Tanto Peter Yates como Brian de Palma tienen algo en común en Bullit e Impacto: y es que sus formas de contar la historia que tienen entre manos convierten ambas películas en algo especial. Además Peter Yates cuenta con un actor, Steve McQueen, que se ha convertido en leyenda y logra que en Bullit se mezcle su personalidad con su personaje cinematográfico. Por su parte De Palma aleja a John Travolta del personaje de chulo bailarín y lo envuelve con fuegos artificiales en un artefacto barroco pero tremendamente atractivo. Y es que Yates tira por lo seco, sobrio y realista; todo lo contrario a un De Palma que juega al cine dentro del cine para dar el do de pecho en rococó visual.
Bullitt (Bullitt, 1969) de Peter Yates
Apenas se habla en Bullitt, los diálogos no son lo importante. Precisamente el personaje más charlatán, el senador (Robert Vaughn), es el más antipático. Frank Bullitt, el teniente de policía de San Francisco, es un hombre más de acciones que de palabra. O un hombre-mirada. De hecho su antiépica aventura termina en un cuarto de baño y él mirándose en un espejo redondo.
Steve McQueen ya era toda una leyenda, no necesitaba palabras. Ya tenía su imagen. Y en Bullitt se construye aún más. El personaje se funde con el actor. Sus ojos azules, su jersey de cuello vuelto y la americana. Palabras las justas. Su amor a las carreras y a la velocidad le sirven para ser el protagonista de una de las escenas más míticas de persecución de coches, dándole autenticidad. Y también su rostro frente a una premonición… en un hospital, mirando fijamente esa máquina que indica cómo se va yendo la vida de un hombre (el testigo al que tenía que proteger). Su cara frente a la misma muerte, a la que se enfrentaría once años después.
El teniente Bullitt que se enfrenta a la parte oscura de San Francisco cada día. En silencio. Arrastrando desencanto, pero sabiendo que alguien tiene que realizar cada día ese trabajo. Trabaja codo con codo con sus compañeros y tiene toda la confianza de su superior (Simon Oakland). Con profesionalidad y distanciamiento, para poder seguir adelante. Y la cámara de Yates es objetiva, distante y fría, profesional, como la mirada de Bullitt. Pero detrás de los silencios y las miradas, en los pequeños gestos… hay un hombre honesto y recto que trata de no caer en las cloacas.
Y el teniente Bullitt oculta y protege su intimidad. No quiere que se ensucie con lo que tiene que lidiar cada día. Siempre le espera en casa, Kathy (Jacqueline Bisset), que más que la novia florero… es el personaje incontaminado. Solo hay un momento en que ella se encuentra la dura realidad del día a día de Bullitt y no le gusta sentir tan distantes, lejanos y fríos esos ojos azules que la miran de otra manera en casa.
Lo de menos es lo enrevesado de la trama. Sus escenas más espectaculares son todas sin apenas palabras. Escenas de pura acción: la mencionada persecución de coches en San Francisco. Y el final, otra persecución pero a pie… y en un aeropuerto. Y el teniente Bullitt que trabaja bajo presión sin descanso y que trata de tapar todos los días los agujeros negros de la ciudad. Luego pasa por el supermercado compra algo de verdura y comida precocinada o se pasa a buscar a su novia al trabajo…
Impacto (Blow out, 1980) de Brian de Palma
Un grito abre y cierra Impacto… y el técnico de sonido, Jack Terry (John Travolta), del primer a segundo grito, es otro hombre con más peso sobre sus hombros. Y es que Terry ha terminado en un estudio de malas películas de terror… y en el momento que el espectador le conoce se está riendo del grito de una chica en la ducha…, de un grito de pánico porque van a matarla… pero muy mal interpretado por la actriz de turno.
