Dos minicríticas de cine

No habrá paz para los malvados de Enrique Urbizu

Santos Trinidad es la película.

Película-personaje.

Antihéroe, que como en las buenas películas negras, corre y corre. Huye. Y el espectador va notando su cansancio y desgaste. Antihéroe oscuro, complejo, un loser, un perdedor… Un policía autodestructivo y alcohólico. Un hombre que todos sabemos tiene un destino… y le viene la redención sin él buscarla. Sólo bastan unas pinceladas para construir su historia pasada, para imaginarla. José Coronado construye un personaje a través del gesto y los matices.

El Madrid de Santos Trinidad casi se convierte en otro personaje. Un Madrid multicultural. Un Madrid de clubs nocturnos de mala muerte, de bares y tabernas, un Madrid nocturno… Un Madrid periférico. Un Madrid de habitaciones solitarias. Un vertedero con vistas a la ciudad… Un Madrid con una luz especial. Un Madrid oculto con miedos en sus venas…

Urbizu se mueve por las claves del cine negro y el thriller policial. Así un principio impactante (a lo Forajidos) desarrolla toda una historia llena de posibilidades.

Santos Trinidad nos guía por su descenso a los infiernos entre litros de alcohol…

Sólo un único pero…

Mientras el personaje de Santos Trinidad es mimado hasta la saciedad. Los demás que pululan a su alrededor no consiguen la dimensión del protagonista. Algunos se quedan en planos. Sin vida. La investigación paralela (y luminosa) de la jueza y los policías que la rodean casi se convierte (me refiero a su desarrollo) en piloto de una serie de televisión tipo El Comisario… Aunque apunta varias tramas interesantes (y algún diálogo certero). No logré meterme en la investigación paralela como si se tratase de esos policias verídicos a lo La ciudad desnuda.

La cara oculta de Andrés Baiz

No niego que Andrés Baiz tenía el material y la idea para hacer una película inquietante… Un thriller psicológico… como anuncian. Pero esta espectadora no logró inquietarse con una película que desde el principio la sintió fallida. Y voy a intentar explicarme.

No obstante recomiendo que si está en un cine y empieza el trailer de esta película, se tape los ojos y los oidos… si no quiere que el factor sorpresa desaparezca por completo. O el factor giro.

Soy tremendamente pesada, lo sé, con el tema de la construcción de los personajes y sobre cómo una película emplea el lenguaje cinematográfico. La cara oculta se queda en el terreno de la corrección plana y sin matices.

Primera falla. La construcción de personajes. Del trío protagonista quizá el más trabajado (o con el que el espectador puede sentir algo más de empatía) es el de Clara Lago pero no encontramos el dibujo perfecto. Sus personajes secundarios son un despropósito (desde la desagradable pareja de policías hasta la alemana que les alquila la casa y luego se va de viaje —que le cuenta un secreto de la casa a Clara Lago— llegando a esa violinista de hola y adiós). El personaje de Quim Gutiérrez no logra convencer cómo ese director de música joven de corazón desbocado y tampoco aporta la ambigüedad que hubiera dado una riqueza de matices. Se limita a poner caras de ahora soy oscuro, ahora seduzco, ahora estoy desconcertado… El director de música no logra que sospechemos…, como el maestro del suspense mostró a un Cary Grant en Sospechoso. Y por último el personaje de la colombiana Martina García, la tercera del triángulo, podría haber sido el personaje más interesante y complejo y se queda en el intento. Podría haber sido una mezcla exposiva de la inocencia, cara de ángel, y la perversidad (o esa cara oculta que trata de mostrar la historia de cada uno de sus personajes… pero que no logramos intuir).

Segunda falla. Otra posibilidad con la que contaba Baiz para hacer que el espectador se estremeciera de la angustia era haber convertido a la casa en un personaje más. Una casa con vida. Lo intenta pero no se convierte en tal. Así no logra la personalidad de Manderley, de la casa de Psicosis o el hotel de El Resplandor. Casas que respiran y estremecen. Casas que esconden la presencia fuerte de una ausencia. La cámara no nos estremece con el paso por las habitaciones, con el uso de los espejos, las escaleras o las puertas. Hasta el perro, un pastor alemán precioso, está mal aprovechado como recurso.

Tercera falla. La propia estructura de la película en dos partes diferenciadas. Y el paso de una parte a otra…, ufff, el importante punto de inflexión se queda en nada… Así la película guía al espectador en todo momento y nos va mostrando las caras de sorpresa (si no hemos visto previamente el trailer) que debemos ir poniendo. Tampoco funcionan los recursos cinematográficos para mostrarnos la inquietud… tormentas, luces que se van, ruidos extraños, personajes que aparecen de repente. Y para que haya un poco de todo algunas cuantas escenas amatorias.

Como digo Andrés Baiz contaba con los ingredientes y la idea para habernos mostrado una cara oculta… pero yo me quedé con las ganas de siquiera intuirla.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

4 comentarios en “Dos minicríticas de cine

  1. Coincido contigo en el comentario de la «Cara oculta»…Una idea sin duda muy buena que podría haber dado mucho juego…pero que no lo consigue…así es el cine…unas veces te metes completamente en la historia y otras veces por más que lo intentas pues nada…

  2. … Me dio bastante pena no meterme en la película. Pues el director contaba con todos los ingredientes y creo que maneja las herramientas necesarias… Esperaremos a la siguiente historia de Baiz.
    Besos
    Hildy

  3. Hola Hildy!! Coincido plenamente contigo en la valoración sobre «No habrá paz para los malvados». Me esperaba algo un poco más trabajado – que lo está, pero no lo suficiente cuando Coronado no está en pantalla, pues decae bastante el interés. De Enrique Urbizu me quedo. de calle, con «La caja 507» – de lo mejorcito del thriller patrio, bien hecho, interpretado, sustentado por un prodigioso guión y una gran dirección – y. sobre todo, la que me toca la fibra sensible, «La vida mancha». ¿La has visto? Para mí es la perla olvidada del cine español moderno.

    Saludos!!

  4. Sí, querida Isis, no he visto La vida mancha. ¡Y ahora que me la recomiendas tú, no quiero perdérmela! Me gusta encontrarme con perlas en nuestro cine. Sí, No habrá paz para los malvados es película-personaje.

    Beso
    Hildy

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