraísos artificiales… aunque ya eran paraísos artificiales caducos. En La dama de armiño roza lo fantástico y el humor absurdo… y es en ese mundo barroco, artificial y caduco donde reside su rareza, su encanto y extrañeza. Su peculiaridad.

Cuando te metes de lleno en su visionado notas señas de identidad de Lubitsch en algunas situaciones y personajes secundarios maravillosos. E incluso diálogos brillantes y con chispa. Sus huellas están presentes. Apenas hay números musicales (así que no lo calificaría de cine musical) y sí bastante risa, fantasía y romanticismo (tiene hasta una escena de balcón a lo Romeo y Julieta pero con un punto de ironía). Los escasos números musicales que hay están al servicio de su estrella, Betty Grable en la cumbre de su éxito, la chica rubia de las preciadas piernas (que pocos años después cedería su trono de sex symbol a Marilyn Monroe). De hecho a nivel de anécdota, la canción más famosa de la película fue nominada a los Oscars (y bonita desde luego es), This is the moment

Preminger trata de seguir y respetar los dictados del director fallecido pero ‘su toque’ especial se le escapa de las manos. Normal, no era el suyo, así que bastante hace con una dirección correcta e intentando conservar en lo posible el espíritu de Lubitsch. Además quizá sobre todo hacia el final de la historia no hubiera tantas indicaciones como las deseadas. La dama de armiño conserva un aire de historia casi inacabada… Pero estos puntos no quitan que sea una película de visión divertida (y en momentos tremendamente romántica). La sonrisa se empieza a dibujar en el primer fotograma y no se borra hasta el último… Incluso con una protagonista tan diferente a las heroínas de Lubitsch. Betty Grable no parece ni mucho menos una elección personal y posible… a no ser que le recordara a una primeriza y resultona Jeannette MacDonald… (¿?). Betty Grable no entra dentro de los cánones femeninos del director pero sin embargo dota a su personaje de lozanía, salud, frescura… Sin embargo, lo que sí es cierto es que en esos momentos era una de las actrices de moda.

El argumento ya es hilarante y fantasioso de por sí. La duquesa Angelina de Bergamo se casa con su amor de toda la vida, el conde Mario. Nos encontramos en pleno siglo XIX. Angelina arrastra un linaje con siglos de historia y cada uno de sus familiares tiene su correspondiente cuadro en su castillo. Angelina tiene un parecido sin igual a una familiar de hace trescientos años, Francesca, la dama de Armiño (con su correspondiente y surrealista cuadro), que salvó a su castillo de la invasión de un temible duque al que enamoró y después mató… Ahora justo cuando se va a celebrar la noche de bodas de Angelina y Mario, les invanden los húngaros, y un malhumorado coronel irrumpe en el castillo. Mario debe marcharse con sus hombres para luchar contra los húngaros… Entonces esa misma ajetreada  noche los cuadros cobran vida y reclaman que Angelina debe hacer algo para salvar a los suyos y al castillo… Y ahí está Francesca para recordar su historia…

Los momentos brillantes (toques) e hilarantes están en las manos de cuatro intérpretes masculinos a cada cual más divertido. Realmente divertido en su doble papel de coronel húngaro y duque está Douglas Fairbanks Jr. El conde Mario es un desatado Cesar Romero. Pero se llevan la palma los secundarios: el mayordomo de Angelina, Luigi (Harry Davenport, ¿recuerdan al doctor de Lo que el viento se llevó?) y el soldado a las órdenes del coronel húngaro y el duque (maravilloso Walter Abel). Con ellos se recupera la magia Lubitsch. Cesar Romero convertido en gitano adivino tiene una escena graciosísima junto a Angelina y el coronel húngaro. El coronel húngaro, Douglas Fairbanks Jr., no sólo está divertido sino también atractivo y romántico. Luigi (Harry Davenport) tiene las frases justas y adecuadas para provocar la risa. Y por último el maravilloso Walter Abel que siempre acude a los gritos-llamadas de sus correspondientes jefes para que le hagan todo tipo de observaciones o para que simplemente le digan buenos días o buenas noches… a gritos. Sus caras son un poema. Y él jamás pierde ni la humanidad, ni la dignidad. Tiene uno de los diálogos más jugosos en el que dice al coronel húngaro que el mundo está dividido en los que gritan y los que saltan ante esos gritos. Le explica que él está en el grupo de los que saltan y el coronel es de los que grita…

La escena culminante, divertida y romántica hasta el paroxismo es el sueño que tiene el coronel húngaro con Angelina. Ahí cantan la canción más conseguida. Bailan encima de la mesa… siendo el súmmum del amor. Ahí el coronel es inspirado por su dama y capaz de hacer lo imposible… (incluso dejarse matar por la amada…). Ahí se muestra la fuerza femenina (en las películas de Lubitsch siempre llevan la voz cantante) y hay un cambio de rol divertidísimo donde una Betty Grable con un salero increíble toma en los brazos a su amado y le sube por las escaleras… descabellado.

