Diccionario cinematográfico (58)

Ciencia Ficción: en el espacio o el universo no me espera ninguna Odisea, ni ordenador rebelde que me revele cual es el camino hacia los 12 monos o historia de amor circular o infinita. Los libros se queman a la temperatura farenheit 451 y un bombero rescata el libro o los libros de mi vida para que no me broten más lágrimas de los ojos. Neo me lleva a Matrix, un mundo poco feliz, pero con sus gafas negras y su gabardina negra, me lleva a viajes impensables por paredes y cielos. Trinity siempre nos acompaña. El otro día llamé a Han Solo que anda un poco perdido en su nave interespacial y me dijo que se siente cansado de viajar con Chewbacca y que las galaxias ya no son las mismas. Tiene ganas de aventura. Y entonces recuerdo un viaje que hice en chip prodigioso por el cuerpo humano y pasé tanto miedo pero me pareció tan fascinante. O cuando luche contra los simios enemigos y me codee con los amigos y descubrí mi estatua de la libertad particular, tan solitaria, tan encerrada. Y, entonces, vuelven a brotarme lágrimas como lluvia al recordar a ese replicante de ojos azules que ama la vida. No puedo reprimir la tentación de llamar al bueno de Gigolo Joe para que me haga un poco de compañia, a pesar de que es tan perfecto no quiero llevarmelo a la cama, sólo que me proteja, que me acompañe, que me diga cosas al oido. A pesar de su inteligencia artificial es más humano que muchos de nosotros. Al final, me rio recordando esos infantiles viajes que realizaba en coche-bólido con el entrañable sabio loco. Esos viajes que me permitieron visitar mi pasado, mi futuro u otras épocas. ¡Qué divertido! Por las noches cuando miro las estrellas o la luna –cómo la echo de menos cuando fui en esa nave espacial en compañía de científicos con barba y aterrizamos en su ojo, ¡qué poco se quejó! – pienso en qué tipo de futuro me espera a mí o las míos. Si serán viajes a otras galaxias y universos donde podamos encontrar más felicidad o placer. Donde quizá, aunque nos lo hagan creer, no haya guerra…, donde los extraterrestres nos acojan con una sonrisa y nos conviertan con la mirada en buenas personas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.