Acción ejecutiva (Executive action, 1973) de David Miller

Diez años después del asesinato del presidente JFK se estrenó Acción ejecutiva una película que mostraba ya una teoría de conspiración política y que daba su explicación explícita sobre dicho asesinato. Acción ejecutiva no es una película buena pero sí resulta interesante en varios aspectos.

Las conspiraciones en el cine han dejado su huella (y siguen dejando) en la gran pantalla. Conspiraciones que nos hacen ver que el mundo es un gran teatro de marionetas sólo manejado por unos cuantos y que nuestros destinos varían según sus designios. A veces estas conspiraciones pueden ser frenadas y otras (las más terroríficas) no…, el mundo sigue en manos de unos pocos.

Frankenheimer fue un director que reflejó varias conspiraciones escalofriantes como El mensajero del miedo o Siete días de mayo. En los desencantados años setenta se convirtió en un género recurrente con películas como Los tres días del cóndor, El último testigo, Todos los hombres del presidente, La conversación… Sin embargo Acción ejecutiva sería un antecedente de la mastodóntica obra cinematográfica de Oliver Stone en 1991, JFK, donde elaboraba su teoría de la conspiración a través de un fiscal de New Orleans, Jim Garrison, que reabre el caso del asesinato del presidente. El Stone barroco crea una megaproducción de horas y horas (no carente de interés)… David Miller, el discreto director de Acción ejecutiva se monta la conspiración en hora y media y con métodos eficaces. Directo al grano.

Acción ejecutiva se rodea de un halo de producto serio (frío, objetivo y sin pasión) con dos pesos pesados en el apartado de interpretación, con un guionista con mucha historia detrás y que arrastraba un pasado político y una carrera con obstáculos debido al periodo negro de la caza de brujas y con una manera de presentar el producto infalible: entre el documental y la ficción más fría.

Entre los intérpretes destacan unos ya muy maduros Burt Lancaster y Robert Ryan (que fallecería ese mismo año) como los ‘dioses’ que manejan los designios del planeta tierra, los cerebros de la conspiración. Con diálogos escalofriantes y fríos donde hablan de esa ‘acción ejecutiva’, del asesinato de JFK, con unos argumentos para hacernos temblar. Donde muestran que el mundo además no está en manos de los políticos sino de otros grupos de presión y poder (poderoso caballero es don dinero). Ellos ejecutan y organizan el plan desde sus reuniones, paseos, proyecciones, llamadas telefónicas y despachos. Todo fríamente y racionalmente. Haciendo uso de las más modernas tecnologías (en aquellos años, claro. Así la película se convierte en un interesante documento de ‘tecnologías ya obsoletas’ pero avanzadas para la época en que se desarrolla el film). Ambos son los cerebros de ese ‘mundo oculto’ que el ciudadano ignora y que mueven los hilos a su antojo cambiando el rumbo de la ‘historia’. Protagonizan una conversación que pone los pelos de punta y qué es una semilla ya plantada de lo que luego propiciará el interesante estudio que escribió Susan George en 1999, El informe Lugano.

El guionista de Acción ejecutiva será Dalton Trumbo, uno de los Diez de Hollywood, de los más afectados y perseguidos durante el macarthismo. Tuvo que trabajar durante varios años bajo pseudónimos hasta que pudo recuperar de nuevo su nombre… todo empezó a cambiar a partir de que Kirk Douglas le contratara para realizar el guion de Espartaco en 1960. A partir de ese momento empezó a recuperar de nuevo su nombre. En Acción ejecutiva realiza uno de sus últimos trabajos con un tono muy sobrio. No es de sus trabajos más recordados pero sí forma parte de la coherencia de su carrera en el que le interesaron trabajos comprometidos y con contenido ideológico.