No sabemos cómo hubiera quedado el testamento fílmico de Lubitsch si hubiera estado absolutamente rodado por él… pero lo que queda de su espíritu (y el tesón de Preminger en no traicionar del todo su esencia) es una obra cinematográfica que despierta más de una risa. Un paraíso artificial para tomar como medicina en tarde otoñal…

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

67 comentarios en “La dama de armiño (That lady in ermine, 1948) de Ernst Lubitsch y Otto Preminger

  1. Luis, aquí una imbécil, ja,ja,ja, pues creo que el cine de los 60 es muy interesante y está repleto de películas que a mí me fascinan. Curiosamente no considero esta década pobre cinematográficamente y sí una década repleta de cambios y movimientos. Por ejemplo, en el cine americano se estaba gestando el Nuevo cine americano que daría su pistoletazo de salida en 1967 con Bonnie and Clyde de Arthur Penn. Y ahí estaba toda una magnífica generación de directores que se conoce como la generación de la televisión porque empezaron primero en ese medio como Frankenheimer o Lumet. Así como la posibilidad, con la caída de los estudios, de otros caminos como el cine independiente y John Cassavettes. A la vez es el momento en el cual grandes directores siguen realizando películas (y a la vez son conscientes del cambio generacional), algunas despedidas, que explican mejor su filmografía y muchas veces realizaron películas incomprendidas, incluso algunos se arriesgan y experimentan mucho más, así tenemos Siete mujeres de John Ford o El coleccionista de William Wyler. Por supuesto como en todas las décadas había películas que no alcanzaban cierta calidad… pero de ahí a que estas definan esta década…, no, no coincidimos. Además algunas de las películas que calificas de imbéciles (me lo he pasado bien leyéndote) yo las he disfrutado mucho. Y otra no coincidencia… ¡me encanta Audrey Hepburn y muchas películas de su filmografía! Varias son mis favoritas, te digo dos (a lo mejor entran en la categoría de películas imbéciles): Desayuno con diamante y Dos en la carretera.

    Beso
    Hildy

  2. Querida Hildy:
    Lei tu respuesta de hoy 19/11/14 pero por que no esta mi comentario de ayer? ¿ Como puedo localizarlos, por favor?
    Luis.

  3. Ahora hay dos páginas de comentarios. Para ver los que ya escribiste, por ejemplo, el de ayer:
    Debajo de mi nueva respuesta, mira que pone:
    Anterior 1 2, tienes que dar con el cursor a Anterior o a 1 y te saldrán los comentarios anteriores.