Una noche que está recogiendo sonidos para utilizar en sus películas presenciará un accidente de coche. Un coche, al que se le revienta una rueda, derrapa y cae a un lago hundiéndose al fondo. Terry se tira al agua y se encuentra con una chica atrapada dentro del coche… a la que logra salvar. Pero en el coche iba también un importante político que fallece. Cuando en el hospital hay varias personas interesadas en que silencie lo que ha pasado y sobre todo en que nadie sepa que el político iba acompañado de la chica que ha salvado… no duda en volver a escuchar lo que grabó esa noche. Y empieza a sospechar que quizá lo que ocurrió no fue un accidente.
Así Brian de Palma se empapa del Blow up de Antonioni y La conversación de Coppola para crear Impacto, un thriller menos profundo que las dos obras anteriores, pero tremendamente ameno y con una fuerza visual (y sonora) que hace olvidar sus debilidades en la trama. Además de crear un malo malísimo icónico con el rostro de John Lithgow, uno de los actores fetiches de De Palma. Un sádico conspirador convertido además en hitchcockiano asesino en serie de rubias… con coreografiadas muertes con ecos de Dario Argento (como esa película de terror que están rodando en el estudio donde trabaja Jack donde esa cámara que vuela desde extraños ángulos tiene reminiscencias del giallo italiano).
Y mientras De Palma crea una inocente historia de amor entre el técnico de sonido y la chica del coche, una maquilladora (Nancy Allen) que trata de ganarse la vida como puede, y los envuelve a ambos en una conspiración en la que no querrían haber sido invitados, logra envolverlo todo en un rococó visual que deja escenas deslumbrantes llegando al paroxismo entre fuegos artificiales. Convierte el encuentro entre el técnico y la maquilladora en una historia de amor truncada, rota y desgarrada.
Además de dejar un final mazazo donde el técnico de sonido, ya un hombre atormentado, ve la misma escena del principio pero esta vez sí que ha conseguido un grito desgarrador… y auténtico.
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
Me encanta Bullitt, esas calles soleadas, esas persecuciones, ese laconismo, McQueen, Bisset… La manida historia del testigo protegido contada de otra manera y por duplicado… Y esa música de Lalo Schiffrin… En cuanto a Impacto, me parece un buen material desaprovechado. La idea es buena, y también el planteamiento. El desarrollo es otra cosa. Creo que cojea en la estética y, especialmente, en el papel de Lithgow, en esa mezcla de conspirador político y psicópata. Es entretenida, eso sí, te puede arreglar una tarde.
Besos
Sí, querido Alfredo, el laconismo de Bullitt llama mucho la atención. Cómo está contada esta historia… te arrastra, te empuja… con la música de Schiffrin, claro.
E impacto me entretuvo muchísimo y tiene un montón de momentos brillantes. Sí, el malo malísimo va a su rollo en la película pero ¡qué momentos tiene! Brian de Palma brilla en la forma.
Beso
Hildy
La de Brian de Palma la conocimos en Chile como ESTALLIDO MORTAL
Es una gran película que me parece fue subvalorada en su momento y esto alteró la senda que llevaba el director haciéndolo más efectista y superficial.
Además de las reminiscencias de Antonioni y Coppola,el personaje de Travolta es muy hitchcokiano y en lo suyo repite el calvario de James Stewart en VERTIGO,pierde un compañero al inicio de la cinta y no puede evitar una pérdida mayor al final.
Además los fuegos artificiales y el pomposo desfile resultan una cáscara que maquilla una democracia corrupta y enajenada de la gente
Me gusta mucho, querido Iván, esa comparación que haces de Travolta con el Stewart de Vértigo. Esa escena final que describes, la de los fuegos artificiales, me gustó muchísimo. La verdad es que la película está repleta de buenos momentos.
A mí Brian de Palma es un director que me gusta mucho. Sabe contar historias y tiene mucha fuerza visual. Además tiene una película que adoro: Atrapado por su pasado (Carlito’s Way).
