El clan (El clan, 2015) de Pablo Trapero

elclan

Tanto El clan de Pablo Trapero como El secreto de sus ojos de Juan José Campanella narran de manera muy diferentes los recovecos oscuros de la dictadura. Si en la segunda todo se centraba en un thriller con intriga y de fondo una historia de amor imposible que abarcaba desde 1974 hasta 1999; en la película de Pablo Trapero se mete en las entrañas de una familia acomodada que bajo su aparente cotidianidad oculta entre las paredes de su casa el horror, en los años posteriores a la dictadura, de 1983 a 1985. Y en estas dos películas hay un denominador común: Guillermo Francella, un popular actor cómico argentino. En la de Campanella descubrió su vena dramática con el personaje secundario sorpresa, el amigo alcohólico que comete un acto de valentía y se redime de su condición de perdedor perpetuo y de su desencanto vital. Y en la de El clan pone rostro al horror cotidiano, a la violencia subterránea, a la parte oscura de una frágil democracia que se está construyendo, tras una dura dictadura. Se transforma en un protagonista que remueve y perturba. Él es Arquímides Puccio, el patriarca del clan.

Mientras en Campanella todo es ficción y lo que hace es recrear el espíritu de un periodo histórico (adapta una novela de Eduardo Sacheri); Pablo Trapero ficcionaliza con lenguaje cinematográfico puro y duro un hecho real, el escándalo de los Puccio que fueron detenidos en 1985, acusados por lo menos de cuatro secuestros a miembros de familias adinedaras (tres de ellos con la muerte de los secuestrados, y la cuarta, una mujer, liberada en el momento de la detención). El clan de Pablo Trapero recupera el lenguaje, el ritmo y la estructura de aquel nuevo cine americano de los setenta y ochenta de Scorsese o de Coppola que reflejaron en la pantalla la vida cotidiana y violenta de familias mafiosas, mezclados con la mirada siempre especial del director argentino para desenterrar las partes oscuras de la sociedad argentina.

Pablo Trapero construye su crónica del clan Puccio bajo dos premisas: la mirada culpable de uno de los hijos, Alejandro Puccio (Peter Lanzani, un rostro muy popular entre los adolescentes en su faceta de cantante y actor de televisión), que era además una estrella de la selección de rugby Los Pumas, y la compleja y dramática relación con su padre. Y la estremecedora cotidianidad de la familia Puccio pues su hogar era también el lugar de horror y torturas donde ocultaban a los secuestrados (con un uso inteligente e inquietante del sonido). Así Trapero crea una compleja tela de araña familiar que pone sobre la mesa a unos padres fríos y manipuladores que manejan y crían a sus hijos a su antojo. Pone de manifiesto una familia disfuncional y enferma, como esa sociedad argentina en la que operan durante los años ochenta. Una familia que da una imagen, pero entierra otra visión sobrecogedora y oscura… como reflejo de un país que también quería ofrecer una imagen, una frágil democracia, pero que ocultaba todavía poderes ocultos y enfermizos que arrastraba de una dictadura.

Si tanto Coppola como Scorsese realizaban un uso efectivo de las canciones y creaban efectos chocantes con la música; Trapero, con algunas canciones y grupos elegidos, añade además un apunte histórico interesante (como desvela en una interesante entrevista en la revista cinematográfica Caimán) y es que el rock estaba prohibido en Argentina (y si se escuchaba en inglés, en determinados barrios de clases medias altas, era además como más cool). Luego se sirve de la música para “pintar y reflejar” una época. Pero también emplea la música como elemento narrativo pues, en determinados momentos, tapa sonidos más espeluznantes, como son los gritos y lloros de las víctimas…

Pablo Trapero ofrece de nuevo una mirada potente, especial y cinematográfica sobre las capas subterráneas de Argentina.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

14 comentarios en “El clan (El clan, 2015) de Pablo Trapero

  1. No está nada mal, pero había oído tantas cosas de esta película que no me pareció para tanto. Echo de menos mayor tratamiento de algunos aspectos. Por ejemplo, las motivaciones de que empiece todo; la connivencia explícita de la dictadura antes de la llegada de Alfonsín, y también después, de los funcionarios reconvertidos; el prisma de la investigación policial, antes y después de la caída de la dictadura… Incluso más profundos, en cuanto al conflicto generacional del padre con los dos hijos masculinos. En fin, que sí me gusta lo que veo, pero me sabe a poco. No sé si Scorsese y Coppola se habrían quedado ahí.

    Besos

  2. A mí me gustó mucho pero sí, fui con amigos y comentamos lo mismo, que se echaba de menos el situar la historia en un pasado y su relación con formas de hacer durante la dictadura. En esta historia todo el horror parece centrarse en ese padre despiadado y cruel y su familia. Intuyes que el desprecio absoluto que sienten hacia la vida de otros seres humanos – que ni siquiera es desprecio, más bien indiferencia- proviene de un convencimiento de impunidad absoluta, de la tranquilidad moral y penal que ofrece el haber actuado por encima del bien y del mal durante mucho tiempo con la complicidad y permiso de dios y el estado. Y esta concreción es a la que no se llega, me parece.

    En cualquier caso es una película que merece la pena. Eso sí.

    Besos!

