Muerte entre las flores (Miller’s Crossing, 1990) de Joel y Ethan Coen

Una de las películas que más me gusta de los Coen es Muerte entre las flores. No sólo su reinterpretación y homenaje al cine de gánsteres con gotas de cine negro sino la forma en la que está contada engancha al espectador. Así la historia está narrada bajo el punto de vista de Tom (Gabriel Byrne), el hombre de confianza del gánster Leo (Albert Finney), el dueño y señor de una ciudad americana poco antes del crack.

Los Coen aplican todos los ingredientes de una buena película negra de gánsteres y además cuidan, junto al director de fotografía Barry Sonnenfeld, la manera de desarrollarnos esta historia, la puesta en escena. Nos encontramos con ecos de La llave de cristal (aquella película de los cuarenta que contribuyó a convertir en leyenda a Alan Ladd y Veronica Lake) que adaptaba además a Dashiell Hammett cuyo espíritu planea por Muerte entre las flores.

Al igual que Alan en aquella película, Gabriel Byrne recibe continuamente palizas durante el largometraje… pero él siempre, hombre duro, vuelve a levantarse una y otra vez… y los golpes no anulan su capacidad de estrategia y pensamiento… Aunque juegan a su favor el azar y la suerte y su propia melancolía y desencanto ante el ser humano y ante sí mismo.

Muerte entre las flores es una película muy rica en matices, referencias y análisis. Casi imposible de abarcar en una reseña, sí permite apuntar la punta del iceberg. Como en una buena película de gánsteres no faltan las bandas rivales, sus correspondientes jefes y sus segundos, fieles. El conflicto es lo que hace saltar la guerra entre bandas. Diálogos certeros. Lealtades y traciones. Códigos de honor propios. Un especial tratamiento visual de la violencia. La mujer fatal. Los triángulos amorosos. Amores imposibles. Los bajos fondos. El desencanto. La amistad… y un humor negro presente en los Coen (jefe de policía y alcalde en los despachos de los distintos gánsteres… cambian de chaqueta según sienten quién es el más fuerte…).

La propia narración es compleja, como muchas buenas películas de cine negro con argumentos intrincados y laberínticos. Personajes, nombres, tramas, oscuridades y trampas. Azar, destino, inteligencia, estrategia, manipulación, personajes oscuros…

… son muchas las escenas que se quedan grabadas. Porque los Coen nos cuentan cinematográficamente una historia potente. El espectador queda envuelto visualmente por una puesta en escena inolvidable. Una de las más nombradas es el intento de asesinato del gánster Leo. Y es que una vez que la ves no la olvidas. En el cine de gánster éstos tienen un carisma que los hace atrayentes incluso a pesar de su brutalidad. Es uno de los grandes misterios del cine… cómo crea una imagen atrayente del mal. Así durante los años 30 preocupó este tipo de cine porque los espectadores se identificaban más con los gánsteres que con los ‘buenos’. Es un punto que merece un atento análisis e interpretación. Los Coen presentan a Leo en su mansión, en su cama, tumbado apaciblemente, fumando un puro y escuchando una hermosa canción en su tocadiscos. Pero Leo es perro viejo e intuye y escucha cómo unos matones suben las escaleras de su mansión. La música no deja de sonar. El apacible y tranquilo Leo (así le hemos conocido) apaga su puro… y vuelve a coger su metralleta y la agilidad de un hombre de acción… y ante la mirada perpleja del espectador ve cómo él solo se enfrenta a todos aquellos que quieren asesinarle además de quemar su mansión. Con una hermosa música de fondo y un Leo con metralleta y batín, asesina a todos sus matones. Es una maravilla cómo está contada visualmente esta escena.

Su manera de narrarnos cinematográficamente la historia… de presentar a los personajes no pasa desapercibida. Así el conflicto de la película empieza por un personaje: Bernie (un John Turturro espectacular), el hermano de Verna (Marcia Gay Harden), la mujer fatal (o no tan fatal… en el cine negro o de gánster nada es lo que parece o nada es tan fácil como creemos) que protagoniza un triángulo amoroso con Leo y Tom.

La primera vez que aparece Bernie en casa de Tom es como si fuera una aparición, un fantasma. Tom está en su cuarto, suena un teléfono, se sienta en el sillón, tarda en cogerlo… y justo hay un cambio de plano, se enfoca a otro sillón donde ya está sentado Bernie. Es como digo una aparición.

… Las apariciones de Bernie, un John Turturro increíble, deja escenas potentes como su famoso paseo hacia la muerte en Miller’s Crossing… y su súplica continua de ¡Mira en tu corazón! Bernie protagoniza además el segundo triángulo amoroso de la función. Entre él, Mink (un etéreo Buscemi… Mink es ese personaje fundamental de la trama pero que es el gran ausente…) y el matón y segundo de la banda rival.

El fetichismo hacia el buen cine negro y el de gánsteres… la importancia que toma el sombrero de Tom. Las gabardinas, las metralletas, las mansiones, los locales, los matones, las matanzas, las redadas… El fatalismo y el desencanto del personaje protagonista, Tom, que a pesar de los pesares le persigue la suerte y el azar aunque termine sin mujer fatal, sin mejor amigo, y sin enemigo… Más solitario que ninguno.

