Viaje de ida (One way passage, 1932) de Tay Garnett

Viaje de ida

Un brindis…

Viaje de ida o la despedida de un hombre y una mujer que pronto se convertirán en sombras, en fantasmas de lo que fueron. Un barco que parte de Hong Kong hasta San Francisco, con parada en Honolulu. Ella, con una enfermedad sin cura. Él, condenado a muerte. Pero los dos crean un espacio íntimo donde estar e imaginar, donde no saben nada el uno del otro, solo que se han encontrado, que se aman y que siempre estarán juntos… puede que celebren el fin de año en México. Los dos se conocieron por unas copas de cristal y apenas una hora después la cámara se acerca a una barra y a dos copas rotas, como el ritual que siempre hacían los amantes. Pero en esa hora ha transcurrido toda una historia de amor fou, más allá de la muerte.

Una historia de amor en la época pre code y rodada por uno de los muchos artesanos que trabajaban en el sistema de estudios… y que, de pronto, dejaban perlas. En este caso Tay Garnett que dieciséis años después de Viaje de ida rodaría la obra cinematográfica que le haría inmortal, puro cine negro, El cartero siempre llama dos veces. Viaje de ida es todo un descubrimiento de la sensibilidad de los artesanos de Hollywood.

La cámara de Garnett empieza bailando en un bullicioso garito de Hong Kong y va a parar a un camarero que prepara con profesionalidad un cóctel para ofrecérselo al protagonista, Dan (William Powell), que cuando apaciblemente va a probar un placer, como una premonición, sufre un empujón y se derrama el contenido. Y entonces se da la vuelta Joan (Kay Francis)… y ya nada importa. Es un encuentro de esos casuales, pero que dejan huella. Entonces poco a poco nos vamos enterando de las circunstancias que rodean a los dos personajes. Él, de los bajos fondos, le espera la horca. Ella, de clase alta, pero sin esperanza de vida. Y ambos vuelven a encontrarse a bordo de un barco y deciden aprovechar el presente y olvidar su paradero (aunque ninguno de los dos lo tiene fácil). Deciden ilusionarse y volver a enamorarse. Y en Honolulu disfrutar de un atardecer de ensueño o mirar un anochecer desde la cubierta del barco. En un principio ninguno sabe nada del otro… y se van enterando por terceros o por cartas que llegan en momento inoportuno. Pero entre ellos jamás hablan de sus destinos. Jamás se reconocen como fantasmas…, entre ellos crean un futuro.

Y los personajes secundarios son todos del mundillo de Dan: el policía cumplidor pero harto ya de la ley (Warren Hymer), la estafadora que se hace pasar por duquesa (Aline MacMahon) y el timador buscavidas (Frank McHugh). Los tres se convierten en cómplices de una historia que saben que está condenada. Y mientras se crea una historia de fantasmas, nace una de carne y hueso entre el poli bonachón y la estafadora cansada de la mala vida… para demostrar, en paralelo, que la vida sigue.

… Y es que en las largas travesías, como en la de Viaje de ida, pueden encontrarse dos desconocidos y amarse… aunque sean solo sombras. Y siempre beber, por supuesto, en copas de cristal.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

10 comentarios en “Viaje de ida (One way passage, 1932) de Tay Garnett

  1. Qué interesante suena, querida Hildy. De Garnett sólo he visto La Cruz de Lorena, una peli muy interesante sobre el nazismo, filmada en plena guerra. El cartero llama dos veces me aguarda en la biblioteca, aún no la he visto. Y el elenco de esta peli también llama mucho mi atención (adoro a Kay Francis). Tomo nota.-
    Un beso enorme, Bet.-

  2. Veo que sigues descubriendo clásicos antiguos Hildy. Y clásicos no muy conocidos además. Por lo menos yo no conocía esta película. En el blog de Teo Calderón reflexionábamos sobre como sera el futuro del cine. Si dentro de cuatrocientos años la gente verá películas actuales, si verán Vértigo, El cazador, Ser o no ser, Mi noche con Maud, Al final de la escapada, Campanadas a medianoche, o Viaje de ida de Tay Garnett, por ejemplo. ¿Tú que opinas Hildy? ¿Verán todavía películas en ese futuro? ¿Y cómo serán las películas que se hagan entonces, si es que se siguen haciendo? ¿Desaparecerán los cines? ¿Se verá el cine sólo en casa, en algún dispositivo moderno que todavía no existe?

    Un beso visionario.

  3. Sí, mi querida Bet, creo que es una película que te va a gustar muchísimo. Y Kay Francis está perfecta en su papel. Protagoniza una de las despedidas más bonitas que he visto últimamente en una pantalla de cine. Si me dijeran que definiese el cine y el amor, ahora uno de los ejemplos que pondría sería Viaje de ida.

    Beso
    Hildy

  4. Qué bueno leerte, querido Luis. Y qué bien que menciones el blog de Teo que ambos disfrutamos. Yo soy bastante optimista respecto al cine, cambia la tecnología, los soportes… pero el arte de contar historias en imágenes continua. Si hay algo que siempre me ha fascinado es que me cuenten historias y todas las maneras de contarlas siguen vigentes después de siglos y siglos: los libros, los títeres, el teatro, la ópera, la música… y ahora el cine. Por otra parte, es cierto, que se puede ver de forma individual en tu cuarto: en la tele, en el ordenador… pero también pienso que el cine es un arte colectivo y que hay una magia especial en ver las películas en una sala grande compartiendo asiento con otros desconocidos y dejándonos engatusar por la pantalla grande gigante. Y que ciclos, festivales y cines de verano siguen funcionando muy bien. Y que hay días que las salas siguen llenas o películas que, de pronto, nadie quiere perderse.
    Yo creo que sí se seguirá viendo cine mudo, clásico, cotemporáneo, actual, de otros países… Pienso en la literatura, se sigue leyendo a los griegos o los autores del siglo de oro… porque contaban buenas historias. Y el cine las tiene y siguen funcionando. El otro día un cine de verano en Madrid empezó su programación con ¡una película muda y piano en directo! Y hubo público. O recuerdo unas Navidades que también pusieron películas de Charlot con música en directo en un teatro… ¡y se agotaron las entradas!
    En fin, querido Luis, tienes oportunidad de ver Viaje de ida ¡no te la pierdas! Es una buena sorpresa.

    Beso
    Hildy

  5. Mi querido Alfredo, te diré que merece mucho la pena… y es que las historias de amor en barco funcionan… Tan solo unos años después se rodaría la primera versión de Tú y yo. O también recuerdo ahora Cena de medianoche. Pero Viaje de ida cuenta además con una despedida que deja huella. Y cuenta una historia profunda de amor sublime en tan solo una hora y unos minutos…

    Beso
    Hildy

  6. Me alegro mucho que tengas una opinión tan positiva del futuro del cine, Hildy. Intentaré ver «Viaje de ida». Gracias por el mensaje.
    Un beso.

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