  3. ¡Qué ganas de verla querida Hildy! Todavía no cayó entre mis manos, pero tengo expectativas altas. Francella me encantó en «El secreto de sus ojos» (no he seguido su carrera de cómico en televisión excepto por un breve período, así que no estaba entre mis favoritos) y las últimas que vi de Trapero también me gustaron mucho. No sé si conocés su obra, en general hace un cine muy crudo, casi testimonial y por momentos difícil de ver. De las últimas, me encantó «Carancho» y me gustó mucho «Elefante blanco» (ambas con… sí… Ricardo Darín, jaja). En cuanto la vea te cuento.-
    Un beso grande, Bet.-

  4. Es de la películas que te deja pegada al asiento, con los ojos bien abiertos, y la mano presta a taparlos porque siempre estás presintiendo una escena horrible. Lo que no puedes taparte es el alma del horror de ese padre y ¡¡¡¡esa madre!!! y de esos dos hijos «comprados» con ese argumento usado por tantos padres de «¡después de lo que he hecho por tí!» …y de la tremenda impunidad y complicidad con la que se mueven dentro de un gobierno podrido…A mi me parece que con los flahs-back de las intervenciones de los presidentes de «antes» y de «después» te sitúas muy bien…y yo creo que no se incide más en la política concreta de Argentina porque esto que vemos que pasó allí, ha pasado o puede pasar en cualquier país del mundo.

  5. Mi querido Alfredo, a mí me gustó más de lo q me esperaba. Y eso que las películas que había visto ya de Trapero me gustaban mucho… pero, no sé explicarte el porqué no me apetecía mucho la propuesta cinematográfica de El Clan. Y cuando la vi me metí de lleno. Me atrapó lo que contaba y la forma de contarla. Enseguida indagué en la red toda la historia de los Puccio. El retrato que realiza Trapero de los padres es estremecedor… sobre todo en esa escena del arroz con pollo. En la película creo que está todo lo necesario, todo ese mundo subterráneo se intuye y da pavor.

    Beso
    Hildy

  6. Mi querida Marga, para mí ese es uno de los aciertos de la película: que todo lo intuyes y lo que intuyes te va sumergiendo en el horror. Y esa es la mirada de Alex, educado bajo unos patriarcas fríos, inflexibles, manipuladores… Ese chaval, que vive día a día con la violencia como algo cotidiano y como medio de vida… pero que intuye que eso no es lo «normal y correcto»… Y que se sumerge en ese ambiente insano y privado… en el que nadie del exterior interviene…
    Cuando salí del cine, busqué más información en la red de los Puccio y de esos años en Argentina, Trapero me generó las ganad de indagar…
    Beso
    Hildy

  7. Mi querida Bet, será genial leer lo que te parece la película. Creo que en Argentina, ya me contarás, está siendo todo un fenómeno cinematográfico. Sí, me interesa Trapero y me impactó Carancho y me impresionó Elefante blanco. Voy detrás de Leonera, Familia rodante y Mundo grúa.
    A mí me encantó el personaje de Francella en El secreto de sus ojos. Aquí por estos lares no se conoce mucho su faceta como cómico. Yo le vi en una tragicomedia que se estrenó el año pasado en la que hacía de un hombre de negocios enano que se enamora de una mujer muy alta. Y como Arquímedes Puccio logra estar inquietante.
    Beso
    Hildy

  8. Mi querida Maria Rosa: el personaje de la madre es tremendo e inquietante. Sus besos de cariño me provocaban taquicardias. Y sí, ese ambiente continuo de terror en la tranquilidad de lo cotidiano consigue los momentos más estremecedores.
    Beso
    Hildy

  9. Jajaja, qué difícil decisión, querido, querido crítico abúlico. Creo que las dos propuestas cinematográficas merecen ser vistas y pienso que las dos te resultarían interesantes. Pero creo que va a desaparecer antes de las salas Sicario.
    Besos
    Hildy

  10. Una autentica tela de araña con culpa de fondo, y ritmo, y suspense, y rock, y lo más importante cine que no deja indiferente…coincido bastante con tu análisis de que esta historia hace algo así como sacar a la superficie asuntyos de la vida argentina muy alejados de los tópicos a los que nos tienen acostumbrados….un pais con gente que en ocasiones se abre paso a dentelladas y sufre las consecuencias de otras…estimulante en todo caso.
    No he visto aun la de Emily Blunt….no merezco indulto ni perdón…un abrazo

  11. ¡Pero qué alegría leerte, Víctor!¡Emily Blunt te espera en la sala de cine en una buena película! Y, sí, El Clan, pienso como tú, que está muy bien contada. Y nombras muy bien sus ingredientes: culpa, ritmo, suspense, rock…

    Besos
    Hildy

  12. No paro de acumular referencias positivas de esta peli, amiga Hildy, así que será cuestión de no dejarla pasar cuando haya ocasión (aunque mucho me temo que no andará en cartel en mi ciudad, tendría que comprobarlo primero). Sea como sea, interés no me falta: el cine que te levanta las tripas, cuando está cuidado en las hechuras, siempre está entre mis opciones predilectas. Un fuerte abrazo y hasta pronto.

  13. Querido Manuel, qué bueno leerte. Ojalá la pongan en tu ciudad porque creo intuir que vas a disfrutarla mucho. Trapero en El Clan me interesa cómo cuenta y ficcionaliza el caso de los Puccio.
    Beso
    Hildy

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.