Tom ha caminado en la cuerda floja entre su mejor amigo y jefe Leo y el enemigo, el gánster rival de origen italiano (Jon Polito). Recibe golpes de unos, de otros, y además es un jugador empedernido con deudas (por lo que también recibe tundas). Tom aparece en cada fotograma y el espectador ve cómo le sigue la suerte… no sabemos si es estratega o simplemente el azar está siempre de su parte… pero le seguimos en su aventura vital y en su correría tras ese sombrero soñado que se niega a perder.

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5 comentarios en “Muerte entre las flores (Miller’s Crossing, 1990) de Joel y Ethan Coen

  1. Es una película fascinante,amiga.El detalle del sombrero y el niño que roba la peluca del muerto.Gabriel Byrne es todo un personaje de cómic.Le dan una tunda de palos increíbles y en la próxima escena ya está de nuevo en acción como si no pasara nada.Es el Quijote en clave de cine negro.Los secundarios están excelentes;Tunturro y ese capo gordo y repugnante de labios desencajados.Los Coen son unas chicos muy listos,espectaculares y sin ninguna raíz cinematográfica.Todo en ellos parece nuevo.Me fascina cómo utilizan el gran angular,incluso en primeros planos.La madre que los parió.Sería bueno exponer escenas míticas de todas sus películas.En Sangre fácil entierran a un tío todavía vivo.En El gran Lebowski un tipo está hablando por teléfono y escribe algo en una libreta,arranca la hoja y se va.El otro que está oculto observándole se acerca y con un lápiz (recurso manido)extiende el carboncillo y vemos que el tipo ha estado dibujando un gran pene.En Quemar después de leer vemos a George Clooney que está en su garaje realizando un invento con gran transcendecia para después ver que se trata de una máquina muy cutre con un pene de goma.Se lía a martillazos y la máquina se rompe,pero el pene sigue funcionando.En Fargo (magníficos psicópatas Steve Buscemi y Peter Stormare);Buscemi odia a los que trabajan en los párquines.Más adelante,la cámara hace un recorrido mostrándonos una barrera rota y la caseta con los cristales rotos y un montón de sangre.Buscemi ha pasado por allí.En El gran salto Paul Newman se sube a una mesa de ejecutivos y se pone a gesticular como un loco y salta por la ventana de un rascacielos.Es interminable.A ver si un día nos ponemos a ello,amiga Hildy.

    Besos

  2. El sombrero de Tom ya es un icono del cine. La película, puede que uno de los mejores guiones del cine moderno. Ella parece sacada como del tunel del tiempo, directamente de los 40.
    Bueno, pero puestos a quedarme, me quedo con Barton Fink… je!

    Besos, Hildy

  3. Querido Francisco en tu comentario compartes tu mirada de los Coen. Y traes ráfagas de su manera de narrar. A mí estos dos hermanos siempre terminan enganchándome aunque a veces es cierto que me desconciertan. Una de sus películas que más me ha gustado últimamente y que merece todo un análisis es UN TIPO SERIO. Me descolocó en la misma medida que me fascinó.
    Besos
    Hildy

    Mi Babel querida… tienes toda la razón respecto a que ese sombrero, el sombrero de Tom, es un icono cinematográfico. Y me encanta tu apunte de Barton Fink porque parece ser que crearon su guion en un momento de tensión y atascamiento de Muerte entre las flores. Y además me recuerda que tendría que volver a verla porque la disfruté en el momento de su estreno y recuerdo la cara de Turturro, la máquina de escribir y el tecleo… y creo que alguna que otra aparición…
    Besos
    Hildy

  4. Los Coen están muy sobrevalorados, pero esta película, junto a «Fargo», «Barton Fink» y «El gran Lebowski» son de lo mejorcito, suyo en general y de Hollywood en particular. Joel estudió cine; Ethan no estudió nada. Ambos eran unos porretas neoyorquinos cuando hicieron «Sangre fácil» (otra magnífica) que participaban en festivales residuales, en certámenes de vía estrecha. Hasta que llegaron los Weinstein, y todo cambió.
    Besos

  5. ¡Benditos porretas neoyorquinos!, je, je, je…
    Ya te digo que a mí los Coen me enganchan y desconciertan a partes iguales. Por ejemplo me ocurrió con El hombre que nunca estuvo allí o con No es pais para viejos… De pronto me están entusiasmando ambas narraciones cinematográficas… y llega un punto de cada una de las historias en que dejan lo coherente para dar paso a la ruptura narrativa y a una incoherencia que a mí me saca totalmente de lo que me están contando y de lo que me estaba fascinando…, dejándome totalmente planchada y desilusionada.

    Sin embargo sí que creo que los Coen tienen un mundo-universo que plasmar y contar. Y que siempre visualmente saben enganchar… Son un dúo la mar de interesante…

    Besos desconcertados

    Hildy

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