Beso
Hildy
Al leer el comentario dedicado a estas dos películas, tuve la sensación de que en él se estaba describiendo lo que idealmente podrían haber sido más que lo que, en mi opinión, resultaron.
«BULLIT» es un thriller de brillante factura técnica y ritmo trepidante, pero que falla en el dibujo de personajes, apenas esbozados (¿qué sabemos del policía Bullit más allá de lo que el estilo y personalidad del actor aporta al personaje?. Nos queda, eso sí, la memorable y seminal persecución de coches por las calles de San Francisco, que abrió la veda para secuencias semejantes en sucesivos films del género. Ah, y Jacqueline Bisset aunque no exista como personaje.
En cuanto a «IMPACTO», otro thriller, estamos ante un reconocible ejercicio con la pirotecnia típica de su autor (en ocasiones, brillante), que aquí, como bien se apunta en el post, de nuevo le tenemos vampirizando a otros autores. Descartando a Hitchcock, eternamente presente en su filmografía, aquí nos obsequia, efectivamente, con superficiales pero intencionadas reminiscencias del “BLOW-UP” de Antonioni. Claro que, simplificando, esta película también podemos entenderla como un flojo vehículo para un claramente insuficiente John Travolta. Tuvimos que esperar la irrupción de Tarantino para sacarle partido a este actor.
Un abrazo.
Querido, queridísimo Teo, lo que me llamó la atención de ambas películas fue cómo estaban contadas. Sí, estamos de acuerdo en que su contenido (la historia en sí) no es lo mejor de estas películas. Pero me interesa tanto su forma y me atrae tanto cómo cuentan, cómo plasman en imágenes… que a mí logran convencerme. Su forma me atrapa.
Respecto a la construcción de personajes sí me parece que están esbozados, solo pinceladas (en eso estamos de acuerdo) pero que permiten que el espectador juegue con ellos, imagine, les dé vida (fíjate, hasta me creo la historia entre el técnico de sonido y la maquilladora en busca del éxito)…
Beso
Hildy
Hace un montón que no veo Bullitt y la tengo que revisar ya. También es curioso lo que mencionas sobre esa relación entre Blow Up y los representantes del Nuevo Hollywood, que hacían películas colosales y suicidas pero, al mismo tiempo, querían ser autores europeos. creo que Coppola encarnó esa contradicción como nadie. Y también creo que su faceta megalómana, americana por así decirlo, y no la de autor experimental, es la que le hace grande. Complejos contraproducentes, a mi modo de ver. Igualmente es cierto que a Blow Up la tengo poco o nada de cariño…
… a mí me pasa lo mismo, querido crítico abúlico, con Blow up, es una película a la que tengo cierta manía, y que me impidió apreciar en un principio la obra de Antonioni, pues fue la primera que vi de él. Luego cuando he ido descubriendo a este director, le he ido queriendo (La noche y El eclipse me gustan mucho).
… Y sin embargo que bien me lo pasé con la película de Brian de Palma o con la de Coppola… Y a tu razonamiento uno otro: cómo me gusta la sencillez en la forma… pero cómo disfruto del barroquismo visual bien hecho… (qué contradictoria soy, jejejeje).
Beso
Hildy
Clasicazos, me temo. Ponerlas en común me lleva a sus protagonistas, McQueen y Travolta. El primero formó un mito que nadie ha podido discutir, y el segundo, sin embargo, mantuvo su ocasión de haberlo producido también, pero ha tenido una carrera tan prolífica como irregular. Se quedará en icono de algunas de las películas más populares de la historia del cine.
Saludos.
Sí, mi querido Licantropunk, dos buenas películas, con los protagonistas adecuados. Y tienes razón hay algunos actores que reflejan un mito que nadie discute y pasa el tiempo y lo mantienen… y otros que su mito tiene altibajos… pero logra ser icono en ciertas películas que no se olvidan (ay, ¿qué me dices de Grease?).
Beso
Hildy