Por último David Miller mezcla el tono documental de este trabajo cinematográfico en el que se aprovechan tanto grabaciones reales de actos, discursos y noticias (y también fotografías) protagonizadas por JFK (con, por ejemplo, el famoso discurso en que JFK recuperaba las palabras de Shaw donde expresaba que las personas ven las cosas y dicen ¿por qué? pero que él soñaba con cosas que nunca habían sido y se decía, ¿por qué no?) , Martin Luther King (recuperando su discurso famoso de ‘yo tengo un sueño’) o  Lee Harvey Oswald (con una recreación ‘impagable’ de las técnicas de fotografía para poder manipular una famosa imagen) con objetivas y frías imágenes de ficción donde se recrea la preparación de la ‘acción ejecutiva’ por parte del grupo de presión (los poderosos) con sus reuniones y planteamientos y el entrenamiento de los hombres que llevarán a cabo el asesinato.

Acción ejecutiva ha caído totalmente en el olvido, no es película redonda, ni buena ni perfecta pero no deja de tener elementos que la hacen interesante además de mantener la atención del espectador que ése ya es un paso importante.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

11 comentarios en “Acción ejecutiva (Executive action, 1973) de David Miller

  1. Ésta, en concreto, no la conozco, compa Hildy, pero, aun cuando no sea una magna obra, con esos avales en guión, dirección e interpretación, no debe ser mala pieza en absoluto. La que sí tengo entre mis piezas de cabecera es el JFK de Stone, que, aparte de ágil y entretenida (pese a sus más de tres horas de duración; recuerdo que cuando la ví en sala oscura, hacían una pausa para esos “menesteres”…), me parece un soberbio ejercicio de montaje (que, por cierto, hace tiempo que no reviso, y ya iría siendo hora).

    Un fuerte abrazo y buena semana.

  2. No está mal verla, mi querido Manuel, tiene cosas interesantes para rescatar y es la versión fría y objetiva de la teoría de la conspiración (ficcionaliza la teoría) respecto la posterior (y efectivamente entretenida)y más barroca JFK de Oliver Stone. Mientras Stone nos muestra una investigación por parte del fiscal con cara de Kevin Costner que va encontrando herramientas que sustentan su teoría de conspiración, la de Miller recrea directamente la conspiración. Realiza directamente una fabulación vestida de documental… Y ambas te dejan con la duda de qué fue lo que realmente ocurrió…
    Besos
    Hildy

  3. De Miller me quedo con «Amor en conserva» (1949), la última de los Marx… Y la primera de Marilyn…

    Estas películas me encantan. Están imbuidas del gusto europeo de entonces por el cine político, y aunque a veces visualmente resultan cutres y televisivas, se lo pasa uno en grande.

    Por cierto, una especie de telepatía nos ha unido a vos y a mí estos días, viendo los posts del 20-22 N.

    Besos

  4. Sí, sí… lo de la telepatía es cierto. Qué genial, mi querido Alfredo.
    Y tienes razón en otra cosa… son películas muy pero que muy entretenidas y además con un fondo que te hace pensar, y pensar y pensar…
    Besos
    Hildy

  5. El comentario precedente de la película es muy bueno, pero exclusivamente «técnico» y el diálogo con el aficionado no se aparta de ese campo puramente cinematográfico. Para mí es un poco frío. Será porque yo soy paranoico y creo en las teorías conspirativas, sobre todo a nivel de geopolítica mundial. Por mis pagos tenemos un o de los más famosos cantantes de rock, a veces caído en la droga y problemas de salud, pero de una lucidez asombrosa, aunque lamentablemente fugaz.Le preguntaron una vez si era paranoico y respondió: «Por supuesto. El que hoy no es paranoico es porque no tiene suficiente información». Y yo, mis amigos, entre las dos versiones sobre el asesinato de Kennedy no tengo dudas: la primera, la del loquito solitario (como siempre presentan las masacres domésticas en USA), la de la Comisión Warren, me parece sencillamente inverosímil, por no decir que es practicamente imposible. No obstante , a la Comisión Warren (y a esos otros que manejan los hilos) les resultó muy cómoda y conveniente para cerrar la tumba y a otra cosa mariposa. Por muchas razones me parece verosímil esta segunda versión, la de la teoría conspirativa, la de esta película y la de Stone. Cuando la ví ya casi no se discutía el tema y con eficaz difusión quedó que todo había sido obra del «loquito» Oswald, que para colmo tenía antecedentes comunistas. Esta peli me hizo repensar todo. No me pudo asegurar como fue la conspiración ( Es una ficción.Si esos poderes en las sombras hacen una conspiración no será fácil descubrirla) pero sí que hubo una y, sobre todo, que era imposible que Oswald (o cualquier otro atacante solitario) pudiera hacer lo que ocurrió. Y no me parece que yo este tan loquito solitario como Oswald. Tu Hildy no pudiste evitar «pensar, y pensar y pensar….»

