Robert Siodmak es un realizador que lo tengo en fase de estudio y que cada vez me fascina más. Todavía me falta por descubrir parte de su obra, entre otras la deseada A través del espejo (que espero conseguir pronto). El director me ha deleitado con distintas películas y con un dúo de cine negro que me fascina: Forajidos y El abrazo de la muerte (ambas protagonizadas por mi adorado Burt Lancaster).
Pero en mi viaje he recalado en La dama desconocida, La escalera de caracol, Pesadilla, Una vida marcada y volando entre aventuras de La reina cobra o El temible burlón. Ahora le ha tocado el turno a El sospechoso, y Siodmak sigue sin desilusionarme.
El director sigue confiando en su actriz fetiche, la bella Ella Raines (ningún director volvería a confiar en ella de igual manera), y sobre todo deja que Charles Laughton deleite con el arte de la interpretación dejando un retrato de un hombre normal, un buen hombre incluso, que a principios del siglo XX en Londres, una serie de circunstancias, el sino (como se dice en el cine negro), le convierten en un asesino.
Pero son varios los logros de esta película de dirección siempre elegante y de momentos cinematográficos clave. La construcción perfecta de una estructura y de unos personajes secundarios que darán la clave para que surja “la conciencia del asesino” como dice el incansable detective (y muy antipático, por cierto…, el público esta vez —y esto está muy feo, lo sé— está deseando que se salve el asesino…).
Entre los personajes que forman este puzle (cuando una película es buena ninguno de los personajes sobra) está la señora esposa del personaje de Laughton, una impagable Rosalind Ivan, que está estupenda como mujer-pesadilla e insoportable (de nuevo volvería a ejercer de esposa castrante en esa joya que es Perversidad de Fritz Lang). El matrimonio vecino, la adorable esposa y el marido maltratador y borracho (Molly Lamont y Henry Daniell), y como no ese inspector Huxley (Stanley Ridges) que nos regala escena cinematográficamente valiosa de recreación genial de un asesinato que no hemos visto.
La película es un delicado ejercicio donde nos presenta una triste recreación de un amor imposible. Y ese amor imposible ocurre entre una bella joven solitaria y sin trabajo y un hombre orondo casado y cansado de la cotidianeidad y miserias de su vida cotidiana. Ambos unen sus soledades y tristezas…Y ese amor es real. Pero los obstáculos sociales, de costumbres y de clase provocan un comportamiento inusual en un hombre bueno que le inducen al doble asesinato… alejando, quizá para siempre, su posible felicidad. Así una historia cotidiana, y aparentemente sencilla, se transforma en pesadilla oscura.
Así Siodmak va construyendo esos héroes cotidianos que se ven asaltados por un destino inevitable que rompe todas sus posibilidades de felicidad. La direferencia es que mientras en su dúo maravilloso de cine negro el héroe enamorado se confunde de mujer al entregarse a la femme fatale que destroza su existencia, aquí el destino del protagonista es más triste aún pues esa mujer que cambia su destino es tan buena persona como él…
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
Esta me falta; a mí Siodmak me encanta también, y creo que es decisiva la colaboración de su hermano Curt, que anda detrás, acreditado o no, de muchos de los guiones y las estéticas de sus filmes.
Besos.
… si es que cuando hay buenos hermanos…
Siodmak es maravilloso.
Aún me queda bastante por ver de su filmografía.
Me gusta tanto Siodmak como Jacques Tourneur,dos todoterrenos de las grandes películas de serie B.Por aquellos tiempos se las llamaba así.Hoy son obras maestras.Menudo baúl que tienes.¿Me dejar mirar? Yo tengo un cajón desastre,no de sastre,de artículos muy viejos que hablo de cine clásico.
Besos.
¡¡¡El viejo baúl de películas está a disposición de todo aquel apasionado por el cine y con ganas de mirar una y mil veces!!!
Por cierto el ‘cajón desastre’ ¿lo tienes volcado en el blog? Yo te estoy leyendo entradas antiguas relacionadas con el cine muy buenas.
Me gusta siempre despedirme con besos y una firma… y esta vez se me ha pasado con los dos.
Así que…
Besos
Hildy
Sí,sólo me gusta escribir sobre cine clásico,¿y sabes por qué? Porque el tiempo es quien habla mejor de ellas.Las películas actuales no se pueden escribir.Un juicio precipitado puede malograr una película,aunque sea mala.Por otra parte tengo una colección de críticas de cine clásico.No veas las cagadas de los críticos.Por ejemplo,cuando se estrenó Psicosis la pusieron a parir.Lo demás es historia.El cine clásico habla por sí solo y además soy un romántico.Ya digo;el cine actual es trabajo para la gente del mañana.
Es un placer pasarse por aquí.
Besos y un fuerte abrazo.
Muy interesante cómo juega la película con la empatía del espectador. Como dices, uno está deseando que ese pobre hombre mate a la bruja, escape y consiga ser feliz… y que luego, por el bien de su humanidad, se entregue.
Sí, querido crítico abúlico, acabas de dar con una clave importante de la película: el juego con la empatia del espectador. Y es que estamos deseando la felicidad de los personajes de Laughton y Raines… a pesar de que él es un asesino… Qué grande es Siodmak.
Besos
Hildy
Hace la tira de años que vi esta película pero te puedo decir que en este momento recalo en este estupendo, como siempre, post tuyo por la simple razón que estoy muy intrigada por saber si has visto, del gran Siodmak, otra joya suya titulada «Pesadilla». Jo! Acabo de verla y estoy noqueada. Parece una película victoriana, con un George Sanders totalmente desconocido en su rol. Sólo te diré que la película, si no la has visto, es muy, muy, muy siniestra. Tiene a una actriz que, desde ya, para mí, es reina y soberana no sólo de la película sino del selecto club de mujeres más malas y perversas que ha poblado una pantalla y que una servidora jamás había visto y mucho menos la conocía: Geraldine Fitzgerald.
La única pega que tiene el film: un final que no se merece. Pero pese a ello es fantástica. No tiene absolutamente nada que envidiar a las pelis de Hithcock. Qué felicidad la mía, qué hallazgo. Me siento igual que una niña pequeña con zapatos nuevos. Hacía tanto que no veía una buena película de suspense que estoy maravillada (es que, tras el cine negro, es mi género predilecto). Ya sabes, me va lo sombrío (jejeje), pero sólo en el cine, por supuesto.
Besos!
¡Sí, la vi, aunque no me vendría mal refrescarla! Hubo una época en la que estuve totalmente obsesionada con la filmografía de Siodmak y me vi todo lo que pude. Sí, la Fitzgerald está que se sale. Ella está maravillosa en otra película superoscura que creo te va a gustar una barbaridad si no la has visto: So Evil My Love de Lewis Allen, donde también se sale Ann Todd.
Beso
Hildy
Apuntada queda, querida Hildy. Estuve revisando y a Geraldine Fitzgerald sí la he visto en otra película, pero con mucho menos peso, de ahí que no me sonara de nada, porque hace muchos años que no la veo y es en Cumbres borrascosas, de Wyler.
No me extraña tu pasión por Siodmak, era un director esplèndido. Qué películas, las suyas, un goce asegurado.
Besos.