Diccionario cinematográfico (108)

Policía: hay un cuerpo encargado de velar por el mantenimiento del orden público y la seguridad de los ciudadanos, a las órdenes de las autoridades políticas. Y ese cuerpo es la policía. Hombres y mujeres de diversos perfiles que pueblan el universo cinematográfico. Ese cuerpo, a veces, está tan podrido como el sistema político que lo sustenta. Otras veces no vela por la seguridad del orden público y la seguridad de los ciudadanos, sino que funciona como instrumento de represión y brutalidad. Otras veces hay una manzana no podrida que trata de realizar bien su trabajo entre la corrupción de sus compañeros. Y otras sí que se muestra un cuerpo con la función que debería tener.

Así hay un montón de policías para recordar y no sólo los de las películas de acción a lo jungla de cristal o las buddy movies con temática policial (a lo Tango y Cash o a lo Arma Letal) ni tampoco esos policías silentes que sólo traían caos y risas, los Keystone cops. Ni esos iconos de héroes violentos me tomo la justicia como sale de los huevos tipo Harry el sucio. O esos otros que sólo traían comedia soez a lo loca academia de policía.

Por ejemplo, Jules Dassin nos introduce en la vida diaria de una comisaría y en el trabajo minucioso de sus empleados en La ciudad desnuda. Otra de carácter documental es Relato criminal de Joseph H. Lewis donde también se puede ver los esfuerzos de la policía y otros cuerpos, agentes del Tesoro, para detener a mafiosos. Y tampoco podemos dejar al margen M, el asesino de Dusseldorf y las pesquisas de un grupo de policías para detener a un asesino de niños.

Hay polis buenos y malos, sheriffs para recordar y otros para olvidar por su maldad. Y después hay polis ambiguos, hombres con un montón de defectos que no obstante cuando tienen que hacer bien su trabajo lo hacen. Voy a ilustrar dos casos: uno es la recreación que realiza Rod Steiger en la película En el calor de la noche. Un policía sureño, de los duros, con bastantes dosis de racismo como toda su comunidad que decide, sin embargo, colaborar con un policía negro experto en homicidios para la resolución de un caso. Y otro es el que interpreta un Matt Dillon también como policía desagradable, maleducado y como no racista que no obstante cuando tiene que comportarse y realizar su trabajo deja a un lado sus sentimientos más oscuros en Crash.

Otro policía que no me quito del recuerdo es a un maravilloso Russell Crowe en L.A. Confidencial dentro de un departamento de policía hasta arriba de manzanas podridas. Él es un bestia con corazón delicado y con más cabeza de lo que sus superiores se piensan. No sólo es una masa de carne dispuesto a obedecer todo tipo de órdenes y a realizar todos los trabajos sucios. Es el policía perdedor.

Otro inolvidable policía perdedor no puede ser otro más que un Al Pacino agobiado que tan sólo quiere hacer bien su trabajo como agente de la ley pero que tiene que vérselas no sólo con el peligro de las calles sino con unos compañeros que llevan la corrupción en la sangre. Estoy hablando de Serpico.

Ahí va otro inolvidable en la retina del espectador y es ese agente mexicano con cara de Benicio del Toro en Traffic, que se las sabe todas respecto al narcotráfico y que tiene claro su lucha por la supervivencia aunque se salte miles de normas, aunque no se sepa muy bien de qué lado está. Quiere seguir con vida y no cree en políticos o gobiernos y sus planes para acabar con el narcotráfico.

Hay otro tipo de agentes, los que trabajan en las cárceles, que también protagonizan películas que se mantienen en el recuerdo. Varios de ellos por su brutalidad extrema, otros por su humanidad. Así vemos a un Billy Bob Thornton redimido por amor en la brutal Monster´s Ball. Aprende de la humanidad de un hijo que no soporta la frialdad, crueldad y dureza del trabajo encomendado (son agentes que ejecutan las penas de muerte) y por la mujer negra rota totalmente, esposa del último reo que mata. O a un Tom Hanks, en papel humano, que se sorprende de la personalidad de un reo y su capacidad para el milagro en ese cuento que se llama La milla verde. Tampoco olvidamos la brutalidad presente de policías sin sentimientos en La leyenda del indomable o Brute force también de Dassin. O aquellos casi sin rostro que con toda su fuerza de represión causan estragos en los motines carcelarios de Carandirú o Íntimo y personal.

También hay quienes realizan su trabajo solos ante el peligro. Sin duda nadie olvida el papel de Marlon Brando en La jauría humana que trata durante toda la película de defender a un joven delincuente del linchamiento de un pueblo que clama violencia.

Otros policías que dejan huella son los que están a cargo de algún caso de asesinato difícil de resolver o que tienen que ir tras un hombre o mujer difícil de capturar y que cambia sus vidas. Así hay películas con retratos de policías distintos como Seven, Zodiac, Melodía de Seducción, Mystic River, Heat…

Por último, me queda describir algún papel de mujer policía, cada vez más comunes aunque no abundan, en un papel cinematográfico conquistado por los hombres. Se me ocurre Fargo y el personaje de Frances McDormand. O recuerdo también el papel de Hilary Swank de policía novata en Insomnio. También, Holly Hunter se pone en la piel de una mujer policía en el thriller Copycat. Sí funciona la fórmula de mujer policía o de acción en televisión desde que una mítica Angie Dickinson se convirtiera en una de ellas hasta una Holly Hunter en plan mujer policía atormentada.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons. 

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