  6. ¡Hola querida Hildy! una de las páginas que sigo en facebook recordó hoy que esta peli (cuya existencia desconocía) se estrenó el 07/11/1973. Viendo que trabaja Lancaster adiviné que la habrías comentado. Qué pena leer que no es tan buena pero igualmente intentaré verla. En lo personal me encanta «JFK» de Stone, fue una de mis pelis de cabecera en mis últimos años del colegio cuando estaba tratando de convencerme de estudiar Derecho (creo que soñaba con hacer un trabajo tan importante como de el Jim Garrison así como durante varios años quise ser astróloga como Indiana Jones, jaja). Lo único malo es que sólo conseguí la versión del director en DVD y no me gusta tanto como la versión «comercial», tiene un ritmo más lento y aquí sí que pierdo el interés… ¿Entendí mal o ambas películas incluyen una escena que describe el montaje de la foto de Oswald sosteniendo el rifle?
    De las otras pelis que mencionás de aquellos años, vi «Todos los hombres del presidente» y siempre pensé que debía gustarme pero al final termina por cansarme un poco, aunque sigo intentándolo; y «La conversación», que me pareció terrible y no terminé de verla. Todavía no me hice muy amiga del cine de los ’70…
    Un beso grande, Bet.-

  7. Mi querida Bet, merece la pena que se vea esta película por muchos motivos, aunque no sea redonda. No tengo muy reciente la de JFK de Stone pero sí te puedo decir que en Acción ejecutiva aparece cómo se hace un montaje de la fotografía de Oswald. A mí me gusta bastante el cine americano de los 70 que voy descubriendo (del cuál me queda mucho por ver), Los tres días del cóndor y El último testigo son dos películas sobre conspiraciones escalofriantes y mantienen muy bien el ritmo y la tensión. Me encanta lo que cuentas de tu aprecio por JFK que sirvió para convencerte de la pasión por una profesión. A mí me ocurre también que cuando veo a personajes disfrutando con mis mismas pasiones, crecen las mías…

    Beso
    Hildy

  8. Querida Hildy, acabo de terminar de ver «Acción ejecutiva». La verdad es que me encontré con una película mejor de lo que esperaba. Me gustó mucho sobre todo porque, como ya decías en tu texto, logra mantener el interés del espectador y – a pesar de contar una historia conocida – todavía guarda una sorpresa para el final en el personaje de Lancaster. Y por cierto, estoy empezando a compartir tu amor por este actor. Últimamente estuve viendo varias de sus películas y estoy aprendiendo a apreciar sus dones.-
    Te mando un beso grande, Bet.-

  9. Gran pais los EEUU, paradigma de ·libertad».
    En ningún otro éstos temas podrian ser tratados, baja la interpretación documental, periodística y mucho menos tan cinemnatográfica.

    Pese a los grandes defectos y desigualdades sociales en el area de influencia occidental, y personalmente mas afín con la ideologia progresista, nunca dejaré de admirar a la cinematografía norteamericana, sus directores y grandes actores comprometidos con las causas sociales.

    Con sincero agradecimiento por éste blog.

    J.Alfredo

  10. ¡Bienvenido J. Alfredo! y gracias por tu comentario sobre Acción ejecutiva. Sí, tienes razón, el cine americano no tiene problema en ser crítico con temas sociales y políticos. Hay muy buenas películas en ese sentido. Ahora me viene a la cabeza también El último testigo de Alan J. Pakula.

    Beso
    Hildy

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