Diccionario cinematográfico (194)

bonnie and clyde

Complementos y otros asuntos: ¿veríamos con los mismos ojos a Bonnie y Clyde sin su boina y sombrero?

¿Irma la Dulce sería ella misma sin sus medias y su lazo verde?

¿La Novia de Kill Bill sería reconocible sin su chándal amarillo con raya negra?

¿Stanley Kowalski sería igual sin su camiseta blanca?

¿A Holly Golightly la recordaríamos sin su moño, su vestido largo negro, su cigarrillo con larga boquilla y sus gafas de sol?

¿Waldo Lydecker sería un snob culto y malvado sin su bigotillo y bastón?

¿Reconoceríamos a Ginger y Fred sin sus vestidos de vuelo y gasa y su sombrero de copa?

¿Y Gilda seguiría seduciendo sin sus largos guantes negros y su cuidada melena pelirroja (en blanco y negro…)?

¿Rick nos resultaría hombre enamorado sin su pajarita?

¿Sería tan terrorífica la pandilla de La Naranja Mecánica sin sus bombines, sus bastones y sus vestimentas blancas, y sin sus largas y exageradas pestañas?

¿Los personajes de Veronica Lake hubieran traspasado la pantalla sin esa melena larga que tapaba su ojo…?

¿La Milady de Winter con cara de Lana Turner hubiera sido igual de perversa sin su lunar?

¿Recordaríamos a la pandilla de Reservoir dogs sin sus trajes negros, camisas blancas y corbatas negras?

¿Ha olvidado alguien los pantalones pitillo negros, las plataformas de tacón rojo y el cardado rubio de una Sandy transformada en Grease?

¿Alguien miró igual a la Dietrich cuando se ponía sombrero de copa fuera en El ángel azul o en Marruecos?

¿Quién puede olvidar las gabardinas y sus correspondientes sombreros (sin faltar nunca el cigarrillo) entre brumas de detectives con cara de Bogart o Mitchum?

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

12 comentarios en “Diccionario cinematográfico (194)

  1. Importantísimo en la caracterización de personajes; has iniciado una serie inacabable, riquísima en aspectos varios de la que hablar hasta agotarse.
    Por ejemplo, ¿qué sería de Nacho Vidal sin su…?
    Besos

  2. ¡Pero que jugoso! Vamos a ver que aquí hay mucho tomate. Esto del fetichismo cinematográfico da mucho de sí. Comparto algunas, sobre otras tengo mis dudas.
    Por ejemplo, en los casos de Kill bill y Grease estoy contigo. Incluso en el de Bonnye y su pareja.
    Luego introduces un matiz muy interesante en el tema de Rick. Claro, es que hablas no de un Bogart seductor, sino de un Rick enamorado, que no es lo mismo. Si hubieses dicho seductor no lo compartiría pero el matiz importa. Aunque pueda que haya quien le prefiera ataándose el pañuelo al cuello en Africa. De todos modos si. Me pàsa lo mismo con Ginger y Fred.
    Pero amiga Hildy, miss Lana Turner tenía un peligro tremendo en el rodaje y sobre todo a la salida del rodaje, con lunar y sin él.
    Y Gilda me seduce antes, durante, y después de lo de los guantes. Fíjaté, hasta Welles la cortó el pelo y la puso de rubia y seguía seduciendo. Pero te entiendo.
    El caso Kowalski y su camiseta mmm, no sé.Es verdad que todo el mundo la recuerda pero…seduce toda la película ¿no? Al menos a Vivien…que digo, a generaciones de espectadores.
    Con Waldo también tengo mis dudas. Es verdad que cuando se viste ante Dana Andrews, resulta muy elegante. Pero es que hay gente como esta que incluso porta clase en la bañera.
    Me encantó este repaso…delicioso. Un abrazo

  3. … Como bien dices, querido Alfredo, es un tema inagotable y apasionante…

    Picarón, picarón…
    Yo es que soy muy fina y no tengo el gusto de conocer ‘el complemento’ de Nacho Vidal…

    Besos
    Hildy

  4. ¡Guau, querido Victor! Tu comentario tiene mucho pero que mucho jugo porque se expande y explica sobradamente y con matices maravillosos el ‘alma’ de esta entrada del diccionario. Qué buen acompañamiento al post. Me ha encantado.

