Orgullo y prejuicio (Pride and prejudice, 2004) de Joe Wright

¿Qué es una película bonita? No lo expreso en un sentido peyorativo. No. Existen las películas bonitas. Existen las películas bonitas de calidad. Películas bonitas de calidad cuidadas en cada uno de sus aspectos. Un ejemplo de película bonita de calidad es sin duda Orgullo y prejuicio de Joe Wright.

Orgullo y prejuicio es una buena adaptación de una novela del mismo título de la autora Jane Austen (esta escritora, que vivió entre la época georgiana y victoriana —1775-1817—, tiene una larga y fructífera relación con el séptimo arte). Todos los personajes, secundarios incluidos (algo que en el cine americano contemporáneo cada vez es más complicado), están perfilados y cumplen su función dentro de la narración. Hay personajes que con sólo dos apariciones ya nos imaginamos todo su historial (dígase de Judi Dench como la insoportable Lady Catherine. Es curioso pero esta actriz es especialista en apariciones de escasa duración pero con una contundencia y unos matices que no pasan desapercibidos, por ejemplo, en Una habitación con vistas o Shakespeare enamorado —ilustres ejemplos de películas bonitas—).

Sigamos con el apartado de actores. Los padres Bennett con unos efectivos, en sus caracteres distintos, Brenda Blethyn, genial, y un correctísimo veterano, Donald Shuterland son los desencadenantes de la acción con esa madre atacada de los nervios que sólo piensa en unas buenas bodas para sus hijas que eleve su precaria situación económica, sea como sea. Y ese padre comprensivo pero lejano y atrapado por las normas sociales. La protagonista absoluta es una Keira Knightley que borda el papel de heroína de época, de heroína romántica con sus dosis de inteligencia, encanto, frescura y cierta rebeldía dentro de sus circunstancias sociales. En el papel de galán nos encontramos con un serio y correcto Matthew Macfadyen que presenta a ese Darcy que tiene una cara de caballero arrogante y se va transformando en un caballero sensible y tímido que trata de enmendar sus errores y transgredir en lo poco que puede los encorsetamientos sociales de la época al igual que la amada.

Como película de época cuida la ambientación, el vestuario, las localizaciones y los peinados al máximo. Nos creemos que viajamos a otra época, a otras costumbres, a otros ritos…, las casas, las mansiones, los vestidos de diario, los vestidos de fiesta, los carruajes, las cenas en casa, los bailes como lugares de encuentro y de establecimiento de nuevas relaciones… Una delicia para la vista.

También, Orgullo y prejuicio como película bonita cuida su banda sonora. Una preciosa banda sonora que recorre toda esta historia romántica de Jane Austen con predominio del piano. Una obra delicada del compositor Dario Marianelli.

Pero además Orgullo y prejuicio es bonita porque no es sólo un ejercicio correcto de adaptación literaria, sino que Joe Wright piensa en imágenes, se sirve del lenguaje cinematográfico para contar esta historia. Así que es más que correcto y crea una bonita película llena de hallazgos y matices y con una buena fotografía por parte de Roman Osin.

Por todo lo anterior, Orgullo y prejuicio no se queda como una mera película de época, fría y correcta. Sino que consigue emocionar y está llena de vida y de un romanticismo extremo que engancha (por lo menos a esta Hildy que ya sabéis que a veces tiene sus arranques de romanticismo exacerbado). Así Wright nos cuenta esta historia a través de puertas y ventanas, que se abren y se cierran. Que presenta a personajes, que los hace grandes o pequeños, seguros e inseguros. Que rueda esas escenas de baile —sobre todo la segunda— en plano-secuencia como nadie mientras vamos descubriendo las anécdotas de cada personaje. Que se contiene en las escenas de amor haciéndolas por ello más emocionantes con unos personajes bajo la lluvia, bajo la niebla o en un amanecer. Porque sabe rodar comidas y cenas que ya se sabe que no es cosa fácil…, porque un columpio no para de dar vueltas o un piano escupe música o también nos cuenta cosas al igual que las miradas de cada uno de los personajes. Porque es una película que encierra otras historias y nos las cuenta veladamente como la de ese primo pequeño e insignificante que busca esposa y la encuentra finalmente en la mejor amiga de la protagonista que se sabe poco agraciada y no puede esperar romanticismos sino alguien que le ofrezca un techo y una seguridad económica de por vida. Porque está perfectamente trazado cuáles eran las formas y costumbres de la época victoriana, las presiones sociales, la situación de las mujeres, las hipocresías, la separación entre distintas clases sociales… Y porque es una hermosa historia de amor con sus obstáculos, sus baches y sus logros finales. Una puerta se cierra y sabemos que la historia ha terminado. Es una película bonita, sí sin duda.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

2 comentarios en “Orgullo y prejuicio (Pride and prejudice, 2004) de Joe Wright

  1. ¡Hola querida Hildy! Encontré esta entrada y pensé en hacer tan solo una breve acotación. Ya hablamos una vez de Joe Wright (creo que a causa de Anna Karenina) y te conté que me gustan mucho sus películas (excepto Hanna, que todavía no vi) pero ahora pienso en un mérito más de esta película en particular y es que no ridiculiza a sus personajes. Como seguidora de las adaptaciones cinematográficas de las novelas de Jane Austen noté que un lugar común es exagerar las virtudes de los héroes y heroínas y los defectos de los antagonistas. Una de las cosas que más me gusta de esta adaptación es que Wright los convierte a todos en humanos, especialmente a los «malos» tal como hace «Sensatez y Sentimientos», otra de mis favoritas en este sub-género.-
    Sólo quería compartir esta impresión con vos, un beso grande, Bet.-

  2. Mi querida Bet, un placer leer tus buenas acotaciones y el matiz que aportas a esta película de Joe Wright (sí, hablamos por la adaptación de Anna Karerina que nos resultó fascinante) es muy interesante. Es cierto, todos los personajes son humanos, muy humanos. Entendemos perfectamente su manera de actuar y comportarse… ¡Qué magnífica es esta adaptación de la novela de Jane Austen! Qué película más bonita.

    Besos y gracias mil
    Hildy

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