Un paseo por la nueva comedia romántica americana…

Este fin de semana he pasado unos momentos entretenidos con una comedia romántica, Tú la letra, yo la música. Soy fan del género romántico bien hecho porque me parece necesario a veces ir a una sala de cine y soñar. Y pensar que el mundo es bello y mágico y que pueden ocurrir cosas buenas. Y pensar que por muy mal que vayan las cosas puede haber alguien que te espera. 

Hugh Grant desde los noventa hasta ahora ha protagonizado buenas comedias del género. Cuando hay una historia de este tipo bien construida es una auténtica gozada. Porque el cine a veces también es sinónimo de escapismo o mejor que esa palabra es sinónimo de energía positiva, de generarte una sensación que te haga volver a creer en las personas. 

En Tú la letra, yo la música hay los ingredientes necesarios para soñar. Un tipo encantador anclado en el pasado, una estrella pop de los ochenta, que trata de sobrevivir a los nuevos tiempos. Una chica neurótica, encantadora y con problemas de autoestima (Drew Barrymore) que se cruza en el camino del protagonista. Unos secundarios divertidos…, y mucho amor. En esta historia simple hay química, hay una historia sencilla pero bien contada, hay dos canciones de amor…, y una historia de encuentro y desencuentro entre una pareja que sabemos llegará un momento en que se den cuenta que están hechos el uno para el otro. 

El cine siempre nos ha regalado comedias así. Y a mí me sirven como medicina. Si estoy triste y desesperada, mi mejor pastilla es una de estas comedias. Aunque sepa que no son verdad. O mejor dicho que no son del todo realistas.  

Desde los noventa hasta el 2007, hay un montón de comedias románticas que han hecho sonreír, olvidar, y han alimentado el volver a creer en el romanticismo o el amor. A finales de los ochenta llegó Cuando Sally encontró a Harry y Meg Ryan conquistó al género. Una historia de amistad, de años, entre un hombre y una mujer que terminan enamorándose. Meg Ryan ha protagonizado historias y remakes de comedias de antaño y ha conseguido que pase muy buenos momentos con Algo para recordar (remake de Tú y yo), French Kiss o Tienes un e-mail (remake de El bazar de las sorpresas). Son historias de hombres y mujeres de clase media que en un momento crítico de sus vidas, encuentran a la persona que les hace replantearse la vida y tirar hacia el futuro. 

Hugh Grant es el hombre que te hace reír y te enamora. Haga de tipo encantador o chulesco. Sea desastre o perfecto. Él es mágico en Cuatro bodas y un funeral (Gran Bretaña), Notting Hill, El diario de Bridget Jones (Gran Bretaña) o Love Actually. En las tres primeras películas se repite un esquema que funciona perfectamente. No es sólo chico encuentra chica y a soñar. Sino que en estas tres películas o bien el protagonista masculino o bien el femenino cuenta con un entrañable grupo de amigos que hacen funcionar la historia y crea unos personajes secundarios inolvidables.

Si nos fijamos en el primer éxito de Grant (Cuatro bodas y un funeral), nos encontramos con otra estrella de este tipo de comedia, Andie MacDowell, que regaló al principio de los 90, Matrimonio de conveniencia con un grandioso Gerad Depardieu, y la cinta de culto Atrapado en el tiempo donde Bill Murray ve como se repite una y otra vez el día de la marmota. 

Si seguimos este paseo nos encontramos con películas que no fueron grandes éxitos pero que contienen los ingredientes y hacen que el corazón vibre por momentos… Frankie and Johnny, Benny and Joon, Una historia diferente, Más extraño que la ficción… parejas imposibles pero que se encuentran y juntos se enamoran…, y lo intentan. 

No puedo olvidarme a otra reina del género –que ha protagonizado buenas historias–, ella es Julia Roberts. No es sólo su sonrisa, son los argumentos mágicos como ese cuento de Los Ángeles, Pretty Woman. O ese humor ácido en La boda de mi mejor amigo o la algo más floja Novia a la fuga. 

También hay actores que no son habituales en este tipo de género pero alguna vez lo visitan y salen airosos. No puedo olvidar a Nicolas Cage y a Cher en Hechizo de luna. Aquí aparece otro elemento importante en este tipo de películas, una familia peculiar, pero familia querida que acompaña a los héroes por su periplo de enamoramiento. 

En fin el viaje es interminable y está repleto de películas malas (insoportables y cursis)  y buenas (algunas las he nombrado en este pequeño paseo)… pero cuando hay una bien realizada y contada, con química…, aunque sepas como va a terminar…, ¡¡¡qué alegría que existan!!!¡¡¡qué alegría acompañar a estas parejas hacia su unión definitiva!!!

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