Políticos en el cine

Después de la campaña electoral de 2008 y, después, de que ayer se celebraran las Elecciones Generales, me dedico a realizar, hoy, un pequeño recordatorio de algunas películas que han tenido a los políticos como protagonistas.

Lo primero que viene a la cabeza es Z, película de Costa Cravas Gavras en el año 1969. Cuando se habla de cine político suele venir a la cabeza las historias que narra este realizador franco-griego. El director suele poner en tela de juicio los tejemanejes de las altas esferas políticas para manejar según sus conveniencias el mundo. En Z toma el asesinato de un líder político pacifista que trata de camuflarse como accidente y no como movimiento político para eliminar a un candidato molesto.

Otro ejemplo de estos tejemanejes, lo vemos en Todos los hombres del presidente, popular película norteamericana de los años setenta dirigida por Pakula y que cuenta la investigación de dos reporteros del Washington Post que descubrieron el caso Watergate y tuvo como consecuencia la dimisión del presidente de los EEUU, Nixon.

Otras películas que nos dejan en el sitio donde se estudia la manipulación política en las campañas y otros asuntos tienen su reflejo en El candidato (1972) –con la famosa frase del candidato con cara de Robert Redford una vez que ha conseguido el poder, ¿y ahora qué?– o Ciudadano Bob Roberts (1993) con ese cantante de folk que aspira al Senado y como su campaña es un ejemplo de manipulación para un líder que sólo tiene ciertos fines económicos, racistas y militares. Y si nos vamos más lejos a 1949, nos encontramos con El político y la historia de como un hombre honrado se transforma al ser elegido gobernador y empleando todo tipo de estrategias para mantenerse en el poder (hace poco se realizó de nuevo un remake que pasó sin pena ni gloria con Sean Penn en el papel de Broderick Crawford).

Sobre lo fácil que es manipular al electorado existen interesantes películas. Elia Kazan nos dejó entre otras películas interesantes Un rostro en la multitud (1957) donde se nos cuenta la ascensión de un líder de opinión populista que termina asesorando a un político de extrema derecha. Bastante distinto es el retrato que nos ofrece Frank Capra en su idealista Juan Nadie. Que cuenta la ascensión de otro líder de opinión también populista pero que para y realmente cree en su mensaje cuando se da cuenta de que está siendo manejando para crear un partido político ultraconservador. Y, si seguimos con Capra, también, nos muestra a un senador idealista Jefferson Smith que empleando los recursos de la democracia lucha contra la corrupción política en un mundo que no se esperaba encontrar, él que sólo quería velar por una vida mejor para adolescentes, niños y demás ciudadanos. Hablo de Caballero sin espada (1939). Y si nos vamos al cine más actual, encontramos el papel de Tom Cruise como líder político y manipulador del papel de EEUU en la guerra en la interesante Leones por corderos.

No podemos dejar fuera otra interesante película del realizador Otto Preminger, Tempestad sobre Washington (1962) que muestra un retrato impagable de los políticos y su mundo. De cómo se mueven y funcionan en todos los ámbitos, incluso “entre pasillos”. Una película apasionante sobre cómo se toman decisiones, sobre presiones, corrupciones y humanidad. Sobre políticos honestos y otros que lo son menos. Sobre los enfrentamientos y los contactos…, muy interesante.En otros casos se muestra el lado humano, cómico y romántico del político o presidente de turno y otras veces se le da imagen de calma con cara de héroe.

Ahí están visiones simpáticas del Primer Ministro británico como las recientes Love Actually (donde Hugh Grant explota, de nuevo y como siempre bien, su lado romántico y seductor en su papel de Primer Ministro, no sólo comprometido y que no se deja manipular por el poderoso presidente –y desagradable– de los EEUU sino que además no se olvida de disfrutar de la vida y el amor) o The Queen (un curioso retrato de Tony Blair en su llegada al poder y las relaciones con la Reina). Por no hablar de las producciones estadounidenses que pintan a un presidente siempre heroico, uno de los últimos ejemplos por supuesto tenía la cara de Harrison Ford en la saga de Air force one. También, podemos ver el lado romántico de los presidentes en productos como El presidente y Miss Wade, con una Begning ecologista y reivindicativa que cae rendida a los pies de un presidente con cara de Michael Douglas.

El cine histórico también ha dejado retratos de políticos como Lincoln en una de las películas de 1939 de John Ford donde retrata los orígenes de un joven con aspiraciones políticas, la cara del futuro presidente era la de Henry Fonda y la película El joven Licoln. También, se ha contado desde distintos puntos de vista el asesinato del asesinato de John Kennedy desde JFK o como telón de fondo de Por encima de todo. El posible asesinato de un presidente ha tenido actualmente ejemplos cinematográficos como En el punto de mira o el falso documental Muerte de un presidente.

Los políticos o líderes políticos son, también, buenos personajes secundarios en distintas películas. Hombres y mujeres honestos/as ante difíciles situaciones, políticos que juegan a ser los buenos o los malos de la función. Los políticos no cabe duda son buen material cinematográfico. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.