    Hildy

  4. Querida Hildy: Lei tu comentario y de mas esta decir, respeto tus discrepancias. El nuevo cine norteamericano no empezo con «Bonnie and Clyde», sino con «El graduado», de Mike Nichols y las excelentes actuaciones de Dustin Hoffman (que alli se revelo) y Anne Bancroft. Hubo otra pelicula que me conmovio, «Midnight cowboy» con Hoffman y Jon Voight, claro que esta pelicula se situa ya en los comienzos de la decada del 70. En el resto de los films con Hoffman como siempre se destaca el como actor, pero, en mi opinion, las peliculas no son buenas. «Siete dias de mayo» de John Frankenheimer, no me parecio nada interesante (una tantativa de crear la expectativa de golpe militar, estilo argentino, en los Estados Unidos). Trabajaba Burt Lancaster , pero hoy en dia, ni me acuerdo de su presencia. El apelliado Hepburn, me sugiere el recuerdo de la muy interesante y talentosa Katharine Hepburn. «Bonnie and Clyde» fue un logro muy bueno, pero a partir de ella, mi atencion se centro en el enorme interes de Faye Dunaway, cuyas posteriores peliculas fueron cuesta abajo:»El affaire de Thomas Crown», la vi mas de una vez, pero porque me fascinaba la Dunaway. Esta pelicula es decididamente mediocre: sobre un play boy (Steve Mac Queen) que por deporte se dedica a asaltar bancos. De no ser por la Dunaway esa pelicula no existe. John Cassavetes (un opio total), aunque «Minnie y Moskowitz me causo gracia, a pesar de la pelicula: cuando Gena Rowlands (un norteamericano absolutamente primario y convencional) se ensaña violentamente contra un compatriota informal, Moskowitz ( por el excelente Seymour Cassel y lo agarra a golpes solo por la informalidad de su aspecto y en su desesperacion terrible por evitar la golpiza que continua, Minnie (Rowlands) se cae desmayada y el formal y muy prejuicioso norteamericano, despues d dejarlo dsmayado a Moskowitz, se vuelva a Minnie que, desesperada ante el terrible ataque contra su amigo, se ha desmayado, repito, el formal norteamricano, se vuelve hacia ella y muy preocupado, con una vocecilla de niño, le dice:»Oh, Minnie, Minnie». Ja, Ja, disculpame mi tentacion e risa fue nerviosa. Pero, ¿donde estamos? Estas peliculas son de la decada del 70 y no del 60. Un buen logro, de los setentas fue «La cruz de hierro» de Sam Peckinpah, con James Coburn y Maximilian Schell. Recuerdo con mucho aprecio a esta pelicula. Claro que hay un problema muy personal y no pueo pretender argumentar con una subjetividad. Mi mujer de aquel entonces, que estudiaba cine, al igual que yo sintio un fuerte rechazo por el nuevo cine norteamericano, por su falta de magia. Nos reventaba ese realismo absoluto y feroz y por eso, ¡terrible sacrilegio nuestro! Nos negamos absolutamente a ver «El Padrino». Despues de «Midnight cowboy», no hubo NADA con Dustin Hoffman y Jon Voight que valiera la pena. En cuanto al inicialmente muy buen actor negro, Sidney Poitier, se fue llenando de tics y estereotipos cada vez mas molestos. Hubo peiculas simpaticas como «Ahi vinen los rusos» y ¿»Que hiciste tu en la guerra, Papa?». En «Rey por inconveniencia» con Alan Bates, vemos a un personaje que luego de relacionarse con el mundo idilico de los locos, decide volverse al mundo de «los cuerdos», mientras Jean Claude Brialy y otros locos, le gritan «No te vuelvas alla. Son malos!» El tema esta tratado de una manera absolutamente pueril. Luego seguire. Me alegro de haberme reencontrado con vos, Hildy.
    Un beso de Luis Gondra. Ah me falto otra cosa: de la mano del nuevo cine norteamericano vino ese nuevo cine italiano, con Franco Nero, tan previsible y simplon en su vision social de los problemas que encaraba. Luis.

  5. Querida Hildy: Tratare de ser breve y de no abrumarte. Meses atras te habia hablado de la muerte de quien fue el mejor amigo que tuve en mi vida: el fisico Jose Federico Westerkamp que como tu dijiste era de aquellas personas que han hecho mucho porque este sea un mundo mejor. No tehabia contado que 2 años y medio atras habia muerto mi mujer, Lilian Novelli, de cancer de mama. Era una cinefila entusiasta.Poco antes de su muerte, habia visto conmigo, dos veces «La dama de armiño» que le gusto muchisimo. Era admiradora de Lubitsch y de Hitchcock. El hermano de ella, mi ex cuñado, de nombre Alfredo, tambien un cinefilo entusiasta y matematico recibido con medalla de oro en la Universidad de Roma y con el cual yo mantenia una muy buena relacion, mas o menos un mes atras, cuando llame por telefono a su casa, quede helado al ser atendido por la mujer de el, quien me informo que Alfredo habia muerto. Era un fumador compulsivo. No hubo forma de conseguir que dejara el cigarrillo. Empece a sentir con profunda tristeza que me estaba quedando sin amigos en el mundo. A su vez, una buenisima amiga que vive muy cerca de casa y que venia con frecuencia a encontrarse conmigo y me ayudaba en muchas cosas, eta postrada en una cama ortopedica, desde hace meses por una operacion de un tumor benigno. La voy a visitar todos los sabados, pero es poco lo que me reconoce. Quedan algunas amistades de personas que podrian ser hijos mios: una sobrina muy buena de la amiga que recien te mencione y l marido de ella, un psicologo. He elaborado bastante estas perdidas y uno debe seguir adelante con las fuerzas que le quedan Tambien hay un sobrino mio, abogado, con el que tengo muy buena relacion. El cuñado del que te hable, Alfredo, habia sido amigo entrañable de algunos de los mejores escritores del pais como Silvina Ocampo, Adolfo Bioy Casares y Juan Rodolfo Wilcock. Mi segunda novela esta proxima a terminarse y en vista de estos problemas, un psiquiatra con el que me trato, me aconsejo relacionarme con un taller literario. Deseo seguir manteniendo comunicacion contigo para hablar de peliculas y valoro mucho tus bondadosas y hermosas respuestas. Un beso. Luis. Bs.As.,23/11/14.-

  6. Estimado Luis, como bien escribes, sigues adelante, a pesar de las tristes ausencias. Algo muy bueno y que lo demuestra es esa novela que estás escribiendo y próxima ya a terminarse.

