Alcohólicos: Y me ha venido esta palabra a la mente porque ayer vi por segunda vez Redención de Paddy Considine y volvió a revolverme por dentro. Peter Mullan como Joseph te destroza con su rostro… y con su tremenda y conflictiva humanidad. No es la primera vez que se enfrenta a un personaje con problemas de alcoholismo. Ya le pasó en Mi nombre es Joe de Ken Loach.
Otro alcohólico que sufre ante la continua presencia del alcohol y su incapacidad para poder dejarlo, nos deja exhaustos con su lucha, es Don (Ray Milland) de Días sin huella de Billy Wilder. Jack Lemmon y Lee Remick se convierte en matrimonio que sucumbe al alcoholismo en Días de vino y rosas de Blake Edwards. Y el alcohólico con rostro de Nicolas Cage que bebe hasta morir y nos rompe el alma a pedazos al igual que a la mujer que le ama y respeta su decisión, la prostituta Sera… en Leaving Las Vegas de Mike Figgis.
En el viejo Oeste hay toda una galeria de alcohólicos que pasean su adicción y sus miedos. Así en Río Bravo nos encontramos a un magnífico Dean Martin en su reflejo de un hombre alcohólico que trata de recuperar su autoestima y dejar de beber. O el doctor de La Diligencia con cara de Thomas Mitchell o el trágico Doc Holliday (Victor Mature) en Pasión de los fuertes.
… Scott Fitzgerald, de la trágica Generación Perdida, muere alcohólico con cara de Gregory Peck en Días sin vida. Norman Mailer (bien Fredrich March, bien James Mason), el actor ficticio de un Hollywood que degrada tan bien reflejado en Ha nacido una estrella, bebe litros de alcohol para olvidar que no es feliz y cuando piensa que no es más que un estorbo para su amada esposa y que no puede abandonar sus borracheras en los ataques de pánico y olvido… decide desaparecer en el amanecer.
El alcohol es el que planea en melodramas clásicos como La angustia de vivir donde un actor de teatro bebe para olvidar una desgracia familiar y va minando la vida de su esposa (Grace Kelly). También es un componente presente en Escrito sobre el viento del gran Douglas Sirk donde en un triángulo amoroso el papel trágico se lo lleva Robert Stack un alcohólico que bebe para olvidar su complejo de inferioridad y falta de autoestima. Una de las reinas del melodrama, Susan Hayward, fue una mujer alcohólica en Una mujer destruida. El alcohol destroza a una familia mahorí en un melodrama urbano que creo con gran fuerza visual Lee Tamahori, Guerreros de antaño.
… El alcohol no deja tregua. Crea tristes personajes que deseas dejen la botella a un lado como en el drama familiar de Elia Kazan, Lazos humanos, donde se nos narra la crónica de una familia irlandesa que vive en Nueva York. El padre es un hombre dulce pero que no puede dejar de beber… Frank Capra mostró la imagen de un alcohólico que bebe para olvidar en Qué bello es vivir. El dueño de la tienda donde trabaja el protagonista cuando es niño… que bajo los efectos de alcohol está a punto de cometer una negligencia con unos medicamentos… O los sin hogar de la depresión del 29, que se refugian de sus duras condiciones de vida con las botellas de alcohol, con los rostros de Jack Nicholson y Meryl Streep en la desoladora Tallo de hierro de Hector Babenco…
El alcohol no deja tregua…
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Qué buen repaso… Se nota que estabas sobria…
Da mucho juego. Yo recuerdo a Paul Newman en «Veredicto final», y por tanto a Spencer Tracy en «El caso O’Hara». O’Hara de cerveza… (chiste malo vacacional).
Besos
Ja, ja, ja… sobria estaba…
Magnífico Paul en Veredicto final. Y también le recuerdo con litros de alcohol y hermosísimo en LA GATA EN EL TEJADO DE ZINC.
… Qué bueno era Spencer Tracy…
Recuerdo ahora otro personaje con problemas de alcohol que siempre me enterneció: mi querido Bogart y su personaje entrañable en LA REINA DE ÁFRICA.
Beso
Hildy
Hacer de borracho no es nada fácil,amiga Hildy,como tampoco hacer de discapacitado,aunque tiene Oscar asegurado.Esto último es peor,poque ver a un actor de renombre como subnormal no cuela.Los mejores borrachos del cine son precisamente los que fueron borrachos de verdad.Me gusta el actor borrachín Roderick Crawford.También Richard Burton y Peter O’Toole.En Barfly el borracho dirigida por Barbet Schroeder,basada en la vida del gran borracho americano Charles Bukowski estuvo muy mal interpretada por Mickey Rourke (un borracho en la vida real)pero pésimo en su interpretación demasiado exagerado y además en la película se iba del bar dejando una botella de cerveza a medias.¡Horror! ¡Cuándo un borracho se ha dejado una botella a medias en un bar!Y también me quedo con Ray Milland en Días sin huella y con Paul Newman en El buscavidas.Y para no hacerme pesado podríamos hablar sobre los borrachos en el western como el gran Dino en Río Bravo.Y como crítica,siento un enorme respeto por Jack Lemmon,quizá el mejor actor de todos los tiempos,pero en Días de vino y rosas,le veo un poco exagerado,porque Lemmon,el gran Lemmon solo lo podemos creer en El apartamento,cuando le vemos borracho de Dry martinis.
