El otro Mel Ferrer…

¿Quién era Mel Ferrer? Unos le recuerdan como uno de los maridos de Audrey Hepburn, otros por alguna que otra intervención cinematográfica, los de más allá le vieron en alguna serie de televisión tipo Falcon Crest, Hotel o Se ha escrito un crimen, series ya míticas.

Esta semana se le recuerda porque ha muerto. Pero ¿quién era Mel Ferrer?¿Cómo puede ser que empezara una carrera absolutamente prometedora y con directores muy buenos…, y sin embargo, luego cayera en el olvido?¿Cómo se explica que empezara con protagonistas y terminara, muy pronto, en producciones menores? ¿Por qué durante los 60 y 70 rodó casi todos sus papeles en distintos países europeos como algunos otros has been?¿Por qué nunca alcanzó el estatus de estrella como una de sus esposas, Audrey?

No me vale la cita de que no fue buen actor (y no estoy del todo de acuerdo, cuando tenía su papel, tenía una elegancia innata y un rostro con mucha vida), muchos tampoco lo han sido y han llegado a estrellas con carreras largas, muy largas.

Quizá no le interesaba mucho su carrera como actor o los papeles que le ofrecían. Quizá disfrutaba mucho más tras las cámaras como director o como productor… pero tampoco llegó a brillar lo suficiente (dirigió a su esposa en uno de los pocos fracasos de la actriz, Mansiones verdes). Dicen que empezó en Broadway y que iba para bailarín pero una enfermedad le impidió seguir ese camino.

¿Quién era Mel Ferrer? Sólo me quedan sus películas…, y a algunas de ellas, por ahora, nunca he logrado acceder.

Me sorprendo cuando localizo que dos de sus primeras películas son bastante difíciles de encontrar. Y es que Mel, como actor, empezó en el cine independiente con de Last Boundaries (1949). Una película que afronta el tema del racismo y los afroamericanos. Una película interesante de temática social pero difícil de encontrar a no ser que la programe alguna filmoteca y sobre todo que yo me entere.

Después trabaja con Robert Rossen en 1951… pero no es buena época para el realizador ni para la película. Rossen está de lleno como sospechoso en el Comité de Actividades Antiamericanas y en la lista negra. The brave bulls (1951) parece ser que cuenta la historia de un matador de toros mexicano (sí de toros) y el torero no es otro que Mel Ferrer. Aunque extraña en la filmografía del director cuenta con todos los ingredientes y temáticas de sus películas anteriores (Cuerpo y alma) o, posteriores (la magnífica El buscavidas).

Su siguiente trabajo –que tampoco he visto– le sitúa como un pintor bohemio que descubre una de las múltiples caras de una Joan Fontaine múltiple y Mel trabaja ni más ni menos que con Nicholas Ray en Nacida para el mal.

Y en 1952 protagoniza extraño western de un genio, Fritz Lang, y yo me enamoro locamente de ese bandolero y ladrón todo elegancia, buen amigo y hombre enamorado y fiel al que todos llaman Frenchy. Mel Ferrer clava el papel junto a una enigmática y ya madura Marlene Dietrich como Altar Keane y a un antipático héroe con cara de Arthur Kennedy. Esta pequeña perla se llama Encubridora.

De pronto, Mel Ferrer que está ascendiendo como estrella cambia el rumbo de su carrera al cine de aventuras. Una es todo un clásico de este cine de capa y espada, Scaramouche. Ferrer es el malo malísimo, un marqués malvado. En la otra, hace papel secundario como rey Arturo que ve como su Ginebra y Lancelot, su mejor amigo, están en otra historia…, una vuelta por Los caballeros del rey Arturo. Aquí soy consciente que tengo que volver a revisitar ambas pues deambulan no muy claramente por mis recuerdos lejanos.

Y, de nuevo, vuelvo a enamorarme locamente de él. La película que en 1953 le convierte en un titiritero que arrastra su cojera, su amargura y tristeza, en un circo. Y, de pronto, aparece la inocente Lilí con cara de Leslie Caron. Y él que grita y gruñe se siente seducido por una mujercilla que cuenta sus penas a las marionetas. Ella le transforma. Le hace imaginar. Le hace querer y cuidar. ¿Alguien sabe por qué nadie la saca en dvd?

Y coprotagoniza con, en aquellos momentos, famosísima esposa y Henry Fonda gran superproducción a cargo de King Vidor, Guerra y paz, en 1956. ¿Y alguien olvida esa escena de amor maravillosa entre una Nastacha, que espera el amor, y un Príncipe Andrei (sólo podía ser Mel) que aparece por sorpresa?¿No está mal, verdad?

De pronto… la cuesta abajo aunque aparece como secundario en películas para recordar o protagoniza alguna pequeña joya de la curiosidad. Ahí danza en la deliciosa y olvidada Elena y los hombres de Jean Renoir. O ya en los sesenta protagoniza película británica que yo recuerdo con angustia sobre un pianista que pierde las manos y le injertan otras que proceden de un asesino, Las manos de Orlac. Y más secundarios en El día más largo, La pícara soltera, La caída del imperio romano o Encuentro en París.

A finales de los sesenta tiene un éxito junto a su mujer Audrey pero en su faceta de productor. Corre el año 1967 y queda muy poco para que se separen. Su última película juntos y que aporta prestigio a ambos es de suspense y refleja toda la angustia que siente una ciega a la que persiguen para matarla… Sola en la oscuridad. Y se acaba la vida en común. Él sigue deambulando por películas extranjeras, además, de empezar a encontrar hueco en la televisión y ella va espaciando cada vez más sus apariciones cinematográficas.

…Y llegamos a los ochenta y podemos verle junto Fassbinder en Lili Marleen…, pero no resucita. Quizá, un poco en la televisión, con las series antes mencionadas.

¿Dónde está el elegante, bello y siniestro pistolero?¿Dónde está el hombre que protagonizaba películas progres en los cincuenta?¿Dónde está el príncipe Andrei que las enamora cuando las saca a bailar?

¿Quién era Mel Ferrer? Le espero, como hombre duro y gruñón, amargado por su cojera, pero capaz de crear un mundo fantástico a la chica que ama. ¿Dónde está ahora?

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