Tres películas que no te dejarán indiferente en cartelera…

Pues sí señor no llevo mala racha en la sala de cine. Primero fue con una película que me daba una pereza tremenda pero me dije, venga, Hildy, entra. Y me alegré de haber entrado. Se trata de La red social de David Fincher. No me atraía nada el tema y menos facebook (debo ser una de las pocas personas que aún no me he enganchado a ninguna red, creo que ya estamos tan suficientemente localizados que otra vía más…, uff, qué pereza). Pero, oh sorpresa, Fincher tras una narración cinematográfica a lo clásico y una buena estructura de guión, ambos aspectos a lo Ciudadano Kane, logra atraparme con una historia de adolescentes inadaptados, éxito y nuevas tecnologías. Ahora el cuarto poder que ostentaban las páginas de periódicos, radios y televisores se ha trasladado a las redes sociales y nuevas tecnologías. Y también hay sus peculiares magnates y protagonistas.

Después fue un documental Exit though the gift shop que parece ser está dirigido por el artista callejero Bansky y parece que va a ser una reflexión sobre el arte en la calle… pero de pronto todo se centra en la figura de un tío surrealista, hiperactivo y desternillante que se llama Therry Guetta. Todo aderezado con mucho humor y mala baba. Y la verdad es que es un documental genial para hacerte a la salida un montón de preguntas sobre qué es arte o cómo funciona el ‘mercado’ del arte. Qué es provocación y qué es creatividad. ¿El arte en la calle, la provocación, la protesta y la subversión terminan su forma de expresión y su fuerza cuando son absorbidos por el mercado y el marketing y vendidas sus obras y artistas a precios desorbitantes? Te ríes y además reflexionas muy seriamente. Una mezcla explosiva.

Y, por último, estoy absolutamente entusiasmada con la brutal pero maravillosa Pan negro de Agustí Villaronga. Me atrapó totalmente este relato de posguerra desgarrador a través de los ojos de un niño que se da cuenta de que no tiene que creer en fantasmas, en el hombre de la cueva, en monstruos que habitan los bosques que le rodean, en los relatos orales de terror de la abuela… sino que vive rodeado de ellos en el pueblo donde vive en un ambiente opresivo que rompe y desgarra a todos. Un retrato impresionante de una familia que ya eran vencidos antes de la guerra, derrotados por una miseria injusta, y lo siguen siendo después de ella con mucho peso y dolor… Porque en Pan negro lo escalofriante es como dice un maestro con el alma rasgada los vencedores sólo tienen mérito porque han sabido ganar. Y el niño según va recibiendo golpes en sus descubrimientos y miradas… va decidiendo que para salir de la asfixia y de ese ambiente —que devora a todos— de secretos, silencios y mentiras quizá deba saber ganar… Villaronga con su universo visual te atrapa desde su primera, brutal y violenta, escena.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

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