Once

¡¡¡Qué peligroso es hacerse uno su propia película!!! Y eso es lo que le ha ocurrido a Hildy al acercarse a Once de John Carney. Al escuchar la canción que los protagonistas improvisan en una tienda de música (única razón que justifica mi obsesión por ir al cine a ver esta historia), mi cabeza se puso a imaginar…, y claro no era lo mismo que lo que vi luego en pantalla. 

Así que mi impresión y crítica sobre Once viene, sin duda, influenciada por lo que no vi. Trataré de quitar los nubarrones que no me hicieron disfrutar al 100 por 100 de una pequeña película en la que quise imponer mi visión. 

Al final queda un pequeño poema musical realista y cotidiano –a mí me gusta el cine musical de todo tipo…, y me atrevo a decir que hay momentos en la película que se abusa del uso de canciones y que resiente el ritmo de la historia y sus imágenes–. 

Ingredientes: una pequeña y bella ciudad: Dublín. Unos paisajes inolvidables. Cámara en mano. Dos personajes lindos, lindos…, un cantante callejero encantador (Glen Hansard, cantante de The Frames) y una chica de la República Checa, de sonrisa mágica (cantante y compositora Marieta Irglova). Una historia de amor imposible, un amor que late pero no eclosiona. Agazapado, sin oportunidades. ¿Quizá no se encuentra el momento oportuno?Dos soledades que se hacen compañía. Una pasión que les une: la música. Un piano que suena, unas canciones que laten, y una realidad que susurra al oído de los protagonista que su amor latente, quizá, se quede hibernando. En un recuerdo, en la letra de una canción o en las teclas de un piano. Todo ello aderezado de momentos, miradas y sonrisas… al borde de la risa, de la emoción contenida o la lágrima. 

Pero, Once no era en ese momento lo que yo esperaba ver. Para desgracia de muchos, que pensarían que mi mente se hubiera cargado la película, me excedo en romanticismo y me quedé con la miel en los labios. Demasiada contención sentimental y una colleja al chico pelirrojo por hacer una llamada a Londres, para mí inexplicable (tendréis que ver la película para quitarme o darme la razón). 

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