    De esas ausencias quedan los recuerdos y los buenos momentos. Y estos en ocasiones, por lo menos a mí, ayudan a que no haya olvido y que la memoria ocasione ahora en su ausencia momentos tranquilos, hermosos. Ahora entiendo, y me parece precioso, por qué has elegido La dama de armiño como vía de comunicación para charlar sobre cine. Así que vamos a ello.

    Respecto tu anterior respuesta. Decirte que siempre hay encendidos debates sobre con qué película empezó un movimiento o un género. En cuanto el Nuevo cine americano estamos de acuerdo en un cosa: el año. Tanto Bonnie and Clyde como El graduado son de 1967. Está claro que muchas películas de finales de los 60 preludiaban este cambio de rumbo y fin de una época: tanto del sistema de estudios como del código Hays además de un cambio generacional. Al leerte, me entero a la vez de que el día anterior había fallecido Mike Nichols. Un director al que descubrí con ¿Quién teme a Virginia Woolf? Adoro la película y la obra original de Edward Albee.

    Minnie y Moskowitz se llamó aquí Así habla el amor y es una película que me gusta bastante dentro de la filmografía de Cassavettes, quedémonos con un apunte de este film que me llamó la atención. Estos dos extraños amantes que quieren tener la posibilidad de un final feliz solo coinciden en una cosa: los dos adoran el cine y sobre todo las películas de Bogart y sin son con Bacall mejor que mejor…

    Respecto a John Voight me impactó en Deliverance de John Boorman y me encanta en El regreso de Hal Ashby. Hal Ashby es uno de los directores del Nuevo cine americano que me gusta muchísimo. Y que ha caído bastante en olvido.

    De Frankenheimer tengo especial querencia por Su propio infierno, El tren y Los temerarios del aire. Y me resultan interesantes de analizar Plan diabólico y El mensajero del miedo.

