Diccionario cinematográfico (55)

Ginger y Fred: en el cielo o en la tierra, el hombre de frac y sombrero de copa, y un buen bastón, zapatea y zapatea para que su amada suba o baje a bailar con él. Para adormecerla con el claqué. Es delgadillo y feucho pero cuando baila vuela, y su sonrisa es pícara. Se llama Fred.La rubia con recogidos imposibles, enormes ojos, y mucho vestido de plumas o lamé. Se llama Ginger. Bella muy bella, siempre termina bailando con él, porque aunque feucho, la hace volar. La hace soñar. Y, ella le sigue y él la sigue. Ambos zapatean, una y otra vez. No se cansan. Y en cada zapateo se enamoran más y más. Ponen mejilla con mejilla y se susurran al oído en decorados artificiales, que a pesar de los equívocos, siempre bailarán juntos. No les importa se enamorarán una y otra vez. Porque son los años 30 y el mundo alrededor suyo se derrumba, y la gente llora, las familias empobrecen, pasan hambre y hay paro y desempleo y mucha violencia. Y el mundo no marcha. Pero ahí están por siempre Ginger y Fred, inmunes, en decorados de cartón piedra, en escenarios y hoteles art decó, sueñan y hacen soñar. Mejilla con mejilla. Ellos se aman y vuelan con el baile para ser vistos. Para hacer soñar.

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