    Besos mientras me pinto las uñas de negro a lo Sally Bowles
    Hildy

  5. Todo lo que apuntas aquí son iconos impresionantes para la memoria del cine.La lista podría ser interminable,mi querida Hildy,interminable.Momentos úncios para la posteridad.Para nosotros,los fanáticos del cine,hemos cultivado una cosa u otra:la forma de fumar,de vestir,de besar,de caminar,de hablar,de amar,de odiar,de mirar,de sentir,de soñar,de beber,de correr,de gestos… la vida imita al arte,el arte es imitado constantemente para los que no nos sentimos demasiado bien con esta realidad pacata,vacía de contenidos y de emociones.No sabes las veces que imité a Paul Newman en mi dolida adolescencia cuando jugaba al billar con los cuatro pillos del extrarradio.Claro,estoy hablando de El buscavidas,y a Steve McQueen en La gran evasión;esa manera que tiene de caminar cuando es conducido a la nevera.Y a Mitchum que me encantaba cómo caminaba a través del asfalto húmedo.Y a Bogart cuando me emborrachaba herido de amor…

    Besos desde este lugar solitario.

  6. Desde un lugar solitario.
    En una cocina.
    Mientras exprimo una naranja…
    Leo tu comentario y no hago más que asentir y sonreír.
    La vida imita al arte y el arte imita a la vida (nunca logré encontrar una salida a este laberinto).
    Ahora me pongo en el alféizar de la ventana y canto (ay, a lo mejor soy yo la causante de las lluvias), Moon river…
    O tomo el teléfono a lo Hildy Johnson y te cuento cómo va el nuevo reportaje…

    Besos desde la pantalla blanca
    Hildy

  7. Lo de las marcas de indentidad que se crean en los personajes juegan a favor o en contra, claro las logradas las recordamos y las enaltecemos, las otras las criticamos, el cine siempre trata de poner algo que recordar, que impacte, que te haga comentarlo y difundirlo. Lo de Kill bill es una copia de bruce lee a la que alude. Lo de Gilda no me parece tan espectacular, pero claro ella es preciosa, a mi me gusta peliroja pero rubia todavía sigue guapa. La naranja mecánica es un constante fetichismo y erotismo que recuerda el estado violento del grupo presentado, y de los seres humanos, una obra maestra. A Bogart tendríamos que cambiarle el rostro, no es un invento, su cara es un complemento. Y al tal nacho (y hay miles como él en el porno usa), no lo he visto tampoco pero me hizo recordar boogie nights, al final dirk (Wahlberg) se baja el pantalón y dice un monologo de motivación personal, aceptando que no sería nadie sin «eso» (su don), gran película, muy crítica pero realista, al final son tal cual y lo aceptan. Un beso.

  8. ¡Mario, qué bueno leerte!…

    Ay, Rita, Rita tienes razón que es toda ella un impacto. Pero esos guantes…, ay, esos guantes… Y ni Orson cuando quiso dilapidar el mito pelirrojo y cambió totalmente su peinado y el color de su pelo logró eclipsar su encanto… Sin embargo es uno de esos mitos tristes que cruzan este firmamento. Siempre me impresionó su frase: Los hombres se acuestan con Gilda pero se levantan conmigo…

    Y muy buena tu aportación de Boogie Nights, cómo me gustó esa película (Paul Thomas Anderson me fascina bastante).

    Besos
    Hildy

  9. Me encanta empezar el día con tan buenos recuerdos de películas. Y que cada uno haga su aportación: yo añadiría a John Wayne y su sombrero Stetson.
    Besos.

  10. La iconografía en el cine es algo vital, pero siempre respaldada por unna obra inolvidable. El pelo rojo de Gilda en blanco y negro es reconocible como los ojos verdes de Gene Tierney en los grises de «Laura» Es algo admirable e insólito que, en blanco y negro, nos hagna reconocer los colores. Es brillante. Y no, no sería lo mismo Waldo sin su bigotillo (aunque tampoco lo sería Mr. Belvedere…) ni Irma la dulce sin el color verde persistente en todo lo que le rodea. Besos Hildy.

  11. Jo, querido Marcos, qué razón tienes… el blanco y negro nos hace ‘imaginar’ los colores… y no nos equivocamos…

    Siempre me encantó Irma la Dulce porque uno de mis colores favoritos es el verde…

    Besos
    Hildy

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