    Beso
    Hildy

  7. Querida Hildy:
    Muchas gracias por tu rapida y amable respuesta. Hay muchas cosas interesantes sobre el cine que decis en la misma. En realidad, «La dama de armiño», es uno de los recuerdos muy lindos de las ultimas semanas en las que vi cine acompañado por mi mujer cuando no faltaba mucho para su muerte. Pero mi adhesion a esa pelicula es de muy antigua data. Y sospecho que su historia te gustara, quizas. En 1951, cuando yo tenia 10 años, habia visto dos peliculas con Douglas Fairbanks,Jr.:»Los hermanos corsos», basada en una novela atribuida a Alejandro Dumas y «Simbad el marino», en tecnicolor. Con estas dos peliculas en las que Fairbanks,Jr. seguia la linea de su padre, se convirtio en mi actor heroe predilecto. Un medidodia me puse a mirar los affiches y fotografias en las puertas de un cine llamado «Petit Splendid», donde se exhibia una pelicula en tecnicolor, con Betty Grable y Douglas Fairbanks,Jr. llamada «La condesa se rinde» (fue ese el titulo con que se estreno en la Argentina y creo que diria que me gusta mas el titulo con que se estreno aqui, porque quienes se lo inventaron parecen haber captado muy bien el sentido ludico, jugador, de ese titulo. Porque la condesa no se rinde en lo belico, pero si en lo sentimental). En aquella epoca yo, a los 10 años, no sabia casi nada de nombres de directores de cine. No tenia nocion de la existencia de Lubitsch. Mire las fotos en colores de la puerta del cine y me encanto ver a Fairbanks,Jr. vestido como oficial de regimiento de husares hungaros. Pero me pgenero una gran intriga y tambien con encanto, ver una fotografia en la que Fairbanks, aparecia con bigotes y barbita, vestido como un guerrero del siglo XVI, junto a la Grable con su traje de armiño.»¿Que es esto?» me pregunte. Fui a ver la pelicula en ese cine, con mis dos hermanas, mayores que yo, y unas amigas de ellas, a las que les divirtio muchisimo la secuencia en que los personajes pintados en los cuadros, bajan de los mismos. Para la edad que yo tenia, registre muy bien la diferencia entre hungaro e italiano, la epoca en que sucedia la pelicula, y quedaron grabadas en mi memoria muchas secuencias importantes: aquella en que el duque de Ravenna cae y muere, con una daga clavada en la espalda, despues de recibir la visita en su tienda de la condesa con l traje de armiño. Recordaba los potentes gritos con que el coronel hungaro llamaba al comandant Horvath y los gritos igualmente potentes con los que el duque de Ravenna llamaba a su comandante Benvenuto (ambos comandantes, interpretados por Walter Abel). Y me gustaba mucho ls secuencia en la que el coronel hungaro bailaba sobre una mesa y sin salir de su asombro, era capaz de cantar. Creo ue l nivel de instruccion de las escuelas primarias era mejor en aquella epoca, por mas que ya hubiera empezado a destruirlo de a poco, el gobierno peronista. Mi simpatia hacia Fairbanks me llevo, en ese mismo año, a trasladarme hasta un cine de barrio, mas alejado de mi casa, para ver por 2da. vez a «La condesa se rinde.» Des pues de entonces nunca mas la pude volver a ver hasta el año 2009, mas o menos. Entremedio, a los 23 años, fui a ver, por primera vez,»Ninotchka», con Greta Garbo y recien entonces, registre el nombre del director, Ernst Lubitsch que habia dirigido esa pelicula. Vi «Ninotchka», mas de una vez, porque me gustaba mucho la Garbo. Y en 1971, vi por primera vez, en la Cinemateca, «Ser o no ser», tambien de Lubitsch, que me gusto mucho mas que «Ninotchka». Y por aquel entonces, ninguna otra pelicula de Lubitsch. Su cine estaba mas bien olvidado aqui en Buenos Aires, incluso la Cinemateca argentina solo disponia de esas dos peliculas. En 1969, compre un Diccionario Universal de las Artes, dirigido por el critico ingles, Herbert Read, al que seguramente recordaras, y en ese diccionario busque a Lubitsch. Herbert Read lo incluia y luego de enumerar sus peliculas mas famosas, con gran sorpresa para mi, lei que Herbert Read, decia textualmente:»… su ultima pelicula, «La condesa se rinde», fue completada por Otto Preminger despues de su fallecimiento.» Recien entonces supe que Lubitsch habia dirigido a «La dama de armiño» o «La condesa se rinde». A lo largo de los años, supe algo mas por Andrew Sarris, a quien tambien conoces como critico, y crecio mi interes por conocer las peliculas mas famosas de Lubitsch. Pero tardaron mucho aqui en Buenos Aires, en ir recuperando su material. A mediados de la decada del 90, poco a poco empezaron a reeditarse sus peliculas y a ponerse en venta en los negocios de venta de videos, y yo las iba comprando. De a poco, fueron llegando «La viuda alegre», «Angel», «El cielo puede esperar». Y se confirmo la sospecha que tenia luego de haber leido a Sarris : Lubitsch se convirtio en mi irector predilecto entre los clasicos. Pero pasaba el tiempo y «La dama de armiño», no llegaba y no llegaba. Cada tanto, llamaba a las casas de venta de videos y, no habia caso, no llegaba. Ya de grande, queria volver a verla y me intrigaba saber como resultaba Fairbanks dirigido por Lubitsch. Hasta que un dia, un cuñado mio, que habia viajado a Europa, tuvo un gesto lindisimo conmigo. Sin que yo se lo hubiera pedido me compro la copia en DVD en el Club Ingles de Madrid. De esta manera, me reuni con «La dama de armiño» en el año 2009. Y, ¡No la habia podido volver a ver desde 1951, cuando tenia 10 años!
    Hace dos años me asocie al «Douglas Fairbanks Museum», a traves de internet, entidad dirigida por un cinefilo de San Francisco, llamado Jefrey Vance, el cual me envio el contenido de un homenaje hecho a Fairbanks, padre y, decia Jeffrey Vance que empezo a intresarse por Fairbanks, padre, desde que supo que Fairbanks habia tenido una entrañable amistad con Charles Chaplin. Una hermosa y entrañable amistad con Chaplin, de la que Chaplin habla de una manera muy sentida en su autobiografia («My autobiography», por Charles Chaplin). Un beso, Hildy. Bs. As., 24/11/14. Luis.

