Jean Simmons, una cara con ángel vuela para siempre

Ayer entre un montón de noticias se coló la muerte de una actriz del pasado. La británica Jean Simmons con 80 años cerró los ojos. Y como siempre cientos de imágenes revolotearon por mi cabeza.

La Simmons dejó un reguero de celuloide mágico para la memoria de los amantes de la sala oscura con pantalla enorme blanca.

Un rostro angelical que ocultaba una caja de pandora.

Ya desde pequeña mostró su dulce rostro y tras él compleja personalidad. Ella fue la Estella dickensiana de Cadenas rotas o la niña sensual y de otras fronteras exóticas en la extraña Narciso negro. Se convirtió en la rubia Ofelia que pierde la cabeza porque no entiende ni comprende en el Hamlet de Olivier.

En Hollywood, en un principio, sólo la vieron como dama para películas de época. Pero la Simmons mostró sus dotes de actriz y versatilidad. Y de grandes super producciones históricas escapó con su cara de ángel de la mano de Preminger que la transformó en un abrir y cerrar de ojos en mujer fatal junto a un confundido Robert Mitchum…, y ambos nos regalan final impactante en Cara de Ángel. Con Mitchum volvería a trabajar en comedia floja donde ellos son lo mejor de la función en la elegante pero por ello fría Página en blanco. Ellos ofrecen calor.

Jean Simmons tuvo otra pareja cinematográfica en dos ocasiones. Y en las dos ocasiones estuvo magnífica. Él fue Marlon Brando. En una de ellas ambos protagonizan uno de los musicales más atípicos de todos los tiempos…, y ambos consiguen momentos mágicos. Su química destila de los fotogramas de Ellos y ellas…, él es un jugador de poca monta y ella pertenece al ejército de la Salvación que va por el mundo salvando almas perdidas. En la otra se fueron a cine de época y super producción. Napoleón vuelve a la pantalla pero lo que todo el mundo recuerda fue a su amante Desirée.

Pero quizá cara de ángel tiene dos papeles por los que es eternamente recordada: la esclava Lavinia en el Espartaco de Kubrick con momentos íntimos y tristes inolvidables y el complejo papel de la falsa predicadora que se cree su propio personaje en el Fuego y la palabra dirigida por el que pronto sería su segundo marido, Richard Brooks.

Jean Simmons te seguiremos viendo siempre.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons 

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