Hoy no te cuento nada personal,amiga,pero las veces que me emborracho no lo hago nunca del todo,interpreto un papel según la película que me viene a la memoria.Beber de cine.
Besos
Ay,ay,ay.Se me ha olvidado la película fallida Bajo el volcán dirigida por John Huston e interpretada por Albert Finney.Creo que ha sido la interpretación jamás superada de un borracho.
Ay… me apetece mucho Albert Finney en BAJO EL VOLCÁN. Y, querido Francisco, me fascina Richard Burton… me encanta en LA NOCHE DE LA IGUANA. Y todos los actores que nombras… vienen ráfagas de escenas a mi cabeza… Ahora que dices de Rourke me impresionó últimamente en EL LUCHADOR.
Yo vuelvo de nuevo a Bogart… y ahora me viene ese personaje maravilloso de guionista desencantado y con más de una copa en EN UN LUGAR SOLITARIO…
Besos etílicos
Hildy
Da para hablar largo y tendido el alcoholismo en el cine. Yo me quedo con Lee Remick y Jack Lemmon en «Días de vino y rosas» y con «Días sin huella». También me gusta mucho la novia de Edward G Robinson, la cantante fracasada y alcohólica de «Cayo largo». Y en un tono más cómico, Dean Martin, Frank Sinatra, Bing Crosby y Sammy Davis Jr. Le cantan al alcohol en «Cuatro gangsters de Chicago» la canción «Mr. Booze». Un buen repaso el que ofreces. Besos Hildy.
Buenos días, compa Hildy. Totalmente de acuerdo con el compa Paco Machuca; ningún borracho como el Albert Finney de Bajo el volcán: lo pude disfrutar, en su día, en pantalla grande, y era algo antológico. En todo caso, tu recorrido por el alcohol ‘trágico’ es antológico, como de costumbre. Pero yo quería poner una nota, un apunte, aunque sea mínimo, del alcohol ‘cómico’, que también lo hay, aunque sea mucho menos (y suela centrarse más en secuencias o momentos puntuales que en tramas y personajes completos, dando, por ello, bastante menos juego…). Siempre me parto de risa recordando la escena de ‘El viaje a ningún parte’ en que José Sacristán, Juan Diego y Gabino Diego vuelven a su pensión de mala muerte a altas horas de la madrugada con una cogorza de espanto, y la leche que se mete este último por no poder tenerse ni en pie: un contrapunto cómico en una historia a la que no faltándole pasajes de ese tipo en cantidad y calidad, tiene un poso de tristeza y amargura impresionantes.
Un fuerte abrazo y buen fin de semana.
Estoy con el amigo Manuel: el borrachín cómico merece consignación. Por ejemplo, los cuatro sargentos borrachines de «Fort Apache», o el gran Barry Fitzgerald en «El hombre tranquilo»…
Besos, e «hips»
¡Marcos, qué bueno leerte!
En Cayo Largo Claire Trevor realizaba una interpretación increíble de una alcohólica. Años después estaba igual de memorable (y triste) en el maravilloso melodrama DOS SEMANAS EN OTRA CIUDAD donde también Kirk Douglas ahogaba sus penas en alcohol y le jugaba muy malas pasadas.
Es cierto, como bien recuerdan, Alfredo y Manuel, que también el alcohol puede provocar escenas-situaciones que provoquen la risa. Me apetece recuperar, pues no la recuerdo, la película de Cuatro gánsteres de Chicago… ¡Muchas gracias por la recomendación!
Besos
Hildy
¡Recuerdo, amigo Manuel, la escena que reseñas! Y sí sale de mí la risa. Me vienen a la cabeza las borracheras en Belle Epoque y también río.
O fiestas y borracheras en EL GUATEQUE o DESAYUNO CON DIAMANTES…
Sí, tengo muchas ganas de ver a Finney en esa película de Huston…, y leyendoos a Francisco y a ti más todavía.
Beso
Hildy
Mi querido Alfredo planteas un tema apasionante y es la figura del ‘borrachín’ como contrapunto cómico. Los ejemplos fordianos buenísimos… y ahora me viene a la cabeza algún papel de W. C. Fields. O el padre de Audrey Hepburn en My fair lady… O… O…
Besos con hipo
Hildy
¡Hola Hildy! Ayer vi «Los mejores años de nuestras vidas» y me encantó. Como no encontré un artículo sobre ella ubico mi comentario aquí a raíz del alcoholismo del personaje de Fredric March.-
¿Viste la película? Yo la compré sin mayores referencias, me llamó la atención por March, y realmente me entusiasmó mucho por la honestidad con la que retrata el regreso de los héroes de guerra (y la historia de amor entre Dana Andrews y Teresa Wright me dejó suspirando). Me encantaría leer tu opinión.-
Un beso grande, Bet.-
Mi querida Bet, Los mejores años de nuestras vidas es una película que me encanta y además de un director al que adoro,William Wyler, que nunca, nunca me decepciona.
Y sí me parece buenísimo el retrato de los héroes de guerra. Era un tema que trató varias veces Hollywood y muy bien. Tengo que hacer un comentario sobre ella, pero tendría que volver a verla, pues aunque la recuerdo bastante, no la tengo fresca en mi memoria.
Otra película del mismo año, sobre la misma temática e interesantísima es Hasta el fin del tiempo, de Edward Dmytryk.
Beso
Hildy