  8. Querida Hildy:
    Espero que este mensaje te llegue. Comparti contigo momentos muy hermosos hablando del predilecto de mis directores clasicos: Ernst Lubitsch y de muchos otros. Te cuento que se edito mi segunda novela que se llama «El precursor del derrumbe». Fue una tarea que me tuvo muy ocupado y por eso, interrumpi durante un tiempo mis mensajes para contigo. Quiero que sepas que te quiero mucho y que te mando este mensaje con deseos de muchas felicidades para ti y tus familiares y allegados en el año 2016. Luis Gondra.

  9. Querida Hildy:
    He argumentado en un mensaje del año pasado que «La dama del armiño» guardaba cierta relacion con los hechos de la 2da. guerra mundial y que era muy sugestiva su manera de presentar a los personajes italianos, expertos en inclinarse ante el invasor, a excepcion de las dos condesas. Perdon por ser un poco obsesivo: me falto decir en respuesta a una espectadora o espectador que envio un comentario calificando de «demode» a la pelicula que en la epoca en que ocurre la misma el romanticismo era una forma de sentir muy instalada en los hungaros. Si se busca en internet «el romanticismo en los hungaros del siglo XIX» hay un espacio dedicado a comentar a «La dama del armiño» como ejemplo. Un beso de Luis Gondra.

  10. Enhorabuena Luis por tu nueva novela. Siempre es una alegría la publicación de un nuevo libro. Sí, Lubitsch y otros directores y directoras de cine siempre están ahí para ver sus películas, vivirlas y comentarlas.

    Interesante el apunte que aportas para completar información sobre La dama de armiño.

    Feliz año 2016

    Hildy

  11. Querida Hildy:
    Creia que el mensaje mio del 31 de diciembre pasado no te habia llegado. Supongo que son jugadas que le hace a uno el internet. En estos dias busque informacion sobre mi nueva novela «El precursor del derrumbe» y no solo la encontre y abundante, sino que tuve la sorpresa de hallar un espacio llamado «El Blog de Hildy Johnson»que incluye todos los mensajes sobre peliculas que te mande y una fotografia en color de «La dama del armiño» y en ese espacio halle tu respuesta en la que te dabas por enterada de mi novela y me devolvias mis deseos de felicidades por este año 2016. Pero, ¿Como llego «El blog de Hildy Johnson»a ser uno de los espacios que aparecen en internet al buscar yo informacion sobre mi nueva novela? Yo no domino el internet. Sera que la editorial «Dunken» que edito mi libro recogio esa informacion en un espacio que se llama «Google Search Book»? Nuevamente te mando un beso y mis deseos de felicidades. Luis Gondra. 9/02/16.-

  12. http://hildy.johnson.es/?p=1649.- Querida Hildy: Te deseo muchas felicidades para el año 2017. Recorde y aprecio mucho lo que me dijiste en cierta oportunidad con motivo de la tristeza que me ocasiono la muerte de mi mujer y la del fisico y defensor de derechos humanos, Jose Federico Westerkamp. Nuevamente muchas felicidades y lo mejor para ti. Luis Gondra.Bs. As., 29/12/16.

  13. Feliz 2017, Luis. Espero que sea un buen año para ti.
    Seguro que sigues creando y escribiendo. Aferrarse a las pasiones como la literatura o el cine es una de las mejores cosas de la vida.

    Feliz año
    Hildy

  14. Querida Hildy: Te deseo un muy Feliz y Prospero año 2018. Me ayudaste mucho en estos ultimos años con tus respuestas y comentarios, incluso me ayudaste animicamente. Seria muy grato para mi que me escribieras en respuesta a este mensaje.

  15. ¡Feliz año 2018, querido Luis! Espero que este año llegue cargado de proyectos bonitos y que sigas cuidando tu pasión por escribir. Disfruta de los buenos momentos.

    Feliz Navidad
    Hildy

  16. Hola Hildy
    Comenzando a las cuatro de la mañana una película desconocida para mi empece a verla. Reconoci a Douglas Fairbanks jr y al poco a Betty Grable y a Cesar Romero. No m fue difícil sacar qué película era gracias a mi móvil e internet; La dama del armiño. Buscando la trama segui indagando y di con tu blog. He de confesarte que m parece espléndida la disección que haces de la película. Esta me ha encantado, muy divertida y amena, y me reconozco nuevo adicto a tu página. Mañana, tras el consabido descanso, seguiré curioseando de que otras películas hablas. Un placer descubrirte y darte las gracias por tu dedicación y entendimiento del buen cine. Un saludo.

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