Actrices en el olvido

En todas las épocas hay actrices que vivieron su momento de gloria y pronto cayeron en el olvido o nunca se las llegó a considerar entre las reinas del Olimpo de los actores. Sin embargo, su presencia en películas ya en rol protagonista o secundario las deja un espacio para el recuerdo cinéfilo y algunos expertos las elevan a la cumbre del Olimpo. Descubriendo filmografías de directores o actores, de pronto, rescatas las caras de estas actrices que interpretaron roles inolvidables. La sección El viejo baúl de las películas nos da muchas veces la oportunidad de descubrirlas. 

Como sabéis desde hace tiempo estoy tratando de rescatar toda la filmografía de Burt Lancaster. En mis dos últimas adquisiciones (Brute Force y Desert Fury, ambas de los años cuarenta) aparecen tres de esas actrices. 

En la primera, un drama carcelario del gran Dassin, cada uno de los protagonistas tiene un fragmento en que recuerda a una mujer. En uno de estos flash back aparece, hermosa y fugaz, Ella Raines. Actriz de indudable atractivo que no logró el estrellato. Mi descubrimiento viene de más atrás cuando me dispuse a atrapar todo lo que caía en mis manos del realizador Robert Siodmack que durante unos años la eligió como protagonista de sus películas así Raines realiza roles interesantes en La dama desconocida, El sospechoso y Pesadilla.

En Desert Fury, un melodrama a todo color con tintes de cine negro de Lewis Allen, aparece hermosa y llena de promesas Lizabeth Scott. Rubia de voz profunda se especializó en cine negro pero no llegó a la cima, sin embargo, sus apariciones son inolvidables en esta película de sentimientos en erupción, El extraño amor de Martha Ivers o en Callejón sin salida.

En esta película surge con fuerza otra gran dama olvidada del cine que se especializó en roles secundarios pero cuando le dieron la oportunidad brilló con luz propia como protagonista. Me refiero a Mary Astor que se mete en el Olimpo por película mítica, El halcón maltés, donde encarna a una femme fatale inolvidable. Sin embargo, también destaca su presencia en películas tan dispares como Mujercitas o Canción de cuna para un cadáver.

También, en mi recorrido por la filmografía de Douglas Sirk, rescato a otra rubia de bandera, gran actriz y que construye personajes para el melodrama difíciles de olvidar. Su sensualidad y su calidad como intérprete la dejan entrar en nuestro Olimpo particular de actores. Hablo de Dorothy Malone. Desde su fugaz aparición, como librera llena de sorpresas, en  El sueño eterno, a Malone se la tuvo en cuenta. Sus papeles más recordados son los que realizó junto a Sirk en Escrito sobre el viento y Ángeles sin brillo. También, puede ser recordada por los amantes del cine del Oeste, género que visitó bastantes veces.

Al estudiar las filmografías de aquellos directores que vieron sus carreras afectadas o modificas por el periodo de la Caza de Brujas, hay una actriz que aparece como protagonista o secundaria en varias producciones y que ha caído totalmente en el olvido. Esta actriz recrea personajes muy diferentes demostrando su versatilidad…, ha caído en el más absoluto olvido y, sin embargo, su carrera está plagada de películas que en su momento fueron polémicas. Estoy hablando de Dorothy McGuire. Inolvidable madre de origen irlandés que vive con angustia la pobreza en pleno Brooklyn, en Lazos humanos de Elia Kazan. Con este mismo director, trabajó en la polémica La barrera invisible como mujer rica pero progresista en sus pensamientos que descubre que no es tan liberal como pensaba sobre todo en lo relacionado con el antisemitismo. También, deja un retrato de mujer apaleada por la guerra y con miedo a enamorarse que vuelve a darse una oportunidad con un joven soldado que ha regresado de la guerra y no se encuentra precisamente el recibimiento que esperaba. La película, y muy interesante, es Hasta el fin del tiempo de Edward Dmytryck. Inolvidable también en películas míticas que la meten de lleno en ese Olimpo mítico de actores: una película de terror psicológico, La escalera de caracol de Robert Siodmak; un western de William Wyler que cuenta las penurias de una familia de cuaqueros en La gran prueba o como heroína romántica en Creemos en el amor.

Otra aspirante en el olvido es Celeste Holm que sale brevemente en Nido de Víboras. Esta rubia vivaracha destacó en importantes papeles secundarios y nunca será olvidada por ser la mejor amiga de Margo Channing en Eva al desnudo. Realiza una original contribución en Carta a tres esposas donde sólo se oye su voz  pero su presencia es vital para la película y un personaje lleno de encanto en la ya citada La barrera invisible. Una de sus nominaciones vino dada por una comedia en la que se convertía en encantadora monja, Hablan las campanas.

Por último, y por supuesto sin terminar esta lista interminable, cerramos post con el bello rostro olvidado de la actriz Donna Reed con un puesto innegable en el Olimpo por su participación en dos películas míticas: la mujer ideal y soñada en el clásico de Frank Capra, ¡Qué bello es vivir!, y su encarnación de una triste y enamorada prostituta en De aquí a la eternidad. Sin embargo, en su carrera hubo más papeles en El retrato de Dorian Grey o La última vez que vi París. También fue la heroína de diferentes películas del Oeste.

Ellas también están tras las sombras, son rostros en la oscuridad y cuando las dieron oportunidad fueron únicas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.